COMPOSICION FLORISTICA DE PRADERAS ALTOANDINAS DE LA ZONA DE LONQUIMAY (IX REGION, CHILE)

Enrique Hauenstein B.1, Rodrigo Palma T.2, Marcos González A.1 y Mario Ahumada C.2

1Departamento de Ciencias Biológicas y Químicas, Facultad de Ciencias, Universidad Católica de Temuco. Casilla 15-D. Temuco, Chile. E-mail: ehauen@uct.cl
2Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). Casilla 16-D. Temuco, Chile. E-mail: rodrigo.palma@sag.gob.cl

Recepción originales: 7 de enero del 2002

ABSTRACT

Floristic composition of the high andean prairies of the Lonquimay zone (IX Region, Chile).

The objective of the study was to determine the floristic composition of high Andes pastures in the sector of Lonquimay. In seven summer pastures , intensive collections and inventories of the vegetation were conducted using the European phytosociological method. A total of 117 species were observed, including a pteridophyte, a gymnospermae and 115 angiospermae. Of these, 19,7% are introduced species, demonstrating that there has been a relatively low degree of anthropic alteration, despite the evident deterioration due to overgrazing in some of these areas. The most important life forms observed were hemicryptophytes, nanophanerophytes and terophytes, which would be related to the climatic conditions of the zone. From the vegetation point of view, two large herbaceous formations were predominant in the area of the study: the steppe or “coironal” and the wet prairie or “mallín”. The coironal was very rich in species and the mallín had the highest forage value.

Key words: flora, high andean prairie, summer pastures.

RESUMEN

Con el objeto de conocer la composición florística de praderas altoandinas de la comuna de Lonquimay, en siete sectores de “veranadas” se realizaron colectas intensivas e inventarios vegetacionales de acuerdo a la metodología fitosociológica europea.
Se determinaron 117 especies, que se distribuyen en un pteridófito, una gimnosperma y 115 angiospermas. De éstas, 19,7 % son introducidas, lo cual indica que el grado de perturbación antrópica es relativamente bajo, a pesar del aparente deterioro por exceso de pastoreo que se aprecia en algunas de estas veranadas. Asimismo, las formas de vida más importantes corresponden a hemicriptófitos, nanofanerófitos y terófitos, lo que guarda relación con las condiciones climáticas de la zona.
Desde el punto de vista vegetacional, en el área de estudio predominan dos grandes formaciones herbáceas: la estepa o coironal y la pradera húmeda o mallín. De éstas, el coironal es más rico en especies y el mallín posee las de mayor valor forrajero.

Palabras claves: flora, pradera altoandina, veranada.

INTRODUCCION

La franja cordillerana y parte de la precordillera andina de la comuna de Lonquimay en la IX Región de La Araucanía, Chile, son utilizadas anualmente durante la época estival como áreas de pastoreo, recibiendo estos sectores de praderas naturales el nombre de “veranadas”. De las 13 áreas reconocidas como veranadas en la IX Región, 8 corresponden a la comuna de Lonquimay, con un total de 119.000 ha (López, 1990), representando así un importante recurso económico para la zona.

Hasta el año 1996, cerca del 50% de esta superficie estuvo bajo un riguroso control del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) cuyo objetivo era la erradicación de la fiebre aftosa. En la actualidad las condiciones zoosanitarias, tanto de Chile como de Argentina, han mejorado sustancialmente lo que ha permitido liberar tal restricción, quedando el control condicionado a situaciones de emergencia puntuales (Ahumada et al., 1999).

Lo anterior traerá sin duda una fuerte presión de uso sobre este tipo de formación vegetal, ya que de acuerdo al censo ganadero realizado por el SAG en 1995, en la comuna de Lonquimay existían 45.767 cabezas que hacían uso de las veranadas, lo que corresponde al 37 % del total de la masa ganadera de dicha comuna. Actualmente existen veranadas como las de Pulul y Rahue, ubicadas en el sector norte de la comuna, donde la carga animal ha superado largamente la capacidad sustentadora de la pradera, estando muy por debajo del óptimo, determinando así condiciones fuertemente regresivas de regular a muy pobres (Ahumada et al., 1999).

Esto da cuenta, por una parte, de la importancia que revisten las veranadas en el sustento económico de los habitantes de la zona, y por otra, de la real urgencia de conocer, entre otras cosas, su composición florística, los tipos de comunidades pratenses que las conforman, su valor nutricional, su condición actual, tendencia y capacidad sustentadora de cada una de ellas, conocimientos que servirán de base para establecer políticas y planes de manejo adecuados que permitan proyectar su mejor aprovechamiento.

Los trabajos de investigación realizados en el área sobre esta temática son escasos, destacando a López (1990) quien usando imágenes satelitales estructuró satelogramas que incluían clases temáticas específicas de distintas coberturas vegetacionales; por su parte Gajardo (1995) describe la vegetación natural boscosa, arbustiva y pratense, tanto del área de estudio como de toda la IX región. Mardones et al. (1993) describieron en detalle el área de Icalma-Liucura, aportando antecedentes sobre geomorfología, morfogénesis, suelos, ríos y vegetación, y propusieron un plan ecológico para el crecimiento sostenido del sector. Asimismo, Ugarte y Barrientos (1991) y Ugarte et al. (1993) describen la vegetación de la cuenca del Alto Bio Bio. Finalmente, Ahumada et al. (1999) describen las pautas de condición y capacidad sustentadora de las veranadas de la IX Región.

Con el objeto de contribuir al conocimiento de este importante recurso, el presente trabajo describe la composición florística de las praderas que conforman las veranadas de siete sectores de la comuna de Lonquimay.

MATERIALES Y METODOS

Area de estudio.
La IX Región de La Araucanía en su parte oriental presenta la cordillera de los Andes, limítrofe con la República Argentina, que se extiende desde los 38°5’ hasta los 39°40’ de Latitud Sur. El vértice nor-oriente que la separa de la VIII Región, está dado por la cordillera de Moncol y el vértice sur-oriente por el volcán Lanín.

A lo largo de esta región, el cordón cordillerano limítrofe presenta características topográficas similares. La altitud promedio decrece de norte a sur, siendo la zona cordillerana de la comuna de Lonquimay la que posee alturas promedio más elevadas, las que alcanzan a los 2.000 m s.m. De estas montañas se originan cajones transversales que definen subcuencas del río Bio Bio.

La comuna de Lonquimay, la más extensa de la IX Región, se ubica al norponiente de ésta (38° - 39° S y 71° - 72° W). Su superficie es de 3.914 km2, de los cuales 119.000 ha tienen un uso potencial para la ganadería (Fig. 1). Posee alrededor de 11.000 habitantes, de los cuales un alto porcentaje corresponde a población mapuche (pehuenche) y colonos.

 

 
Figura 1. Areas de “veranadas” en la IX Región de la Araucanía. (Fuente: Autores).
Figure 1: Areas of “veranadas” in the IX Region of the Araucanía.

 

Según la clasificación de Köeppen (1948) en la zona se pueden encontrar tres tipos de clima: el EFH (de hielo por efecto de la altura) correspondiente a Lonquimay, al poniente un clima Cfsb1 (templado cálido con menos de 4 meses secos), y un sector oriental en el límite con Argentina del tipo BSK (de estepa fría) (Ahumada et al., 1999). Tanto desde el punto de vista climático como ecológico, la región se caracteriza por ser un área de transición, que le confiere una zonificación particular que se refleja especialmente en su vegetación (Peralta, 1980).

La precipitación media anual para Lonquimay es de 1.919 mm, menor que otros lugares aledaños como Curacautín o la Cordillera de Las Raíces, debido al efecto de “sombra de lluvias” provocado por esta última. Hajek y Di Castri (1975) indican que todos los meses son húmedos, con superávit de lluvias entre los meses de abril y agosto. La humedad relativa, promedio anual, es de 68 % y la T° media anual es de 8,5°C, siendo la media de enero 15,2°C y la de julio 1,8°C. Es común también que se presenten temperaturas inferiores a 0°C.

La zona cuenta con cinco tipos de suelos de origen volcánico, clasificados según su origen y capacidad de uso por Peralta (1980): Lolén, Guaylepulli, Lonquimay, Lolco e Icalma.

Gajardo (1980) analizó la fitocenosis de los bosques de araucaria (Araucaria araucana (Mol.) K.Koch) en la franja cordillerana de Lonquimay, describiendo 7 comunidades. De igual forma, Mardones et al. (1993) describen para el sector Icalma-Liucura cinco tipos de comunidades arbóreas, donde las especies más importantes son: araucaria, lenga (Nothofagus pumilio (P. et E.) Krasser), ñirre (N. antarctica (G. Forster) Oerst.) y coigüe (N. dombeyi (Mirb.) Oerst.). Además, un matorral de chacay (Discaria serratifolia (Vent) B. et H.), pastizales de altura (coironales) y vegas o mallines, siendo estas dos últimas formaciones objeto de este trabajo.

Las siete veranadas estudiadas (Fig. 1) corresponden a los sectores Pelehue, Pulul, Rahue, Cajón del ancho, Pehuenco, Agua enterrada y Cruzaco. Estas se describen brevemente a continuación:

1.- Veranada Pelehue :
Posee una superficie de 7.279 ha y se ubica en el sector más noreste de la comuna de Lonquimay, a unos 50 km de la ciudad del mismo nombre, entre los 38° 06´ y 38° 10´ S, próximo a la frontera entre Chile y Argentina y la VIII Región, sector Alto Bio Bio a 1.400 m s.m., en la cabecera del río Ranquil (Ahumada et al., 1999).

Existen dos situaciones fisiográficas en el área, representadas por sectores de pendiente (cerros) en que predomina vegetación arbóreo-arbustiva con diferentes grados de densidad y cobertura, con especies como lenga, ñirre, quililla (Chusquea aff. culeou E. Desv.), michay (Berberis linearifolia Phil.) y zarzaparrilla (Ribes cucullatum H. et A.), con presencia de sectores rocosos y de nieves eternas en los lugares más altos. La otra unidad está representada por sectores de quebradas entre laderas de cerros, en la que se desarrolla una formación arbustiva asociada a una estrata herbácea típica de altura, con especies como el coirón (Festuca scabriuscula Phil.), vinagrillo (Rumex acetosella L.) y pasto miel (Holcus lanatus L.) (Ahumada et al., 1999).

2.- Veranada Pulul :
Posee una superficie de 12.446 ha y se ubica entre los 38° 10´ y 38° 16´ S, formando parte del límite este de Chile, a 60 km al noreste de la ciudad de Lonquimay y a una altitud de 1.400 m s.m. Está constituida por dos situaciones topográficas que definen claramente el paisaje y vegetación de cada una de ellas (Ahumada et al., 1999).

Al igual que la veranada descrita anteriormente, hay clara dominancia de sectores de cerros con predominio de bosque solo o asociado a una estrata no muy importante de coironal; con suelo de textura liviana (franco-arenosa) y de pH neutro a levemente ácido (6,3) (Ahumada et al., 1999). Dentro de las formaciones boscosas se pueden distinguir tres situaciones diferentes: bosque de Araucaria araucana casi puro, en el sector sureste del mallín, asociación araucaria-ñirre (Araucaria araucana-Nothofagus antarctica) en el sector noroeste, y finalmente, asociación coirón-ñirre (Festuca scabriuscula-N. antarctica) y quililla-coirón (Chusquea aff. coleu-F. scabriuscula) en las posiciones más bajas de laderas de cerro, limitando con la formación de mallín, a lo largo de todo el valle (Gajardo, 1980).

El segundo sector fisiográfico está constituido por un valle intermontano de gran superficie, plano y que funciona como cuenca receptora de las aguas de lluvia libres que escurren por laderas de cerros, además el valle es atravesado longitudinalmente por el río Pulul, el que en zonas más planas forma meandros generando sectores de características con mayor hidromorfismo. Este sector de planicie se comporta como mallín, básicamente por un efecto de depositación de partículas más finas en una estrata subsuperficial, al ser una cuenca natural receptora de agua; la textura del suelo es franco-arcilloso-arenosa (Ahumada et al., 1999).

3.- Veranada Rahue :
Con una superficie de 15.203 ha se ubica entre los 38° 15’ y 38° 22’ S, en la cabecera del río Rahue, a 40 km al noreste de la ciudad de Lonquimay en el límite entre Chile y Argentina.

Por las características orográficas que definieron el paisaje en épocas de formación, esta veranada se caracteriza por presentar cajones montañosos de gran altitud y pendiente, en las que se distinguen dos tipos de comunidades vegetales. En sectores de montaña es frecuente encontrar formaciones boscosas con predominio de lenga (Nothofagus pumilio), en las cumbres de cerros y acantilados comunidades de araucaria (Araucaria araucana), y bosques de ñirre (Nothofagus antarctica) en los sectores más bajos. Asociado a este tipo de formación, fundamentalmente por pendiente y altitud, es frecuente encontrar sectores desprovistos de vegetación, roca desnuda y zonas de nieve. La segunda formación está constituida por vegetación herbácea que puede o no estar asociada a un componente arbustivo; dentro de este grupo es factible encontrar dos tipos de praderas: mallines con especies tales como el junco de espiga (Eleocharis pachycarpa Desv.), cortadera (Carex gayana Desv.), maillico (Caltha sagittata Cav.), Scirpus cernuus Vahl y Gamocarpha alpina (P. et E.) H.V. Hansen, que se ubican en sectores planos de mesetas sobre los 1.900 m s.m., y formación esteparia de coironal-matorral, con especies como yaqui (Colletia spinosa Lam.), neneo (Mulinum spinosum (Cav.) Pers.), ñirre arbustivo, quililla, romerillo (Chiliotrichum rosmarinifolium Less.), chacay (Discaria trinervis (Gill.ex H. et A.) Reiche) y herbáceas del género Stipa, situados en los márgenes del río Rahue, próximos a las riberas del mismo, correspondiendo a sector de lomajes con un 12% de pendiente. En general, los suelos son de textura arenosa a franco-arenosa, con excepción de vegas con particulado más fino y mayor acumulación de materia orgánica en el perfil (Ahumada et al., 1999).

4.-Veranada Cajón del ancho :
Posee una superficie de 10.918 ha y está ubicada entre los 38°22’ y 38° 26’ S, a 40 km al este de la ciudad de Lonquimay, formando parte del límite internacional, a una altitud de 1.600 m s.m. Esta veranada es parte de la subcuenca del río Mitrauquén, específicamente en su cabecera o parte superior (Ahumada et al., 1999).
La topografía está definida básicamente por el origen glaciar del sector, donde se manifiesta un típico valle en U. En la parte mas baja, influenciado por el río antes citado, se desarrolla un extenso mallín con especies como el junquillo (Juncus lesueuri Boland.), trébol blanco (Trifolium repens L.) y cortaderas (Carex spp.), asociado a coironales con especies de Stipa adaptadas a condiciones secas y de baja productividad. En sectores altos se expresan zonas con suaves pendientes aptas para el pastoreo, dominadas por matas de coirón (Ahumada et al., 1999).

5.- Veranada Pehuenco :
Posee una superficie de 8.080 ha y se encuentra ubicada entre 38° 26’ y 38° 34’ S, a 60 km al sureste de la ciudad de Lonquimay, limitando en el sector nor-este con territorio argentino (Ahumada et al., 1999).

El paisaje está conformado por montañas y valles en los que se desarrollan distintas situaciones vegetacionales según las características topográficas del lugar. Las cuencas formadas por las laderas de estas montañas dan origen al río Pehuenco, que atraviesa el sector de valle en forma longitudinal, siendo éste uno de los factores que naturalmente determina, en sectores bajos, modificaciones en las características del suelo que inciden en la presencia de ciertas comunidades de plantas (Ahumada et al., 1999).

Se distinguen cuatro tipo de formaciones vegetales distintas, asociadas a la posición de los sectores de laderas e influencia hídrica en los sectores planos; encontrándose una gradiente altitudinal que va desde los 1.300 m s.m. en la base de la veranada, a los 1.700 m s.m. en su extremo norte, próximo al límite con Argentina. Los tipos vegetacionales presentes en el área son: mallín con especies como Juncus lesueuri, Caltha sagittata, sombrerito de agua (Hydrocotyle modesta Cham. et Schlecht.); coironal con Festuca scabriuscula y frutilla (Fragaria chiloensis (L.) Duch.); matorral con mata negra (Escallonia virgata (R. et P.) Pers., y bosques de araucaria-lenga y araucaria-ñirre. La textura de todos los suelos asociados a los diferentes tipos vegetacionales es liviana, variando entre franco a franco-arenosa (Ahumada et al., 1999).

6.- Veranada Agua enterrada :
Se encuentra ubicada entre 38° 30’ y 38° 42’ S, a 30 km al este de la localidad de Liucura a una altitud de 1.500 m s.m., formando parte del límite con Argentina. Con sus 35.445 ha es la de mayor superficie de la comuna. En esta veranada se encuentra la reserva forestal Alto Bio-Bio. La extensa área de drenaje origina ríos tales como Pino Hachado y Río Seco que en conjunto dan origen al río Liucura, siendo éste afluente del río Bio-Bio (Ugarte y Barrientos, 1991).

Las formaciones vegetales presentes en el área corresponden a bosque de araucaria y lenga, matorral con especies como Escallonia virgata, calafate (Berberis linearifolia) y ñirre arbustivo, y coironal-matorral con predominio de Festuca scabriuscula, michay (Berberis empetrifolia Lam.) y quililla. Las comunidades boscosas, dominantes en el sector norte de la veranada, forman parte en su gran mayoría de la reserva forestal, constituidas por bosques de araucaria y lenga. En el sector sur se desarrolla una gran meseta dominada por el coironal dominado por Festuca scabriuscula, siendo ésta una extensión de la estepa patagónica argentina que alcanza a penetrar hacia el lado chileno (Ugarte et al., 1993).

7.- Veranada Cruzaco :
Posee una superficie de 4.277 ha y se ubica entre los 38° 42’ y 38° 45’ S, a 25 km al sur de la localidad de Liucura alcanzando su parte más alta los 1.300 m s.m., y la parte este es límite con Argentina (Ahumada et al., 1999).

En la zona se encuentra el paso del Arco, habilitado sólo en época de verano. Topográficamente el área se caracteriza por presentar terrazas intermedias entre la meseta del mismo nombre en la parte alta y la caja del río Bio Bio. Su clima estepario frío determina la vegetación dominada por pimpinela (Acaena pinnatifida R. et P.) y Mulinum spinosum (Cav.) Pers., presentándose un alto porcentaje de suelo desnudo (Ahumada et al., 1999).

Desde la terraza intermedia hasta la zona próxima al río Bio Bio predomina el coironal de Festuca scabriuscula con escasa presencia de Stipa spp. Por su ubicación geográfica esta superficie es usada por los habitantes del lugar durante todo el año, con excepción de la meseta, la cual permanece con nieve durante algunos meses impidiendo el pastoreo.

METODOS

En los meses de febrero de 1997 y 1998 se realizaron colectas intensivas y un total de 96 inventarios fitosociológicos. Se utilizó el método de transecto lineal con un largo total de 20 m, en que cada 5 m se estableció un cuadrado (parcela) de 2x2 m, en los cuales se determinó la composición específica de la pradera. Se realizaron 3 transectos por cada veranada, además de las colectas intensivas al azar. Las especies colectadas quedaron depositadas en los herbarios de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de Temuco y del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) IX Región.

Los muestreos se realizaron de acuerdo a la metodología fitosociológica europea (Braun-Blanquet, 1964) en los sectores de la comuna de Lonquimay descritos anteriormente y señalados en la Figura 1.

La clasificación, nomenclatura y origen fitogeográfico de las especies se basó en el sistema utilizado por Marticorena y Quezada (1985) y Matthei (1995). Los nombres comunes en Muñoz (1966), Hoffmann (1978, 1982) y Hoffmann et al. (1998). Las formas de vida o formas biológicas de Raunkiaer, en las modificaciones propuestas por Ellenberg y Mueller-Dombois (1966).

El grado de intervención humana se determinó sobre la base de lo propuesto por Hauenstein et al. (1988), que consideran el origen fitogeográfico, es decir, la relación entre las especies nativas e introducidas y las formas de vida, como medidas de esta forma de perturbación.

RESULTADOS Y DISCUSION

Se determinaron un total de 117 especies (Cuadro 1), de las cuales una corresponde a un pteridófito, una a gimnospermas, 77 a dicotiledóneas y 38 a monocotiledóneas (Fig. 2). La pobreza de helechos y de gimnospermas que se aprecia, se debe fundamentalmente a que su hábitat preferente es el bosque (Godoy et al., 1982).

 

 
Figura 2: Distribución porcentual de los taxa presentes en las veranadas de Lonquimay.
Figure 2: Percentage distribution of the taxa present in the veranadas of Lonquimay.

 

Al comparar el número de especies obtenido con los de otros trabajos, Saavedra et al. (2000) reportan la presencia de sólo 65 taxa en praderas de la Reserva Forestal Nalcas al interior de Malacahuello, ubicada también en la comuna de Lonquimay, la explicación a este menor número está en el hecho de que en ese trabajo se muestreó una superficie menor y sólo referida a coironal. De igual forma, Dollenz e Ivanovic (1996) reportan 52 especies para un sector de praderas del Parque Nacional Torres del Paine en Magallanes; este menor número se podría justificar por las condiciones ambientales más adversas que deben soportar dichas praderas australes o a que estaban en recuperación después de un incendio ocurrido en el sector.

Para praderas de origen antropogénico, en cambio, autores como Montaldo (1975) y Ramírez et al. (1992, 1993, 1994) reportan un número de especies menor al del presente estudio, es decir se aprecia en éstas una menor riqueza específica; aunque Ramírez et al. (1985a) describen para las praderas antropogénicas de la Cordillera Pelada, ubicadas en la costa de La Unión (X Región), un número relativamente similar. Esto demuestra la alta biodiversidad vegetal que albergan estos ecosistemas.

El espectro biológico del lugar, que comprende la totalidad de las formas de vida (Fig. 3, Cuadro 1), señalan la presencia de 65 hemicriptófitos (55,6 %), 16 criptófitos (13,7 %) en los que se incluye a geófitos e hidrófitos, 13 nanofanerófitos (11,1 %), 12 terófitos (10,2 %), 10 caméfitos (8,5 %), además de un fanerófito trepador, el clavel del campo (Mutisia spinosa R. et P.) (0,9%). De las formas de vida antes señaladas, la primera indica capacidad de soportar el pisoteo de animales y habitualmente acompaña las actividades humanas, la segunda y especialmente los caméfitos, están adaptados para soportar las bajas temperaturas y el peso de la nieve (Ramírez, 1988), y los terófitos o plantas anuales, el carácter de sequía del área, ya que aunque existen menos de cuatro meses secos, las bajas temperaturas imperantes en gran parte del año impiden la normal absorción del agua (Salisbury y Ross, 1994).

 

 
Figura 3: Distribución porcentual de las formas de vida presentes en las veranadas de Lonquimay.
Figure 3: Percentage distribution of the life forms present in the veranadas of Lonquimay.

 

De los 13 nanofanerófitos presentes, los más importantes por su frecuencia y cobertura son Baccharis magellanica (Lam.) Pers., Chusquea aff. culeou, Discaria serratifolia, Escallonia virgata y Nothofagus antarctica. Todos ellos son arbustos nativos que forman comunidades específicas de matorral o asociadas al coironal. Vale recordar que en el caso del ñirre, normalmente es una especie arbórea (fanerófito) que debido a su gran plasticidad ecológica puede modificar su estructura vegetativa, pudiendo también presentar morfotipos de nanofanerófito o de caméfito (Ramírez et al., 1985b).

El origen fitogeográfico de las especies (Fig. 4) indica un total de 94 nativas (80,3 %) y 23 introducidas (19,7 %). Si se comparan estos valores con los encontrados por Dollenz e Ivanovic (1996) son bastante similares, ya que para praderas de Torres del Paine (XII Región) los valores para las especies introducidas son del orden de 21%. De igual forma, Saavedra et al. (2000) reportan para la Reserva Forestal Nalcas (IX Región), la presencia de un 30,8% de especies alóctonas, lo que confirma un mayor grado de intervención antrópica en este lugar. Trabajos como los de Hauenstein et al., (1988) demuestran que en lugares prístinos o con muy escasa intervención humana, el porcentaje de especies introducidas no supera el 10%.

 

 
Figura 4: Distribución porcentual del origen fitogeográfico de las especies presentes en las veranadas de Lonquimay.
Figure 4: Percentage distribution of the phytogeographical origin of species in the veranadas of Lonquimay.

 

En general, las praderas de origen antropogénico en nuestro país poseen porcentajes de especies alóctonas superiores al 50%; por lo mismo, el alto porcentaje de especies nativas (80,3%) en el área de estudio, de acuerdo a lo señalado por Hauenstein et al. (op. cit.), es un indicador de que en el lugar la intervención antrópica aún es baja.

Al analizar la última columna del Cuadro 1, que muestra la estructura florística de los coironales y mallines, se puede apreciar que un número importante de especies (31) se pueden encontrar en ambas formaciones vegetales, aunque hay especies que son específicas del coironal (62) y otras del mallín (24). De igual forma, el coironal posee una mayor riqueza de especies (93), y casi el 100% de los arbustos. El mallín por su parte, contiene las de aparente mayor valor forrajero y palatabilidad, especialmente gramíneas y leguminosas (Ahumada et al., 1999; Ahumada y Faúndez, 2001). Esto indica que estas praderas húmedas son, por esta misma condición, las que requieren de mayor atención y estudios que permitan determinar las características forrajeras de su flora nativa aún poco conocida, y al mismo tiempo, realizar esfuerzos para su conservación y manejo adecuado.

 

Cuadro 1. Catálogo de plantas vasculares que crecen en las " veranadas" de Lonquimay. (FV=Forma de vida; OF= Origen fitogeográfico; Hc= Hemicriptófito, Nf= Nanofanerófito, I= Introducido; C= Coironal, M=Mallín).
Table 1. Catalogue of vascular plants growing in the " veranadas" of Lonquimay (FV= Life form; OF= Phytogeographical origin; Hc= Hemicryptophyte, Nf= Nanophanerophyte, Ca= Chamaephyte, Cr= Cryptophyte, Te= Terophyte, Ft= Clymbing phanerophyte; N= Native , I= Introduced; C= Coironal, M= Mallin.

 
 
ESPECIES FAMILIA NOMBRE COMUN
FV
OF
LUGAR
PTERIDOPHYTA
Blechnum microphyllum (Goldm.) Morton
GYMNOSPERMAE
Ephedra chilensis K. Presl
ANGIOSPERMAE (MAGNOLIOPHYTA)
A) Dicotyledoneae (Magnoliopsida)
Acaena digitata Phil.
Acaena macrocephala Poepp.
Acaena pinnatifida R. et P.
Adesmia aspera Gill. ex H. et A.
Anagallis alternifolia Cav.
Anemone decapetala Ard.
Aster vahlii (Gaud.) H. et A.
Azorella lycopodioides Gaud.
Azorella trifurcata (Gaertn.) Hook.
Baccharis concava (R. et P.) Pers.
Baccharis magellanica (Lam.) Pers.
Berberis empetrifolia Lam.
Berberis linearifolia Phil.
Calandrinia gayana Barn.
Calceolaria nudicaulis Benth.
Caltha sagittata Cav.
Cerastium arvense L
Cirsium vulgare (Savi) Ten.
Cynanchum nummulariifolium Hook. et Arn.
Colletia spinosa Lam.
Collomia biflora (R. et P.) Brand
Coniza sp.
Chaetanthera chilensis (Willd.) DC.
Chiliotrichum rosmarinifolium Less.
Dichondra sericea Sw.
Discaria serratifolia (Vent.) B. et H.
Discaria trinervis (Gill. ex H. et A.) Reiche
Echium vulgare L.
Empetrum rubrum Vahl ex Willd.
Erigeron andicola DC.
Eryngium paniculatum Cav. et Domb.
Escallonia virgata ( R. et P.) Pers.
Euphorbia collina Phil.
Euphrasia andicola Benth.
Fragaria chiloensis (L.) Duch.
Galium chilense Endl.
Gamocarpha alpina (P. et E.) H.V. Hansen
Gamochaeta purpurea L.
Gentianella magellanica (Gaud.) Fabris
Geranium patagonicum Hook.
Geum magellanicum Pers.
Gunnera magellanica Lam.
Hydrocotyle modesta Cham. et Shlecht.
Hypericum perforatum L.
Hypochaeris acaulis (Remy) Britton
Lathyrus subandinus Phil.
Leontodon taraxacoides (Vill.) MÈrat
Loasa filicifolia Poepp.
Lotus uliginosus Schkuhr
Mulinum spinosum (Cav.) Pers.
Mimulus bridgesii (Benth.) Clos
Mutisia spinosa R. et P.
Nothofagus antarctica (G.Forster) Oersted
Perezia recurvata (Vahl) Less.
Pernettya pumila (L. f.) Hook.
Plantago barbata G. Forster
Plantago major L
Polygonum aviculare L.
Potentilla anserina L.
Pozoa volcanica Math. et Const.
Quinchamalium chilense Mol.
Ranunculus peduncularis J.M. Sm.—
Ranunculus stenopetalus Hook.
Relbunium hypocarpium (L.) Hemsl.
Ribes cucullatum Hook. et Arn.
Ribes trilobum Meyen
Rumex acetosella L.
Rumex crispus L.
Senecio hollermayeri Cabr.
Senecio polygaloides Phil.
Silene gallica L.
Spergularia rubra (L.) J. et K. Presl
Taraxacum officinale Weber
Trifolium dubium Sibth.
Trifolium repens L.
Triptilium spinosum R. et P.
Veronica serpillyfolia L.
 B) Monocotyledoneae (Liliopsida)
Agropyron fuegianum (Speg.) Kurtz
Agrostis capillaris L.
Aira caryophyllea L.
Alopecurus magellanicus Lam.
Anthoxanthum juncifolium (Hackel) Veldk.
Bromus catharticus Vahl
Carex caduca Boott
Carex gayana Desv.
Carex macloviana D’Urv.
Carex sp.
Chloraea magellanica Hook. f.
Chusquea aff. culeou E. Desv.
Cortaderia araucana Stapf
Cynosurus echinatus L.
Eleocharis macrostachya Britton
Eleocharis pachycarpa Desv.
Elymus andinus Trin.
Festuca scabriuscula Phil.
Holcus lanatus L.
Hordeum comosum Presl
Juncus lesueuri Boland.
Juncus sp
Luzula racemosa Desv.
Marsippospermum philippii (Buch.) Haum.
Phleum alpinum L.
Poa annua L.
Poa fuegiana Hook.
Poa scaberula Hook. f.
Rhodophiala montana (Phil.) Traub
Rhytidosperma glabra (Phil.) Nicora
Scirpus cernuus Vahl
Sisyrinchium graminifolium Lindl.
Sisyrinchium sp.
Stipa humilis Cav.
Stipa patagonica Phil.
Stipa speciosa (Trin.) Rupr.
Trisetum sp.
Trisetum variabile E. Desv.
 
Blechnaceae
 
Ephedraceae
 
 
Rosaceae
 
 
Fabaceae
Primulaceae
Ranunculaceae
Asteraceae
Apiaceae
 
Asteraceae
 
Berberidaceae
 
Portulacaceae
Scrophulariaceae
Ranunculaceae
Caryophyllaceae
Asteraceae
Asclepiadaceae
Rhamnaceae
Polemoniaceae
Asteraceae
 
 
Convolvulaceae
Rhamnaceae
 
Boraginaceae
Empetraceae
Asteraceae
Apiaceae
Escalloniaceae
Euphorbiaceae
Scrophulariaceae
Rosaceae
Rubiaceae
Calyceraceae
Asteraceae
Gentianaceae
Geraniaceae
Rosaceae
Gunneraceae
Apiaceae
Hypericaceae
Asteraceae
Fabaceae
Asteraceae
Loasaceae
Fabaceae
Apiaceae
Scrophulariaceae
Asteraceae
Fagaceae
Asteraceae
Ericaceae
Plantaginaceae
 
Polygonaceae
Rosaceae
Apiaceae
Santalaceae
Ranunculaceae
 
Rubiaceae
Saxifragaceae
 
Polygonaceae
 
Asteraceae
 
Caryophyllaceae
 
Asteraceae
Fabaceae
 
Asteraceae
Scrophulariaceae
 
Poaceae
 
 
 
 
 
Cyperaceae
 
 
 
Orchidaceae
Poaceae
 
 
Cyperaceae
 
Poaceae
 
 
 
Juncaceae
 
 
 
Poaceae
 
 
 
Amaryllidaceae
Poaceae
Cyperaceae
Iridaceae
 
Poaceae
 
 
 
 
 
s.n.
 
Pingo pingo
 
 
Trun
Pimpinela cabezona
Pimpinela
Paramela
Pimpinela
Centella
Margarita del pantano
Llaretita
Azorela
Vautro
Chilca de magallanes
Michay
Michay
s.n.
Capachito
Maillico
Cerastio
Cardo negro
Pahueldum
Crucero
Colomia roja
s.n.
Chinita
Romerillo
Oreja de ratón
Chacay
Chacay
Viborera
Uvilla de cordillera
Erigeron de los Andes
Cardocillo
Siete camisas
Pichoga
Eufrasia amarilla
Frutilla
Lengua de gato
Gamocarpa
s.n.
Genciana de magall.
Geranio de cordillera
Hierba del clavo
Panguecillo
Sombrerito de agua
Hierba de san Juan
Hierba del chancho
Arvejilla de cordillera
Chinilla
Ortiga macho
Alfalfa chilota
Hierba negra, Neneo
Berro
Clavel del campo
Ñirre
Perezia
Chaura
Llantén
Llantén
Duraznillo
Canelilla
Anislao del volcán
Quinchamalí
Botón de oro
s.n.
Relbún
Zarzaparrilla
Zarzaparrilla
Vinagrillo
Romaza
Senecio
Senecio
Calabacillo
Tiqui tiqui
Diente de león
Trébol enano
Trébol blanco
Siempre viva
Verónica europea
 
s.n.
Chépica
Aira
s.n.
Paja ratonera
Bromo
Cortadera
Cortadera de Gay
Cortadera
Cortadera
Orquídea
Coligüe de cordillera
Cola de zorro
Cola de ratón
Rume
Rume
s.n.
Coirón
Pasto dulce
Cebadilla
Junquillo
Junco
s.n.
s.n.
s.n.
Piojillo
Coirón
Coirón
Añañuca
s.n.
s.n.
Huilmo
s.n.
Estipa, Coirón
Estipa, Coirón
Estipa, Coirón
s.n.
s.n.
 
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CONCLUSIONES

Las praderas de las siete veranadas estudiadas corresponden a dos grandes unidades vegetacionales: coironal (estepa herbácea) y mallín (pradera húmeda). En ellas se determinaron 117 especies de plantas vasculares, destacando el bajo porcentaje de especies introducidas (< 20%), lo que demuestra escasa intervención antrópica.

Los coironales presentan una mayor riqueza de especies (93), pero el mallín contiene aparentemente las de mayor valor forrajero y palatabilidad.
Las formas de vida mejor representadas en estas praderas son los hemicriptófitos, criptófitos (geófitos), nanofanerófitos, terófitos y caméfitos, lo que guarda relación con las condiciones climáticas de la zona.

AGRADECIMIENTOS

La realización de este trabajo fue posible gracias al apoyo financiero aportado por el proyecto “Determinación de la capacidad sustentadora de praderas altoandinas (veranadas) de la IX Región”, desarrollado por el Departamento de Protección de Recursos Naturales del Servicio Agrícola y Ganadero, en el marco del proyecto “Monitoreo de pastizales nativos” que impulsa este Servicio a nivel nacional. Asimismo, agradecemos la colaboración prestada en terreno por los profesionales del SAG IX Región, Sres. Angel Centrón y Luis Reuse.

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