Revista de Derecho, Vol. IV, diciembre 1993, pp. 21-54
ESTUDIOS E INVESTIGACIONES
Subdesarrollo y medio ambiente
Andrés Bordalí
Abogado, Profesor de Derecho Universidad Austral de Chile
I. INTRODUCCION
Afines del siglo XX la conservación del medio ambiente se ha convertido en una de las principales preocupaciones del ser humano.
La preservación de la Tierra como el oikos o el único hogar posible para la humanidad, ha generado un sorprendente grado de consenso mundial. Son pocas las personas, grupos humanos o gobiernos que, de alguna u otra manera, no demuestren algún grado de interés por proteger el ambiente.
Esta preocupación, sin embargo, nace sólo hace unos veinticinco años. Hay que tener presente que el problema medioambiental sólo surge en el mundo moderno y tecnológico que se desarrolló a partir de la Revolución Industrial. Antes de este período existía una cierta armonía entre la naturaleza y los procesos productivos llevados a cabo por el ser humano, armonía que comienza a perderse con la utilización de tecnologías dotadas de un gran poder de intervención y alteración de la naturaleza.
Afirmar lo anterior no significa pretender asumir una actitud romántica, contra la modernidad y la tecnología, ni menos pretender retroceder en el tiempo hasta reconquistar el "paraíso perdido". Por el contrario, creemos que el actuar humano necesariamente implica un impacto sobre su medio, pero en la medida que la naturaleza sea capaz de asimilar dicho impacto, no se genera el problema medioambiental. También creemos en la necesidad que el hombre usufructué de la naturaleza para satisfacer sus necesidades, pero de modo tal que la calidad de vida en el planeta no resulte aminorada y que las generaciones futuras puedan satisfacer sus respectivas necesidades.
Es necesario señalar que la protección del medio ambiente tiene múltiples motivaciones. Las hay estéticas, éticas, económicas, antropológicas, etc. Sin embargo, nosotros nos limitaremos a las motivaciones estrictamente económicas de la necesidad de salva guardar el medio ambiente.
El objetivo que intentaremos abordar en las siguientes páginas es analizar cómo se ha presentado el problema medioambiental en una parte específica de nuestro planeta: el mundo subdesarrollado.
Dada la complejidad del tema, primeramente deberemos circunscribir el concepto de subdesarrollo, y luego el de medio ambiente.
Sobre el desarrollo y el subdesarrollo se ha escrito bastante, especialmente desde el término de la Segunda Guerra Mundial, época en que el tema tomó una radical importancia. Sobre el medio ambiente se viene escribiendo desde principios de los años setenta, aunque la materia es bastante reciente para la mayoría de los países pobres o subdesarrollados.
No es nuestra tarea hacernos cargo de las teorías del desarrollo y el subdesarrollo, ni de la totalidad de las ideas o concepciones sobre el medio ambiente, puesto que ello rebasaría con creces el objetivo trazado en nuestra investigación. Por ello, definiremos sólo en términos generales qué entendemos por subdesarrollo y medio ambiente, con el fin metodológico de dar un adecuado orden e inteligencia a nuestro trabajo.
Dentro de la investigación intentaremos demostrar que el mundo subdesarrollado presenta unos problemas medioambientales diferentes a los que registra el mundo desarrollado.
En este orden de cosas, sostendremos que la deforestación constituye el principal problema medioambiental del subdesarrollo, seguido de la contaminación atmosférica y de las aguas.
II. EL SUBDESARROLLO
1. Introducción
El desarrollo, en el sentido de evolución y mejoramiento de la sociedad, es un fenómeno muy reciente en la historia de la sociedad humana. La comunidad tradicional agraria tenía una visión estática de la sociedad, fuertemente determinada por las creencias religiosas y por los rígidos sistemas sociales que existían en su interior.
En Occidente, el Renacimiento, y luego la Ilustración, socavaron las bases de esa sociedad estática, la que poco a poco se fue derrumbando. Por el contrario, el cambio y la evolución comenzaron a manifestarse por todas partes, incluida la ciencia económica.
El desarrollo, entendido como evolución y mejoramiento cuantitativo y cualitativo de las condiciones de vida de la sociedad, fue interpretado por los fundadores del pensamiento económico como un proceso espontáneo y natural, que respondía a leyes que la ciencia podía interpretar, pero no alterar. Además este proceso era finito, por lo que, hasta bien entrado el siglo XX, todas las escuelas económicas occidentales coincidían en encontrar un límite a tal fenómeno, como era el estado estacionario o la crisis.
Sin embargo, terminada la Segunda Guerra Mundial, estas creencias sobre el desarrollo económico cambiaron radicalmente. El nuevo papel asumido por el Estado, favoreciendo el gasto público en la estabilización de las economías de los países industrializadas, y el rápido cambio tecnológico, dieron una interpretación muy optimista al período de la postguerra. Es así como las escuelas postkeynesianas e, incluso también las de orientación neoclásica, que influían a todo el poder político occidental de la época, coincidieron en augurar un futuro de desarrollo económico permanente, apoyado en el cambio tecnológico, el consumo creciente y el Estado Benefactor.
Dentro de esa perspectiva surge, en los años cincuenta, el "milagro económico alemán", y un progreso económico sin precedentes en los Estados Unidos de Norteamérica. El resto de Europa también registra un notable desarrollo económico, especialmente entre los países miembros de la Comunidad Económica Europea y los países escandinavos. En Oriente, continúa el camino del progreso que había iniciado Japón.
¿Qué sucede con el resto del mundo? El resto del mundo lo constituían los países de la órbita socialista y el denominado "Tercer Mundo"1 o países subdesarrollados.
Paradójicamente, en este mismo período entraba en crisis la confianza en las tuerzas autónomas del desarrollo económico internacional. Las tecnologías aplicadas a la comunicación y los procesos de descolonización de África y Asia acercaron a dos tercios del mundo a la comprobación de que la brecha económica entre ricos y pobres se agrandaba en vez de disminuir. Por eso, el nuevo camino a seguir indicaba que el desarrollo económico había que conseguirlo planificadamente, por lo que el plan de desarrollo económico tomó su lugar en el mundo subdesarrollado entre las décadas del cuarenta y cincuenta, usando como precedente el éxito de las políticas keynesianas y los logros de la Unión Soviética.
En la América Latina de los años cincuenta la planificación del desarrollo fue promovida desde el exterior, especialmente desde los Estados Unidos de Norteamérica y el Banco Mundial, sin perjuicio de que existieran experiencias más antiguas y autónomas, como las protagonizadas por la CORFO en Chile, en la década de los años treinta y cuarenta, o los dos planes quinquenales argentinos a finales de la década del cuarenta.
Además, a partir de los años cincuenta, comienza a elaborarse una serie de teorías que intentaban explicar por un lado el fenómeno del subdesarrollo y por otro dar soluciones, si no recetas, para superar dicha situación.
América Latina fue la región que más teorías y estudios realizó en torno al tema del subdesarrollo. El epicentro de la investigación se situó al interior de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL), organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con sede en Santiago de Chile. Un sinnúmero de economistas brasileños, argentinos, chilenos y de otros países se volcaron intensamente a escribir sobre las causas del subdesarrollo y sobre su superación, especialmente aplicado al caso latinoamericano.
Desde entonces, especialmente en Latinoamérica, las vías intentadas para superar al subdesarrollo han sido distintas. A partir de los años cincuenta y hasta aproximadamente los años ochenta, el desarrollo económico se intentó conseguir de manos del Estado. A partir de finales de los años ochenta, fecha que coincide con la caída de los socialismos reales, las recetas comenzaron a indicar que el libre juego de la oferta y la demanda en el mercado era el mejor camino para superar el subdesarrollo, por lo que la mayoría de los países subdesarrollados han adoptado ese modelo, que se acostumbra a denominar neoliberal2, para lograr, si no un mayor grado de desarrollo, al menos un mayor crecimiento económico.
Actualmente la situación es especialmente compleja. "El paradigma de desarrolloseguido por los países industrializados es hoy fuertemente criticado"3. La crisis económica de los años ochenta, el deterioro medioambiental, el consumismo frenético y deshumanizado y la desconfianza en un crecimiento económico permanente, han sido las principales críticas que se han vertido.
En este sentido, la posibilidad de superar la situación de subdesarrollo de un número importante de países del planeta, es cada vez más incierta.
En todo caso, creemos que es aún temprano para juzgar los resultados del mercado en la conquista del tan anhelado desarrollo económico. Sólo podemos afirmar que hoy en día el subdesarrollo persiste en Latinoamérica, África, Medio Oriente, Asia, Oceanía y algunos países europeos, creciendo cada día la brecha entre Norte y Sur.
En las siguientes páginas intentaremos precisar en qué consiste este fenómeno del subdesarrollo y cuáles son sus principales características o manifestaciones.
2. Una aproximación al Subdesarrollo
Para aproximarnos al subdesarrollo, consideraremos tres posibles caminos.
Uno de ellos es en base a la utilización de ciertos indicadores macroeconómicos, como es el Producto Nacional Bruto (PNB) per cápita. Tomando dicho indicador, se determina (casi arbitrariamente) el nivel de desarrollo de los distintos países.
El segundo camino consiste en la elaboración de un modelo analítico complejo, en base a consideraciones económicas, políticas, sociales y culturales, que caracterizarían a una sociedad subdesarrollada.
El tercer camino es uno que podríamos considerar como intermedio o conciliador de los dos anteriores. Nos referimos al índice de Desarrollo Humano (IDH).
2.1. El Producto Nacional Bruto (PNB) per cápita
Habitualmente y, a nuestro entender, refiriéndose más al crecimiento que al desarrollo económico, se ha situado el umbral del desarrollo de acuerdo a unos indicadores estrictamente macroeconómicos, como es el nivel del Producto Nacional Bruto (PNB) per cápita. Este es el método que utiliza el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional como indicador del nivel de desarrollo. Este indicador considera el valor de los bienes y servicios finales producidos durante un año por los factores de producción nacionales, sea que operen dentro o fuera del territorio nacional, y dividido por el número de habitantes del país.
En este orden de cosas, el Banco Mundial distinguía, en el año 1993, clasificación que se encuentra vigente hasta el año 1995, tres tipos de países. Países de ingreso bajo, países de ingreso mediano, que se subdividen a su vez en países de ingreso mediano bajo y alto y países de ingreso alto.
Los países de ingreso bajo son los que en 1995 tenían un PNB per cápita de 696 a 2.785 dólares. Los países de ingreso mediano alto eran aquellos con un PNB per cápita entre 2.786 a 8.625 dólares, y los países de ingreso alto eran aquellos que tenían un PNB per cápita de 8.626 o más dólares4.
Los países de ingreso bajo y mediano constituyen el denominado "Tercer Mundo" o países subdesarrollados. En el año 1995 podíamos considerar como subdesarrollados a países como Portugal, Grecia, Chile, Brasil, México, etc. (países con un ingreso mediano alto), Colombia, Cuba, Bulgaria, Indonesia, Namibia, etc. (países con un ingreso mediano bajo), Haití, Nicaragua, Afganistán, Albania, China, Burundi, Mozambique, etc. (países con un ingreso bajo)5.
Sin perjuicio de que todos ellos sean países subdesarrollados, los niveles de ingreso y las condiciones sociales, políticas o culturales son muy diferentes en cada uno de estos países, por lo que es muy difícil hablar de un tipo ideal de país subdesarrollado, complicándose así la posibilidad de hacer un análisis que pueda representar al conjunto de estos países. De este modo, Portugal y Zambia son países subdesarrollados, pero no se puede decir que un análisis teórico pueda representar por igual a ambos países, ya que presentan unas condiciones económicas, sociales, políticas y culturales diametralmente diferentes.
El mundo desarrollado, según los indicadores aplicados por el Banco Mundial en el año 1995, lo constituían los países miembros de la OECD, como los Estados Unidos de Norteamérica, Canadá, España. Irlanda, Reino Unido, Francia, Italia, Suiza, Austria, Bélgica, Luxemburgo, Alemania, Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Islandia, Japón, Australia y Nueva Zelandia. Además, también son considerados desarrollados, países que no pertenecen a la OECD, tales como Brunei, Polinesia Francesa, Hong Kong, Singapur, Taiwán, Andorra, San Marino, Israel, Kuwait, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Bahamas, Bermudas, Islas Caimán, Islas Vírgenes y otros países pequeños6.
Este indicador del desarrollo es, hoy en día, muy criticado. En primer lugar, pareciera ser que el PNB per cápita indicara más el nivel de crecimiento de la economía de un país que su nivel de desarrollo. Creemos importante diferenciar claramente al crecimiento y al desarrollo económico.
Para nosotros, desarrollo es algo más que crecimiento económico. No obstante, creemos que, para que exista desarrollo económico, se requiere que exista crecimiento económico.
Alejandro Rojas, comentando al economista ambiental Hermán Daly, señala que para este, crecer "significa aumentar naturalmente en tamaño por medio de la adición de material asimilado o incrementado"; en cambio, desarrollar "significa expandir o realizar las potencialidades de algo; alcanzar gradualmente un estado más alto o mejor. "Cuando algo crece, deviene en algo más grande. Cuando algo se desarrolla, deviene en algo diferente"7. Entonces el PNB per cápita nos puede indicar el nivel cuantitativo de bienes y servicios, expresado en su equivalente en dinero, que produce un país en un período determinado. Sin embargo, nada nos dice sobre el nivel cualitativo de vida de la población de ese mismo país. Es decir, nada nos dice sobre el nivel de desarrollo económico de los países.
Sin duda que mientras más crezca la economía de un país en principio, mayor será la posibilidad de una mejor calidad de vida o bienestar. Pero es importante señalar que dicho bienestar también depende de otros elementos que van más allá de un mero crecimiento de la economía del país.
Muchas veces el crecimiento del PNB de un país se lleva a cabo sin considerar ciertos indicadores sociales o ecológicos. A propósito de esto, Daly señala que "Hay ciertos indicadores sociales y ecológicos que parecen verse adversamente afectados por el crecimiento del PNB"8. Ese podría ser el caso de un país que establece su crecimiento del PNB en base a una explotación no sustentable de sus reservas forestales o pesqueras. Por otra parte, Daly se muestra crítico frente al PNB per cápita como medida del desarrollo, en cuanto implica suponer que entre más bienes y servicios consuma la población, necesariamente estará mejor y así por ejemplo "el consumo excesivo de tabaco, alcohol y alimentos grasos, se cuenta positivamente"9. En este sentido, la crítica de Daly es válida. Si se aumenta la producción o el consumo de tabaco, alcohol y alimentos grasos y, por otro lado, si aumenta tanto la oferta como la demanda de servicios prestados por médicos y abogados debido a un crecimiento explosivo en dicho país de los accidentes de tránsito, se verá incrementado el PNB per cápita, pero puede no significar que el bienestar de la población haya aumentado, como tampoco puede decirse que, en definitiva, dicho país esté más desarrollado.'
Por todo ello, somos muy críticos frente al PNB per cápita como indicador de desarrollo económico. Creemos que, medianamente, puede mostrar el nivel de crecimiento de la economía de un país, pero no alcanza a indicar cómo llega ese crecimiento a las personas y a las familias que dan vida a dicho país.
2.2. La formulación de un modelo analítico complejo del Subdesarrollo
Este es el segundo camino para aproximarnos al fenómeno del subdesarrollo.
Lo que se pretende aquí, es construir un modelo teórico que permita entender los fenómenos de la realidad social. En base a un modelo analítico de sociedad subdesarrollada se puede entender el fenómeno real del subdesarrollo.
No se trata que el modelo a construir corresponda exactamente a la realidad, puesto que esta es siempre más compleja que cualquier representación teórica10.
La mayoría de las teorías y estudios que comenzaron a elaborarse a partir de los años cincuenta en torno al tema del desarrollo, consideran a este como un fenómeno complejo, que comprende manifestaciones económica, sociales, políticas y culturales.
Robert Alexander11, a principios de los años setenta, señalaba que las economías de los países subdesarrollados poseen siete propiedades que las caracterizan. No se trata que todos los países subdesarrollados presenten por igual estas siete características en su economía, sino, al menos, una de ellas. Estas siete características de las economías subdesarrolladas eran: una baja renta real por habitante; una economía desequilibrada; una mayoría de los recursos naturales por explotar o que lo estuviesen siendo por las naciones industrializadas o en su beneficio; una economía orientada por la tradición en lugar de serlo por el mercado; una escasa cuantía de bienes de equipo en relación con la mano de obra; un paro estructural, y la difusa creencia entre los habitantes del país, de que el suyo está subdesarrollado.
No obstante, en base a esas características, no podemos construir un modelo analítico complejo del subdesarrollo.
En cierto modo, consideramos que uno de los más conocidos trabajos en torno al desarrollo económico, y que intenta construir un modelo teórico complejo del subdesarrollo, es la obra escrita por Raymond Barre en el año 1958, cuyo título original es "Le développement économique, analyse et politique".
En lo referente a la construcción de un modelo teórico del subdesarrollo, escribe Barre: "En esta Primera Parte nos proponemos determinar un 'tipo ideal' (en el sentido de Max Weber), de país subdesarrollado; con la ayuda de ese tamiz, será más fácil analizar las situaciones concretas y comprender los problemas del desarrollo"12, y en cuanto a que dicho modelo teórico fuera complejo, dice que "el punto central de este estudio es que no basta considerar los aspectos exclusivamente económicos de un país subdesarrollado, sino que también hay que poner en relieve sus aspectos extraeconómicos o sociales (en el sentido amplio del término)"13.
Para Barre, entonces, el subdesarrollo presenta aspectos económicos y extraeconómicos característicos.
Desde el punto de vista económico, Barre señala que "la economía subdesarrollada se presenta con una estructura primaria y dual; su funcionamiento se caracteriza por la inestabilidad y la dependencia; difícilmente puede romper 'el círculo vicioso de la pobreza'"14.
La estructura primaria de una economía subdesarrollada se vincula a ciertos caracteres de la población activa, de la producción interna y de las exportaciones. Esto significa que en los países subdesarrollados la mayor parte de la población activa se encuentra ocupada en la agricultura y en la minería. La producción interna se compone principalmente de productos agrícolas que cubren la subsistencia de la población, aunque también se producen productos agrícolas de exportación para la alimentación, además de materias primas agrícolas (algodón, yute, caucho, etc.) y materias primas minerales destinadas a la exportación. A su vez, las exportaciones se concentran en uno o dos grandes productos primarios básicos (agrícolas o mineros).
La estructura dual de la economía subdesarrollada consiste en que existen dos estructuras económicas yuxtapuestas. Existe, por un lado, un sector precapitalista, esencialmente autóctono, donde se manifiesta todavía una economía de subsistencia y el trueque. Este sector está constituido fundamentalmente por pequeñas economías agrícolas cerradas. A su vez, existe un sector capitalista, autóctono y extranjero, fundamentalmente industrial o dedicado al comercio exterior. El capitalismo extranjero, dice Barre, "no es más que la proyección de las economías desarrolladas: empresas modernas cuya estructura es semejante a las de las empresas europeas o norteamericanas"15. Esta dualidad va a significar que el sector desarrollado viva en una dependencia del extranjero, ya que no es más que su prolongación, y el sector autóctono, en pleno estancamiento, no recibiendo ningún tipo de impulso del sector capitalista, de modo que podría afirmarse que no existe ningún nexo económico entre estos dos sectores.
En cuanto al funcionamiento de las economías subdesarrolladas, se caracteriza por una inestabilidad en la producción, las exportaciones y los términos de intercambio, además de una dependencia respecto de las empresas extranjeras y del mundo desarrollado.
Finalmente, existe lo que denomina el "círculo vicioso de la pobreza", que consiste en aquellos elementos que en definitiva impiden que los países pobres aumenten su actividad económica. "Una economía al día, consume todo lo que produce: a falta de nuevas inversiones, el nivel de actividad económica no puede elevarse"16.
Desde el punto de vista extraeconómico, Barre se refiere a las estructuras sociales, políticas y mentales como un freno al desarrollo. De acuerdo a su planteamiento, las estructuras sociales en el subdesarrollo son desequilibradas y desarticuladas, esto es, sin grupos sociales intermedios y sin comunicación entre la clase alta y la baja, además de una absoluta inmovilidad social vertical. Las estructuras políticas se caracterizan por unas instituciones políticas inestables o inadaptadas, donde la democracia poco éxito puede tener. Finalmente. Barre señala que las estructuras mentales son, quizá, las más importantes desde el punto de vista que nos ocupa, y las define como "el conjunto de conceptos, creencias, ideologías y representaciones que se producen en una sociedad dada"17. Interesaría, entonces, averiguar tres actitudes intelectuales en torno al desarrollo económico. Se trata de la actitud respecto al progreso material, al tiempo y a la acumulación. La respuesta que cada sociedad da a cada uno de estos puntos puede ayudarnos a entender los niveles de desarrollo o subdesarrollo de cada país o región.
Lo que se extraña un poco en el análisis de Barre, es una exploración sobre las causas del subdesarrollo en el contexto mundial.
Existen muchas teorías que explican las causas del subdesarrollo o, más bien, la división mundial entre países industrializados y poderosos y países subdesarrollados18.
Maurice Dobb, analizando la causa del subdesarrollo y luego su estructura fundamental, sostiene que las regiones atrasadas del mundo han formado parte, casi en su mayoría, de las llamadas regiones coloniales o semicoloniales tradicionales, explotadas como fuente de materias primas y como campos de inversión para los grandes países capitalistas. Esta habría sido la razón principal de su atraso. Económicamente, la inversión extranjera ha tenido la tendencia de orientarse hacia actividades como la minería, las plantaciones agrícolas y la producción de materias primas..También los países desarrollados hacen inversiones en industrias dedicadas a la exportación, formando una especie de enclave de la metrópoli imperial, separada del resto de la economía colonial, buscando los mercados exteriores y enviando los beneficios hacia fuera.
Para Dobb, esta dominación, que él denomina imperialista, tiene además de una manifestación económica, otra de carácter político y social, pues "políticamente, la influencia y el control imperialista ha tendido a apoyar y preservar formas sociales y políticas obsoletas (por ejemplo, los elementos feudales)"19.
Como podemos ver, en el análisis de Dobb también está presente la estructura dual propia del subdesarrollo. No obstante, incorpora variables que van más allá de antecedentes meramente económicos, como son las de orden político y social, y sitúa históricamente al subdesarrollo como una consecuencia de la expansión del capitalismo imperialista.
Uno de los elementos más importantes de las sociedades subdesarrolladas pareciera ser su estructura dual. La existencia de dos mundos completamente diferentes dentro de un mismo país (un mundo moderno, entendido como capitalista y desarrollado, y otro autóctono y no capitalista) es, para muchos, una característica fundamental del subdesarrollo. Dentro de esta perspectiva dual se supone que sólo una parte de la sociedad ha sido afectada por el mundo capitalista exterior, y esta parte, precisamente, se ha vuelto moderna, capitalista y desarrollada a causa de ese contacto con "el exterior". El resto de la sociedad, el que no ha tenido esas relaciones económicas con el mundo capitalista y desarrollado del "exterior", continúa siendo una sociedad de tipo feudal o precapitalista y, por supuesto, subdesarrollada.
André Gunder Frank es muy crítico frente a esta tesis de la sociedad dual. El considera que toda esta tesis "es falsa y que las recomendaciones de política a las que se lleva, si se siguen, sirven solamente para intensificar y perpetuar las propias condiciones del subdesarrollo que, supuestamente, deben remediar. Gran cantidad de evidencias, que aumentan por día, sugieren, y estoy seguro que serán confirmadas por las futuras investigaciones históricas, que la expansión del sistema capitalista en los siglos pasados penetró efectiva y totalmente, aun en los aparentemente más aislados sectores del mundo subdesarrollado. Por consiguiente, las instituciones y relaciones económicas, políticas, sociales y culturales que observamos actualmente ahí, son producto del desarrollo histórico del sistema capitalista tanto como lo son los aspectos más modernos o rasgos capitalistas de las metrópolis nacionales de estos países subdesarrollados"20
En consecuencia, para Gunder Frank, la sociedad dual propia del mundo subdesarrollado es una manifestación de la expansión del imperialismo capitalista mundial.
Otro de los estudiosos del desarrollo, en los años sesenta, el brasileño Celso Furtado, describía sintéticamente al subdesarrollo como "un desequilibrio al nivel de los factores de producción, esto es, como un desajuste permanente entre oferta y demanda de factores provenientes de cierta articulación entre el perfil de la demanda y las formas de las funciones de producción"21
Para Furtado, los factores de orden tecnológico son fundamentales en la configuración de la estructura dual subdesarrollada, aunque las causas iniciales sean económicas. Este autor estructura al subdesarrollo de la siguiente manera. Denomina sector avanzado a aquel en el que ya penetró la tecnología moderna. El sector restante, lo denomina atrasado, y "el grado de subdesarrollo está dado por la importancia relativa del sector atrasado, y la primera condición para que haya desarrollo es que aumente la participación del sector avanzado en el producto global"22.
Furtado es de la opinión que el concepto de dualismo es fundamental en el tema del subdesarrollo. Para él, lo que caracteriza al dualismo es la interdependencia de los "dos modos de producción (sector avanzado y sector atrasado). Esta interdependencia sería responsable de la tendencia a la perpetuación de los elementos precapitalistas (sector atrasado). Por otra parte, el capitalismo que existiría en la estructura dualista presenta unas características cuya razón de ser estaría en las interacciones que mantiene con el sector no capitalista (atrasado). De este modo, para Furtado, el excedente creado en el sector avanzado depende fundamentalmente de las condiciones de vida en el sector atrasado. Así mismo, estas condiciones de vida reflejan el grado de accesibilidad a la tierra y al crédito, que dependen en parte, del sector más avanzado.
El estudio de la estructura dual propia del subdesarrollo consistiría en descubrir estas interdependencias. No obstante, recalca este autor, no significa que la eliminación de la estructura dual (para él la transformación total de la mano de obra en asalariados del sector capitalista) sería suficiente para superar el subdesarrollo, ya que ello requeriría de "un ascenso creciente a la autonomía de las decisiones de la colectividad local con respecto a la utilización de los flujos de ingreso generados por el sistema productivo, inclusive el excedente"23.
Como hemos podido observar, existen muchos estudios que señalan como causa del subdesarrollo al imperialismo capitalista mundial. Dentro de esta perspectiva, el subdesarrollo no es sino la expansión a nivel mundial, de la estructura propia del capitalismo a nivel local.
La teoría del Capitalismo Imperialista fue desarrollada por Marx, y especialmente por sus discípulos, donde destacan, a juicio de Furtado, Rosa Luxemburgo y el propio Lenin.
Furtado señala que para Rosa Luxemburgo el proceso de acumulación propio del sistema capitalista debería ser observado a escala mundial. De esta manera, destruidas las formas precapitalistas dentro de un país, los capitalistas tenderían a avanzar hacia las áreas de atraso relativo, lo que contemplaría la idea de ir más allá de las fronteras nacionales.
En cuanto a Lenin, Furtado señala que este utilizó lo esencial de las ideas del economista austríaco Rudolf Hilferding, y en base a ellas pudo "elaborar la tesis de que la expansión colonialista de fines del siglo XIX era una consecuencia del propio desarrollo del capitalismo, que en su fase superior asumiría necesariamente la forma de imperialismo, esto es, de dominación política de los pueblos más débiles"24.
Otro tipo de análisis muy común en los estudios realizados sobre el desarrollo económico, especialmente en los años sesenta, consistió en considerar a este como una sucesión de etapas capitalistas, por lo que los países subdesarrollados estaban aún en una fase a veces descrita como un período histórico original, por lo cual los otros países desarrollados habían pasado hace mucho tiempo.
En virtud de esta concepción del desarrollo, habitualmente se denomina a los países subdesarrollados como "países en vías de desarrollo".
Uno de los investigadores más famosos de esta teoría del desarrollo económico como estado o sucesión de etapas, fue W.W. Rostow25.
Lo anterior no significa que Rostow, y otros economistas, como Colin Clark, hayan inventado esta teoría. Por el contrario, y como lo recuerda Furtado, ya Adam Smith señalaba que la economía humana había experimentado una secuencia de fases. Por su parte, la escuela historicista alemana utilizaba esta concepción de las fases o etapas para intentar formular una teoría interpretativa de la historia humana, y así, "en 1844, Frederic List, uno de los más notables representantes de dicha escuela, describía la evolución de las naciones como el tránsito desde la esclavitud a la actividad pastoril, de ahí hacia la agricultura y la manufactura, agregando el comercio a la etapa final, junto con las dos últimas actividades mencionadas"26.
Pero el esfuerzo más exitoso para formular una teoría de la evolución de la historia sustentada en una secuencia de fases o etapas de la organización de la actividad económica sin duda fue el que realizó Marx.
Muchos autores fueron muy críticos de esta teoría del desarrollo económico como una sucesión de estados o etapas. El propio Furtado señalaba que el subdesarrollo era un proceso histórico de carácter autónomo, y no una etapa por la cual necesariamente debían haber pasado las economías que ya alcanzaban un grado superior de desarrollo. Para él, la situación de subdesarrollo se habría producido con el advenimiento de un núcleo industrial en la Europa del siglo XVIII, que "significó una modificación cualitativa en la economía mundial de la época, regulando el desarrollo subsiguiente en casi todas las regiones de la tierra"27.
Gunder Frank también se muestra crítico frente a esta teoría. Para este autor, "el más modesto conocimiento de la historia muestra que el subdesarrollo no es ni original ni tradicional y que ni el pasado ni el presente de los países subdesarrollados se parece, bajo ningún concepto importante, al pasado de los países actualmente desarrollados. Los hoy países desarrollados nunca tuvieron subdesarrollo, aunque puedan haber estado poco desarrollados"28. El subdesarrollo vendría a ser un producto histórico de la economía del pasado y la contemporánea, además de otras relaciones que se dan entre los países satélites (países subdesarrollados) y los países metropolitanos (países desarrollados). Estas relaciones que se dan entre satélites y metrópolis, son, para este autor, parte esencial de la estructura y el desarrollo del sistema capitalista mundial en su conjunto. Refiriéndose al caso de América Latina, Gunder Frank señalaba que la situación de subdesarrollo de esta región no se debía sino al "resultado de su participación secular en el proceso del desarrollo capitalista mundial"29.
Nosotros también nos mostramos críticos frente a la teoría del desarrollo como sucesión de etapas o fases. Es por eso que rechazamos la denominación de "países en vías de desarrollo" y preferimos hablar derechamente de países subdesarrollados. El hablar que un país esté en vías de desarrollo, importa asumir que dicho país, necesariamente, se va a desarrollar y, aún más, implica asumir un tipo ideal de desarrollo, como es la sociedad industrializada moderna, como en parte lo hace Rostow. No tenemos muy claro que todos los países vayan a llegar algún día a lo que son los actuales países desarrollados, y, aún más, no estamos muy convencidos de que eso fuera conveniente para todos los países. Eso significaría desconocer las diferentes culturas y religiones de cada uno de los países, las cuales perfectamente pueden no tener como sociedad ideal al mundo desarrollado e industrializado. Es perfectamente posible que algunos países, como los de cultura budista, por ejemplo, no quieran llegar a ser una sociedad desarrollada del tipo de Estados Unidos de Norteamérica o de Japón. Quizás para algunos de estos países, el ideal de desarrollo consistiría en que toda su población pueda satisfacer sus necesidades básicas de ropa, comida, vivienda y salud, dejando la mayor parte del tiempo dedicado a la meditación y el descanso. Es por eso que no compartimos esta teoría del desarrollo como sucesión de estados o etapas. Al imponer una sociedad final ideal, importa poca tolerancia y respeto por la diversidad cultural.
Por otra parte, la estructura del sistema mundial es muy diferente del que existía en la época de la Revolución Industrial y de la era Colonialista, por lo que no se puede decir, como ya lo han señalado algunos autores, que las fases iniciales de los actuales países desarrollados sean similares a la actual situación del mundo subdesarrollado. Como ya se ha apuntado, creemos que los países ricos no tuvieron subdesarrollo. Pueden haber tenido situaciones de pobreza, pero no el fenómeno del subdesarrollo, el que es más complejo que la simple situación de pobreza. Así, la sociedad dual es propia del mundo subdesarrollado moderno, pero no existía antes del despegue de los países ricos.
Por todo ello, en esta investigación no utilizaremos jamás el término "países en vías de desarrollo". Hablaremos fundamentalmente de países subdesarrollados o del "Tercer Mundo".
Sin duda, no hemos pretendido abordar aquí las teorías del desarrollo, sino más bien sólo ciertos estudios específicos sobre el fenómeno del subdesarrollo, con la intención de tener una visión panorámica del tema.
En cuanto a las teorías del desarrollo, en un intento de sistematización, podríamos considerar tres grandes grupos de teorías, dejando fuera todas aquellas teorías que asemejan crecimiento con desarrollo económico, como fueron los postulados de Adam Smith, Keynes y otros economistas.
En primer lugar, habría que considerar toda la obra de Marx y de los pensadores marxistas.
En segundo lugar, están todos aquellos que consideran al desarrollo como una sucesión de estados o etapas. Entre ellos podemos mencionar, además de Rostow, a Colin Clark y a W. Arthur Lewis.
Finalmente, destacan todos aquellos economistas y pensadores adscritos o cercanos al pensamiento de la CEPAL, y aquellos partidarios de la teoría de la Dependencia. Entre estos podemos mencionar a Prebisch, Pinto, Sunkel, Gunder Frank, Furtado, Cardoso, Faletto y otros.
2.3. El índice de Desarrollo Humano (IDH)
El tercer camino es el del índice de Desarrollo Humano.
Si bien el indicador del Producto Nacional Bruto per cápita nos puede mostrar relativamente el nivel de crecimiento económico de un país, poco nos dice en cuanto al nivel cualitativo de vida de su población y, en definitiva, a su grado de desarrollo.
Por otra parte, la elaboración de un modelo analítico complejo del subdesarrollo es poco preciso a la hora de poder ser utilizado con cierta claridad y rapidez en investigaciones de carácter económicas.
En virtud de estas consideraciones, lo ideal es contar con un indicador de desarrollo que conjugue adecuadamente los niveles de crecimiento económico de un país, con datos sobre el nivel cualitativo de vida de la población.
En este sentido, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) creó hace pocos años un indicador de desarrollo que reúne estos requisitos. Se trata del índice de Desarrollo Humano (IDH), que contempla y elabora tres tipos de datos relativos al bienestar de la población, con lo que establece una clasificación de países según el valor de este indicador.
Con las reservas propias en relación a la utilización de valores medios, puesto que siempre es muy difícil disponer de estadísticas fiables, este indicador se elabora, en virtud de las siguientes variables:
1. Renta real por habitante: En este caso, la renta real viene ajustada a la capacidad adquisitiva de cada país en relación a la moneda internacional comúnmente aceptada para este tipo de valoraciones, que normalmente será el dólar de los Estados Unidos de Norteamérica. De esta manera, la cantidad de dólares por cada habitante se ajusta al poder adquisitivo que alcanza en el país en cuestión, en lo referente a la compra de bienes y servicios. Es decir, dicha cantidad se ajusta al nivel general de precios. En este sentido, esta variable nos muestra las posibilidades humanas de consumo.
2. La esperanza de vida al nacer: Hay que partir de la premisa que la vida humana es, quizá, el bien más preciado en cualquier sociedad. En este sentido, habrá que considerar que la longevidad, generalmente asociada a niveles más equilibrados de alimentación, servicios sanitarios e higiénicos, y de calidad de vida, debe ser tenida en cuenta a la hora de evaluar el nivel de desarrollo humano de un país.
3. El nivel de educación: Las dos variables anteriores ponían énfasis en el bienestar físico. Esta variable se centra en la realización personal, y se usa el nivel de alfabetización como indicador relativo del acceso a los bienes de la cultura y el saber.
Por todo lo que hemos señalado precedentemente, creemos que es muy difícil precisar, con un sentido unívoco, el concepto de subdesarrollo.
No obstante la dificultad antes apuntada, en nuestra investigación entenderemos por subdesarrollo a aquel fenómeno económico, social, cultural y político que caracteriza a algunos países, y que se manifiesta en un bajo Producto Nacional Bruto per cápita (que lo entenderemos como menos de 8.356 dólares anuales por persona), y una economía orientada fundamentalmente a la producción y exportación de materias primas, y a la importación de los países más ricos, de bienes de consumo y de capital, configurándose una sociedad dividida entre la riqueza y la modernidad de un pequeño sector del país, y la pobreza generalizada y el atraso tecnológico y cultural del resto.
III. LA PERSPECTIVA MEDIOAMBIENTAL EN EL SUBDESARROLLO
1. El Medio Ambiente
Así como es muy difícil definir y precisar qué ha de entenderse por el subdesarrollo, con el medio ambiente no lo es menos.
En primer lugar, alguna parte de la bibliografía consultada utiliza la palabra "ambiente" en vez de "medio ambiente". Lo anterior se debe a que esta palabra fue trasladada del idioma inglés que utiliza environment y su traducción al español es "ambiente". En Francia existe environnement y en Alemania se usa Unwelt, que lo podemos traducir como "entorno". Sin perjuicio de lo anterior, en nuestra investigación utilizaremos indistintamente "medio ambiente" o "ambiente".
En principio, cada disciplina científica intentará construir un concepto. La biología, la filosofía, la economía, la sociología, la antropología, el derecho, por citar algunas, son disciplinas que pueden tener una especial concepción del medio ambiente.
Castillo, resumiendo el trabajo de Erik Cohen titulado "Environmental Orientations: A Multidisciplinary Approach to Social Ecology", señala que el hombre ha tenido cuatro visiones sobre el medio ambiente:
"1. La orientación instrumental: considera al medio como un locus de recursos cuya explotación es técnicamente factible o económicamente provechosa. Esta orientación representa lo que algunos denominan acercamiento racionalista al espacio.
2. La orientación territorial: considera al medio en términos de control, dominio físico o de organización política.
3. La orientación sentimental: considera al medio en términos del sentimiento de atadura en los que participa un individuo o comunidad, la que puede ser el resultado de un sentimiento de pertenencia a un lugar, o puede derivarse del prestigio de este.
4. La orientación simbólica: considera al medio en términos de la significación de refugio que tiene un carácter espacial, para una persona o una comunidad, ya sea en términos estéticos, morales o religiosos"30.
Desde esta perspectiva, creemos que la primera orientación es la que hace la ciencia económica. La segunda es más propia de la ciencia jurídica. La tercera y cuarta orientación es la aproximación propia de disciplinas como la antropología o la sociología, entre otras.
Desde el área de la biología, recordemos que fue el biólogo alemán Ernst Haeckel (18341919)quien utilizó por primera vez el concepto de ecología31, proponiéndolo para designar a "una subdisciplina de la zoología cuyo objetivo sería la investigación de las correlaciones entre todos los organismos que viven juntos en la misma localidad y sus adaptaciones a sus ambientes"32. En este sentido, el ambiente puede ser definido como "el entorno físico que hace posible la vida"33.
Hoy en día, el concepto se utiliza en múltiples sentidos. Así, la Comunidad Económica Europea señala que "el medio ambiente humano activo es un conjunto de sistemas compuestos de objetos y condiciones físicamente definibles, que comprenden particularmente ecosistemas equilibrados, bajo la forma en que ya los conocemos o que son susceptibles de adoptar en un futuro previsible, con los que el hombre ha establecido relaciones particulares, en tanto que factor dominante; el proceso dinámico evolutivo, que goza de la misma naturaleza que el medio ambiente humano activo, se encuentra fuertemente influido por la interacción e interdependencia entre el hombre y los restantes elementos del medio ambiente, sobre 'los que actúa el ser humano, a los que utiliza, transforma, desarrolla o amolda; se trata en definitiva de un proceso en el que juegan un papel fundamental las innumerables motivaciones y aspiraciones sociales del hombre"34.
Por otra parte, el medio ambiente puede ser entendido como el sistema global constituido por elementos naturales y artificiales de naturaleza física, química o biológica, socioculturales y sus interacciones, en permanente modificación por la acción humana o natural, y que rige y condiciona la existencia y desarrollo de la vida en sus múltiples manifestaciones (Art. 2°, letra 11), de la Ley de Bases del Medio Ambiente Chilena).
A nuestro entender, dentro de este último concepto se comprenderían, entre otros elementos y variables, el aire, el suelo, la naturaleza (flora y fauna), el paisaje, los parques naturales, el patrimonio artístico, histórico y arqueológico, los recursos naturales, el ruido y las vibraciones, la basura, las radiaciones, la organización del territorio, el urbanismo, la cultura, los sistemas ecológicos, el entorno estético, las actividades industriales, la variable antropológica, etc.
Entendido así, el medio ambiente se estructura como un sistema35, es decir, como un conjunto de elementos que se interrelacionan entre sí, de modo tal que cualquiera variación en uno de ellos significa, necesariamente, una alteración de los restantes elementos. Además el sistema ambiental puede caracterizarse por su complejidad36.
Desde un punto de vista metodológico, consideramos que más importante que precisar el concepto de medio ambiente es determinar qué elementos del medio ambiente son relevantes para nuestra investigación, por tener una importancia económica. En este sentido, de los distintos componentes del medio ambiente tomaremos fundamentalmente a los recursos naturales. Es decir, en términos de Cohen, tomaremos al ambiente desde una perspectiva "instrumental".
Por otra parte, analizaremos el problema de aquellos bienes que, siendo libres para la economía, presentan el problema de las externalidades37. Nos referimos al aire y al agua, y al problema de su contaminación.
2. El Problema del Medio Ambiente en el Subdesarrollo
Los problemas medioambientales del subdesarrollo sólo han venido a ser objeto de preocupación mundial en los últimos años. La inquietud ha nacido, fundamentalmente, porque las dificultades ambientales han tomado una dimensión global, que afectan a la supervivencia de todo el planeta. Barry Field lo pone de manifiesto al decir que "muchas personas de los países industrializados se han concientizado de la existencia de problemas ambientales percibidos en los países del Tercer Mundo a través del surgimiento de preocupaciones globales, como el calentamiento del planeta y el acelerado ritmo de extinción de especies"38.
Ernst von Weizsácker39 señala que los mayores problemas medioambientales se localizan en el Tercer Mundo, y eso se debería fundamentalmente a cinco razones. En primer lugar, la mayoría de las especies animales y vegetales se encuentran en el mundo subdesarrollado, por lo que la destrucción ecológica de una cierta superficie de esta zona significa una pérdida de especies mucho mayor que la del mundo industrializado. Además, debido a la pobreza generalizada, los países subdesarrollados no cuentan con los medios financieros necesarios para tomar las medidas pertinentes para la protección del medio ambiente, agotando, además los pobres, los últimos recursos ecológicos para sobrevivir de un día para otro. En tercer lugar, los países subdesarrollados se encuentran ubicados en zonas climáticas donde el agua y el viento arrastran fácilmente el suelo falto de protección. En cuarto lugar, tanto el crecimiento de la población como la consiguiente ocupación de tierra y expansión de las ciudades tienen lugar principalmente en los países subdesarrollados. Por último, el comercio entre los países subdesarrollados y los países industrializados es extremadamente asimétrico en lo que se refiere a bienes ecológicamente importantes. La cantidad de biomasa que actualmente se exporta de los países del Tercer Mundo a los países ricos, es mayor que en la tan criticada Era Colonial.
Como problema local, la situación medioambiental en los países subdesarrollados es especialmente problemática. La necesidad de estos países de conseguir un desarrollo socioeconómico, muchas veces puede verse obstaculizada por la preservación del medio ambiente.
Ya, a principios de 1970, Joáo Augusto de Araujo Castro señalaba que "en los países en vías de desarrollo, la principal preocupación es la urgente necesidad de acelerar el desarrollo socioeconómico, por tanto, una política ecológica relevante no debía obstaculizar la obtención de forma expedita de tal objetivo"40.
2.1. El Problema de la Explosión Demográfica
Tradicionalmente, algunos han visto como principal problema ambiental del mundo subdesarrollado a la explosión demográfica. Existe un sinnúmero de enfoques de este tipo, realizados por economistas y sociólogos que comulgan con los postulados de Malthus, los que sostienen que el número de seres humanos aumenta cada año, pero los recursos naturales para mantener a esa población y mejorar su calidad de vida siguen siendo limitados. Para la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo, "esta diferencia entre la población y los recursos es todavía más apremiante debido a que el mayor crecimiento de población se concentra en países de bajos ingresos, regiones ecológicamente desfavorecidas y familias pobres"41.
Sin duda que el problema de la sobre población es uno de los elementos a considerar para determinar la situación de pobreza y daño medioambiental que existe en el subdesarrollo, pero señalarla como causa principal es simplista y no corresponde exactamente a la realidad.
Hay que considerar que los países desarrollados tienen unas tasas de natalidad menores que las de los países pobres, pero el nivel de consumo per cápita de los países ricos es varias veces superior, por lo que "una persona adicional en un país industrial, consume mucho más y ejerce una presión mucho mayor sobre los recursos naturales que una persona más en el Tercer Mundo"42.
La sobrepoblación del mundo subdesarrollado es uno de sus problemas, pero no puede servir como argumento para explicar su situación de pobreza. Por esto, es posible aseverar que el problema medioambiental que afecta a nuestro mundo contemporáneo radica más en el excesivo consumo de los países industrializados, que en la sobre población de algunos países subdesarrollados. "Mil alemanes consumen unas diez veces más energía y otros recursos limitados per cápita, que mil personas en países no desarrollados"43.
2.2. El Problema de la Estructura Productiva
En un análisis más complejo, el economista Ignacy Sachs resume los problemas medioambientales del subdesarrollo señalando que "están íntimamente ligados a la división internacional del trabajo, tanto colonial como postcolonial; la masiva destrucción del medio ambiente deriva de la explotación única de los recursos naturales y de las consecuencias del trasplante de las pautas de consumo del mundo industrializado. Más aún, diversos proyectos importantes de desarrollo van unidos a considerables daños ambientales"44. Generalmente, los proyectos de inversión que realizan los países desarrollados en los países subdesarrollados consisten en la explotación de sus recursos naturales y materias primas. Además se produce la situación de los ordenamientos jurídicos de estos países receptores de la inversión, no contienen ningún tipo de límite o regulación a la explotación de sus recursos y, más bien, las estimulan con franquicias tributarias y otros tipos de beneficios. Esto ha acentuado la deforestación y contaminación de muchos de estos países.
Para Martín Mateo, el dilema desarrollo versas ecología es falso, puesto que el desarrollo económico sólo se puede lograr con una política de conservación del medio ambiente. "Se sabe que la pobreza no es superable sin una gestión racional de los recursos naturales y que, inversamente, la degradación de la naturaleza disminuye las rentas disponibles y acentúa aún más el hundimiento económico: esquilmación de la cubierta vegetal y destrucción del bosque, desertización, modificación del régimen de lluvias, pérdidas de cosechas y ganado"45.
Field, compartiendo también el criterio señalado por Martín Mateo, indica que la mayoría de los países subdesarrollados dependen proporcionalmente mucho más de sus recursos naturales que los países ricos. Si se produce una degradación ambiental en el subdesarrollo, como el agotamiento de sus recursos naturales, la deforestación o la pérdida de fertilidad de sus suelos agrícolas, el impacto es mucho más destructivo de los activos productivos que en el mundo desarrollado. "En los países en desarrollo, de otra parte, los problemas ambientales se relacionan con la salud humana y la productividad, además del deterioro de la futura productividad en la base de recursos naturales de la cuál muchas personas son directamente dependientes. De acuerdo con este argumento, el ambiente y la economía no son tanto factores sustitutos como complementarios"46.
En opinión de Beckerman, los problemas ambientales más acuciantes que afectan al mundo actual se encuentran en los países del Tercer Mundo. Dichos problemas "son la escasez de acceso a agua potable y a las medidas higiénicas, o la miseria urbana y la degradación de la mayoría de las ciudades de los países en desarrollo"47, problemas que existen por causa de la pobreza que los afecta. Entonces, él sugiere que la mejor manera de terminar con los problemas medioambientales del subdesarrollo es que obtengan el mayor crecimiento económico que sea posible.
En cierto sentido, Beckerman se distancia de los postulados de los economistas ambientalistas, para inscribirse en la línea del pensamiento económico neoclásico. Inclusive, cuando a comienzos de los años setenta se publicó el primer informe del Club de Roma, conocido como "The Limits to Growth", Beckerman publicaba, en el año 1974, su libro "In Defense of Economic Growth".
No compartimos el criterio de Beckerman, de que muchos de los problemas ambientales de los países subdesarrollados se deben, precisamente, a su "necesidad" de lograr una alta tasa de crecimiento económico. Beckerman omite señalar que las economías de los países pobres se basan en una explotación intensiva de uno o más recursos naturales. De esta manera, para estos países, dada la estructura de la economía mundial, crecer económicamente significa explotar aún más sus recursos, lo que muchas veces se traduce en mayor deforestación y contaminación.
2.3. El Problema de la Deuda Externa
Por otra parte, cuando decimos que los países subdesarrollados se ven en la "necesidad" de lograr una alta tasa de crecimiento económico, no podemos dejar de mencionar el problema de la deuda externa que aqueja a estos países. Existe mucha literatura económica que señala que cerca del billón de dólares que los países subdesarrollados adeudan a los bancos y gobiernos del mundo desarrollado, es responsable de gran parte de la degradación ambiental que afecta a estos países.
Jacobs señala que existen dos vías por medio de las cuales el problema de la deuda externa causa deterioro ambiental. En primer lugar, cita como ejemplo algunos proyectos de desarrollo realizados con préstamos externos, como el caso de las represas construidas en Brasil e India, con la finalidad de obtener agua para regadío y energía hidroeléctrica. "Con estos embalses se inundaron áreas muy extensas, lo que causó una destrucción inmensa de ecosistemas, pérdida de recursos forestales y de tierras cultivables, mayor salinización y reducida fertilidad de las tierras agrícolas corriente abajo, mayor incidencia de enfermedades transmitidas por el agua y forzoso reasentamiento de cientos de miles de personas"48.
Por otra parte, Jacobs menciona el problema del pago de la deuda externa. La manera normal como los países subdesarrollados pueden obtener un crecimiento de su economía es mediante la explotación de sus recursos naturales. El pago de la deuda externa les exige aumentar dicha explotación y orientarla hacia los mercados externos con el fin de obtener las divisas necesarias para dicho pago. Este proceso muchas veces implica la sobreexplotación de sus recursos. El problema más grave es el de la deforestación que afecta a algunos países latinoamericanos, africanos y asiáticos. "Este proceso, por el cual la deuda exterior conduce a la degradación medioambiental, se repite en todo el Sur. No es coincidencia que muchos de los países claves en los que se están destruyendo las selvas tropicales Brasil, Indonesia, Zaire, Perú, Colombia estén entre los mayores deudores"49.
Una de las mejores maneras de terminar con este problema de la deuda externa, pero quizás la más utópica, es obtener que los organismos financieros internacionales, los bancos y los gobiernos de los países ricos condonen o reduzcan sustancialmente la deuda del conjunto de estos países.
Otra solución, menos eficaz, pero que ha venido operando en la práctica en los últimos años, es la de los Swaps o intercambio de deuda externa por naturaleza, que consiste en que la deuda externa de países del Sur es vendida por el banco o gobierno acreedor a una fundación o gobierno extranjero, con una importante tasa de descuento y comprometiéndose el gobierno del país deudor a invertir, un cierto porcentaje de la deuda rescatada, en el mantenimiento y mejora de ciertos proyectos medioambientales mutuamente acordados.
Una de las primeras operaciones Swaps fue la que realizó el gobierno de Bolivia, por un monto adeudado de US$ 650.000. El banco acreedor era el Citicorp Investment Bank, que vendió su crédito a la fundación privada World Wildlife Fund (WWF) en la suma de US$ 100.000. A cambio, el gobierno boliviano se comprometió a establecer el status de reserva ecológica a 4 millones de acres de bosques de lluvia tropical y crear un fondo para la administración de esa área.
La iniciativa de los Swaps se extendió después a Ecuador, Costa Rica, Filipinas, Guatemala, Zaire y otros países.
El enfoque de los Swaps tiene hasta la fecha poco impacto debido a la enorme cantidad de deuda pendiente. Se necesitaría multiplicar varias veces este tipo de operaciones y por montos mucho más significativos, como para que tuvieran una influencia positiva en la reducción de la deuda externa. Desde el punto de vista de la protección medioambiental, presenta el problema de que "una vez que un grupo privado compre y retire cierta deuda, puede ser difícil asegurar que el país con el cual logra acuerdo continuará asumiendo la responsabilidad de dicho trato"50.
Martín Mateo se muestra partidario de que se realice este tipo de operaciones con países como Indonesia, Zaire, Perú, Colombia y Brasil, puesto que poseen en su territorio el 60% de las selvas tropicales. "Resultaría particularmente positivo establecer con ellos convenios que les favorezcan y a la vez faciliten el mantenimiento de áreas que, de alguna forma, interesan a toda la humanidad"51.
Por todo lo que hemos mencionado precedentemente, creemos que el mundo subdesarrollado presenta unos problemas ambientales específicos y diferentes de los que tiene el mundo desarrollado, que, como ya lo hemos apuntado, sostenemos que son la deforestación y la contaminación atmosférica y de las aguas. Lo anterior no significa afirmar que no puedan existir otros problemas medioambientales en estos países, pero quizás no sean de la magnitud de los aquí apuntados.
Por otra parte, creemos que se trata de un problema complejo, sin que se puedan detectar fácilmente sus causas. En cierto sentido postulamos la existencia de un círculo vicioso entre pobreza y deterioro medioambiental. En el subdesarrollo existen problemas medioambientales debido a su situación de pobreza, la que existe a su vez debido a la degradación medioambiental.
3. El Problema de la Sobreexplotación de los Bosques
Los bosques pertenecen a aquella categoría de bienes denominados renovables, es decir, aquellos que mediante procesos de regeneración natural pueden continuar existiendo pese a ser usados por la humanidad.
Los recursos renovables, como los bosques, pueden mantenerse indefinidamente, aunque puedan ser afectados por cambios evolutivos o de otra clase en los ecosistemas. Ahora bien, el ser humano también puede contribuir a agotarlos. Si un recurso renovable se consume más rápido de lo que se regenera, la cantidad del mismo decrece, produciéndose lo que se conoce como sobreexplotación.
Como señala el profesor Michael Jacobs, tradicionalmente se pensaba que el principal problema medioambiental que enfrentaba la especie humana era el agotamiento de los recursos no renovables, especialmente los combustibles fósiles y los metales. Pero, hoy en día, la preocupación está en los recursos renovables. "El agotamiento de recursos renovables y los problemas de contaminación son asuntos considerablemente más críticos, que tienen un efecto más rápido y más dañino para la vida humana"52.
A nuestro juicio, uno de los análisis más complejos e interesantes sobre la relación entre sobreexplotación de los bosques y subdesarrollo es el que realizan los autores Pearce y Turner. Dicho análisis es interesante porque demuestra la interdependencia de los recursos naturales en los países más pobres, de modo tal que alterándose significativamente algunos, se alteran, generalmente, los otros. Ellos hablan entonces de una "perturbación sistémica" del medio ambiente.
El análisis sistémico de Pearce y Turner puede ser resumido de la siguiente manera.
Tomando como punto de partida que los bosques tienen diversas funciones con relación a la tierra y las aguas, entre las que podemos destacar la de protección y el mantenimiento de la humedad, si se reduce la superficie de bosques a causa de la tala y de la explotación meramente extractiva y no sustentable, se puede reducir la capacidad de sustentación de las tierras adyacentes. Asimismo, la producción agrícola tendería a decrecer y la ganadería se vería obligada a desplazarse hacia suelos marginales. Por otra parte, a medida que se seca la tierra, aumentan las posibilidades de inundaciones y de erosión por la acción del viento y, en el límite, se produce desertización. La escorrentía arrastra parte del suelo fértil y crea sedimentos en los ríos, canales de riego, pantanos y otras aguas interiores que reducen la cantidad de agua disponible para la agricultura, contaminan las reservas para agua potable, disminuyen la capacidad de los embalses hidroeléctricos, y elevan los niveles de agua haciendo crecer el tamaño de las llanuras inundables y dañando los recursos pesqueros. El agotamiento de los bosques genera una escasez de leña, por lo que debe ser reemplazada por el estiércol animal, que es un elemento importante como nutriente del suelo. Al usar el estiércol animal como combustible, se reduce su aportación a la fertilidad de la tierra.
"La fertilidad del suelo, el agua para riego y los árboles son un input protector de la fertilidad y fuente de alimento para la ganadería, son por tanto recursos fuertemente interrelacionados"53
En los países desarrollados ya se produjo, en gran medida, el tránsito hacia los combustibles fósiles, mientras que en el subdesarrollo, los combustibles obtenidos de la madera (leña y carbón vegetal) siguen siendo una fuente principal de energía.
Hay que entender que los daños medioambientales tienen un manifiesto costo económico. Si comienza a escasear la leña como consecuencia de la deforestación, aumenta el tiempo que se tarda en recoger leña porque habrá que buscar nuevos bosques y recorrer más distancias. El ocupar mayor tiempo en la recolección de leña tiene un costo de oportunidad en términos de beneficios no obtenidos por realizar tareas agrícolas o cualquier otra actividad. Además, en los países más pobres, la leña se usa fundamentalmente para cocinar, por lo que si la madera se hace cada vez más escasa, los hábitos de cocina pueden variar, lo que puede ir en detrimento de la nutrición. Por otra parte, la escasez de leña también muestra otro efecto negativo. Si escasea la madera, comienza a quemarse el estiércol animal y los residuos de las cosechas, en lugar de utilizarlos como fertilizantes y acondicionadores del suelo.
Pearce y Turner evalúan el costo económico que tiene la sedimentación de los ríos, canales de riego y embalses, producto de la deforestación, señalando que "la capacidad de energía hidráulica en cien países en desarrollo contribuyó con 445.000 gigavatios hora (GWh), de una demanda total de electricidad de 1.090.000 GWh en 1980, es decir, un 41%. Tomando el escenario más bajo de SfeirYounis, en el año 2000 esos embalses habrán perdido unos 148.000 GWh. La cantidad de petróleo que se necesitaría para producir esa cantidad de electricidad es, aproximadamente, unos 37 millones de toneladas, lo que a los precios mundiales de 1988, de 15 dólares por barril supondría unos costos directos de más de 4.000 millones de dólares producidos por la sedimentación. Esto es para un solo año (2000)"54
Wilfred Beckerman cita un estudio de Phantumvanit, Panayotoy y Tongpan, entre otros, del año 1990, sobre la deforestación y la pobreza en Tailandia. En dicho estudio se señala que en Tailandia la pobreza y la deforestación están íntimamente ligadas en una especie de círculo vicioso, con características de retroalimentación mutua. Beckerman señala que es la pobreza y la carencia de cualquier otro tipo de empleo la que hace a los habitantes talar árboles y cultivar la tierra, con perjudiciales consecuencias a largo plazo sobre la productividad del suelo o en los suministros de agua o en ambas cosas a la vez. Se señala que durante los primeros años las cosechas son relativamente altas debido a los nutrientes existentes en las tierras aclaradas. Pero, una vez que se agotan los nutrientes, las cosechas comienzan a disminuir, por lo que dichos agricultores se ven obligados a adentrarse más en el bosque, buscando nuevas tierras productivas.
Beckerman señala que "la deforestación está causada en parte si no en su mayoría, por la pobreza, agravada en determinados casos por diferentes políticas"55, sin que mencione que la deforestación muchas veces no es causada tan sólo por la pobreza, sino también por la presencia de empresas nacionales o multinacionales que explotan, de una manera irracional, dichos recurso renovables.
Un estudio efectuado por Kenneth J. Newcombe en Etiopía, nos muestra también la "perturbación sistémica" del medio ambiente, producida por la deforestación.
La degradación medioambiental pasaría por cinco etapas.
Etapa Uno: Debido a la presión poblacional, el promedio de extracción de madera utilizada para combustible comienza a exceder la tasa promedio de producción de madera.
Etapa Dos: Los campesinos comienzan a utilizar heno y estiércol para combustible; en consecuencia, hay menor disponibilidad de estos para mantener la fertilidad de los suelos.
Etapa Tres: Casi toda la cobertura forestal está eliminada; todo el estiércol se negocia por dinero en efectivo y las cosechas de trigo comienzan a experimentar una seria declinación.
Etapa Cuatro: La erosión de los suelos se hace dramática, debido a la reducción de la cobertura forestal y a la declinación de la fertilidad.
Etapa Cinco: Se produce un colapso total de la fertilidad; los campesinos abandonan sus tierras; aumentan las poblaciones urbanas.
La Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo también tiene una posición sistémica o interrelacionada de los problemas medio ambientales, parecida a la "perturbación sistémica" de Pearce y Turner, aunque pueda ser un poco más holística que la de estos.
Dicha Comisión señala que los problemas ambientales van unidos unos a otros. "La deforestación, al aumentar los desprendimientos, acelera la erosión del suelo y la sedimentación de ríos y lagos. La contaminación del airey la acidificación influyen en la muerte de bosques y lagos. Tales enlaces dan a entender que varios problemas diferentes deben abordarse simultáneamente, y el éxito conseguido en un sector, como la protección de los bosques, podrá aumentar las posibilidades de resultados propicios en otros, como la conservación del suelo"56.
Jacobs pone de manifiesto los costos económicos de la pérdida de los bosques, al señalar que muchos países fundamentan su comercio internacional en la venta de pulpa, madera para la construcción y para uso industrial. En ese caso, la deforestación significaría una merma para el volumen de las exportaciones del país y, por consiguiente, una menor disposición de divisas. Además los bosques proveen también de una amplia variedad de alimentos, gomas, resinas, aceites y medicinas.
Por otra parte, la sobre explotación de los bosques tiene una serie de implicancias medio ambientales. La pérdida de árboles es la causa principal de la erosión y de la desertificación del suelo. El énfasis se pone en los bosques tropicales, que pareciera ser los que más se han estudiado estos últimos años. Según cifras de Jacobs, cada año se pierden más de 20 millones de hectáreas, por lo que si siguiera el nivel de tala que existe hoy en día, para el año 2005 estarían prácticamente desaparecidos estos bosques, limitándose a perdurar meros trozos aislados. Por otra parte, este autor recalca que muchas veces las tierras de los bosques tropicales han sido quemadas o destruidas con bulldozers, por lo que pocas probabilidades existen de que dichos bosques vuelvan a crecer. "Se están minando los bosques: el hombre los ha convertido en un recurso no renovable"57.
La destrucción de las selvas tropicales es preocupante. En opinión de John Hemming, Directorde la Royal Geographical Society de Londres, si continúa la destrucción de los bosques tropicales a la tasa como se ha venido haciendo en los últimos años, estos podrían desaparecer en un plazo de sesenta años. Esto lo decía en el año 1993, en la Universidad Complutense de Madrid.
Según Hemming, los cuatro agentes que participan en la destrucción de las selvas tropicales son "los pequeños cultivadores; los rancheros que quieren dejar libres grandes extensiones de terreno para pasto de ganado; los comerciantes de la madera y los ingenieros civiles que construyen embalses, carreteras, emplazamientos urbanos o minas"58. Más que culpar a los ingenieros civiles que participan en estos proyectos de inversión, habría que culpar a las empresas y, especialmente, a los gobiernos que ejecutan o consienten dichos proyectos.
El Banco Mundial señala que la deforestación es uno de los principales problemas ambientales contemporáneos. En el Informe sobre Desarrollo Mundial, del año 1992, señalaba que la deforestación era la causante de las inundaciones que producen muertes y enfermedades en los seres humanos, además de significar una pérdida potencial de explotación forestal sostenible, así como de las funciones de prevención de la erosión, estabilidad de las cuencas hidrológicas y captación de carbono que tienen los bosques. Los otros principales problemas ambientales considerados por el Banco Mundial son la contaminación y escasez de agua, la contaminación del aire, los desechos sólidos y peligrosos, la degradación de los suelos, la pérdida de diversidad biológica y los cambios atmosféricos.
En el tema del agotamiento de los recursos naturales, existe una gran diferencia entre los países ricos y los pobres. En el mundo desarrollado, si se acaba un recurso renovable o no renovable, existe la posibilidad de importar stocks de alguna otra parte (generalmente, del mundo subdesarrollado). En los países subdesarrollados la cuestión es distinta, puesto que la pobreza imposibilita esta opción. Cuando desaparece un bosque local, no hay provisiones alternativas. Esa es una gran diferencia entre el Norte y el Sur.
Ahora bien, es lícito preguntarse cómo ha abordado la ciencia económica el agotamiento de ciertos recursos naturales.
Históricamente, en muchos países no se ha considera a los bosques como riqueza, en el sentido de asignárseles un valor e intercambiarse en el mercado. Más bien los bosques han sido considerados como bienes libres en muchas partes.
Los economistas neoclásicos consideraron a los bosques y a otros recursos naturales como bienes libres, lo que significó que la ciencia económica no se ocupara de la gestión de ellos.
Daly explica que para la economía convencional (economía neoclásica) los problemas de pobreza estarían siempre referidos a no tener ingresos monetarios, más que la ausencia o el agotamiento de recursos naturales. "Hay millones de personas que no pueden obtener la leña que necesitan para cocinar sus alimentos. Pero de acuerdo con la teoría económica convencional, esto ocurre porque carecen de dinero (poder de ganancia) para comprarla, no porque no exista la leña. Antes podía obtenerse la leña sin costo alguno en las colinas cercanas; ahora debe ser transportada desde grandes distancias. Esto requiere el uso de mano de obra, y la mano de obra debe pagarse. Por lo tanto, lo que es inmediatamente escaso, es el ingreso monetario, no la leña. Los economistas señalan que si hay capital suficiente, podrá tenerse leña en abundancia en cualquier localidad..., si el capital es suficiente, no habrá escasez. Este es el dogma central de la economía neoclásica"59.
Como lo hace ver José Manuel Naredo, los economistas neoclásicos y sus continuadores señalan que la escasez o el agotamiento de los recursos naturales se debe fundamentalmente a que no se le ha permitido al propio mercado funcionar libremente. "La panacea que se considera capaz de cubrir cualquier déficit de recursos no es otra que la de la orientación de los intercambios en el marco de la noción abstracta de mercado. Así, Solo estima que la reacción de los precios ante una creciente escasez de recursos naturales hará que los consumidores compren "menos bienes intensivos en recursos y más de otras cosas"60.
Field intenta dar una respuesta desde la perspectiva próxima a un análisis económico del Derecho, y más precisamente, cercana al ámbito de una teoría económica de los derechos de propiedad61. La sobre explotación de los bosques en el mundo subdesarrollado se habría producido debido a que la mayoría de los terrenos forestales de esta zona no eran poseídos por individuos o pequeños grupos, sino por toda la comunidad, al ser un recurso de libre acceso. Jurídicamente, podemos considerarlos como bienes comunes a todos los hombres, ya que cualquiera que quisiese explotar dichos bosques podría hacerlo y "cuando hay un recurso libre de acceso, se socava totalmente el incentivo que cualquier individuo podría tener para reducir la tasa de uso y conservación de ese recurso. Si alguien disminuye el nivel de cosecha, otros simplemente tomarán lo que aquel halla dejado. Los recursos de libre acceso promueven una situación de "utilícelo o desperdícielo"62.
Este sistema institucional de los derechos de propiedad habría generado incentivos para destruir los bosques, aunque la creciente escasez hiciera, socialmente deseable, su conservación.
Dentro de este análisis la solución sería asignar derechos de propiedad individual sobre los bosques. Se supone que el propietario individual tiene incentivos económicos para proteger y explotar racional y sustentablemente su bosque.
Podemos concluir, entonces, que el problema de la sobre explotación de los bosques es el problema medioambiental más grave y apremiante del mundo subdesarrollado, especialmente de los países más pobres del planeta. La deforestación implica debilitar las probabilidades de sobre vivencia de millones de personas.
4. El Problema de la Contaminación Atmosférica
La contaminación atmosférica es otro de los graves problemas medio ambientales que afectan a los países subdesarrollados.
Si bien nosotros sostenemos que la sobre explotación de los bosques es el mayor problema medioambiental del mundo subdesarrollado, Field considera que la contaminación es más grave. "Desde el punto de vista de los países en desarrollo, los mayores problemas ambientales que experimentan, probablemente, son la contaminación del aire y de las aguas, en especial en sus áreas urbanas en exposición"63.
Discrepamos con este autor, ya que creemos que la deforestación tiene implicancias mucho más graves que la contaminación. Como vimos en el análisis de la perturbación sistémica, con la pérdida de los bosques está en juego la sobre vivencia de millones de vidas humanas. La deforestación puede significar la pérdida del único combustible utilizable para cocinar y calefaccionar en el mundo pobre, además de una pérdida de la fertilidad de las tierras, afectando al suelo y, en consecuencia, a los cultivos y a los alimentos. Puede significar también el agotamiento y la contaminación de las aguas continentales. En definitiva, la deforestación debilita las posibilidades de vida del ser humano en la tierra, y sus consecuencias afectan a todo el ecosistema, con carácter muchas veces irreversible. Por eso creemos que este es el principal problema medioambiental del subdesarrollo, especialmente de los países más pobres.
En cierto modo, Ana Christine Walshburger es de esta opinión, ya que al referirse al tema de la elaboración de cuentas de patrimonio natural, señala que "los países desarrollados ponen de relieve, en la preparación de sus cuentas, la contaminación y la degradación ambientales, ya que estos son para ellos problemas relativamente más graves que la sobre explotación de los recursos naturales. En los países en desarrollo, en cambio, la prioridad parece ser la inversa, ya que gran parte del movimiento económico se debe a la explotación de los recursos naturales, sin perjuicio de que deban tener muy en cuenta los graves efectos de la contaminación, la degradación y la depredación ambiental"64.
La contaminación atmosférica también es un problema medioambiental grave, pero, a nuestro parecer, secundario, puesto que el aire tiene una sorprendente capacidad de autorregeneración, y la dispersión de los vertidos contaminantes facilita su asimilación por la atmósfera.
Este es un fenómeno de la industrialización que afecta, principalmente, a las ciudades super pobladas, es decir, no es un problema que afecte a todo un país, sino sólo a algunas ciudades específicas. Por otra parte, es un proceso reversible, cuya solución depende, muchas veces, de adoptar un conjunto de decisiones políticas y técnicas. La ciudad de Londres es un buen ejemplo de que la contaminación tiene solución, al menos, relativamente.
No se trata de desconocer la gravedad del problema. Por el contrario, cada día son miles de personas, especialmente niños y ancianos de algunas ciudades de países subdesarrollados, las que se ven directamente afectadas por esta situación. Visitar los hospitales públicos de Santiago de Chile en la época invernal puede mostrarnos fielmente esta situación.
También estamos conscientes que la contaminación atmosférica cada vez es un problema menos local y más universal. En las últimas décadas han aparecido los problemas de las contaminaciones globales, como la lluvia ácida, el efecto invernadero y, en el último tiempo, el agujero de la capa de ozono, especialmente en la zona de la Antártica, afectando a algunas zonas del planeta como el Sur de Chile y Argentina. En todo caso, creemos que estos problemas deberán resolverse con decisiones de carácter internacional, puesto que las decisiones que cada país pueda adoptar por separado, poco pueden contribuir a su solución.
La contaminación atmosférica puede ser definida como "la condición que presenta la atmósfera, de una zona dada, cuando la concentración de una o más sustancias supera fuertemente los niveles normales en ese ambiente, produciendo efectos medibles en seres humanos, animales, vegetales y materiales"65.
Partamos del análisis que la atmósfera es el ámbito que hace posible la vida en nuestro planeta. De esta manera, las alteraciones que sufra, ya sea por fenómenos de la naturaleza o por la acción del hombre, pueden alterar las posibilidades de vida en la tierra.
No sólo el ser humano puede alterar la composición de la atmósfera, ya que la propia naturaleza puede ser una gran contaminadora. Así, los volcanes tienen una capacidad contaminadora mucho mayor que la del hombre, siempre y cuando no mencionemos la energía atómica.
Por otra parte, no debemos olvidar que la composición de la atmósfera no es un hecho inmutable, sino que es el resultado de un largo proceso evolutivo de millones de años, hasta que permitió la aparición tardía del hombre.
Como ya lo hemos apuntado, los problemas medio ambientales surgen con mayor nitidez con el proceso de la Revolución Industrial, pero no es exacto señalar que la contaminación atmosférica surge tan sólo con dicho período. En un sentido estricto, cuando el hombre primitivo comenzó a utilizar el fuego, empezó a transmitir al aire los productos de la combustión, es decir, inicio la contaminación a la atmósfera. Esto es, si bien es procedente hablar de contaminación con el uso del fuego, el ecosistema era capaz de asimilarla por los propios procesos naturales, y la atmósfera no se hacía nociva para el ser humano. Pero desde la Revolución Industrial en adelante, época en que se comienza a utilizar una serie de energías (vapor, carbón, petróleo), la contaminación atmosférica comienza a transformarse en un fenómeno alarmante, especialmente en ciudades densamente pobladas. Ciudades como Londres, Los Angeles, Milán o Atenas conocen o han conocido el problema de la contaminación atmosférica.
En el mundo subdesarrollado, uno de los casos más serios de contaminación atmosférica es el que afecta a México, donde "las peculiares condiciones geográficas del valle en que se sitúa la capital, a 2.200 m sobre el nivel del mar, y donde se producen sistémicamente inversiones térmicas, hacen difícil eliminar naturalmente la contaminación producida como consecuencia de un intenso y creciente poblamiento humano que sobrepasa los 20 millones de habitantes, y aumenta a un ritmo de 1,4% anual"66.
Aunque sólo con una población cercana a los 5 millones de habitantes, Santiago de Chile presenta una situación similar a la de Ciudad de México.
En estas ciudades, que presentan unas condiciones climatológicas adversas desde el punto de vista de la contaminación atmosférica, esta se presenta por un cúmulo de causas, donde destacan principalmente las industrias, los hogares y los automóviles. Respecto a estos últimos, se los señala como claros agentes de la contaminación atmosférica, especialmente aquellos que funcionan con motores a gasolina con plomo. La combustión de estos motores emite sustancias altamente peligrosas para la salud humana, como es el caso del monóxido de carbono, el óxido de nitrógeno, los compuestos de plomo y los hidrocarburos.
En la mayoría de las ciudades de los países desarrollados los automóviles funcionan con gasolina sin plomo, pero en las ciudades del Tercer Mundo todavía recorren sus atestadas arterias miles de automóviles a gasolina con plomo, donde además la flota de automóviles es mucho más antigua, siendo más perjudicial para el ambiente su proceso de combustión.
Algunas investigaciones señalan que en Ciudad de México el número de automóviles subió de 680.000 en 1970 a 2,6 millones en 1989, y menos de la mitad de esos automóviles incorporaban en ese año algún mecanismo anticontaminante67. Se estima que los vehículos de motor son responsables de más del 80% de toda la contaminación atmosférica de Ciudad de México, en la ciudad de Sao Paulo ese porcentaje es de un 75%68.
Otros estudios del Banco Mundial indican que la contaminación atmosférica de Indonesia se debe fundamentalmente al escaso mantenimiento de los vehículos y al gran número de motocicletas con motoras de dos tiempos. En Filipinas, la baja calidad del combustible, con muchos contenidos de plomo y azufre, destaca como una de las causas principales de la contaminación atmosférica69.
Esta situación es muchas veces permitida porque la mayoría de los países subdesarrollados tienen unos estándares ambientales muy poco exigentes, al contrario de lo que sucede con los países desarrollados. Eso ha llevado a algunos a hablar de los "paraísos para la contaminación", idea que consiste en que los restrictivos estándares de los países ricos están ocasionando que algunas empresas multinacionales, especialmente aquellas que producen una alta contaminación, se trasladen a aquellos países cuyos estándares son menos restrictivos. Por otra parte, los países subdesarrollados tendrían interés en que estas empresas se instalen en su territorio,prometiéndoles menores exigencias ambientales para el control de la contaminación, con la idea de que dichas empresas ayuden a su proceso de crecimiento económico. En opinión de Field, no existen datos convincentes que avalen esta acción y"la mayoría de las opiniones se forman a partir de hechos anecdóticos o esporádicos, como el desastre ocurrido en Bhopal, la India. Sin embargo, estas no son buenas fuentes a partir de las cuales se puedan sacar conclusiones de tendencias generales"70.
Los países subdesarrollados deben preocuparse de encontrar una solución a este problema, que tenga en consideración el derecho fundamental de toda persona a la vida y a su salud, procurando además que dicha solución tenga el menor costo social posible.
Lo más importante es intentar la creación de soluciones definitvas y no transitorias, como tradicionalmente se ha venido haciendo en estos países. Cerrar una fábrica por un período corto, o impedir que un cierto porcentaje de vehículos motorizados no circulen un determinado día, pueden contribuir a solucionar una situación de emergencia, pero no ayudan a erradicar el problema en sus orígenes. Esta es la opinión de Dean Abrahamson, quien señala que "estos problemas no pueden ser solucionados agregando un dispositivo en un extremo de un tubo de desagüe o chimenea o perdiendo el tiempo en el margen micro económico"71. Para él la solución exige reducir o abandonar el uso de las tecnologías que han dado origen a los problemas y desarrollar nuevos medios para lograr un progreso equitativo antes que simplemente crecimiento. Lamentablemente, esta es la solución más difícil de adoptar por el mundo subdesarrollado, donde cambiar las tecnologías, especialmente el uso de combustible fósil por otras energías, no es fácil y requiere de grandes capacidades económicas, técnicas y de investigación científica. Seguramente, sin la ayuda de los países ricos es imposible llevar a cabo tales cambios.
Abrahamson señala como fuentes de energía alternativas al combustible fósil, la energía nuclear y las energías renovables. Obviamente, por razones económicas y de peligrosidad, los países subdesarrollados deberían descartar la energía nuclear, siendo más interesantes las energías renovables. Dentro de estas, Abrahamson menciona la geotérmica, las mareas, la hidro fuerza, la energía eólica, las células fotovoltaicas, la biomasa, la calefacción solar directa, etc. Quizás aquí esté el futuro energético de los países subdesarrollados.
Hay que considerar que la contaminación atmosférica implica ciertos costos para la sociedad "que son externos al contaminador. Estos se manifiestan en la forma de daños a la salud humana, daños materiales, impactos ecosistémicos, pérdidas en la productividad, menor visibilidad, disminución de los valores de las propiedades y de diversas otras formas para la sociedad"72.
Si suponemos una fábrica que elimina gases tóxicos a la atmósfera, sin que tenga ningún mecanismo de filtración o depuración de dichos gases, los daños que pueda producir a la salud de los vecinos, o los daños que pueda producir a los cultivos de un agricultor adyacente, van a significar unos costos para esos, pero son costos externos, ya que en definitiva no son asumidos por la fábrica sino por las diferentes personas afectadas. Cuando tratemos el problema de la contaminación de las aguas, volveremos a tratar más exhaustivamente el de las externalidades y cómo lo ha abordado la ciencia económica.
Una de las incidencias más graves de la contaminación atmosférica es en la salud de la población, puesto que hoy en día se reconoce la influencia de ciertos contaminantes sobre las vías respiratorias, al afectar la defensa de los pulmones, especialmente de niños y ancianos. Además otros contaminantes como los oxidantes fotoquímicos y el ozono producen irritación en los ojos y trastornos bronco pulmonares. Por otra parte, se suele decir que los hidrocarburos aromáticos policíclicos presentes en el tubo de escape de los motores de explosión pueden producir efectos cancerígenos.
Estos problemas en la salud de las personas implican ciertos costos económicos, pudiendo identificarse tres tipos de costos. Estos son los "costos médicos directos, tanto de prevención como de tratamiento. El segundo tipo corresponde a costos por productividad perdida por la enfermedad (días de trabajo y actividad restringidos). El tercer tipo de costo corresponde a la disminución del bienestar que sufre la persona enferma, y el costo de oportunidad del tiempo perdido"73.
Como podemos ver, la contaminación atmosférica que afecta a muchas ciudades de los países subdesarrollados implica un empeoramiento de las condiciones de vida de su población, además de un costo negativo para su economía.
No obstante lo aquí señalado, no hay que considerar a la contaminación atmosférica como un problema propio del subdesarrollo, puesto que también los países ricos tienen dichos problemas en algunas de sus ciudades, como es el caso de la ciudad de Los Angeles en los Estados Unidos de Norte américa, o de Milán en Italia. La gravedad y la particularidad de la contaminación atmosférica en el subdesarrollo está en que no existe la capacidad económica, como tampoco los sistemas sanitarios justos y eficientes, y tampoco el capital y la tecnología para intentar alguna solución eficiente en el problema, lo que en muchos casos se traduce en un aumento de las enfermedades y las causas de muerte de la población.
5. El Problema de la Contaminación de las Aguas
El agua es uno de los elementos más importantes de la Tierra.
De ser un bien libre y abundante, hoy en día es cada vez más escaso y objeto de valoración económica. Pero no basta con lograr que halla agua suficiente, es preciso además que esta sea idónea para los distintos usos. Entonces, aparece el problema de la contaminación de las aguas como consecuencia de vertidos excesivos e imprudentes.
¿Qué debemos entender por contaminación de las aguas? Martín Mateo, citando a Key, señala que "un curso de agua se considera polucionado cuando la composición o el estado de sus aguas están directamente modificados por obra del hombre, en tal medida que se presta menos fácilmente a toda reutilización a la cual podría servir en su estado natural"74.
La contaminación de las aguas generalmente procede de las actividades agrícolas, como también de las industrias y los asentamientos humanos.
En los países desarrollados, el tratamiento químico de los suministros de agua, junto con el tratamiento de las aguas de desecho, han contribuido a neutralizar los recursos hídricos como fuente de enfermedades para el ser humano. Pero esto no sucede en el subdesarrollo, donde la contaminación de las aguas es todavía responsable de muchas enfermedades y muerte. La situación es aún más peligrosa en lugares de actividad industrial, minera y agrícola, donde los ríos se han contaminado con desechos químicos tóxicos y metales pesados.
En un estudio realizado por la US Agency for International Development (USAID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Banco Mundial75 concluyó que suministrar acceso a aguas menos contaminadas, además de unos adecuados servicios sanitarios, produciría en los países más pobres los siguientes efectos:
- 2 millones
menos de muertes causadas por diarrea cada año, entre niños con
edades inferiores a los cinco años.
- 200 millones menos de
casos anuales ocasionados por enfermedades de diarrea.
- 300 millones de personas
menos con infección por ascárides.
- 150 millones de personas
menos con esquistosomiasis.
- 2 millones de personas
menos infectadas con helmintiasis.
El agua es un claro ejemplo de bien ambiental de uso común, lo que ha generado, históricamente, el problema de la contaminación, con perjuicio para terceras personas.
Una de las grandes causas de contaminación de las aguas de los ríos es la actividad industrial. Los perjuicios para la sociedad se pueden ilustrar con el clásico ejemplo de la fábrica que arroja sus residuos al río.
Supongamos que una fábrica de papel se encuentra localizada río arriba, y en el transcurso de su proceso productivo descarga una gran cantidad de agua de desecho en el río. Los desechos están llenos de materia orgánica que se genera en el proceso de convertir la madera en papel. Generalmente, estos desechos se convierten en materiales más benignos por la capacidad de asimilación natural del agua del río, pero, igualmente, varias personas río abajo se ven afectadas por la reducción de la calidad del agua del río, perjudicando a pescadores que laboran un poco más abajo. El río puede ser también menos atractivo para actividades recreativas, afectando a personas que les gustaría nadar o navegar. Peor aún, el agua del río quizás es utilizada más abajo como fuente para un sistema público de acueducto, por lo que significará que el municipio correspondiente deberá invertir grandes cantidades de dinero en procesos de depuración del agua. Entonces, desde el punto de vista de los costos económicos, todos estos perjuicios ocasionados río abajo son costos reales asociados a la producción de papel, al igual que los de las materias primas, mano de obra, energía y otros utilizados internamente por la fábrica de papel, pero, desde el punto de vista de la fábrica, estos costos generados río abajo son costos externos, ya que en definitiva no son asumidos por la fábrica sino por las diferentes personas que se encuentran más abajo.
Una de las consecuencias más graves de esta fase de contaminación es la menor disponibilidad de agua de calidad para beber y para regar los cultivos.
En el ejemplo que mencionábamos, va a ser muy difícil determinar indemnizaciones a los afectados por la contaminación del agua, por lo que se produce, en palabras de Pigou, que "el producto neto marginal privado sea mayor que el social"76. Pigou dice que "las divergencias entre los productos netos social y privado que hemos analizado, no pueden mitigarse, como en el caso de las leyes sobre arrendamiento, modificando las relaciones contractuales entre las dos partes contratantes, porque se da el caso de que la divergencia procede de servicios o perjuicios causados a personas que no tienen entre sí ninguna relación contractual. Sin embargo, es posible para el Estado, si así lo desea, hacer desaparecer la divergencia en cualquier actividad, valiéndose para ello de "impulsar o restringir de un modo extraordinario" las inversiones en dichas actividades. Las formas más conocidas para impulsar y restringir las inversiones pueden revestir carácter de primas o impuestos"77. De esta manera, siguiendo a Pigou, el Estado podrá imponer "un impuesto por las descargas de la fábrica, de valor igual al de los costos externos impuestos”78
Daly señala que esta situación supone que el uso del río para la pesca (la recreación o suministro de agua) tiene prioridad respecto al uso del río como lugar para arrojar los desechos de la fábrica. "Si ocurriera lo contrario, los pescadores tendrían que pagar un impuesto suficiente para compensar a la fábrica por el costo de tener que eliminar sus desechos en una forma menos dañina para la pesca"79.
Pero ¿qué sucede si esa fábrica de papel da empleo a miles de personas y contribuye, en una proporción importante, al crecimiento del PIB de un país? ¿Significa que siempre se deberá indemnizar a los pescadores que se ven perjudicados río abajo, pagando el impuesto correspondiente? La mayoría de los autores se inclinaría a decir rápidamente que sí. Sólo a principio de los años sesenta se publicó un artículo que cuestionaba esta forma de pensar. Nos estamos refiriendo al artículo titulado "El Problema del Costo Social" de R. H. Coase.
En relación a nuestro ejemplo de la fábrica en el río, Coase señala que en esta situación "la cuestión que debe resolverse es la de saber si el valor de la pérdida de los peces es mayor o menor que el valor del producto que hace posible la citada contaminación. No hace falta decir que este problema hay que enfocarlo de forma global y en el margen"80. Es decir, el postulado de Coase nos lleva forzosamente a la conclusión de que es perfectamente posible que fueran los pescadores los que tuvieran que pagar a la fábrica por el costo de tener que eliminar sus desechos de una manera menos dañina para la pesca, si nos ponemos en el supuesto de que el valor de la pérdida de los peces es menor que el valor del producto que hace posible la contaminación.
Generalmente, en los países subdesarrollados ninguna de estas soluciones se dan. Por una parte, los agentes contaminantes no son obligados por el Estado a pagar ningún tipo de impuesto compensatorio, ni existen normativas jurídicas ambientales tendentes a obtener una indemnización proporcional a los daños causados. Eso nos lleva a la situación de que en esos países se ve disminuida la calidad y cantidad de los recursos pesqueros y, también, el agua para regar y beber se encuentra fuertemente contaminada, sin que existan posibilidades económicas de instalar plantas depuradoras del agua.
El problema de las externalidades sigue siendo un problema sin solución en la mayoría de los países subdesarrollados, especialmente tratándose del tema de la contaminación de las aguas.
IV. CONCLUCION
Como conclusión, podemos señalar que los países subdesarrollados presentan unos problemas medio ambientales diferentes de los registrados en el mundo desarrollado.
Esta aseveración se basa en dos características que aquí consideramos como decisivas:
Los países subdesarrollados basan su economía en la explotación de sus recursos naturales, y la mayoría de su población vive en situación de pobreza.
El principal problema medioambiental en el subdesarrollo es el agotamiento de los recursos naturales y sus implicancias ecosistémicas. La situación más grave se produce con los bosques, puesto que su agotamiento tiene múltiples consecuencias. En primer lugar, agotándose los bosques disminuyen las posibilidades de millones de personas para utilizar la madera como leña para cocinar sus alimentos y calefaccionarse. Por otra parte, con los bosques se produce una clara relación ecosistémica, puesto que su agotamiento implica disminuir las capacidades de la naturaleza en su conjunto. Con menos bosques hay menos tierra cultivable de calidad, menos agua, menos alimentos, menos biodiversidad, menos flora y fauna, menos electricidad, etc. Es decir, su agotamiento debilita las posibilidades de sobre vivencia de millones de personas en la faz de la tierra.
El agotamiento de los otros recursos naturales también constituye un problema medioambiental del subdesarrollo, pero ningún otro tiene implicancias negativas para la totalidad del ecosistema, como sí las tienen los bosques.
Como causas del agotamiento de los recursos naturales en los países subdesarrollados, podemos mencionar varias, pero ponemos especial énfasis en las relaciones económicas Norte Sur, es decir, en la situación de proveedores de materias primas que caracteriza a los países del Sur con relación a los países del Norte. Por otra parte, este agotamiento se ha visto incrementado en las últimas décadas debido a la obligación de los países subdesarrollados de pagar una abultadísima deuda externa contraída, en muchos casos por dictaduras militares irresponsables, o gobiernos democráticos de corte populista, con la banca y organismos del mundo desarrollado.
Otro problema medioambiental del mundo subdesarrollado lo constituye la contaminación atmosférica y de las aguas. En este caso, es un problema que puede afectar por igual a los países ricos que a los pobres, pero la diferencia estriba en que los países desarrollados poseen los capitales y la tecnología necesarios como para combatir dichas contaminaciones. En el mundo subdesarrollado, al carecer de capital y tecnología, la contaminación sigue siendo, en muchas ocasiones, un problema sin solución.
Por otra parte, hay que señalar que la pobreza es una situación negativa para el medio ambiente. En muchos países el agotamiento de los bosques y otros recursos naturales no se debe única y exclusivamente a su explotación y venta por y para los países desarrollados, sino que son los propios habitantes de estos países quienes están contribuyendo en una proporción importante a su agotamiento. Esto sucede con el uso de la leña, puesto que en muchos países pobres aún no se ha efectuado el tránsito desde la leña y el carbón hacia los combustibles fósiles u otras energías alternativas. En este sentido, ponemos de manifiesto la existencia de un círculo vicioso entre pobreza y deterioro medioambiental. Es decir, sostenemos que mientras no se supere la situación de pobreza, difícil es solucionar los problemas medio ambientales, y mientras no se solucionen estos, es casi imposible superar la pobreza.
Por último, creemos que el análisis realizado en esta investigación debe llevarnos hacia consecuencias prácticas. La más importante debe manifestarse a la hora de abordar la problemática medioambiental en el subdesarrollo, ya sea a nivel educacional o en la elaboración de una política ambiental.
La mayoría de los estudios y de la información ambiental que manejamos proviene de los Estados Unidos de Norte américa y de Europa. Por ser todos ellos países desarrollados, la mayoría de sus estudios y políticas se refieren al problema de la contaminación, puesto que ese es el problema más apremiante que enfrentan.
Esta situación nos debe hacer meditar sobre el énfasis que debemos poner en nuestros estudios y en nuestras políticas medio ambientales. La mayoría de nuestros esfuerzos deben concentrarse en la protección de nuestros recursos naturales (especialmente los bosques), y en segundo lugar, en la manera de descontaminar y proteger nuestro entorno.
Esto significa que no todo lo aprendemos de los países del Norte, sino que estamos llamados a ser creadores de nuestros propios instrumentos de protección de nuestro ambiente.
NOTAS
1 Giddens señala que la denominación de "Tercer Mundo" fue acuñada originalmente por el demógrafo francés Alfred Sauvy y, desde ahí, se ha convertido en un modo convencional de denominar a las sociedades menos desarrolladas, pero, en algunos aspectos, no muy satisfactoriamente, ya que esa etiqueta parece indicar que estas sociedades están bastante alejadas de los países industrializados, es decir, constituirían un mundo aparte de los países desarrollados. Pero eso no sería cierto en absoluto, ya que estas sociedades han estado vinculadas durante mucho tiempo a los países industrializados, y a la inversa. Hoy en día, los lazos entre el Primer y Tercer Mundo se hacen cada vez más complejos debido a que la mayoría de las materias primas utilizadas en la manufacturación de productos alimenticios afluyen regularmente de los países del Tercer Mundo a las naciones industrializadas y, cada vez más, las mercancias se manufacturan ahora en los países del Tercer Mundo, donde se han establecido muchas compañías occidentales. Cfr. Giddens, A. Sociología, Alianza Editorial S.A., Madrid, 1991, p. 559.
2 Manfred Max Neef señala que el modelo neoliberales la principal causa de la crisis latino americana actual, no sólo por ser inviable, sino más bien por la aplicación de un modelo neoliberal inculto, dogmático y fuera de contexto, aunque la aplicación de dicho modelo, más acorde con la riqueza de pensamiento de sus creadores, especialmente austriacos, no habría evitado su fracaso en el contexto latino americano. El grave problema del neoliberalismo es que, a pesar de poder impulsar el crecimiento económico, no es generador de desarrollo, en el sentido amplio que hoy se entiende. Además sus supuestos de racionalidad económica son profundamente mecanicistas e inadaptables, por lo tanto, a las condiciones de países pobres, donde la miseria no puede erradicarse como consecuencia de la liberalización de un mercado del que los pobres se encuentran, de hecho, marginados. Además, en mercados que son restringidos y oligopólicos, donde los grupos de poder económico no se enfrentan a fuerzas capaces de limitar su comportamiento, la actividad económica se orienta consentido especulativo,lo que deriva en resultados concentrados que son socialmente inaguantables. Cfr. Max Neef, M. Desarrollo a Escala Humana, Editorial Nordam Comunidad, Montevideo, 1993, pp. 2324.
3 Gutman, P. "La Economía y la Formación Ambiental", en Ciencias Sociales y Formación Ambiental, Leff, E. (Comp.), Editorial Gedisa, 1ª edición, Barcelona, 1994, p. 137.
4 Fuente: World Bank. World Tables 1995, Published for the World Bank, The Johns Hopkins University Press, Baltimore, 1995, pp. 763 a 764.
7 Rojas, A. "Desarrollo Sustentableo Desarrollo de la Susceptibilidad Ecológica y Social", en Medid Ambiente en Desarrollo. Centro de Estudios Públicos, Santiago de Chile, 1993, p.79.
8 Daly, H. / Cobb, J. Para el Bien Común, Reorientando la Economía hacia la Comunidad, el Ambiente y un Futuro Sostenible, Fondo de Cultura Económica, Primera edición, México, 1993, p. 83.
10 Scott Cordón señala que para un sector de la filosofía de la ciencia, una de las cualidades fundamentales en la elaboración de modelos analíticos es la que denominan "isomorfismo", término que se utiliza en algunas disciplinas científicas para referirse a una correspondencia estructural entre dos o más cosas. Así, se dice que un modelo es "isomórfico" cuando se da un alto grado de correspondencia entre el modelo y la "cosa real". Sin embargo, Cordón destaca que si el "isomorfismo" fuera una característica indispensable en la elaboración de los modelos, la ciencias sociales no podrían trabajar con ellos, puesto que no es factible construir un modelo que corresponda estrictamente a una sociedad real. Entonces, los modelos "isomórficos" serán abundantes en las ciencias exactas, mientras que en las ciencias sociales serán escasos. Por eso es que para este autor el "isomorfismo" no sería indispensable en las ciencias sociales. El concluye que un modelo sirve en las ciencias sociales, en la medida que pueda utilizarse como una herramienta o instrumento de investigación científica, aunque no reproduzca con absoluta exactitud el mundo real. Cfr. Cordón, S. Historia y Filosofía de las Ciencias Sociales, Editorial Ariel S.A., primera edición, Barcelona, 1995, pp. 124 a 126.
11 Cfr. Alexander, R. Planificación y Desarrollo Económico, Editorial Hispano Europea, Barcelona, 1963, p. 15.
12 Barre. R. El Desarrollo Económico, Análisis v Política, Fondo de Cultura Económica, Decimoséptima reimpresión, México, 1994, p. 15.
l8 Giddens señala que se han propuesto tres enfoques teóricos para tratar de explicar por qué se han desarrollado unas desigualdades globales tan marcadas a lo largo de los últimos siglos. Estas son la teoría del imperialismo, la teoría de la dependencia y la teoría del sistema mundial. La teoría del imperialismo fue desarrollada, fundamentalmente, por el historiador inglés J.A. Hobson, que fue recogida posteriormente por Lenin, quien la conjugó, además, con los propios postulados de Marx. Para Hobson, el colonialismo deriva de un intento para encontrar nuevos mercados de inversión cuando la capacidad de producción desbordaba lo que podía venderse con beneficios en los mercados domésticos. La mayoría de la población sólo puede permitirse comprar una cantidad relativamente pequeña de los bienes que se producen, así que existe una lucha constante tanto por nuevos mercados en los que vender, como por métodos para abaratar la producción, encontrando fuentes de materias primas y mano de obra barata en otras partes del mundo. El imperialismo consistiría en este impulso a conquistar y sojuzgar a otros pueblos, impulso del cual el colonialismo sería una expresión. Este proceso contribuyó al desarrollo económico de las naciones occidentales, al tiempo que empobreció a gran parte del resto del mundo, puesto que se extrajeron casi todas sus riquezas naturales. La teoría de la dependencia habría nacido, fundamentalmente, en Sudamérica, como son los enfoques de Cardoso y Furtado. De acuerdo con esta teoría, la sociedad mundial se habría desarrollado en una forma desigual, de manera que el centro principal del mundo industrializado (compuesto fundamentalmente por EE.UU., Europa y Japón) tiene un papel dominante, y las naciones del Tercer Mundo son dependientes de él. La dependencia puede revestir diferentes consideraciones, pero generalmente significa que los países subdesarrollados precisan vender su producción agrícola al mundo desarrollado. Dentro de esta teoría, Gunder Frank señala que los países subdesarrollados se han empobrecido como resultado directo de su posición subordinada en relación a los países industrializados, los que, a su vez, se han enriquecido a expensas del Tercer Mundo, creado por ellos mediante el colonialismo y el neoimperialismo. Para Frank, el desarrollo y el subdesarrollo son dos caras de una misma moneda. Por otra parte, esta teoría dice que los países ricos forman el centro metropolitano, alrededor del cual se agrupan los países satélites del Tercer Mundo. La teoría del sistema mundial, propuesta, fundamentalmente, por Immanuel Wallerstein, señala que a partir del siglo XVI se ha desarrollado un sistema mundial basado en la expansión de una economía capitalista mundial, la que está constituida por los países del núcleo (que corresponden aproximadamente al centro metropolitano de Frank), la semiperiferia, la periferia y el escenario externo. Los Estados del núcleo son aquellos en los que surgió por primera vez la empresa económica moderna y que posteriormente pasaron por procesos de industrialización (Gran Bretaña, Países Bajos, Alemania). Las sociedades situadas al sur de Europa, alrededor del Mediterráneo como España, se convirtieron en la semiperiferia de los países del núcleo, ya que si bien estaban vinculadas con varios tipos de relaciones comerciales dependientes con los Estados del norte, económicamente permanecieron bastante estancadas. Los países de la periferia se situaron principalmente en los límites orientales de Europa como Polonia, desde los cuales se vendía directamente la producción agrícola a los países del núcleo. Finalmente, grandes zonas de África y Asia formaban parte del escenario externo, permaneciendo al margen de los nexos comerciales establecidos por los países del núcleo, aunque posteriormente, a través del colonialismo y las compañías transnacionales, fueron incorporadas a la economía mundial. Cfr. Giddens, A. Sociología. Alianza Editorial S.A., Madrid, 1991, pp. 564 a 567.
19 Dobb, M. Capitalismo, Crecimiento Económico y Subdesarrollo, Ediciones de Occidente S.A., Barcelona, 1963, pp. 95 y 96.
20 Gunder Frank.A. El Desarrollo del Subdesarrollo, Zero S.A., Madrid. 1974, pp. 7 y 8.
21 Furtado, C. Teoría y Política del Desarrollo Económico, Siglo Veintiuno Editores, Decimotercera edición. México. 1987, p. 179.
25 Rostow señala que el desarrollo económico se lograba a través de cinco etapas. Dichas etapas comenzaban con la sociedad tradicional,caracterizada por unas funciones de producción limitadas, debido fundamentalmente a que carecía de un conocimiento sistemático del medio físico que permitiera que las pocas invenciones que existían, afluyesen a una corriente más o menos regular, en lugar de ser un acervo de logros ad hoc heredados del pasado, careciendo, en definitiva, de los instrumentos y de la actitud hacia el mundo físico de la era postnewtoniana. Además los valores sociales estaban engranados a los limitados horizontes que se ofrecían a los hombres, y las estructuras sociales tendían a la jerarquización, aunque las posibilidades de movilidad vertical eran casi nulas.La segunda fase se conoce como la de las condiciones previas al despegue, caracterizada por una evolución gradual de la ciencia y de la actitud científica modernas, y la innovación paralela que supuso el descubrimiento de nuevas tierras y el redescubrimiento de otras viejas, y que coincidió con el impulso de creación de nuevas técnicas en ciertospuntosestratégicos.Esta segunda fase suponía cambios radicales en sectores como el transporte, aumentando el capital social fijo, una revolución tecnológica en la agricultura, y una expansión de las importaciones financiada por la producción y comercialización más eficiente de algunos recursos naturales, unida a importaciones de capital, con el objetivo de que la nación o región menos avanzada pudiera aumentar la oferta de equipo y materias primas industriales que no podía suministrar por sí misma, así como para mantener el nivel de la renta real mientras se estaba formando el capital social fijo de largo período de gestación. La tercera fase es conocida como el despegue (takeoff), que consiste, esencialmente, en lograr un crecimiento rápido en un grupo limitado de sectores, donde se aplican las modernas técnicas industriales. Esta etapa se distingue de anteriores oleadas industriales, por el hecho de que avances anteriores y simultáneos permiten que la aplicación de las técnicas industriales modernas sea un proceso auto sostenido, y no un proceso frustrado. En términos económicos, el despegue supone una definitiva victoria social, política y cultural de quienes quieren modernizar la economía sobre quienes se aferrarían a la sociedad tradicional. Por último, se sostiene que el mantenimiento del impulso durante una generación persuade a la sociedad a perseguir en sus esfuerzos y a concentrarlos para extender los procedimientos de la tecnología moderna a otros sectores no modernizados durante el despegue. La cuarta etapa o fase, se la conoce como la marcha hacia la madurez, definida (en su aspecto económico) como al período en que la sociedad ha aplicado eficazmente todas las posibilidades de la tecnología moderna de la época al conjunto de sus recursos. Durante esta etapa, el proceso industrial está diferenciado; hay nuevos sectores guías que ganan impulso para sustituir a los que lo fueron en el despegue, en los que la desaceleración ha ido disminuyendo al ritmo de la expansión. Por otra parte, a medida que las sociedades avanzan hacia la madurez tecnológica, cambia la estructura y la calidad de la fuerza de trabajo, disminuyendo el porcentaje de la población dedicada a la agricultura y a la vida rural, y dentro de la población urbana aumenta la proporción de trabajadores semiespecializados y de empleados. Esta nueva fuerza de trabajo no sólo tenderá a organizarse con creciente eficacia en los mercados de trabajo sino que, además, percibirá que la civilización industrial, de la que forma parte, puede ofrecer niveles y tipos de consumo que anteriormente parecían inasequibles a las masas, y el aumento de la renta real per cápita hará que estos nuevos gustos puedan ser satisfechos. La quinta y última etapa se denomina la era del alto consumo de masas. Rostow señala que, fundamentalmente, han sido tres las direcciones en las que la economía madura podía orientarse una vez que la sociedad cesó de aceptar la extensión de la tecnología moderna como objetivo prioritario, si no supremo: ofrecer,mediante medidas estatales,mayor seguridad, bienestar y quizás ocio a la fuerza de trabajo; ampliar el consumo privado -incluidas viviendas unifamiliares y bienes y servicios de consumo duraderos- para las masas; tratar de aumentar el poder de la nación madura en la escena mundial. Cfr. Rostow. W. W. El Proceso del Crecimiento Económico, Alianza Editorial S.A., Madrid, 1997, pp. 284 a 295. 26 Ibíd.,p.127.
28 Gunder Frank, A. Ob. cit. p. 6.
30 Castillo, J. "Consideraciones Generales para Estudios de Impacto Ambiental en Asentamientos de Comunidades Humanas", en Antecedentes pura el Reglamento del Sistema ELA: La Variable Antropológica, Centro de Estudios Públicos, Documento de Trabajo N° 231, Santiago de Chile, 1995, p. 5.
31 Vicente Bellver señala que la ecología es un nuevo nombre para una vieja ciencia, puesto que. desde el origen de las ciencias, se ha estudiado las relaciones entre la vida y el medio. La novedad de la ecología estaría dada no por su objeto de estudio, sino por el modo de aproximarse a su estudio, puesto que, en vez de considerar la adaptación de los organismos al medio con el fin de establecer una teoría de la selección natural, se ocupa de los procesos por los que la selección se alcanza y se mantiene. Por otra parte, la ecología nace en la intersección de tres enfoques científicos: el geográfico, el biológico y el sociológico. Su desarrollo fue el de una ciencia biológica, más que una ciencia geográfica o social, ciencias, estas últimas, que posteriormente han adaptado los conceptos biológicos a conceptos propios de las ciencias sociales. En todo caso, la infraestructura básica de la ecología puede encontrarse en la obra de Darwin,de modo tal que los elementos fundamentales de la ecología serían la trama de la vida en la que los organismos están adaptados; el proceso de adaptación entendido como lucha por la vida, y el medio, que comprende la serie de condiciones de adaptación. Este método de trabajo es aplicable a todas las comunidades de organismos, por lo que. desde su origen, la ecología ha evolucionado hacia una subdivisión en pequeñas unidades de estudio, apareciendo la ecología vegetal, la ecología animal y, más recientemente, la ecología humana. Cfr. Bellver, V. Ecología: De las Razones a los Derechos, Editorial Comares, Granada, 1994, pp. 54 a 56.
32 Haeckel, E. "Natürliche Schopfungsgeschichte", cit. por Serrano J. L., Ecología y Derecho. Principios de Derecho Ambiental y Ecología Jurídica, Editorial Comares, Granada, 1992.
34 Jaquenod, S. El Derecho Ambiental y sus Principios Rectores, Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo. Dirección General del Medio Ambiente, Madrid, 1989, p. 26.
35 Niklas Luhman no comparte el concepto clásico de sistema, entendido este como un conjunto de elementos que mantienen determinadas relaciones entre sí. y que se encuentran separados de su entorno determinado. En esta concepción del sistema, la relación entre el sistema y el entorno es fundamental para su caracterización, y este es siempre definido respecto a un determinado entorno. Luhman, por su parte, supone un concepto de sistema autorreferente que proviene fundamentalmente del área de la cibernética, en el que el sistema se define, precisamente, por su diferencia respecto a su entorno, una diferencia que se incluye en el mismo concepto de sistema. Por otra parte, el concepto de sistema de Luhman es autopoiético (elaborado en base a la teoría de autopoiesis de los biólogos chilenos H. Maturana y F. Varela), esto es, puede crear su propia estructura y los elementos de que se compone. Toda la teoría de sistemas de Luhman tiene un punto de partida en el reconocimiento de la complejidad, esto es, la sobre abundancia de relaciones, de posibilidades, de conexiones, de modo que ya no sea posible una correspondencia biunívoca y lineal de elemento con elemento. Luhman define como complejo a un conjunto interrelacionado de elementos cuando ya no es posible que cada elemento se relacione en cualquier momento con todos los demás, debido a las limitaciones inmanentes a la capacidad de interconectarlos. El problema de la diferencia, sistema / entorno puede explicarse con la ayuda del concepto de complejidad. La formación y mantenimiento de la diferencia entre sistema y entorno se convierte en problema, porque el entorno para cada sistema resulta más complejo que el propio sistema. La misma idea de complejidad exige, a su vez, poseer instrumentos que permitan reducir la complejidad. Así, toda verdadera teoría debe ser siempre un instrumento cualificado para reducir la complejidad. Para él, quien no sabe distinguir entre sistema y complejidad, se cierra la puerta a la problemática ecológica, ya que la ecología tiene que ver con la complejidad y no con su sistema, dado que no está regulada por una diferencia propia sistema / entorno. De ahí que la formación del concepto "ecosystem" ignora este hecho tan importante, por lo que sería mejor hablar de "ecocomplex". Cfr. Luhman, N. Sociedad y Sistema: La Ambición de la Teoría, Introducción de Izuzquiza, I., Ediciones Paidós Ibérica S.A., primera edición, Barcelona, 1990, pp. 9 a 71.
36 Rolando García señala que los diferentes problemas ambientales constituyen la estructura de un sistema que funciona como una totalidad organizada, y que corresponde a un sistema complejo. Dicha complejidad del sistema no está sólo determinada por la heterogeneidad de los elementos o subsistemas que la componen y cuya naturaleza los sitúa normalmente dentro del dominio de diversas ramas de la ciencia y la tecnología, sino que también por la interdefinibilidad y mutua dependencia de las funciones que cumplen dichos elementos dentro del sistema total, haciendo que en definitiva sea imposible obtener un análisis del sistema complejo por la simple adición de estudios sectoriales correspondientes a cada uno de sus elementos. Un principio básico de la teoría de sistemas complejos, señala que toda alteración de un sector se propaga de diversas maneras a través del conjunto de relaciones que definen la estructura del sistema y, en situaciones críticas, genera una reorganización total. De acuerdo a lo señalado, los sistemas ambientales son sistemas complejos. Cfr. García, R. "Interdisciplinariedad y Sistemas Complejos", en Ciencias Sociales y Formación Ambiental, pp. 85 a 94.
37 Carlos Romero señala que el concepto de externalidad tiene una larga tradición en economía, siendo Marshall, por el año 1890, en sus clásicos "Principies of Economics", quien introdujo el concepto de las economías externas o externalidades positivas que conlleva el desarrollo industrial. Tres décadas después, su sucesor en la cátedra de economía de Cambridge, Pigou, matizó que el concepto de externalidad tenía dos caras. Una de esas caras eran las economías externas o efectos positivos en el sentido de Marshall, y la otra cara eran las deseconomías externas o externalidades negativas. De una manera general, se puede decir que una externalidad se produce siempre que la producción de una empresa o la utilidad de un consumidor se ve afectada no sólo por el valor que toman las variables que el productor o consumidor controla, sino que, además, se ven afectadas por el valor que toman variables económicas controladas por otros agentes. En el nivel de producción se puede ilustrar con la producción de una piscifactoría. La cantidad del producto obtenido (toneladas de truchas) depende del nivel de utilización de los factores de producción que la piscifactoría controla (mano de obra, energía eléctrica, etc.), pero, a su vez, está influida por las decisiones de producción que toma una papelera situada río arriba. En efecto, la cantidad de pasta de papel que produce la papelera o la tecnología que utiliza, influye en la calidad del agua que utiliza la piscifactoría. Así, en pocas palabras, la producción de pasta de papel genera una externalidad negativa en la producción de truchas. Un ejemplo de externalidad positiva en el nivel de producción se puede ilustrar con una repoblación forestal adecuada. La reducción de la erosión del suelo, el posible incremento de las precipitaciones,son decisiones que afectan positivamente a los agricultores de fincas vecinas al lugar de la repoblación forestal. En el nivel del consumo, la utilidad del consumidor se puede ver afectada desfavorablemente (externalidad negativa) por un proceso de consumo (fumar) realizado por otros consumidores. Por el contrario, la utilidad recreativa de pasear puede verse afectada favorablemente (externalidad positiva)por las decisiones de otros consumidores (conductores de automóviles) que han decidido utilizar gasolina sin plomo, que contamina menos el ambiente. Además existen otras combinaciones de externalidades, como las de producción en consumo. Así, las talas abusivas de las selvas amazónicas influyen negativamente en los procesos más elementales de consumo de muchos ciudadanos del mundo, y las decisiones de aumentar la producción en una acería, afectan negativamente al valor recreativo de su entorno. En la teoría económica, cuando se producen los efectos externos antes comentados, se dice que hay un fallo del mercado. De esta manera, puede decirse que la contaminación o daño que genera la actividad económica al ambiente no es otra cosa, desde el punto de vista económico, que una externalidad negativa. Cfr. Romero, C. Economía de ¡os Recursos Ambientalesy Naturales, Alianza Editorial S.A., Madrid, 1994, pp. 28 a 30.
38 Field, B. Economía Ambiental. Una Introducción, McGrawHill,Colombia, 1995, p. 480.
39 Von Weizsácker, E. Política de la Tierra. Una Política Ecológica Realista en el Umbral del Siglo del Medio Ambiente. Editorial Sistema, Fundación Sistema, Madrid, 1993, pp. 121 y 122.
40 De Araujo, J. "Medio Ambiente y Desarrollo: El caso de los Países en Vías de Desarrollo", en Economía del Medio Ambiente, Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, 1974, p. 198.
41 Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo. Nuestro Futuro Común, Alianza Editorial S.A.. Madrid, 1988, p. 123.
43 Von Weizsácker, E. "Nuevo Camino para el Avance Tecnológico, en Ecología y Desarrollo. Escalas v Problemas de ¡a Dialéctica Desarrollo Medio Ambiente, Editorial Complutense S.A., primera edición, Madrid, 1996, p. 114.
44 Sachs, I. "Enfoques de la Política del Medio Ambiente" en Economía del Medio Ambiente, pp. 93 y 94.
45 Martín Mateo, R. Tratado de Derecho Ambiental, Vol. I. Editorial Trivium S.A., primera edición, Madrid, 1991, p.385.
47 Beckerman. W. Lo Pequeño es Estúpido. Una Llamada de Atención a los Verdes. Editorial Debate S.A., primera edición, Madrid, 1996, p. 32.
48 Jacobs, M. La Economía Verde. Medio Ambiente. Desarrollo Sostenible y la Política del Futuro, primera edición, Icaria Fuhem, Barcelona, 1996, p. 94.
50 Field, B. Ob. cit., p. 503.
51 Martin Mateo, R. Ob. cit., p. 387.
52 Jacobs, M. Ob. cit., p. 48.
53 Pearce, D./Turner, K. Economía de los Recursos Naturales v del Medio Ambiente. Celeste Ediciones, Madrid, 1995, pp. 417 y 418.
55 Beckerman, W. Ob. cit., p. 57.
56 Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo. Ob. cit., p. 61.
57 Jacobs, M. Ob. cit., p. 51.
58 Hemming, J. "Desaparición de las Selvas Tropicales. ¿Quién las Destruye y Qué Importancia tiene el Hecho?, en Ecología y Desarrollo. Escalas y Problemas de la Dialéctica Desarrollo Medio Ambiente, p. 45.
59 Daly, H / Cobb, J.B. Ob. cit. p. 179.
60 Naredo, J.M. LA Economía en Evolución. Historia YPerspectivas de las Categorías Básicas del Pensamiento Económico. Siglo Veintiuno de España Editores S.A.. segunda edición, Madrid, 1996, p. 255.
61 Serrano señala, en relación a este punto, que hoy en día existe abundante literatura sobre la denominada teoría de los property rights, cuyos primeros trabajos fueron los de Demsetz (1964), Furutbon y Pejovich (1972), Alchian y Demsetz (1973). etc. Dentro de esta denominación, no debe traducirse al castellano por la expresión derecho (subjetivo) a la propiedad, como la establece el Código Civil, sino que es un término mas amplio que designa toda relación entre sujetos con título jurídico relativo a la disposición de bienes económicos. Es. en cierto modo, un supra concepto dentro del cual cabe el título de propiedad. Por eso que dentro de este concepto se puede encontrar cualquier derecho subjetivo que asigne un recurso, ya sea el derecho material o político, sustancial o procesal, fundamental, constitucional o legal, servidumbre, derecho al voto, y todo ello, con independencia del sector jurídico donde se sitúe, ya sea público, privado, ambiental o mercantil. Los property rights se caracterizan por intentar resolver no el problema hombre cosa, sino el problema de la relación hombre hombre. Así, lo que caracteriza a un property right no es la facultad de un sujeto para gozar y disponer de una cosa, sino la relación entre dos conductas concurrentes sobre bienes escasos y susceptibles de usos alternativos. Así, los property rights resuelven, fundamentalmente, los conflictos de competencia de decisión entre sujetos, respecto al uso de recursos de los que son titulares. Cfr. Serrano, J. L., Ecología y Derecho: Principios de Derecho Ambiental y Ecología Jurídica, Editorial Comares, Granada, 1992, pp. 192a201.
64 Walshburger. A. C. "Estado Actual de la Metodología de las Cuentas del Patrimonio Natural", en Inventario y Cuentas del Patrimonio Natural en América Latina y el Caribe, Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Publicaciones de las Naciones Unidas. Santiago de Chile, 1991, pp.36 y 37.
65 Sandoval, H. "Contaminación y Contaminantes, Aspectos Científicos, Técnicos y Prácticos", en Medio Ambiente en Desarrollo, p. 285.
66 Martín Mateo, R. Ob. cit., p. 256.
67 Leitman. J. 1991. p. 23 cit. en Beckerman, W. Ob. cit. p. 55.
68 World Bank, Operations Evaluación Department, 1990, cit. en Beckerman. W. Ob. cit., p. 55.
69 Faiz, A. y otros. 1990, p. 16, cit. en Beckerman. W. Ob. cit., p. 55.
70 Field, B. Ob. cit., p. 487.
71 Abrahamson, D. "La Agenda Ambiental", en Medio Ambiente en Desarrollo, p. 484.
72 Von Amsberg, J. "Uso de Instrumentos Económicos para el Control de la Contaminación en Países no Pertenecientes a la OCDE: Experiencias seleccionadas", en Uso de Instrumentos Económicos en la Política Ambiental: Análisis de Casos para una Gestión Eficiente de la Contaminación en Chile, Borregaard. N.; Claro, E.; Larenas, S. (eds.), Comisión Nacional del Medio Ambiente, primera edición. Santiago de Chile, 1995, p. 77.
73 Sánchez, J. M./Morel, J.T. "Una Estimación de los Beneficios en Salud de Reducir la Contaminación Atmosférica de Santiago", en Medio Ambiente en Desarrollo, p. 176.
74 Martín Mateo. R. Ob. cit., p. 8.
75 World Bank, World Development Report 1992, Development and the Environment, Oxford University Press for the World Bank, New York, 1992, p. 49.
76 Pigou, A.C. La Economía del Bienestar, M. Aguilar, Madrid, 1946, p. 157.
78 Daly, H. / Cobb, J.B. Ob. cit., p. 57.
80 Coase, R. "El Problema del Costo Social", en Economía del Medio Ambiente, p. 101.