ARTÍCULOS ORIGINALES
SUMMARY
The biological value of three phosphate feeds and the tissue concentration of some potentially toxic elements were assessed using two raw rock tricalcium phosphates (RRPA and RRPC ), a dicalcium dehydrated phosphate (DPB) and two levels of available P (0.40 and 0.45%), in a 3x2 factorial arrangement of treatments, with one to twenty-one day old broiler chicks.
There were no interactions (p > 0.05) for the variables measured. DPB was associated, without statistical significance, with faster growth rate and better feed conversion efficiency. DPB had also the highest biological value of the three phosphates. It also presented the highest (p < 0.05) tibia ash and the greatest (p < 0.05) breaking strength.
The dietary supplementation of RRPA and RRPC incorporated levels of vanadium (V) in the diets which are considered toxic for poultry. The concentration of V in the kidneys was higher in birds fed RRPC as compared to RRPA and DPB.
Based on these and on previous results, the use of raw rock tricalcium phosphates as the only inorganic P supplement in poultry diets is not recommended.
Palabras claves: fosfatos rocosos, biodisponibilidad de P, respuesta productiva, broilers.
Key words: rock phosphates, P bioavailability, productive performance, broilers.
INTRODUCCION
Los fosfatos tricálcicos provenientes de rocas fosfóricas crudas (RRP) son comúnmente empleados como fuentes de fósforo en la formulación de dietas para pollos en Chile. El valor biológico (VB) de estos RRP, ha sido determinado en el pasado, con resultados contradictorios, fluctuando entre valores de 100 a 59% (González, 1988; Sullivan y col., 1993).
Con el objeto de evitar deficiencias marginales de fósforo, los nutricionistas avícolas en Chile, normalmente estiman que la biodisponibilidad del P de los RRP oscila entre 70 a 80%. Esta práctica se traduce, seguramente, en la excreción de cantidades significativas de P en las fecas de esta aves, contribuyendo así a la polución del medio ambiente. Más aún, corrientemente estos RRP contienen altas concentraciones de elementos minerales considerados potencialmente tóxicos para los pollos, tales como flúor (F), aluminio (Al), cadmio (Cd) y vanadio (V) (González, 1988). Sullivan y col. (1993) indican que el nivel de V encontrado en varios suplementos de P, podría ser un serio problema para las aves debido a eventuales aportes adicionales de V efectuados por otros ingredientes de la dieta. Es conocido que estos y otros elementos minerales "contaminantes" incluidos en los RRP, se pueden acumular en los tejidos de estos animales (Sullivan y col., 1994).
Esta situación debería ser de especial preocupación tanto para los productores avícolas especializados, como también para los nutricionistas, ya que el "mercado" exige productos nutritivos y libres de tóxicos aunque sean potenciales, de modo de contar con alimentos de calidad y "sanos".
En los últimos años, han aparecido en el mercado de aditivos nutritivos minerales para aves, diferentes fosfatos de origen extranjero y, según lo garantizado por sus fabricantes, de alta biodisponibilidad de P. Así, y considerando los inconvenientes del uso de fosfatos rocosos simples, se hace necesario evaluar fuentes de fósforo alternativas a las corrientes producidas en el país.
Por otra parte, las dietas de iniciación para pollos broiler en Chile son formuladas para aportar entre 0.45 y 0.50% de fósforo disponible total (NRC, 1994; Scott y col., 1982). El uso de suplementos de fósforo con un alto valor biológico para este elemento, podría potencialmente permitir la formulación de dietas con un menor contenido de P, sin alterar negativamente los elevados rendimientos productivos de los pollos. Este hecho, por lo tanto, debería contribuir a la disminución del costo de la suplementación fosfórica y, además, a disminuir la contaminación con P del medio ambiente.
En consideración a lo señalado, los objetivos del presente estudio fueron: 1) determinar los efectos del empleo de tres diferentes fosfatos, dos fosfatos tricálcicos provenientes de roca fosfórica sin tratamiento químico y un fosfato dicálcico dihidratado con tratamiento químico y de dos diferentes niveles de aporte de P disponible en las dietas iniciales de pollos broiler, sobre su rendimiento productivo y algunas características físicas y químicas de sus tibias; 2) medir las concentraciones de determinados elementos minerales contaminantes de los fosfatos rocosos, en algunos tejidos de las aves alimentadas con dietas que contenían los diferentes fosfatos .
MATERIAL Y METODOS
Los suplementos fosfóricos evaluados fueron dos fosfatos tricálcicos rocosos crudos (RRPA y RRPC), nacionales y un fosfato dicálcico dihidratado con tratamiento químico previo al molido (DPB) proveniente de Perú. En estos productos se determinó la concentración de Ca (AOAC, 1995a) y de P (Jackson y col., 1986), por procedimientos estandarizados. Para la determinación de las concentraciones de F, V, Al y Cd en los fosfatos y de F y Al en las muestras de huesos de los pollos (cuadros 1 y 5), el laboratorio de análisis efectuó las siguientes adaptaciones a los procedimientos estándares:
|
||||||
|
Ca
% |
P
% |
F
% |
Al
% |
Cd
ppm |
V
ppm |
RRPA | 31.65 | 11.60 | 0.83 | 0.46 | 0.5 | 600 |
DPB | 27.64 | 14.65 | 0.18 | 0.008 | 15 | <20 |
RRPC | 26.42 | 10.88 | 0.33 | 0.24 | <0.5 | 1.300 |
Análisis de F (adaptado de AOAC, 1995 b): método espectrofotométrico con cloruro de zirconio-alizarina-S. La cenizas de las tibias fueron destiladas en una corriente de vapor; se agregó ác. perclórico y se ajustó el pH del destilado, con ác. clorhídrico. Luego del ajuste de pH, se agregó el reactivo de color (ác. sulfúrico, ác. clorhídrico y cloruro de zirconio-alizarina-S) y se midió la variación de la intensidad del color (proporcional a la concentración de F), en un fotocolorímetro.
Análisis de V y Cd (adaptado de The American Society for Testing and Materials (ASTM), 1988 y de AOAC, 1995c): los fosfatos fueron mezclados con ácidos nítrico y perclórico concentrados. Luego se agregó una solución de ácidos clorhídrico y nítrico (3:1 v/v). Se empleó el sulfato de sodio, para evitar interferencias en las lecturas finales del análisis. La concentración de V, se determinó por espectrofotometría de llama de absorción atómica.
Análisis de Al y Cd en las muestras de fosfatos (adaptado de ASTM, 1988): las muestras fueron tratadas con ácidos nítrico y perclórico y con una solución de ácidos clorhídrico y nítrico (3:1, v/v). La concentración fue medida por espectrofotometría de absorción atómica.
Análisis de Al en las muestras de huesos (adaptado de ASTM, 1988): a 1 g de cenizas de tibias, se agregaron ácidos nítrico y perclórico concentrados y una solución de ácidos clorhídrico y nítrico (3:1, v/v). La muestra fue diluida con ácido clorhídrico (1:1, v/v). Luego, el análisis continuó de acuerdo a las condiciones establecidas en el software apropiado para espectrofotometría de absorción atómica.
Ingredientes |
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Maíz, grano |
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Soya, harina |
|
Mezcla de aceite de pescado y vegetal |
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DL Metionina2 |
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Premezcla vitamínica3 |
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Premezcla mineral4 |
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Sal iodada |
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Flavomicina5 |
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Total |
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EM, kcal / k |
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Proteína cruda, % |
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Lisina, % |
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Metionina y Cistina, % |
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Calcio, % |
|
Fósforo disponible, % |
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1 Valores en base fresca: alimento al estado natural.
2 DL Metionina, Rhone Poulenc.
3 Premezcla vitamínica aporta por kilo de dieta: Vit. A = 6.000 U.I.; Vit. D3 = 2.000 U.I.; Vit. E = 11 mg; Vit. K = 0,75 mg; B1 = 1,5 mg; B2 = 4,5 mg, Pantotenato de Ca = 12 mg; Niacina = 30 mg; B6 = 2,5 mg; Cloruro de Colina = 540 mg; Ac. Fólico = 1 mg; Biotina = 80 ug; B12 = 18 ug; Etoxiquina = 125 mg.
4 Premezcla mineral aporta por kilo de dieta : Se = 0,05 mg; Co = 0,1 mg; Cu = 4 mg; Zn = 45 mg; Mn = 60 mg; Yodo = 0,5 mg; Fe = 50 mg.
5 Hoechst-Roussel Agri- Vet Co., Somerville, N.J. 08876: aporta 2,2 mg de bambermicina, por kilo de dieta.
DISEÑO EXPERIMENTAL. Se emplearon 192 pollos broiler machos, Arbor Acres, de un día de edad. Las aves fueron aleatoriamente distribuidas en 6 tratamientos con 4 repeticiones de 8 pollos cada una. El experimento siguió un arreglo factorial de tratamientos de 3x2 (3 fosfatos y 2 niveles de P disponible dietario: 0.40 y 0.45%). Se empleó una dieta basal de maíz-soya (cuadro 2). Las fuentes de P se agregaron a las dietas a expensas de la dieta basal. De acuerdo a González (1988), se estimó un VB para el P, de 100 y 96% para los fosfatos RRPA y RRPC, respectivamente. También se asumió un VB de 100% para el P del DPB, según lo señalado por el fabricante. El nivel de Ca se mantuvo constante en todas las dietas, mediante las correspondientes variaciones en la incorporación de conchuela molida (35% Ca), también a expensas de la dieta basal (cuadro 4).
Los pollos fueron mantenidos en una batería de crianza "Petersime" eléctricamente calefaccionada y ubicada en un pabellón con ambiente parcialmente controlado. La experiencia comprendió la etapa de crianza inicial de los pollos (1 a 21 días de edad). Los pollos disponían de agua y alimento a voluntad. Se mantuvo un régimen de 24 hrs de luz en el galpón.
Como indicadores de respuesta productiva, se controló el peso vivo, la ganancia de peso, el consumo de alimento y se calculó la eficiencia de conversión alimenticia. Se controló diariamente la mortalidad, con su correspondiente causa de muerte.
A los 21 días de edad, se seleccionaron al azar tres pollos por repetición, los cuales se sacrificaron por dislocación cervical. De cada pollo se obtuvieron ambas tibias y riñones, los cuales fueron congelados a -20° C hasta posterior análisis. Las tibias izquierdas, luego de descongeladas, fueron disecadas y colocadas en agua hirviendo durante 3-4 minutos. Las muestras fueron luego completamente liberadas de todo resto muscular y de cualquier otro tejido blando, secadas durante la noche en estufa de circulación de aire a 105° C y luego sometidas a extracción etérea (éter dietílico) por 48 hrs. Posteriormente, las tres muestras de cada repetición, constituyeron un pool y se sometieron a determinación de cenizas a 600° C por 24 hrs. Las cenizas así obtenidas, se analizaron para determinar su concentración en Ca, P, F y Al, según procedimientos explicados anteriormente.
Las tibias derechas fueron disecadas, limpiadas de todo resto muscular y de tejidos blandos y se emplearon para medir su longitud (cm), su diámetro (mm) en el punto medio de su diáfisis y su resistencia a la fractura por flexión estática, empleando una máquina universal "Amsler", que mide la fuerza (k) requerida para quebrar la tibia, cuando ella se ubica en 2 soportes separados 50 mm uno del otro.
Los riñones, agrupados según repetición e identificados, fueron congelados a -20° C hasta su análisis posterior de contenido de V y Cd, según procedimientos indicados por AOAC (1995c).
El cálculo del valor biológico de los fosfatos probados se efectuó de acuerdo a la fórmula de Sullivan (1966) y a lo señalado por Sullivan y col. (1993).
Los datos experimentales fueron analizados por análisis de varianza (ANOVA), empleando el paquete estadístico SAS (1982). Para establecer las diferencias estadísticamente significativas entre las medias, se empleó el método de LSD (Sokal y Rohlf, 1981).
RESULTADOS
La composición mineral de los fosfatos usados, se presenta en el cuadro 1. La concentración de Ca de RRPA (31.65%), fue mayor que en DPB (27.64%) y que en RRPC (26.42%). Sorprendentemente, la concentración de Ca fue muy similar entre RRPC (fosfato tricálcico) y DPB (fosfato dicálcico).
Los contenidos de P de los fosfatos DPB y RRPC (14. 65 y 10.88% respectivamente) fueron menores a lo esperado (18 y 12% respectivamente). El contenido de P de RRPA (11.60%) fue similar al aporte indicado por el fabricante (12%).
Las concentraciones de F, Al, Cd y V variaron entre los tres diferentes fosfatos (cuadro 1). Al mostró concentraciones entre 0.008% en DPB y 0.46% en RRPA. La concentración de V en DPB (<20 ppm) fue inferior que la encontrada en RRPA y RRPC, este último contenía más del doble que RRPA (600 ppm). DPB mostró la mayor concentración de Cd (15 ppm), seguido por RRPA (0.5 ppm) y por RRPC (< 0.5 ppm). Tal como se esperaba, por su tratamiento químico (según fabricante), DPB mostró la menor concentración de F (0.18%), seguido por RRPC que a su vez contenía menos de la mitad de la cantidad encontrada en RRPA (0.83%).
La concentración de los diferentes contaminantes en las dietas fue calculada basándose en los niveles de inclusión de los fosfatos en las respectivas dietas y se comparó con los máximos tolerables según NRC (1980) (cuadro 3). Así, cuando RRPA se incorpora en un 2.8% en la dieta, la concentración de F alcanza a 232 ppm en esa dieta. Este nivel es considerado tóxico (American Association of Feed Control Officials, 1973). Lo mismo ocurre para el contenido de V en las dietas a todos los niveles de inclusión de los fosfatos RRPA y RRPC.
En el cuadro 4 se entregan las proporciones de dieta basal, conchuela y respectivos fosfatos y la composición nutricional calculada de las 6 dietas experimentales. Las dietas fueron formuladas isoenergéticas e isonitrogenadas y para aportar los requerimientos nutricionales de dietas empleadas comercialmente en Chile, en pollos broiler durante su ciclo inicial. Además, los aportes nutritivos seguieron el diseño experimental.
Niveles de elementos tóxicos en las dietas, según el nivel de
suplementación del fosfato respectivo.Comparación con niveles
máximos tolerables.
Fosfatos | Niveles de fosfatos en las dietas % |
Elementos tóxicos | |||||||||||
Al | Cd | F | V | ||||||||||
M | D | M | D | M | D | M | D | ||||||
RRPA | 200 | 200 | 108 | 0.5 | 0.01 | 200 | 195 | 10 | 14 | ||||
2.08 | 200 | 129 | 0.5 | 0.01 | 200 | 232 | 10 | 17 | |||||
DPB | 1.80 | 200 | 1.4 | 0.5 | 0.27 | 200 | 32 | 10 | <0.4 | ||||
2.13 | 200 | 1.7 | 0.5 | 0.32 | 200 | 38 | 10 | <0.4 | |||||
RRPC | 2.62 | 200 | 6.3 | 0.5 | <0.01 | 200 | 86 | 10 | 34 | ||||
3.08 | 200 | 74 | 0.5 | <0.01 | 200 | 102 | 10 | 40 |
|
|
|||||
1
|
2
|
3
|
4
|
5
|
6
|
|
Dieta basal |
97.02
|
96.89
|
97.02
|
96.91
|
96.82
|
96.67
|
Conchuela |
0.63
|
0.31
|
1.18
|
0.96
|
.58
|
0.25
|
Fosfato |
2.35
|
2.80
|
1.80
|
2.13
|
2.62
|
3.08
|
|
||||||
EM, kcal / k |
3010
|
3000
|
3010
|
3000
|
3000
|
3000
|
Proteína cruda, % |
23.09
|
23.06
|
23.09
|
23.06
|
23.04
|
23.00
|
Lisina. % |
1.34
|
1.34
|
1.34
|
1.34
|
1.34
|
1.33
|
Metionina+Cistina, % |
0.90
|
0.90
|
0.90
|
0.90
|
0.90
|
0.90
|
Calcio, % |
1.00
|
1.00
|
1.00
|
1.00
|
1.00
|
1.00
|
Fósforo disponible, % |
0.40
|
0.45
|
0.40
|
0.45
|
0.40
|
0.45
|
Acido linoleico, % |
1.21
|
1.21
|
1.21
|
1.21
|
1.21
|
1.21
|
Triptofano, % |
0.32
|
0.32
|
0.32
|
0.32
|
0.32
|
0.32
|
Effect of the different phosphates and available P level in the diet on productive performance and tibiae measurements.1
Fosfatos
|
P disponible, %
|
||||
|
RRPC
|
DPB |
|
0.45
|
|
|
|||||
Rendimientos P.V.2 (g),1 día G.P.V.3, (g) , 1-21 días E.C.A.4, 21 d. |
49.56 ± 0.80
546.39 ± 89.63 1.61 ± 0.15 |
50.12 ± 0.67
590.05 ± 76.96 1.56 ± 0.14 |
49.39 ± 0.75
591.10 ± 51.25 1.49 ± 0.09 |
49.87 ± 0.75
586.91± 70.55 1.53 ± 0.11 |
49.52 ± 0.80
562.38± 80.89 1.58 ± 0.17 |
Tibias |
|||||
Longitud, cm. | 7.10 ± 0.17 | 7.24 ± 0.18 | 7.15 ± 0.19 | 7.15 ± 0.23 | 7.18 ± 0.13 |
Ancho, mm. | 5.92 ± 0.32 | 6.14 ± 0.46 | 6.05± 0.33 | 6.07± 0.38 | 6.00±0.37 |
Resistencia a la fractura,k. |
15.63 ± 3.82b |
16.71 ± 1.74b |
23.19 ± 2.34a |
18.14 ± 4.53 |
18.49 ± 4.18 |
Cenizas, % | 41.38 ± 1.41c | 42.65 ± 1.02b | 45.87 ± 1.05a | 42.72 ± 2.17b | 43.70 ± 2.22a |
Calcio, % | 34.37 ± 0.43 | 34.35 ± 1.47 | 35.67 ± 1.08 | 34.82 ± 1.24 | 34.7 ± 1.21 |
Fósforo, % | 16.90 ± 0.21b | 17.09 ± 0.15a | 17.05 ± 0.10ab | 16.95 ± 0.18b | 17.08 ± 0.16a |
Fluor, % | 0.52 ± 0.10a | 0.23 ± 0.03b | 0.13 ± 0.02c | 0.27 ± 0.17 | 0.31 ± 0.18 |
Aluminio, ppm | 79.37 ± 16.9a | 54.62 ± 13.2b | 40.00 ± 4.84c | 54.92 ± 23.09 | 61.08 ±18.2 |
|
En el cuadro 5, se presentan los efectos de los tratamientos sobre las variables peso vivo y conversión alimenticia a los 21 días de edad, término de la experiencia. A pesar que la eficiencia de conversión alimenticia fue mejor en los pollos alimentados con DPB, la ganancia de peso vivo y la eficiencia de conversión alimenticia no lograron mostrar diferencias estadísticamente significativas entre los tratamientos (p> 0.05), bajo ningún factor del diseño.
En el mismo cuadro pueden observarse las características físicas y químicas de las tibias de las aves, según las fuentes de variación del diseño experimental. La longitud y ancho de las tibias no fueron estadísticamente diferentes entre tratamientos (p> 0.05). Contrariamente, la resistencia a la fractura de las tibias, fue mayor (p <0.05) en los pollos alimentados con el fosfato DPB en comparación a los otros dos. El mismo indicador no fue estadísticamente diferente (p> 0.05) entre los huesos de los pollos que recibieron los fosfatos RRPA y RRPC.
El porcentaje de cenizas de las tibias de los pollos alimentados con un 0.45% de P disponible (43.7%) fue mayor (p < 0.05) que el logrado por las aves alimentadas con un 0.40% de P disponible. Más aún, las aves alimentadas con un 0.45% de P disponible contenían una mayor concentración (p< 0.05) de P en las tibias (17.08%) que los pollos alimentados con un 0.40% del elemento en sus huesos (16.95%). La concentración de Ca no fue estadísticamente diferente entre los tratamientos. La concentración de P en las tibias de los pollos alimentados con RRPC fue mayor (p < 0.05) que la presentada por los pollos alimentados con RRPA. Las aves que recibieron DPB, no mostraron diferencias estadísticas (p > 0.05) en su concentración de P en las tibias en relación a los grupos con RRPA y con RRPC.
Las concentraciones de F y Al en las tibias estuvieron directamente relacionadas con los niveles de estos elementos en los diferentes fosfatos probados (cuadros 1 y 3). La concentración de estos dos elementos en las tibias fue más alta en los pollos alimentados con RRPA, seguida por RRPC y por DPB. Estas diferencias fueron significativas (p < 0.05). El nivel dietario de P disponible no ejerció efecto significativo en las concentraciones de F y Al en las tibias.
En general se observó una relación directa entre las concentraciones de Cd y V en los riñones (cuadro 6) y el contenido de estos elementos en los fosfatos (cuadro 1). Puede observarse que en una repetición (N 3 de DPB para ambos niveles de P dietario), el contenido de Cd en los riñones de esos pollos es mayor que en el de los otros. La concentración de V en los riñones de las aves alimentadas con RRPC, el cual fue el suplemento de P que mostró la mayor concentración de V, 1300 ppm, también fue mayor en 2 repeticiones de pollos del mismo tratamiento y en comparación con los valores encontrados en los riñones de los pollos alimentados con RRPA y DPB.
En el cuadro 7 se observan los resultados de valor biológico logrados por los diferentes fosfatos. Como puede verse, a pesar que los tres productos probados lograron cifras muy comparables, el mayor valor relativo lo obtuvo el grupo que incluía DPB.
Fosfato
|
|
Repetición | Cadmio
|
Vanadio
|
RRPA | 0.40 | 1 2 3 4  |
<0.1 <0.1 <0.1 <0.1  |
<0.5 <0.5 <0.5 <0.5  |
RRPA | 0.45 | 1 2 3 4  |
<0.1 <0.1 <0.1 <0.1  |
<0.5 |
DPB | 0.40 | 1 2 3 4  |
<0.1 <0.1 0.2 <0.1  |
<0.5 <0.5 <0.5 <0.5  |
DPB | 0.45 |
1 |
<0.1 <0.1 0.2 <0.1  |
<0.5 <0.5 <0.5 7.8  |
RRPC | 0.40 | 1 2 3 4  |
<0.1 |
<0.5 <0.5 <0.5 15.5  |
RRPC | 045 | 1 2 3 4  |
<0.1 <0.1 <0.1 <0.1  |
<0.5 <0.5 <0.5 8.5  |
Fosfato | Alimento Consumido (1-21 d, g) | Cenizas de tibia (%) | Ganancia de peso (1-21 d, g) | Valor biológico |
RRPA | 870.5 | 41.38 | 546.39 | 59.40 |
DPB | 855.5 | 45.87 | 591.10 | 64.39 |
RRPC | 919.0 | 42.65 | 590.05 | 3.91 |
GDP + % Cenizas + 10 ( GDP : ECA )
|
|
B. V. = |
|
10
|
DISCUSION
En relación a la composición química de los fosfatos probados, la concentración de Ca del DPB fue mayor que el valor normalmente encontrado en fosfatos dicálcicos (24-26%, Sullivan y col., 1992). Aún más, la concentración de Ca encontrada en el producto RRPA es también más alta que la comúnmente aceptada para fosfatos rocosos crudos (González, 1988) y más bien correspondería al nivel de Ca aceptado para fosfatos tricálcicos defluorinados producidos termoquímicamente.
En un estudio previo, González (1988) encontró que las concentraciones de Ca y P de RRPA y RRPC (las mismas marcas comerciales) fueron 20.76% y 10.13% para RRPA y 21.35% y 11.29% para RRPC, respectivamente. Esta situación indica que las concentraciones de Ca y P en los fosfatos tricálcicos de roca cruda, evaluados en el presente estudio, son variables en el tiempo. Ello aconsejaría evaluar permanentemente la composición mineral de estos productos, incluso entre partidas diferentes del mismo origen, antes de su empleo en dietas de broilers.
Los fosfatos tricálcicos excedieron en un amplio margen los máximos tolerables de F (una parte de F por cada 100 partes de P), tal como lo señala la American Association of Feed Control Officials (1973).
Los aportes calculados de elementos potencialmente tóxicos (cuadro 3), estuvieron en los rangos tolerables según NRC (1980), en las dietas que contenían DPB. Además, en el presente estudio no se evidenciaron efectos tóxicos debidos a F y a V. Sin embargo, los resultados sugieren que en situaciones de suplementaciones de largo plazo, los fosfatos rocosos crudos podrían potencialmente inducir toxicidades por F y V en pollos que reciban dietas que contengan entre un 2-3% de estos fosfatos, asumiendo que estos elementos tóxicos son 100% biodisponibles.
Al respecto, Hill (1989) describe toxicidades en aves de postura incluso a bajas concentraciones dietéticas de V, lo que apoya la necesaria determinación de este contaminante en los productos aditivos fosforados que se empleen. Los resultados mostrados en el cuadro 5 sugieren que el P contenido en los diferentes fosfatos probados, fue similarmente biodisponible en pollos broiler machos, tanto para su crecimiento como para su eficiencia de conversión alimenticia, esto a pesar de que el DPB correspondía a un fosfato químicamente tratado. González (1988) informó resultados similares trabajando con RRPA y RRPC de igual origen a los fosfatos rocosos chilenos actualmente probados. En ese estudio, estos dos fosfatos rocosos crudos fueron comparados con un estándar de referencia, empleando pollos broiler de 1 a 21 días de edad.
El contenido de cenizas de las tibias y la resistencia a la fractura, informados en el cuadro 5, claramente indican que el DPB promovió una mayor mineralización ósea que la inducida por RRPA y por RRPC. De acuerdo a información anterior la biodisponibilidad de P de RRPA, DPB y RRPC estimada en este estudio para formular las dietas experimentales, fue de 100, 100 y 96% respectivamente (González, 1988, Sullivan y col., 1993). Por lo tanto, es evidente que el contenido de P de DPB sea más biodisponible para la mineralización ósea que el P presente en los otros dos fosfatos.
El nivel dietario de 0.45% de P disponible, promovió una mayor mineralización que el nivel de 0.40% con el cual se comparó. Sin embargo, en la práctica se hace muy difícil establecer el real significado biológico de un 1% de diferencia en el contenido de cenizas de las tibias entre ambos grupos, a favor del nivel de 0.45% de P disponible en las dietas. Esta diferencia probablemente no tiene significado económico, ya que la resistencia a la fractura de las tibias, la longitud y ancho de ellas, la ganancia de peso corporal y la eficiencia de conversión alimenticia, fueron variables que no mostraron diferencias estadísticamente significativas entre la aves que recibieron ambas concentraciones de P disponible. El NRC (1994), recomienda un mínimo de 0.45% de P disponible en las dietas de pollos broiler en la etapa de vida entre 1 y 21 días de edad. Los resultados del presente estudio, sugieren que ese nivel recomendado podría disminuirse, sin resultados detrimentales en los rendimientos productivos de los pollos, lo que a su vez está de acuerdo con lo señalado por Hulan y col. (1985). En este contexto, el disminuir el nivel de P dietario tiene efectos importantes en la economía de los costos de producción vía alimento, además de una proyección al resguardo del medio ambiente, al contribuir a la disminución de la contaminación ambiental con P fecal.
Los resultados ya comentados en relación al contenido de F y Al en las
tibias (cuadro 5), indican que este hueso es un tejido
satisfactorio para evaluar la acumulación de estos elementos en el organismo.
En general, se pudo observar una relación directa entre la concentración
de los diferentes elementos minerales de preocupación en los fosfatos
empleados como aditivos alimenticios y los niveles encontrados en los tejidos
examinados de las aves que los consumieron (cuadros 1,
3, 5 y 6).
Resultados similares a los comentados a este respecto, fueron informados previamente
por Hulan y col. (1985) y por Sullivan
y col. (1993 y 1994). Este hecho es claramente
un aspecto negativo del empleo de fosfatos rocosos crudos en las dietas de pollos
broiler y así debería ser tomado en cuenta por productores y fabricantes
de alimento que desean satisfacer al mercado consumidor con productos avícolas
no sólo de un alto valor nutritivo, sino, además, seguros y sanos.
El valor biológico (cuadro 7) es un valor absoluto,
un tipo de "índice" que combina el contenido de cenizas de la tibia con
la ganancia de peso corporal y con la eficiencia de conversión alimenticia.
Así, es una herramienta muy útil para comparar las respuestas
productivas globales de aves alimentadas con diferentes fosfatos, tal como ha
sido señalado por Sullivan (1966), Sullivan
y Douglas (1990) y por Sullivan y col. (1993).
Basado en estos resultados, RRPA y RRPC lograron alcanzar un 92.2% y un 99.2%
del valor biológico obtenido por DPB. Estos resultados concuerdan con
los obtenidos por González (1988), quien
comparó fosfatos rocosos crudos con un fosfato dicálcico químicamente
procesado.
El valor biológico mayor (p>0.05) logrado por las aves que recibieron DPB, seguramente fue el resultado global de la clara tendencia de estas aves a presentar mejores eficiencias de conversión alimenticia y a la significativa mejor mineralización lograda en sus tibias (p<0.05).
El VB para RRPA y RRPC había sido determinado anteriormente por Sullivan y col. (1993), en un estudio con pavipollos de 1 a 21 días de edad. Los resultados logrados en esa ocasión para los fosfatos comentados, de las mismas marcas comerciales que los motivo del presente estudio, no fueron favorables en términos de los rendimientos productivos de los pavitos, cuando se les comparó con controles alimentados con fosfatos dicálcicos. Más aún, el VB relativo de aquellos RRPA y RRPC fueron 63.7 y 73.8%, respectivamente. Basado en las diferencias obtenidas en estos estudios, se puede señalar que los ensayos biológicos desarrollados para evaluar el VB de similares fosfatos aditivos alimenticios pueden mostrar resultados diferentes dependiendo del nivel de inclusión empleado y del tipo de ave usada como modelo experimental.
Finalmente y basado en el conjunto de resultados logrados en el presente estudio,
puede señalarse que no deberían emplearse fosfatos rocosos crudos
sin tratamiento químico alguno, como única fuente suplementaria
de P en dietas para pollos broiler, formuladas sin la inclusión de harinas
de pescado y/o de carne en sus dietas.
Además, los hallazgos del presente estudio y de las investigaciones discutidas
en esta oportunidad, sugieren la conveniencia de desarrollar un procedimiento
estandarizado de ensayo biológico, para evaluar la biodisponibilidad
de P de diferentes fuentes presentes en el mercado. Este es sin duda un importante
campo de investigación en nutrición avícola, que aún
requiere mayores aportes a nivel nacional.
RESUMEN
Se realizó un estudio tendiente a comparar las respuestas productivas y las concentraciones tisulares de algunos elementos minerales potencialmente tóxicos, cuando pollos broiler machos se alimentaron durante los primeros 21 días de vida con dietas suplementadas con fosfatos rocosos crudos (tricálcicos) o con un fosfato dicálcico monohidratado tratado químicamente. Además, el diseño consideró el empleo de dos niveles de inclusión dietaria de P disponible: 0.40 y 0.45%.
Los pollos que recibieron la suplementación de P con fosfato dicálcico mostraron una tendencia a obtener una mayor velocidad de crecimiento y una mejor eficiencia de conversión alimenticia. Así mismo, lograron un valor biológico mayor que el obtenido por las aves alimentadas con los fosfatos tricálcicos rocosos crudos (p>0.05). Los pollos alimentados con el producto tratado químicamente, lograron mineralizar mejor sus tibias, las que a su vez presentaron mayor resistencia a la fractura, que las de pollos suplementados con los otros fosfatos (p<0.05).
La suplementación dietaria con fosfatos tricálcicos rocosos crudos, incorporó niveles de V a las dietas considerados tóxicos para las aves. La concentración de elementos minerales "contaminantes" en los fosfatos fue directamente replicada en los tejidos estudiados (tibias y riñones), mostrando valores más altos en los fosfatos rocosos crudos.
Se concluye que en base a estos resultados y otros previos, no se debería usar un fosfato crudo tricálcico como único suplemento de P en dietas de pollos broiler, sino con otras fuentes de P de alta seguridad y biodisponibilidad.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen el apoyo financiero de "Química del Pacífico
S.A., Callao, Perú", y de "Alimentos Champion S.A., Santiago,Chile".
Además estamos en deuda con el Dr. Thomas Sullivan, por su valiosa y
generosa contribución técnica.
__________________________
Aceptado: 10.03.98.
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