Marco López Roudergue y Edmundo Hetz
Huenchullán
Facultad de Ingeniería Agrícola - Universidad de Concepción
Casilla 537, Chillán, Chile.
1 Parte del Proyecto Nº 96.130.001-1.1,
financiado por la Dirección de Investigación de la Universidad
de Concepción, Chile.
Recepción originales 18 de diciembre de 1997.
Annual use to economically justify the ownership of some high price agricultural machines
Key words: Minimum intensity of economical use; tractor, no till seeder, grain harvester
In order to establish the annual use (hr) that justifies the ownership of a
tractor, no till seeder and grain harvester the concept of minimum intensity
of economical use was utilized with data from a VI region fruit production farm
and a VIII region Andean foothills wheat production system.
The results showed that for tractors about 440 hr/year and 470 hr/year are needed
in the fruit and wheat production scenario, respectively. For the no till drill
and grain harvester the minimum reaches 167 and 316 hr/year, respectively; no
important differences were found between a high-priced tractor made in the West
and a lower price tractor made in Eastern Europe.
The figures obtained are similar to the average annual use of tractors in the
fruit production farm; this means there are many fruit producers that do not
economically justify the ownership of a tractor. In the wheat scenario the average
annual use is higher than the minimum established in this study.
Con el objetivo de establecer el uso anual (hr) que justifica la propiedad
de un tractor, sembradora cero labranza y cosechadora de granos se utilizó
el concepto de Intensidad Mínima de Uso Económico, con datos de
dos escenarios de producción: una hacienda frutícola de la VI
Región y un sistema de producción de trigo en la precordillera
andina de la VIII Región.
Los resultados mostraron que son necesarias unas 440 hr/año y 470 hr/año
para el tractor en el escenario frutícola y triguero, respectivamente,
no encontrándose diferencias apreciables entre un tractor caro de Occidente
y uno más barato de fabricado en Europa Oriental. Para la sembradora
cero labranza y la cosechadora de granos el mínimo llega a 167 hr/año
y 316 hr/año, respectivamente.
Los valores obtenidos son similares al uso anual promedio de los tractores en
las explotaciones frutícolas, existiendo por lo tanto, un alto número
de fruticultores que no justifican económicamente la propiedad del tractor.
En el escenario triguero el uso anual promedio es más alto que el mínimo
establecido en este estudio.
La globalización de los mercados ha hecho de la administración eficiente de los recursos una de las claves para el éxito de los negocios. La agricultura chilena, al igual que el resto de la economía nacional, se ha visto influenciada por esta situación.
Dado que el costo por concepto de uso de maquinaria agrícola representa entre el 35 y 45% del total de los costos de producción (Hetz y Esmay, 1986), su análisis representa una forma eficiente de hacer un uso racional de los recursos con que cuenta el agricultor. Sin embargo, este tipo de análisis es altamente complejo, puesto que las labores requeridas por los cultivos son realizadas por equipos más o menos especializados dependiendo de la labor y el cultivo (Ortiz-Cañavate, 1989); además de la existencia de plazos bien definidos en que debe ejecutarse cada labor; plazos que, a su vez, están determinados por el tipo de labor, etapa de desarrollo del cultivo (Witney, 1995) y las condiciones climáticas imperantes en la región (Hetz, 1988). Adicionalmente, la realización de labores fuera de los plazos permitidos genera pérdidas en la producción final de un cultivo (Witney, 1995; Hunt, 1986); los agricultores chilenos, particularmente los fruticultores, han enfrentado el problema de la oportunidad en la realización de las labores aumentando los parques de maquinaria, lo que se ve reflejado en las bajas horas de uso anual de los tractores, especialmente en las regiones IV y Metropolitana con 295 y 284 hr/año, respectivamente (Jasmen, 1986); evidentemente, uno de los motivos más importantes para esta sobredimensión del parque son razones de orden económico. Sin embargo, la adquisición de más maquinaria no necesariamente es la forma más apropiada, desde el punto de vista económico, para resolver el problema de oportunidad en la ejecución de labores mecanizadas. En efecto, como alternativa a la adquisición de la maquinaria está la prestación de servicios por empresarios dedicados a esta actividad; de esta forma el costo asociado a la posesión lo asume el empresario que presta el servicio y el agricultor sólo paga una tarifa por el tiempo que requiera el servicio.
El objetivo del presente estudio fue establecer el uso anual (hr) que justifica la propiedad de un tractor, sembradora de cero labranza y cosechadora de granos, ante la alternativa de contratar el servicio respectivo pagando una tarifa.
Los cálculos económicos fueron realizados considerando el nivel de precios existente en Chile a Noviembre de 1997 con una paridad cambiaria de US$1 = Ch$ 420, el valor de la UF el 24 del mismo mes fue de $ 14.003,16 y una tasa de interés del 12%; real anual.
La justificación económica de adquisición de la maquinaria
agrícola se realizó utilizando el concepto de intensidad mínima
de uso económico (IMUE), según lo presentan Ibáñez
y Villar (1994). El concepto se basa en la idea de que existe una cantidad
de horas de uso anual de la maquinaria en que el agricultor tiene igual costo
al contratar el servicio de maquinaria con un empresario prestador de servicios
o poseer sus propias máquinas.
La IMUE puede expresarse en base a hr/año o ha/año y puede
calcularse usando la ecuación 1
ecuación 1
donde:
IMUE : intensidad mínima de uso económico; [hr/año].
CFA : representa el costo fijo anual asociado a la posesión de las máquinas,
en [$/año].
tarifa : representa la tarifa cobrada por el empresario prestador de servicios
de maquinaria agrícola por la ejecución la labor, en [$/hr].
Cvar : representa el costo variable horario
asociado a la ejecución de la o las labores agrícolas utilizando
maquinaria propia; incluye el costo de los operadores requeridos para la correcta
ejecución de la labor, en [$/hr].
El costo fijo anual (CEA) se compone de la depreciación y el interés
sobre el capital en equipo. La depreciación se entiende como la pérdida
de valor de la maquinaria a través del tiempo y usualmente se calcula
a través del método de la línea recta, este método
consiste en asumir que la maquinaria pierde cada año un porcentaje fijo
de su valor inicial (Thuesen y Fabrycky, 1989); por otra parte,
el interés sobre el capital en equipo puede entenderse como la utilidad
que deja de percibirse por tener el dinero invertido en el equipo, su valor
se calcula multiplicando la tasa de interés anual por el promedio del
precio de compra y del valor residual (ver cuadro 2). Los principales componentes
del costo variable horario (Cvar) son: el combustible,
los lubricantes y los repuestos y reparaciones.
En el caso que se desee expresar la IMUE en unidades de [ha/año],
basta con dividir el valor obtenido a través de la ecuación 1
por la capacidad efectiva de trabajo del equipo expresada en [hr/ha].
Los valores de las variables CFA y Cvar presentes en la ecuación 1 fueron calculados utilizando el método del costo anual equivalente (CAE) que es un indicador de costos de Ingeniería Económica que sirve para tener una estimación del costo de uso anual de una máquina (Thuesen y Fabrycky, 1989). En el cálculo del CFA se incluyó un 2% del valor promedio de adquisición y residual como costo de seguro anual.
Por otra parte, la tarifa de ejecución de labores se estimó a
partir de la ecuación 2 (Ibáñez y Villar,
1994), la que incluye en el término Cvar
el costo de la mano de obra del personal requerido ($ 800 por hora) para la
ejecución de las labores:
ecuación 2
donde, aparte de los términos ya definidos:
CFH : represente el costo fijo horario asociado a la posesión de la maquinaria
agrícola, en [$/hr]. Se calcula como el CFA dividido por la horas de
uso anual de la máquina.
Cadm: Costo de administración, en [$/hr].
Se estima su valor como un porcentaje de la suma de CFH y Cvar.
Umin: Utilidad mínima del empresario
prestador de servicios, en [$/hr]. Se estima su valor entre un 10 y un 30% de
la suma de CFH, Cvar y Cadm.
En caso que se desee expresar la tarifa en unidades de [$/ha], basta con multiplicar el valor obtenido a través de la ecuación (2) por la capacidad efectiva de trabajo del equipo expresada en [hr/ha]. Para los cálculos realizados en el presente estudio se fijó el valor de la Umin en un 20%, en tanto que el Cadm, se fijó en un 10%, valor recomendado por Ibáñez y Villar (1994).
La información para el cálculo de CFA y Cvar de los tractores se tomó desde la base de datos creada por Huerta (1997) para los modelos de tractores agrícolas comercializados en Chile. Los precios de la cosechadora de cereales y de los otros implementos fueron consultados a empresas distribuidoras de maquinaria.
Para el análisis se compararon los costos de dos modelos de tractor típicos en el agro nacional, con potencia al motor de 85 HP y tracción frontal asistida, uno proveniente de Europa Occidental y el otro de Europa Oriental, representando precios altos y bajos, respectivamente.
El cuadro 1 resume la información respecto de las labores realizadas con los tractores, para esto se consideraron dos escenarios, el primer escenario fue de un tractor utilizado en una hacienda frutícola; en este caso, se determinaron los porcentajes en el uso del tiempo de los tractores en base a información proporcionada por una hacienda frutícola de la sexta región del país. En este escenario se incluyeron, aparte del tractor, los siguientes equipos para el cálculo de costo de ejecución de las labores: rastra, cepón acequiador, nebulizador y carro de arrastre.
El segundo escenario se planteó para las máquinas utilizadas en la producción de trigo con sistema de cero labranza en la precordillera andina de la octava región; en este escenario productivo, además del tractor, se incluyeron: abonadora, pulverizadora y carro de arrastre. Además, dado su costo, se analizó la situación de la sembradora cero labranza y de la cosechadora de cereales; en este caso la información requerida para el cálculo de los porcentajes en el uso del tiempo del tractor fue tomada desde Velasco et al (1996). Finalmente, en ambos escenarios se consideró que el tractor estaba un 10% del tiempo con el motor funcionando sin carga, según el estándar de tiempo de uso de tractores planteado en Renius (1985).
La información de la vida útil estimada, horas de uso anual, precios de compra y valores residuales estimados de las máquinas se entrega en el cuadro 2; en el caso de los tractores la información de vida útil, uso anual y valores residuales fue tomada de Huerta (1997); para el resto de los equipos esta información fue tomada de Ibáñez y Villar (1994); con respecto a los precios de compra estos fueron consultados a empresas comercilizadoras de maquinaria agrícola.
Finalmente, los valores de IMUE fueron recalculados considerando el doble de
horas de uso anual (1.600 hrs.) de los tractores presentados en el cuadro
2; ya que un empresario prestador de servicios de maquinaria usará
sus tractores el mayor tiempo posible con lo que el valor del costo fijo horario
y, por consiguiente, la tarifa factible de cobrar serán menores; por
lo que, el agricultor necesitará un mayor número de horas de uso
anual para justificar económicamente la propiedad del tractor.
Cuadro 1. | Uso del tiempo de tractores para dos escenarios
productivos. Time use of tractors for two production scenarios. |
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Fuente: Elaboración propia en base a información proporcionada por una hacienda frutícola de la VI región y Velasco et al. (1996) |
Cuadro 2 . | Vida útil, horas de uso anual, precio
de compra y valor residual de máquinas y equipos. Useful life, hours of annual use, price and remaining value of machines and implements. |
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Fuente: Huerta (1997), Ibáñez y Villar (1994) y mercado de maquinaria agrícola. |
En el cuadro 3, se puede apreciar que la diferencia del 46,6 % en el precio de compra de los tractores (ver cuadro 2), se traduce en un aumento de sólo el 22,0 % en el valor de la tarifa por hora de tractor, esto implica que, aunque el valor de la tarifa de ejecución de labores está influenciada por el precio de compra del tractor, su efecto no se refleja en una misma proporción, lo anterior se debe a la diferencia en la vida útil de ambos tractores. En efecto, tal como se puede apreciar en el cuadro 2, la vida útil estimada para un tractor de Europa Oriental es de 9.600 hora o 12 años contra las 12.000 horas o 15 años del tractor de Europa Occidental, lo que hace que el costo fijo anual del tractor de Europa Occidental sea sólo un 20,9% mayor que el de Europa Oriental (Huerta, 1997).
Por otra parte, en el cuadro 3 se puede ver que el costo fijo horario (CFH), representa entre el 30 y 60% de la tarifa en la prestación de servicios de maquinaria; cabe destacar que las máquinas con tracción propia tienen los menores porcentajes, esta situación refleja la realidad, puesto que las máquinas autopropulsadas tienen como parte de sus costos variables el consumo de combustible que utilizan; en los demás equipos el CFH representa alrededor de un 50% del valor de la tarifa, lo cual es un claro indicador de la magnitud del error en que incurre el poseedor de estos equipos si no toma este factor en el proceso de fijar las tarifas para la prestación de servicios, puesto que estará subestimando sus costos y, por lo tanto, sufriendo un proceso de descapitalización en el largo plazo. Por otra parte, al comparar los CFH y Cvar se puede observar que, excepto en el caso de los tractores, los primeros superan a los segundos y ello es un antecedente más que confirma la importancia de estos costos al momento de fijar las tarifas para la prestación de servicios (Ibañez y Rojas, 1994; Ibáñez y Villar, 1994).
Cuadro 3: | Costo fijo anual (CFA), costo fijo horario (CFH), costo
variable (Cvar), tarifa horaria y participación
del costo fijo en la tarifa. Annual fixed cost (CFA), hour fixed cost (CFH), variable cost (Cvar), hourly tariff and proportion of fixed fixed cost in the tariff. |
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En este mismo cuadro cabe destacar la situación de la sembradora cero labranza; en efecto, si bien el costo fijo anual es bastante menor que el de los tractores, su costo fijo horario y la tarifa calculada es mayor, lo cual se explica por el bajo número de horas de uso anual de este equipo (ver cuadro 2).
El cuadro 4 presenta los valores de IMUE calculados en una primera aproximación considerando los costos fijos y variables con el número de horas de uso anual indicado en el cuadro 2; al analizar los valores del cuadro 4 se puede apreciar que existe un aumento aproximado del 18% cuando se comparan los costos fijos anuales asociados al uso de un tractor de Europa Oriental respecto del uso de un tractor de Europa Occidental, esto es válido para ambos escenarios productivos; sin embargo, la diferencia anterior no se refleja en los valores obtenidos de IMUE, ya que en ambos escenarios productivos el aumento en el número de horas de uso anual que justifica la adquisición de un tractor es, aproximadamente, de un 4%; esto se explica por la mayor vida útil del tractor proveniente de Europa Occidental respecto del de Europa Oriental (ver cuadro 2).
En el cuadro 4 se puede apreciar también que no existe una diferencia notable en las horas de uso anual que justifican la propiedad de un tractor caro, respecto de un tractor más barato; por lo que se puede concluir que si un agricultor justifica la compra de un tractor; entonces invertir en un tractor barato no necesariamente es la mejor decisión. En efecto, si el agricultor invierte en un tractor de una marca prestigiosa está, en forma adicional, disminuyendo la probabilidad de no ejecutar alguna labor agrícola debido a fallas en el tractor.
Adicionalmente, en el cuadro 4 se puede apreciar que en el
escenario frutícola, la propiedad de un tractor se justifica con menos
horas que en el escenario triguero; esto es concordante con lo encontrado por
Jasmen (1986), que determinó que en la VI región
el uso anual promedio de los tractores era de 364 hr/año valor bastante
menor que las 821 hr/año en la VIII región, esto se explica por
el alto costo alternativo de los agricultores de la VI región por la
no realización de labores agrícolas cuando se requieren.
Cuadro 4: | Valores ponderados de costo fino anual (CFA), costo fijo
horario (CFH), costo variable(Cvar), tarifa
e intensidad mínima de uso económico (IMUE) para tractores
dos orígenes distintos y dos escenarios productivos (uso 800 horas/año). Weigthed values of annual fixed cost (CFA), hour fixed cost (CFH), variable cost (Cvar), tariff and minimum intensity of economical use for tractors of two origins and two production scenarios (800/hr/year of use). |
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En el cuadro 5 se presentan los valores de IMUE para ambos escenarios productivos, considerando 1.600 horas de uso anual de los tractores, se puede ver que los valores de IMUE son aproximadamente un 30% mayores que los valores de IMUE obtenidos con 800 hr/año. Por otra paite, continua siendo válido lo expresado en el cuadro 4 respecto de que un agricultor que justifica económicamente la propiedad de un tractor, prácticamente, no debería hacer diferencia entre la compra de un tractor caro o uno barato.
En el cuadro 5 se pueden ver también los valores de IMUE para la sembradora de cero labranza, sin tractor, y para la cosechadora de cereales; a partir de estos valores se puede concluir que la mayoría de los productores de trigo de la precordillera andina de la VIII región no justifican la adquisición de estos equipos, si los utilizaran exclusivamente para las actividades de sus propios predio. Sin embargo, la propiedad de cualquiera de estas máquinas se toma conveniente si el agricultor, aparte de utilizarlas en sus necesidades, se transforma en un prestador de servicios de maquinaria (Ibáñez y Villar, 1994; Witney, 1995).
Cuadro 5: | Valores de intensidad mínima de uso económico
(IMUE) para tractores dos orígenes distintos escenarios productivos
(uso 1.600 horas/año), sembradora cero labranza y cosechadora de
cereales. Minimum intensity of economical use values for tractors of two origins in two production scenarios (1.600 hr/year of use), no till seeder and grain harvester. |
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Las horas de uso anual que justifican la propiedad de un tractor en un escenario
de explotación frutícola son alrededor de 440 horas y en el caso
de una explotación triguera de la precordillera andina de la VIII región
son alrededor de 470 horas; no encontrándose diferencias apreciables
entre un tractor caro y uno barato. Por otro lado, la sembradora cero labranza
se justifica con más de 167 horas de uso anual y la cosechadora de granos
sobre las 316 horas de uso anual.
Los valores obtenidos en este estudio resultaron similares al promedio de uso
anual de tractores en las explotaciones frutícolas. Por lo tanto, existe
un alto número de fruticultores para los cuales sería económicamente
más conveniente contratar servicios de maquinaria que poseer un tractor.
En el escenario triguero el uso anual promedio es más alto que el mínimo
establecido en este estudio.
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