Agro Sur, Vol. 32 N° 1, 2004, pp. 1-15

CIENCIA AGRARIA

 

Información para la toma de decisiones de inversión agropecuaria en el sur de Chile 1

Information used for decision-making of farming investment in the south of Chile

 

Berta Schnettler Morales

Departamento de Producción Agropecuaria. Universidad de La Frontera. Casilla 54-D. Temuco. Chile Correo electrónico: bschnett@ufro.cl
1 Una versión preliminar de este trabajo se presentó al Congreso de Economistas Agrarios realizado en octubre de 2002.


Abstract

Given the importance of correct project formulation to obtain pertinent and relevant information for investment decision-making, the present work evaluates the quality of information used when projects were formulated and presented by micro- and small farming enterprises of the Región de La Araucanía to the Funding Round for Modernization of Family Farm Agriculture from 1995 to 1999, which is managed by the Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) as part of the Ministry of Agriculture. When all the studies within each project were assessed, serious information deficiencies were noted, indicating that the intended objective of reducing the initial uncertainty regarding the convenience of investing was not achieved. The number of projects presented by small enterprises was higher than that presented by microenterprises. The quality of the projects improved over time, however, it was not satisfactory to enable investment decision-making in an objective manner.

Key words: Project formulation and evaluation, quality of information.

Resumen

Partiendo de la importancia que tiene la correcta formulación de un proyecto, como instrumento que aporta información pertinente y relevante a la toma de decisiones de inversión, el presente trabajo evalúa la calidad de la información utilizada en la formulación y evaluación de proyectos presentados por micro y pequeñas empresas agropecuarias de la Región de La Araucanía, al Concurso para la Modernización de la Agricultura Familiar Campesina entre 1995 y 1999, instrumento administrado por el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) dependiente del Ministerio de Agricultura. Evaluados cada uno de los estudios que comprende un proyecto, se obtuvieron graves deficiencias de información que indican que no se cumple el objetivo pretendido respecto a reducir la incertidumbre inicial, sobre la conveniencia de llevar a cabo una inversión. La formulación de los proyectos presentados por pequeñas empresas fue superior respecto de los presentados por microempresas. La calidad mejoró con el avance de los años de concurso, sin embargo, no resulta satisfactoria para tomar decisiones de inversión en forma objetiva.

Palabras clave: Formulación y evaluación de proyectos, calidad de la información.


 

INTRODUCCION

El sector agropecuario de la Región de La Araucanía se caracteriza por la presencia de un alto número de pequeños productores, con predios menores de 30 hectáreas físicas y suelos fuertemente degradados. Según el VI Censo Nacional Agropecuario (INE, 1998), en 1997 existían 61 mil explotaciones en la Región, de las cuales, más de 8 mil eran de tamaño inferior a 2 hectáreas. Estas condiciones constituyen parte de las causas que motivan la baja competitividad del rubro agropecuario regional.

El Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), dependiente del Ministerio de Agricultura, tiene por ley el mandato de promover el desarrollo económico, social y tecnológico de los pequeños productores agrícolas y de los campesinos, contribuyendo a elevar su capacidad empresarial, organizacional y comercial, abarcando una amplia gama de acciones desde la generación de tecnologías hasta el otorgamiento de créditos o subsidios orientados al mejoramiento, desarrollo y consolidación de actividades productivas por cuenta propia. Con el propósito de apoyar el proceso de producción y modernización de la agricultura familiar campesina, INDAP ofrece una serie de servicios financieros con finalidades específicas. Dentro de estos, el Concurso Nacional de Proyectos para la Modernización de la Agricultura Familiar Campesina posibilitó la creación de numerosas micro y pequeñas empresas agropecuarias, privilegiándose aquellas inversiones propuestas a través de proyectos postulados por asociaciones campesinas. El financiamiento de estas inversiones consideraba créditos y subsidios de fomento a la inversión entregados por el INDAP, además de una proporción de aporte propio. Otra forma de bonificación considerada en el concurso, consistía en la entrega de un subsidio para la cancelación de los honorarios del profesional, contratado por los postulantes, que realizó la formulación y evaluación del proyecto, correspondiente al 5% de la inversión total. La aprobación y ejecución de las inversiones propuestas, se encontraba sujeta a los resultados de la evaluación de los proyectos de inversión correspondientes.

Este instrumento, según el INDAP, ha permitido introducir la innovación en el mundo rural. Entre 1995 y 1999 esta institución aprobó 1.351 proyectos presentados a este concurso en todo el país, lo que significó, dadas las bases de postulación, que fueron otorgados M$18.731.081 (moneda de diciembre de 1999) en créditos de largo plazo a las asociaciones que presentaron proyectos de inversión rentables, favoreciendo a 20.545 beneficiarios. Durante este periodo fueron aprobadas 186 iniciativas en la Región de La Araucanía que beneficiaron a un total de 2.439 usuarios del INDAP, lo que representa el 13,8% y el 11,9% de los totales nacionales, respectivamente (INDAP, 2000). No obstante, cabe señalar además, que en el mismo periodo la cartera morosa de la Región de La Araucanía se elevó desde un 9,7% a un 27,3%.

En la actualidad, numerosas micro y pequeñas empresas creadas al alero de este concurso en la Región de La Araucanía, atraviesan graves problemas financieros que hacen peligrar su viabilidad futura. Aceptando que los factores causantes de estas dificultades pueden radicar, tanto en aspectos internos de manejo de las empresas, como también en el efecto de las fuerzas no controlables del entorno, resulta necesario comenzar el análisis en la toma de la decisión de invertir.

Tomando las palabras de Sapag y Sapag (1997), respecto a que lo fundamental en la toma de decisiones es que se encuentre cimentada en antecedentes básicos concretos que hagan que las decisiones se adopten concienzudamente y con el más pleno conocimiento de las distintas variables que entran en juego, las cuales una vez valoradas, permitirán en última instancia adoptar en forma consciente las mejores decisiones posibles, el presente trabajo tiene por objetivo analizar discriminando por año de concurso y por tamaño empresarial, si la información utilizada en la formulación y evaluación de proyectos aprobados en el Concurso para la Modernización de la Agricultura Familiar Campesina en la Región de La Araucanía, otorgaba las condiciones para una toma de decisión objetiva.

REVISION BIBLIOGRAFICA

La preparación y evaluación de proyectos se ha transformado en un instrumento de uso prioritario entre los agentes económicos, que participan en cualquiera de las etapas de la asignación de recursos para implementar alternativas de inversión. Para muchos, éste es un instrumento de decisión que determina que si el proyecto se muestra rentable debe implementarse. En opinión de Sapag y Sapag (1997), la técnica no debe ser tomada como decisional, sino sólo como una posibilidad de proporcionar más información a quien debe decidir. Al respecto, Fontaine (1992) señala que la evaluación de proyectos compara sus costos y beneficios económicos con el objetivo de emitir un juicio sobre la conveniencia de ejecutar dichos proyectos en lugar de otros, persiguiendo disminuir los riesgos de la decisión, es decir, busca mejorar la calidad de la información que tendrá la autoridad que deberá decidir sobre la ejecución del proyecto.

Toda toma de decisión implica un riesgo. Obviamente, existen decisiones con un menor grado de incertidumbre y otras que son altamente riesgosas. Resulta lógico pensar que frente a decisiones de mayor riesgo, exista como una opción de mayor rentabilidad. En el complejo mundo moderno donde los cambios de toda índole se producen a una velocidad vertiginosa, resulta imperiosamente necesario disponer de un conjunto de antecedentes justificatorios que aseguren una acertada toma de decisiones y hagan posible disminuir el riesgo de errar al decidir la ejecución de un determinado proyecto. A través de la preparación y evaluación será posible la reducción de la incertidumbre inicial respecto de la conveniencia de llevar a cabo una inversión. La decisión que se tome con más y mejor información siempre será mejor, salvo el azar, que aquella que se tome con poca información (Sapag y Sapag, 1997). El estudio de proyectos, distingue dos grandes etapas: la de formulación y preparación y la de evaluación. La primera tiene por objetivo definir todas las características que tengan algún efecto en el flujo de ingresos y egresos monetarios y calcular su magnitud. La segunda etapa, con metodologías muy definidas, busca determinar la rentabilidad de la inversión. El análisis completo de un proyecto requiere, por lo menos, la realización de cuatro estudios complementarios: de mercado, técnico, organizacional y financiero. Mientras los tres primeros estudios proporcionan información económica de costos y beneficios, el estudio financiero, además de generar información, construye los flujos de caja y evalúa el proyecto.

Uno de los factores más críticos en el estudio de proyectos es la determinación de su mercado, tanto por el hecho de que aquí se define la cuantía de su demanda e ingresos de operación, como por los costos e inversiones implícitos en la comercialización del bien o servicio del proyecto. Metodológicamente, son cuatro los aspectos que deben estudiarse: el consumidor y las demandas del mercado y del proyecto, actuales y proyectadas; la competencia y las ofertas del mercado y del proyecto, actuales y proyectadas; comercialización del producto del proyecto y; los proveedores y la disponibilidad y precio de los insumos, actuales y proyectados (Sapag y Sapag, 1997). La información de este estudio puede ser primaria o secundaria, siendo relevante contar con información primaria para aproximarse a la realidad del mercado.

 

Cuadro 1. Escala utilizada para calificar la calidad de la información de proyectos.
Table 1. Scale to qualify the information quality of the projects.

 

El análisis del consumidor tiene por objeto caracterizar a los consumidores actuales y potenciales, identificando sus preferencias, hábitos de consumo, motivaciones, etc, para obtener un perfil sobre el cual pueda basarse la estrategia comercial. El análisis de la demanda pretende cuantificar el volumen de bienes o servicios que el consumidor podría adquirir de la producción del proyecto. La demanda se asocia a distintos niveles de precio y condiciones de venta, entre otros factores, y se proyecta en el tiempo. El estudio de la competencia es fundamental por varias razones. Es preciso conocer las estrategias que sigue la competencia, para aprovechar sus ventajas y evitar sus desaciertos; al mismo tiempo, se constituye en una buena fuente de información para calcular las posibilidades de captarle mercado y también para el cálculo de los costos probables involucrados. El análisis de la comercialización del proyecto es quizás uno de los más difíciles de realizar, por cuanto la simulación de posibles estrategias del proyecto se enfrenta al problema de estimar reacciones y variaciones del medio durante la operación del mismo. Muchas de las decisiones que deben adoptarse respecto de la estrategia comercial, deben basarse en los resultados obtenidos en los análisis anteriores. Las decisiones tendrán repercusión directa en sus ingresos y egresos y por ello, afectarán la rentabilidad del proyecto (Sapag y Sapag, 1997).

El estudio técnico tiene por objeto proveer información para cuantificar el monto de las inversiones y de los costos de operación pertinentes a esta área. Uno de los resultados de este estudio será definir la función de producción que optimice la utilización de los recursos disponibles en la producción del bien o servicio del proyecto. De aquí podrá obtenerse la información de las necesidades de capital, mano de obra y recursos materiales, tanto para la puesta en marcha como para la posterior operación del proyecto. En particular, del estudio técnico deberán determinarse los requerimientos de equipos para la operación y el monto de la inversión correspondiente. Del análisis de las características y especificaciones técnicas de las máquinas podrá determinarse su disposición en planta, la que a su vez permitirá dimensionar el espacio necesario para su operación. El análisis de estos antecedentes hará posible, además, cuantificar la mano de obra por nivel de especialización y asignarles un nivel de remuneración para el cálculo de los costos de operación. De igual manera, deberán deducirse los costos de mantenimiento y reparaciones, así como el de reposición de los equipos.

Dentro de este mismo estudio, la descripción del proceso productivo hará posible conocer las materias primas y los restantes insumos que demandará el proceso, el cual se elige a través del análisis, tanto técnico como económico, de las alternativas existentes. La definición del tamaño del proyecto es fundamental para determinar las inversiones y costos que se derivan del estudio técnico. Todo esto debe analizarse en forma combinada con los factores determinantes del tamaño, como la demanda actual y esperada, la capacidad financiera, las restricciones del proceso tecnológico, etc., (Sapag y Sapag, 1997), lo que implica que debe existir relación entre los distintos estudios del proyecto.

El estudio financiero tiene por objetivo ordenar y sistematizar la información de carácter monetario que proporcionaron los estudios anteriores, elaborar los cuadros analíticos y antecedentes adicionales para la evaluación del proyecto. Es así, como los ingresos de operación se deducen de la información de precios y demanda proyectada, calculados en el estudio de mercado, mientras que los costos de operación se calculan por información de prácticamente todos los estudios anteriores (Sapag y Sapag, 1997). No obstante lo anterior, los resultados que se obtienen al aplicar los criterios de evaluación no miden la rentabilidad del proyecto, sino que sólo estiman la de uno de los tantos escenarios futuros posibles. Los cambios que casi con seguridad se producirán en el comportamiento de las variables del entorno, harán que sea prácticamente imposible esperar que la rentabilidad calculada sea la que efectivamente tenga el proyecto implementado. Frente a esta limitación y a la necesidad de entregar al inversionista el máximo de información, surgen los modelos de sensibilidad, como complemento a toda evaluación (Sapag, 1993).

MATERIAL Y METODO

Las unidades de estudio corresponden a setenta proyectos aprobados en el Concurso de Modernización para la Agricultura Familiar Campesina del INDAP IX Región, entre 1995 y 1999. Los proyectos estudiados fueron elegidos al azar en base a la disponibilidad del INDAP de los mismos, la muestra así obtenida representa el 37,6% del total de proyectos aprobados en la región durante el periodo. Del total de proyectos estudiados, 8 corresponden al concurso de 1995, 13 corresponden a 1996, 29 a 1997, 9 proyectos a 1998 y los 11 proyectos restantes al concurso de 1999.

En base a las ventas presupuestadas en los proyectos, se calificó cada uno en micro o pequeñas empresas según la clasificación de la Corporación de Fomento (CORFO, 2000). A partir de esto la muestra estuvo compuesta por 47 microempresas (67%) y 23 pequeñas empresas (33%), de los rubros prestación de servicios de maquinaria agrícola, lechería, hortalizas, apicultura y cultivos, entre los de mayor presencia. Considerando los cinco años de concurso, los montos de inversión total aprobados en la muestra de proyectos fluctuaron entre aproximadamente M$4.500 y M$110.000, financiados con un aporte propio de las organizaciones entre M$550 y M$87.500 y con aportes crediticios del INDAP que oscilaron, aproximadamente, entre M$3.600 y M$55.800. La estructura de capital de los proyectos estudiados no poseía en promedio menos de 65% de deuda, ni más de 28% como aporte propio. La inversión total promedio de los proyectos de microempresas alcanzó a M$17.422 y a M$32.578 en pequeñas empresas.

Se revisó cada uno de los proyectos con el objeto de calificar la calidad de la información utilizada en tres de los principales estudios que componen un proyecto: mercado, técnico y financiero. La revisión fue realizada por la autora del trabajo. Dentro del estudio de mercado se calificó la calidad de los subestudios de demanda, oferta, precios y comercialización, mediante una escala de muy mala, mala, suficiente, buena y muy buena calidad. Además, se determinó si el tipo de información utilizada en el estudio de mercado correspondía a primaria o secundaria. Dentro del estudio técnico se evalúo la calidad, utilizando la misma escala, de la definición del tamaño y del proceso productivo del proyecto, el detalle de costos y el de inversiones. Los aspectos considerados en la escala de calificación de calidad se presentan en el Cuadro 1. Dentro del estudio financiero y con el objeto de obtener parámetros sobre la calidad de la evaluación económica realizada, se midió la cantidad de errores de cálculo cometidos y la calidad del análisis de sensibilidad como indicador de riesgo del proyecto. Paralelamente, se evaluó la relación existente entre el estudio de mercado y el estudio técnico y la relación existente entre el estudio financiero y los estudios de mercado y técnico, calificándola como nula, escasa, suficiente, alta y muy alta relación. Los resultados así obtenidos, se presentan en forma descriptiva expresados en porcentaje para la muestra total, según el tamaño empresarial proyectado y para los diferentes años de concurso.

RESULTADOS Y DISCUSION

Estudio de mercado.
Sapag (1993) plantea el objetivo del estudio de mercado, como la reunión de antecedentes para determinar la cuantía del flujo de caja, por lo tanto, cada actividad del mismo deberá justificarse por proveer información para calcular algún ítem de inversión, de costo de operación o de ingresos.

El Cuadro 2 presenta los resultados obtenidos respecto a la calidad de la información utilizada en los subestudios que componen el estudio de mercado, para la muestra total y según el tamaño empresarial. Los proyectos que obtienen calificaciones inferiores a suficiente, identifican potenciales compradores del producto estudiado pero, la totalidad de ellos no presenta cifras que permitan determinar la demanda global del mercado, información esencial para definir el programa de ventas anuales. Para esto recurren a los volúmenes factibles de producir por parte de los participantes del proyecto, pero, sin conocer la relación entre esta oferta y la demanda. Los proyectos calificados como suficientes, cuantifican la demanda pero no incluyen información sobre la calidad requerida y la estacionalidad de ésta. Sólo los proyectos con calificación buena y muy buena cumplen los requisitos antes mencionados, pero entre los casos estudiados la proporción alcanza a sólo el 14,3%. No hay marcadas diferencias entre micro y pequeñas empresas, ya que los proyectos que presentan información considerada menos que suficiente alcanza al 49% y al 43%, respectivamente, ambas presentan proporciones similares de proyectos calificados en forma suficiente, mientras que con calidad superior la mayor proporción corresponde a pequeñas empresas.

 

Cuadro 2. Calidad de la información utilizada en la formulación y evaluación de proyectos aprobados en el Concurso de Modernización de la Agricultura Campesina del INDAP Región de La Araucanía, Chile. Muestra total y según tamaño empresarial entre 1995 y 1999.
Table 2. Quality of the information utilized in the formulation and evaluation of projects that were approved by the Funding Round for Modernization of Family Farm Agriculture managed by INDAP in La Araucania Region, Chile. Total sample and number according to enterprise size from 1995 to 1999.
 

 

Respecto a los diferentes años de concurso (Cuadro 3), se observa que con el transcurso del tiempo mejoró la calidad de la información utilizada en el estudio de demanda, ya que los proyectos que presentan información considerada menos que suficiente disminuyeron desde 75% en 1995 a 9,1% en 1999. Sólo en 1999 se encontraron proyectos con información de muy buena calidad.

 

Cuadro 3. Calidad de la información utilizada en la formulación y evaluación de proyectos aprobados en el Concurso de Modernización de la Agricultura Campesina del INDAP Región de La Araucanía, Chile. Según año de concurso (%).
Table 3. Quality of the information utilized in the formulation and evaluation of projects that were approved by the Funding Round for Modernization of Family Farm Agriculture managed by INDAP in La Araucanía Region, Chile according to the year of funding (%).
 

 

La determinación de los ingresos es la parte de mayor importancia dentro del estudio de mercado. Al respecto Sapag y Sapag (1997) señalan que la viabilidad o no de un proyecto reside principalmente en el mercado consumidor, que será quien decida la adquisición del producto que genere la empresa creada por el proyecto, siendo necesario determinar la existencia de una demanda real para el producto en términos de su precio, volumen y periodicidad, en un lugar y tiempo determinados. El hecho que tan sólo el 14,3% de la muestra estudiada posea estas características, considerando en conjunto las calificaciones buena y muy buena, da cuenta de la baja calidad de la formulación en este estudio, lo cual repercute negativamente en las decisiones que deben ser tomadas tanto en el estudio técnico como financiero. En el estudio técnico, esto significa que los volúmenes de venta fueron decididos sin considerar el consumo, afectando la cuantía de los ingresos calculados en el estudio financiero.

Los alcances del mercado competidor trascienden más allá de la simple competencia por la colocación del producto (Sapag y Sapag, 1997). Omitir la cuantificación de la oferta actual y potencial, entre otras implicaciones, impide determinar la existencia de demanda insatisfecha; no considerar la estacionalidad de la oferta y compararla con la estacionalidad de la demanda imposibilita determinar, adecuadamente, necesidades de almacenamiento y planificar la producción; no considerar productos sustitutos impide analizar el efecto de la elasticidad cruzada de la demanda. Esta situación se observó en una alta proporción de los casos (Cuadro 2), el 8,6% de la muestra total aporta información de calidad lo que implica que sólo éstos formularon correctamente los ítems del estudio técnico, con importantes implicancias en el financiero, que requieren de esta información como insumo. Respecto al tamaño empresarial, el 75% de los estudios de microempresas y el 69% de los estudios de pequeñas empresas presenta información menos que suficiente. Al considerar los años de concurso (Cuadro 3), se obtuvo una tendencia similar al estudio de demanda, disminuyendo la proporción de proyectos con muy mala información desde 87,5% en 1995 hasta 18,2% en 1999. Sólo se detectaron proyectos con buena y muy buena calidad de información en 1999. El estudio de precios se orienta a determinar el precio de los bienes en el mercado y el nivel de competencia existente en el mercado por concepto de precios, información que deberá ser utilizada como referencia para el cálculo de los ingresos. El precio también será importante en la definición de la inversión en capital de trabajo (Sapag y Sapag, 1997). Además, es necesario contar con series de tiempo que servirán para prever tendencias futuras. Todos estos requisitos fueron cumplidos sólo por el 4,3% de la muestra total y en igual proporción por micro y pequeñas empresas, lo que implica serios problemas en la construcción del flujo de caja en varios ítems de importancia que determinan la viabilidad del proyecto, cuales son los ingresos y el nivel de inversión. El 59,6% de los estudios de microempresas y el 56,5% de los estudios de pequeñas empresas, presentó información menos que suficiente, siendo mayor la proporción de proyectos presentados por pequeñas empresas con calidad superior a suficiente. En el Cuadro 3 se observa que la mayor proporción de proyectos con muy mala calidad de información de precios, corresponde a los proyectos presentados en los años 1995 y 1996 con el 87,5% y 53,8%, respectivamente, situación que cae a cifras en torno al 10% en los años sucesivos. Sólo se encontraron proyectos con buena calidad de información a partir de 1997, mientras que proyectos con una muy buena información sólo en 1998 y 1999.

El estudio de comercialización está orientado a caracterizar los canales de distribución del producto en estudio, frecuencia de distribución, transporte, características del envase, formación de precios dentro del canal, formas de promoción. Esto tiene como objetivo, a partir de la información recopilada, proponer un sistema de comercialización para el producto del proyecto. Si no se tiene información al respecto, se podría optar por la distribución directa, sin embargo, este tipo de canal no siempre constituye el método de distribución más eficaz y eficiente, según lo indicado por Pride y Ferrel (1997). Al respecto, en el Cuadro 2 se observa que el 77,2% de la muestra total carece de información relevante, lo cual implica problemas de sub-valoración de costos de operación principalmente, pero también puede afectar los requerimientos de inversión y las decisiones estratégicas para el posicionamiento del producto en el mercado. En este caso, claramente, fueron más deficientes los estudios presentados por microempresas, el 91,5% de éstos fue calificado como insuficiente en contraste con el 47,8% de los presentados por pequeñas empresas. Lo anterior podría estar asociado a la imposibilidad de contar con buenos formuladores, dada la forma de pago en base a un porcentaje de la inversión total, que es inferior en las microempresas. Al respecto debe indicarse sin embargo, que INDAP cancelaba honorarios por la formulación sólo de proyectos aprobados, lo que implicaba un elevado riesgo para los consultores al dedicar esfuerzo que podría no ser remunerado como se observa en el Cuadro 3, la mayor proporción de proyectos entre 1995 y 1998 presentaron insuficiente información de comercialización, correspondiendo esto a sobre el 75% de los proyectos todos los años. Sólo se encontraron proyectos con buena y muy buena calidad de información en 1999, en proporciones de 36,4% y 18,2%; respectivamente.

Los capítulos de demanda, oferta y precios precisan la realización de proyecciones futuras de estas variables, ya que en términos generales, la construcción de flujos de caja se realiza para el horizonte de evaluación del proyecto (5, 10, 15 años o más). Considerando lo expuesto por Sapag y Sapag (1997), sobre el papel preponderante que tiene la proyección de las variables futuras del mercado en los resultados de la evaluación, es que se puede señalar a priori la baja calidad de la formulación de los proyectos en estudio, pues el 81,4% careció de proyecciones, situación que fue más marcada en el caso de las microempresas con el 85% de los casos, en relación con las pequeñas empresas cuyos proyectos en el 74,5% de los casos no presentaron proyecciones. Sólo los dos últimos años de concurso, se registraron proporciones superiores al 30% de proyectos que incluían proyecciones de estas variables.

Por otra parte, los mercados se caracterizan por ser dinámicos y continuamente influidos por las fuerzas del entorno, que afectan tanto las decisiones de producción como aquellas de consumo, frente a lo cual las empresas deberán modificar sus estrategias y mezclas comerciales. Por lo tanto, un estudio que sólo contenga información secundaria y no reciente sobre todo respecto a la demanda, carece de información relevante para la formulación del proyecto, situación que fue posible observar en el 40% de los proyectos estudiados. Por otro lado, parte importante del 60% restante contenía información primaria sobre características de los agricultores del proyecto, información que siendo relevante no lo es tanto como la de demanda. No existieron diferencias en este aspecto al estudiar por separado micro y pequeñas empresas, aún cuando se observó un incremento en la utilización de información primaria con el avance de los años de concurso.

Estudio técnico.
Tecnologías y procesos de producción pueden existir en forma alternativa para la obtención de un mismo bien o servicio. La definición del proceso determina intrínsecamente rendimientos, subproductos, residuos, equipos e insumos a utilizar y, por lo tanto, costos e inversiones diferentes respecto de otro proceso productivo. Como se observa en el Cuadro 2, el 64,2% de la muestra total fue calificado con calidad insuficiente y sólo el 22,8% realizó una adecuada definición del proceso, lo cual permite señalar que en muchos casos se habrían omitido ítems de costo e inversión, o incurrido en subvaloraciones. La proporción de proyectos con calidad insuficiente alcanzó al 70,2% en microempresas y a 52,1% en pequeñas empresas, existiendo mayor proporción de proyectos con calidad superior a suficiente en estas últimas. Esto nuevamente se relaciona con los niveles de inversión de ambos grupos de empresas y la forma de pago a los formuladores. Puesto que los proyectos de bajo monto de inversión no resultan atractivos para los formuladores, no se conformaron equipos de trabajo multidisciplinarios que permitieran formular de buena forma un proyecto, especialmente el estudio técnico.

En opinión de Sapag y Sapag (1997), la definición del tamaño del proyecto es fundamental para la determinación de las inversiones y costos que se derivan del estudio técnico. El tamaño de un proyecto debe estar en concordancia con la disponibilidad de las materias primas, la tecnología existente, la capacidad de gestión empresarial y el mercado potencial del proyecto, éste último condiciona el límite máximo, puesto que no será viable producir un volumen superior a la demanda. Como se observa en el Cuadro 2, la definición del tamaño fue realizada con buena calidad en el 14,3% y con muy buena calidad sólo en el 5,7% de la muestra total. Esto indica que en al menos el 80% de los proyectos, la definición de equipos y construcciones no fueron realizadas sobre la base de los rendimientos esperados ni volúmenes de producción. La situación es más pareja en ambos tamaños empresariales, aún cuando persiste la tendencia de una mejor calidad de los proyectos presentados por pequeñas empresas. En el Cuadro 3 se observa una mejoría en la calidad de las definiciones del proceso de producción y del tamaño, en la medida que avanzan los años de concurso. Para el primero, entre 1995 y 1997 la proporción de proyectos con calidad insuficiente bordeó el 75% en comparación con los años 1998 y 1999, en que la proporción de proyectos con calidad superior a la suficiente se encontró en torno al 70%. En el caso del tamaño, entre 1995 y 1997 la proporción de proyectos con calidad insuficiente fluctuó entre el 58% y el 100%, mientras que en los años posteriores se encontró entre el 9% y el 33%.

Parte importante de los costos de un proyecto quedan determinados a partir de la definición de los volúmenes de producción o venta y del proceso productivo seleccionado. Este es uno de los ítems estudiados que se realizó de mejor forma, debido a que el 58,5% de los casos totales en estudio presentó un nivel de costeo suficiente o superior a suficiente (Cuadro 2). Los proyectos calificados con mala y muy mala calidad corresponden a aquellos que sólo presentaron costos agregados, sin una memoria de cálculo de respaldo o que presentaban estimaciones vagas o mal realizadas de éstos. La mayor proporción de proyectos con calidad insuficiente correspondió a microempresas, mientras que existió un porcentaje superior de proyectos con buena y muy buena calidad en pequeñas empresas. La calidad del detalle de costos por año de concurso (Cuadro 3), presentó claras diferencias entre los dos primeros años y los tres siguientes. La proporción con calidad inferior a suficiente en 1995 y 1996 se encontró cercana al 65%, mientras que en los años posteriores esta situación anualmente bordeó el 35%.

En el 64,2% de los proyectos la calidad de la descripción, justificación y elección de las inversiones fue insuficiente (Cuadro 2). La proporción de proyectos con calidad insuficiente alcanzó al 70,2% en microempresas y a 52,1% en pequeñas empresas, existiendo una mayor proporción de proyectos con buena y muy buena calidad en pequeñas empresas. Respecto a los años de concurso (Cuadro 3), la proporción de proyectos que determinó sus inversiones con calidad insuficiente disminuyó desde 75% en 1995 al 27% en 1999. Por otra parte, la elección de las inversiones debe estar debidamente fundamentada de acuerdo al tamaño, calidad esperada del producto, etc., todo lo cual incidirá en la cuantía de la inversión total, aspecto de gran relevancia para la rentabilidad del proyecto y determinante de las alternativas de financiamiento, aspectos no considerados por más del 60% del total de casos estudiados.

 

Cuadro 4. Cantidad de errores de cálculo (%) cometidos en el estudio financiero de proyectos aprobados en el Concurso de Modernización de la Agricultura Campesina del INDAP Región de La Araucanía, Chile. Muestra total, según tamaño empresarial y año de concurso.
Table 4. Quantity of calculation errors (%) committed in the financial study of projects that were approved projects by the Funding Round for Modernization of Family Farm Agriculture managed by INDAP in La Araucania Region, Chile. Total sample, according to the enterprise size and the year of postulation.
 

 

Estudio financiero.
Como se observa en el Cuadro 4, en este estudio la mayor proporción de los proyectos presentó bajos niveles de errores en los cálculos y sólo en una proporción inferior al 5% se observaron errores graves y generalizados. El mayor problema correspondió al cálculo de cuotas crediticias, intereses y amortización de capital, utilizados para evaluar la capacidad de pago de los créditos solicitados, no obstante lo anterior, también se observaron, frecuentemente, errores conceptuales en la elaboración de los flujos de caja. La mayor proporción de proyectos sin errores correspondió a pequeñas empresas. Se observó además, que en todos los años de concurso predominaron los proyectos con bajos niveles de error, flujos de caja sin errores sólo se detectaron en 1995, 1997 y 1999.

Respecto a la calidad del análisis de sensibilidad de los proyectos (Cuadro 2), se obtuvo que el 42,8% de la muestra total, el 74,4% de los proyectos de microempresas y el 39,1% de las pequeñas, presentaron análisis de calidad insuficiente, lo que implica que no sensibilizaron todas las variables relevantes, carecieron de interpretación y no determinaron los puntos de quiebre, en los cuales el proyecto deja de ser rentable. Asimismo, la calidad de este análisis fue baja en general para todos los años de concurso, con proporciones superiores al 50% de casos con calidad insuficiente, anualmente. La finalidad de este análisis según Sapag (1993), corresponde a entregar al inversionista el máximo de información mostrando el grado de variabilidad que puede exhibir o resistir un proyecto. No obstante que tan sólo el 7,1% de los proyectos presentó una análisis de sensibilidad adecuado, su relevancia decae al considerar la deficiente formulación general de los proyectos estudiados.

Relación entre los estudios del proyecto.
El Cuadro 5 presenta la relación obtenida entre los estudios antes analizados. Respecto a la relación existente entre el estudio técnico y de mercado, es decir, en que medida se define el tamaño del proyecto y el proceso de producción en base a información recopilada en el estudio de mercado, se obtuvo que el 64,3% de los proyectos presentó nula o escasa relación entre ambos. Comparando ambos tamaños empresariales, se obtuvo una mayor proporción de proyectos con nula relación en la muestra de microempresas, siendo mayor la proporción de proyectos presentados por pequeñas empresas con una adecuada relación. También en este aspecto se observó un mejoramiento con el transcurso de los años de concurso, en 1995 el 100% de los proyectos estudiados presentaba escasa o nula relación entre ambos estudios, mientras que en 1999 la proporción alcanzó a 27,3%.

 

Cuadro 5. Relación entre los estudios de proyectos aprobados en el Concurso de Modernización de la Agricultura Campesina del INDAP Región de La Araucanía, Chile. Muestra total, según tamaño empresarial y año de concurso (%).
Table 5. Relationship among the studies of projects that were approved by the Funding Round for Modernization of Family Farm Agriculture managed by INDAP in La Araucania Region, Chile. Total sample, according to the enterprise size and the year of postulation (%).
 

 

El 67,1% de los proyectos presentó nula relación entre los estudios financieros y de mercado, debido a que para el cálculo de los ingresos no se utilizó la información generada de precios y demanda o porque para el cálculo del capital de trabajo no se consideraron los plazos de pago. En ambos tamaños empresariales existe una alta proporción de proyectos en que la relación entre ambos estudios es nula, siendo nuevamente superior la proporción de proyectos de pequeñas empresas que poseen superior calidad. En cuanto a la relación entre el estudio financiero y el estudio técnico, el 45,7% de los proyectos analizados careció de relación entre estos estudios. En este caso se observó, sin embargo, una mayor proporción de proyectos con un suficiente grado de relación y con una relación superior a suficiente. En ambos tamaños empresariales se obtuvieron altas proporciones de proyectos con nula relación entre estos estudios, existiendo un mayor porcentaje de proyectos de pequeñas empresas con una relación superior. Al analizar la relación del estudio financiero con los estudios de mercado y técnico a través de los años de concurso, nuevamente se observó un mejoramiento. En el primer caso la proporción de proyectos con nula relación pasó del 100% en 1995 a 27,3% en 1999; en el segundo la proporción de estudios con nula relación es del 100% en 1995, mientras que esta situación no se observó en 1999.

La confiabilidad que otorguen las cifras contenidas en los flujos de caja del estudio financiero, será determinante para la validez de los resultados, ya que todos los criterios de evaluación se aplican en función de ellos (Sapag y Sapag, 1997). En base a la baja calidad de la formulación de los estudios de mercado y técnico, la baja relación obtenida entre éstos y el estudio financiero y la alta frecuencia de errores de cálculo detectados en la construcción de los flujos de caja, es posible señalar la baja calidad general del estudio financiero. Lo anterior invalidaría por completo los indicadores de rentabilidad utilizados por el INDAP IX Región, para decidir la aprobación de las inversiones propuestas al Concurso de Modernización de la Agricultura Campesina, lo que posibilitó la creación de las empresas propuestas mediante el otorgamiento de los créditos y subsidios asociados al instrumento, comprometiendo además, aportes privados de los proponentes.

CONCLUSIONES

La formulación de los proyectos utilizados para aprobar la inversión de iniciativas presentadas al Concurso para la Modernización de la Agricultura Campesina del INDAP IX Región entre 1995 y 1999, presentó graves deficiencias de información a nivel global y en los distintos estudios que sustentan un proyecto, por tanto, no se cumple el objetivo perseguido en el uso de esta herramienta, en relación a reducir la incertidumbre inicial respecto de la conveniencia de llevar a cabo una inversión.

La calidad de la formulación de los proyectos presentados por pequeñas empresas fue superior a la correspondiente a microempresas, aspecto que podría estar relacionado a la forma de pago de los honorarios de los profesionales que formularon estos proyectos, basado en un porcentaje de la inversión inicial y pagados solamente si son financiados por el INDAP.

En la medida que avanzaron los años de concurso, se produjo un incremento en la proporción de proyectos que aportaban información de mayor calidad, sin embargo, ésta no llega a ser satisfactoria para sustentar la toma de decisiones y persisten los proyectos de baja calidad. El mejoramiento de la calidad de la formulación de los proyectos requiere una mayor capacitación de los consultores, una forma de pago a los consultores independiente del monto de la inversión propuesta, una selección previa de ideas de proyecto que posean un mercado comprobado, entre otros aspectos. Futuras investigaciones deberían evaluar si aquellos proyectos que fueron formulados utilizando mayor cantidad y calidad de información, derivaron en empresas de mayor éxito o sustentables en el tiempo.

AGRADECIMIENTOS

Financiado a través del Proyecto IN – 0108 de la Dirección de Investigación y Desarrol lo de la Universidad de La Frontera.

BIBLIOGRAFIA

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