Agro Sur Vol.1 (1) 3-10 1973
DOI: 10.4206/agrosur.1973.v1n1-02

INVESTIGACIONES

 

EL PROBLEMA DE LA CLASIFICACIÓN DE LAS PRADERAS PERMANENTES DE LLUVIA

 

Patricio Montaldo B.1

1 Ing. Agr., M.S. Profesor del Instituto de Producción Vegetal, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Austral de Chile, Casilla 567, Valdivia, Chile.


SUMMARY

It is described the agricultural zone that es named Permanent Rain Pastures. It is analizad the several classifications in relation to the perennial grasslands. It is recomended a new classification based upon ecological basis. It is given some examples about pastures stands taken in the province of Valdivia.

 


RESUMEN

Se describe la zona agrícola que toma el nombre de Praderas Permanentes de Lluvia del Llano Central. Se analizan las clasificaciones que han aparecido en relación a las praderas de la zona y se recomienda una clasificción de las praderas sobre bases ecológicas. Se dan ejemplos de praderas en la provincia de Valdivia y su ubicación dentro de la clasificación propuesta.

 


 

INTRODUCCION

Las praderas permanentes de lluvia dan el nombre a una zona agrícola que abarca la Depresión Intermedia entre la Cuesta de Lastarria por el norte y la parte occidental de la Isla Grande de Chiloé, por el sur (MONTALDO, 1967). Paralela a ella y por el occidente, está la zona agrícola denominada Secano de la Costa que llega hasta Maullín y por el oriente, la zona llamada Secano de la Precordillera, que alcanza por el sur hasta el lago Rupanco. Por lo tanto, el territorio agrícola de las provincias de Valdivia y Osorno participan de estas tres zonas agrícolas, Llanquihue de dos de ellas y la Isla de Chiloé de una.

De lo anteriormente expuesto, surge la primera pregunta: ¿Por qué se diferencian estas tres zonas agrícolas? La respuesta es que cada una de ellas representa una unidad ecológica relativamente homogénea, entendiéndose por tal, una zona en que los factores del hábitat (clima, suelos, biota) y los factores antropológicos se interrelacionan de acuerdo a un esquema ecológico que da resultados muy parecidos a lo largo de la zona. Luego, surge la segunda pregunta que dice relación a cómo se identifican estas zonas. La respuesta es que a través de cada una de ellas el sistema agrícola imperante tiene características muy particulares que lo diferencian de sus vecinos. El rasgo en común de estas zonas agrícolas es la presencia de praderas de tipo permanente.

La zona agrícola de Secano de la Costa se caracteriza por estar en un hábitat montañoso, muy lluvioso, de suelos rojos arcillosos, con vegetación de bosque del tipo valdiviano en las partes altas, estando los sectores medio e inferior de la montaña deforestados y cubiertos de renovales o bien de praderas perennes. A lo largo de toda la zona se desarrolla una agricultura de roce.

La Depresión Intermedia, tiene una fisonomía de lomajes suaves no mayores de 300 m con exposiciones diversas, los suelos son del grupo de los trumaos y la vegetación es el bosque alto y mixto de roble y laurel. La zona es la de más antigua colonización y en ella las tres cuartas partes o un poco menos de sus suelos están ocupados por praderas permanentes. El clima es lluvioso, con promedios entre los 2.000 y 3.000 mm anuales, sin meses de sequía excepto en las áreas San Josó-Lanco en la provincia de Valdivia y La Unión-Río Negro que ocasionalmente tienen uno o dos meses de sequía anual.

La zona de Agricultura de Secano de la Precordillera ocupa áreas en los contrafuertes cordilleranos a una altitud entre los 300 y 500 m. Es una zona fría y lluviosa habitada principalmente por huilliches en la provincia de Valdivia. La vegetación es de bosque valdiviano andino y la agricultura es la de cereales-ganadería y labores madereras.

CLASIFICACIONES EXISTENTES

TALIA GUTIERREZ (1954) sostiene que, según una encuesta, en las provincias de Valdivia, Osorno, Llanquihue y Chiloé existen 630.000 há de empastados artificiales constituidas especialmente por pasto miel, pasto ovillo, ballica y trébol rosado. Enseguida afirma, que dentro de las empastadas naturales dominan las de pasto miel. Las empastadas artificiales las divide en permanentes (más de 5 años), de rotación larga (4 a 5 años) y de rotación corta (2 a 3 años). En síntesis, la autora nombrada reconoce empastadas naturales y artificiales y dentro de estas últimas los tres tipos arriba señalados.

En el Seminario de Forrajeras y Utilización (OLIGER, 1968) realizado en Temuco, un grupo de especialistas aprobó para las praderas de la zona sur, la siguiente clasificación:

 

 

Las praderas fueron divididas en dos grupos: de rotación y permanentes. Las primeras se subdividieron en tres grupos y las segundas en dos: sembradas y naturales. A su vez las praderas sembradas se subdividieron en: De alta producción y degradadas. Las naturales en praderas de baja producción y mejoradas. Las praderas de rotación, están claramente delimitadas en las de rotación corta constituidas por ballica y trébol rosado, las de rotación larga constituidas por pasto ovillo, trébol blanco y ballica perenne y las suplementarias.

En relación al grupo de las praderas permanentes existe poca claridad en cuanto a las divisiones. Entre los subgrupos de las sembradas y las naturales, en esta zona, es prácticamente imposible determinar el punto en donde se dividen. Esto último sucede por el hecho que las praderas naturales se han originado por siembra. Tampoco es posible determinar el punto en que se separan las praderas sembradas degradadas (de menos de 6.000 Kg. de materia seca por há.) de las praderas naturales mejoradas (más de 3.000 Kg. de materia seca por há.).

A la consulta de cómo catalogar una pradera de pasto miel que produce 2.000 Kg. de materia seca por ha., de acuerdo a las definiciones propuestas, existen dos respuestas: a) se trata de una pradera sembrada degradada y b) se trata de una pradera natural de baja producción. Otro caso de clasificación dudosa es el de una pradera de pasto miel que produce 6.500 Kg./há de materia seca. De acuerdo a como se definieron los grupos en el sistema estudiado, esta pradera puede catalogarse como pradera permanente sembrada de alta producción. En este caso, el pasto miel cumple con las dos condiciones que identifican las especies constituyentes de este tipo de pradera cuales son: que sean especies de autoresiembra y de duración indefinida.

AZOCAR (1970) cita a Goic que ha medido en la provincia de Osorno, una pradera natural que produce de 2.000 a 4.000 Kg./há de materia seca en ensayos sin y con fertilizantes, y otra pradera en ñadi que produce de 6.000 a 8.000 kg./há de materia seca sin y con fertilizantes. Según la clasificación propuesta estas praderas estarían catalogadas como: a) pradera permanente natural de baja producción, la que produce 2.000 kg. b) pradera permanente natural mejorada la que produce 4.000 kg. c) en los ensayos de ñadis, pradera permanente natural de baja producción, la que produce 6.000 kg. y d) pradera permanente natural mejorada, la de 8.000 kg. En los casos anteriores, las praderas fertilizadas son indiscutiblemente praderas mejoradas. Sin embargo, la pradera en ñadi sin fertilización produjo más que una fertilizada, pero por sus características cae en la categoría de pradera de baja producción.

El Instituto de Economía de la Universidad Austral de Chile publicó (VALDIVIA, 1971) una evaluación del Plan Ganadero Sur de la CORFO abarcando el área desde Malleco hasta Llanquihue. En la página 46 del referido informe, las praderas son divididas en cuatro categorías: de buena calidad, de regular calidad, de mala calidad y temporales. De las ciento y tantas mil hectáreas evaluadas mediante estas categorías, el 58,9% de la superficie aparece cubierta con praderas de acuerdo al siguiente porcentaje: 21% buenas, 19% regulares, 12,7% malas y 6,2% temporales. En el trabajo citado no se indica el criterio seguido para evaluar las praderas. El Coordinador del Grupo1 manifestó que fueron los agricultores encuestados los que evaluaron sus propias praderas mediante una apreciación visual. Es decir, no solamente la clasificación seguida fue subjetiva sino que las opiniones de los agricultores también lo fueron.

Las clasificaciones anteriores demuestran que dentro de la zona de las praderas permanentes de lluvia, no hay un punto de comparación entre las distintas categorías usadas por los evaluadores de praderas.

CLASIFICACION SOBRE BASES ECOLOGICAS

El autor propone para la Zona de las Praderas Permanentes de Lluvia, seguir una clasificación de las praderas basada en conceptos ecológicos. Para entender lo anterior, es preciso dar algunos antecedentes históricos sobre la distribución de la vegetación en esta zona.

La distribución e historia de la vegetación en estas provincias indican que la formación de bosques cubría el territorio. Esta formación ha sido paulatinamente destruida por la acción de los colonos quienes han talado e incendiado los bosques para abrir nuevos campos a la agricultura y la ganadería. Para lo segundo, introdujeron especies forrajeras europeas y las sembraron como praderas permanentes. Estas especies encontraron en la zona un hábitat heterogéneo. Sin embargo, a lo largo del territorio, esta condición fue compensada por la gran amplitud ecológica de ellas lo que determinó su tolerancia a las diferencias ambientales y por lo tanto su invasión y establecimiento en casi todo el territorio agrícola. Es por lo tanto, la denominación de pradera antropogénica la apropiada para este tipo de empastada. Para comprender la denominación de pradera antropogénica hay que considerar dos aspectos: 1. El reemplazo paulatino del bosque por una pradera de hierbas perennes que soportan las mismas condiciones de macroclima que los bosques y 2. La continua presión de pastoreo a que se ha visto y se ve sometida esta empastada. Estos dos hechos que están ocurriendo en la zona desde hace más de cien años han traído como consecuencia que la pradera ha reemplazado al bosque y se mantiene como tal gracias a la presión de pastoreo a que está sometida, de tal manera que ha logrado un equilibrio con el ambiente.

Se dice que cuando un sistema ecológico está en equilibrio con su ambiente ha llegado a la etapa climax. Tal es el caso de las praderas de esta zona que pueden considerarse como climax zootico-climático o climax zootico-edáfico según sea el grupo de factores que intervengan con mayor o menor intensidad para mantener este equilibrio.

Una pradera permanente de la zona se considera que está en su climax cuando posee las siguientes características:

A.— Tener como dominante a las plantas herbáceas perennes que aparecen en toda la gama del desarrollo vegetal.

B.— Ausencia de anuales y si presentes, solamente pocos individuos y de bajo vigor.

C.— Ausencia de nanofanerófitas (leñosas con yemas entre 25 y 200 cm) y si presentes como pocos individuos y sin valor de cobertura.

De la agrupación y análisis de las especies componentes de las praderas se han derivado asociaciones vegetales. Se entiende por asociación vegetal a una comunidad de plantas de composición definida que presenta una fisonomía uniforme y que crece en un hábitat de condiciones homogéneas. Las asociaciones se denominan generalmente por el nombre científico de las dos o tres especies dominantes en la comunidad. Por ejemplo: la asociación Agrostis tenuis-Holcus lantus-Lotus uliginosus (chépica-pasto miel-alfalfa chilota).

La asociación corresponde a la vegetación climax del lugar y entre las ventajas de determinarla está el hecho que su aparición en diferentes lugares significa la presencia de hábitat de iguales potencialidades. Aun cuando de lugar en lugar cambian algunos factores del hábitat la suma de ellos da como resultado el aparecimiento de la misma asociación. En estos casos se presenta el principio de la compensación de factores ya que dentro del rango geográfico en que se extiende una asociación el hábitat puede variar tanto en los factores climáticos como en los de suelos pero sin embargo el resultado es el aparecimiento de la misma asociación ya que la suma de todas las variables ecológicas a través del área permanece aproximadamente igual.

Una asociación se distingue por un alto grado de constancia de sus especies. Constancia es el grado de ocurrencia de una especie observada en parcelas del mismo tamaño, distribuidas por el ámbito geográfico de la asociación. Desde que las especies son consideradas individualistas con respecto a los requerimientos y tolerancias del hábitat, relativamente pocas especes son altamente constantes.

CLASIFICACION BASADA EN LA CONDICION DE LA PRADERA

El sistema de clasificación basado en la condición de la pradera tomó en cuenta la vegetación climax y el porcentaje de suelo cubierto por la pradera en el lugar estudiado. En cuanto a condición, las praderas se dividen en cuatro categorías: excelentes, buenas, regulares y pobres (BROWN, 1954).

En este sistema, se considera que si la pradera tiene entre O y 25% de vegetación climax, es pobre; entre 25 y 50% es regular; entre 50 y 75% es buena y entre 75 y 100% es excelente. Del mismo modo se asume que si la pradera tiene O y 30% de cobertura se considera pobre; entre 30 y 70% es regular; entre 70 y 90% es buena y entre 90 y 100% es excelente, de acuerdo a la división hecha por el autor.

Las categorías pueden ubicarse en un gráfico mediante un sistema de coordenadas. En uno de los ejes (abscisa) se colocan los porcentajes de vegetación climax y en la ordenada los porcentajes de cobertura o densidad de la pradera (Fig. 1).

Este sistema gráfico puede llevarse a una tabla de valores que van del 1 al 300 y de este modo catalogar la pradera global de acuerdo a las siguientes límites de clases: de 1 a 99 puntos es pobre, de 100 a 209 es regular, de 210 a 259 es buena y de 260 a 300 es excelente.

Para aplicar esta escala de valorización, primero se multiplica el valor del porcentaje de vegetación climax de la pradera por 2, luego se suma este valor con el del porcentaje de cobertura y el resultado se compara con la escala de valores para ubicar la pradera problema.

La ventaja que tiene conocer la composición climax de una pradera es que los tratamientos aplicados a ella son válidos en otras praderas de la misma asociación. Los cambios que sufre la vegetación climax, en cuanto a su mayor o menor porcentaje de presencia u otra condición, cuando las praderas están sometidas a una determinada carga animal, a una fertilización dada, a dosis o épocas diferentes, a variadas épocas de rezago, etc., son válidos en otra pradera de la misma asociación ya que a igualdad de climax se asume una respuesta semejante.

EL PROBLEMA PRACTICO

El problema práctico que se presenta en el campo está resumido en dos puntos:

1.— Conocer la composición climax de ciertas praderas para tenerlas como punto de comparación.

2.— Aplicar un método para determinar la composición botánica y la cobertura de la pradera que se desea clasificar.

Para la provincia de Valdivia, e1 autor ha determinado mediante tablas de asociación, tres asociaciones:

a) Para los trumaos de lomajes y suavemente ondulados a planos de la Depresión Intermedia, Agrostis tenuis-Holcus lanatus-Lotus uliginosus.

b) Para las praderas de la Cordillera de la Costa, Hypochoeris radicata-Agrostis tenuis.

c) Para los trumaos húmedos (ñadis), Agrostis tenuis-Juncus procerus.

 

CONDICION DE LA PRADERA
 
 
Figura 1. Esquema para clasificación gráfica de las praderas de la provincia de Valdivia de acuerdo a su condición y al porcentaje de cobertura E=Excelente, B=Buena, R=Regular y P=Pobre.

 

Para la Depresión Intermedia, las praderas tienen la siguiente composición climax: Agrostis tenuis (chépica) Holcus lanatus (pasto miel), Lotus uliginosus (alfalfa chilota), Trifolium repens (trébol blanco), Plantago lanceo-lata (siete venas) e Hypochoeris radicata (pasto del chancho).

Para la Cordillera de la Costa las praderas tienen la siguiente composición climax: Hypochoeris radicata, Agrostis tenuis, Holcus lanatus, Plantago lanceolata y Prunella vulgaris.

Para la zona de los trumaos húmedos (ñadis) las praderas tienen la siguiente composición climax: Agrostis tenuis, Holcus lanatus, Juncus procerus, Carex fuscula, Lotus ulignosus e Hypochoeris radicata.

De 27 censos de praderas seleccionados de la Cordillera de la Costa en la provincia de Valdivia, se han legido seis, de información no publicada por el autor, de los que se indican los porcentajes de vegetación climax y cobertura respectivamente. Los censos son los siguientes: el 41-7: 75 y 100%, el 59-6: 75 y 93%, el 10-7: 60 y 95%, el 28-6: 68 y 80%, el 13-7: 40 y 80% y finalmente el 1-8: 90 y 93%.

Si estos censos se ubican en la Fig. 1 se observa que la pradera 1-8 es excelente en cuanto a porcentaje de vegetación climax y a densidad y por lo tanto cae en la categoría general de excelente. En el otro extremo, la pradera 13-7 es regular en cuanto a porcentaje de vegetación climax y buena en cuanto a cobertura y por lo tanto es catalogada como pradera regular.

De 12 censos registrados en la zona de los ñadis, se han elegido tres para su calificación con los porcentajes de vegetación climax y cobertura respectivamente. Estas praderas son: M-6: 70 y 95%, 39-6: 65 y 95% y 34-8: 35 y 85%. La primera es buena en cuanto a su composición climax y excelente en cuanto a la cobertura y por lo tanto, cae en la categoría general de pradera buena. La última, es regular en cuanto a porcentaje de composición climax y buena en cuanto a cobertura y es en general catalogada como regular.

De treinta censos pertenecientes a la asociación Agrostis tenuis-Holcus lanatus-Lotus uliginosus, en la Depresión Intermedia de la provincia de Valdivia, se han elegido los dos siguientes: el 51-6 con 95 y 97% y el 21-7 con 70 y 85% de composición climax y cobertura respectivamente. El primero, es en general excelente y el segundo, es en general bueno.

METODOS PARA DETERMINAR LA COMPOSICION BOTANICA Y EL PORCENTAJE DE COBERTURA

Los métodos prácticos y relativamente fáciles de ejecutar en el campo son los siguientes:

a) Separación manual y por peso. Este método consiste en ubicar un número determinado de cuadrantes a lo largo de la pradera y cortar dentro de cada cuadrante las especies que aparecen. Enseguida, en el laboratorio se procede a separar y pesar cada una de las especies. Los resultados se dan en peso de las especies en cantidad de materia seca por hectárea.

b) De los tres rangos. Este método consiste en estimar dentro de cada cuadrante las tres especies que ocupan los tres primeros rangos en cuanto a su contenido de materia seca.

c) Estimación visual. Este método consiste en estimar dentro de parcelas determinadas la composición botánica de la cubierta herbácea. Algunos evaluadores estiman en forma global toda la pradera. Los resultados se dan en porcentaje de cobertura, para lo cual se estima dentro de cada cuadrante o parcela de observación, el porcentaje de cobertura de cada especie en clases de 10 en 10 con un máximo de 100%. (DAUBENMIRE, 1968; BROWN, 1954).

NOTA

1 Comunicación personal del Ing. Agr. Cristián Zegers P.

LITERATURA CITADA

AZOCAR, P. 1970. Fertilización de praderas en la zona sur; Malleco a Chiloé. Temuco, Chile, Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Circ. Inf. 32. 8 p.

BROWN, D. 1954. Methods of surveying and measuring vegetation. Comm. Boureau of Pastures and Field crops. Hurley Berks. Bull 42. 232 p.

DAUBENMIRE, R. 1968. Plant communities. Harper and Row Pub. New York. 300 p.

GUTIERREZ, T. 1954. Empastadas en la zona de las lluvias. Simiente 24(1-4): 23-26.

MONTALDO, P. 1967. Zonas agrícolas de Chile. Valdivia. Fac. Cien. Agr. Univ. Austr. Chile. 18 p.

OLIGER, L. 1968. Conclusiones seminario de forrajeras y utilización. Temuco, Chile, Instituto de Investigaciones Agropecuarias. Circ. Inf. 20. 8 p.

VALDIVIA. INSTITUTO DE ECONOMIA AGRARIA. Universidad Austral de Chile. 1971. Evaluación programa ganadero sur 1970-Corfo. 87 p.

 

Recepción de originales: 25 de agosto de 1972