Revista de Derecho, Vol. II N° 1-2, diciembre 1991, pp. 126-127

RECENCIONES Y RESEÑAS

 

EL SECRETO BANCARIO. SOBRE SU FUNDAMENTO, LEGISLACION Y JURISPRUDENCIA

(Alejandro Vergara Blanco. Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1990, 226 páginas)

 


 

Estriba la novedad de este libro en tratarse de un completo intento de reconstrucción dogmática de un problema de raigambre clásica como es el secreto de las operaciones bancadas.

Reconociendo el derecho a la intimidad, como principio constitucionalmente protegido, el autor penetra en las distintas zonas en que este derecho admite limitaciones que levantan el velo del sigilo bancario y que en realidad se desdobla en dos aspectos: uno consistente en la solvencia y seriedad económica del cliente, y otro respecto de la publicidad de las operaciones que lleva a efecto.

Como indica el autor, frente a esta exigencia van a existir siempre dos centros de intereses recíprocamente contrapuestos: uno de índole pública, basado en el interés colectivo, y otro de carácter privado que busca asegurarse el respeto irrestricto a la esfera privada.

Esta misma pugna se advierte con mayor nitidez en el examen acerca de los fundamentos dogmáticos del secreto bancario donde la línea divisoria queda trazada según se busque ampliar o restringir la esfera de operatividad de la reserva bancaria.

En nuestro Derecho Positivo la obligación legal de discreción bancaria vino a plasmarse únicamente a partir de la Ley N° 18.576, que modificó la Ley General de Bancos, paralelo a lo que sucede en determinadas profesiones (sacerdotes, médicos y abogados) cuya violación se castiga penalmente, destacando, no obstante, que los perfiles de esta normativa aparecen dibujados ya con anterioridad como un verdadero "uso vinculante" en nuestra jurisprudencia (caso Banco O'Higgins con Servicio de Impuestos Internos).

Con estas bases delimita el autor la extensión del secreto bancario con relación a los titulares activos de su ejercicio (clientes) frente a quienes están jurídicamente obligados a garantizarlo (Bancos, Sociedades Financieras, empleados).

En seguida expone las limitaciones del secreto bancario frente a los requerimientos de los poderes públicos (Tribunales de Justicia, Impuestos Internos, etc.) donde el deber de sigilo y la protección a la intimidad cede por la necesidad de información que suelen exigir estos poderes para ejercer las funciones que les han sido atribuidas.

El valor práctico de esta obra se completa al exponer el autor el funcionamiento de esta institución a la luz de los criterios adoptados por nuestros Tribunales aproximándonos al ciclo de realización concreta de esta institución, comprobando la existencia de una "línea jurisprudencial" aún antes de que cristalizara la normativa legal vigente.

Finaliza esta obra con un cuadro bibliográfico escrupulosamente realizado de innegable utilidad que allanará el camino para que otros se decidan a acometer su estudio.

En síntesis, este libro logra, con creces, su finalidad expositiva en un estilo claro y con un acertado bagaje bibliográfico.

 

Arturo Prado Fuga
Profesor de Derecho Comercial
Doctor en Derecho-Universidad de Navarra