Rodrigo Bravo Herrera, Fernando Mujica C.
Universidad Austral de Chile
Facultad de Ciencias Agrarias
Instituto de Producción Animal
Casilla 567, Valdivia, Chile
Recepción de originales: Octubre l0, de 1996
Labour utilization in peasant agriculture in the Lacuy peninsula, Ancud.
Key words: Peasant agriculture, Peasant farming, Farm-labour
A research study was carried out in the Peninsula of Lacuy in the Northwest of Isla Grande, Chiloé (Southern Chile) with the purpose of collecting data in order to improve the diagnosis and participation of the main limitting factors in small-holdings existing in the region. Through static and dynamic surveys, we were able to identify at least three kinds of predominant production systems which combine animal and vegetable productions- bovine production being the main source of income for the peasant families. With the aim of ensuring the production objectives of the peasant family unit, the producer movilizes and orders the family workforce by means of a technical process of production based on ecological and climatic factors. Thus the possibility of making the production process viable, regarding functions of the systemic objectives and within the restrictions framework, is based on the family workforce, up to levels which include over-exploitation. In farms having enough workforce, the factor that limits productions is soil productivity.
En la península de Lucuy ubicada en el sector noroeste de la Isla Grande de Chiloé se realizó un proyecto de investigación con el objetivo de recopilar antecedentes para mejorar el diagnóstico e intervención de la principales limitantes de la pequeña agricultura existente en la zona de estudio. Mediante encuestas estáticas y dinámicas, se pudo identificar al menos tres tipos de sistemas de producción predominantes en los cuales se combinan las producciones animal y vegetal siendo la producción animal bovina el eje de obtención de ingresos de las familias campesinas. Con el objeto de asegurar los objetivos de producción y consumo de la unidad familiar campesina, el productor moviliza y ordena la mano de obra familiar con un proceso técnico de producción apoyado en los factores climáticos y ecológicos. De esta manera, la posibilidad de hacer viable el proceso productivo, en función de los objetivos sistémicos y en el marco de las restricciones, es sobre la base de la mano de obra familiar, incluso hasta niveles de sobre explotación. En aquellas explotaciones que tiene holgura en la mano de obra, la limitante de producción es la productividad del suelo.
La pequeña agricultura campesina es la forma de designar a un sector específico y heterogéneo del agro cuyos límites para alcanzar una definición clara son difusos y, sin embargo, posee características comunes que lo diferencian de la agricultura empresarial (Murmis, 1980; Heyning, 1982; Schejtman, 1980; Schetman, 1983; Berdegue et al, 1988; Echeñique y Rolando, 1990)
No obstante, existen varias definiciones; una característica en que todos los autores coinciden, es que la producción campesina está basada en la explotación del trabajo familiar (Heyning, 1982). Lo anterior, no por una "racionalidad propia" sino más bien por las limitaciones que tiene la producción campesina de tierra y otras formas de capital, en un contexto de subordinación. De esta forma, los pequeños productores recurren a la movilización de la mano de obra familiar con el fin de satisfacer las necesidades de producción y consumo de la unidad familiar (Durston, 1982).
De esta manera, la familia campesina se vería obligada, incluso, a sobre explotarse hasta alcanzar un nivel satisfactorio de consumo. Una vez conseguido el objetivo de reproducción de la familia y sus medios de producción, la familia está en condiciones de iniciar un proceso de reproducción ampliada del sistema (Schejtman, 1980; Durston, 1982; Berdegué et al, 1988).
El presente trabajo es una presentación resumida de algunos de los aspectos en que se centró el diagnóstico e investigación de la pequeña agricultura de la península de Lacuy en la comuna de Ancud, con el objetivo de caracterizar e identificar las limitaciones relevantes para los sistemas de producción campesinos.
Así, primero se presentarán los tipos de sistemas de producción predominantes en la zona de estudio y segundo, se describirá el proceso de los sistemas de producción a través de cómo "movilizan" la fuerza de trabajo para hacer viable el proceso productivo.
La península de Lacuy está ubicada en el sector noroeste de la Isla Grande de Chiloé, a 20 kilómetros, aproximadamente de la ciudad de Ancud, (entre los 41,9 ° y 41,9° latitud sur y entre los 73,9° y 74,1° longitud oeste), en la X Región de Los Lagos. Las vías de acceso a la península son marinas y terrestres, siendo estas últimas las preferidas por la población. El clima de la zona de estudio ha sido clasificado como marino fresco y lluvioso (Cf), con abundantes precipitaciones durante todo el año con un promedio anual de 2.365 mm (Koeppen, 1948; Almeida y Sáez, 1958; Segarra y Rayo, 1990). La acumulación térmica expresasa en base a 5 °C, tiene un valor anual de 1.905 y un período térmico vegetativo de 341 días, también en base 5 °C (Segarra y Rayo, 1990).
Los suelos de la península, tienen su génesis en cenizas volcánicas recientes (trumaos) y corresponden a la serie Mechaiko (MK 524/t III), que es una de las series de más antiguo uso agropecuario en la Isla Grande de Chiloé. En general, esta serie se caracteriza por tener una textura franco arenosa fina, con drenaje moderado a bueno y una profundidad media de unos 80 cm aproximadamente (Donoso y Velasco, 1970; Osores, 1986).
Por otra parte, en relación al entorno socioeconómico, la península de Lacuy, pertenece administrativamente a la comuna de Ancud, cuya superficie es de 1.752,4 km2 y tiene una población de 38.374 personas, de las cuales el 40,89% es población rural. Según Vial y Huaracán (1993), la población económicamente activa (P.E.A.) es el 50,07% siendo el 19,86% de la P.E.A. ocupadas en la rama 1 de la actividad económica (caza, agricultura y pesca).
En la comuna de Ancud, son múltiples las organizaciones abocadas al desarrollo productivo y de las condiciones de vida de las familias campesinas, siendo el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) la principal organización pública, que con sus programas de transferencia tecnológica y de crédito permiten a las familias campesinas acceder a beneficios que en otras condiciones no tendrían acceso (Cárcamo, 1994). A si mismo, las organizaciones comunitarias en los sectores rurales, abarcan una serie de objetivos que ayudan a satisfacer las necesidades de los sectores campesinos. La más importante desde el punto de vista de este trabajo son "los días cambiados", que tienen su fundamento en la imposibilidad del grupo familiar campesino de realizar ciertas labores agropecuarias por si solos, para lo cual, se requiere a los vecinos la cooperación con mano de obra y/o yunta de bueyes, favor que se retribuye de las misma manera o en especies.
En relación a la zona de estudio, ésta fue escogida porque en ella la pequeña producción agropecuaria es la forma predominante de empleo de las familias (Martínez, 1993).
La metodología empleada en la investigación fue el seguimiento estático y dinámico de aquellas explotaciones campesinas cuya principal fuente de ingresos fuera la explotación predial, con el fin de establecer cuales son los principales tipos de sistemas de producción, para luego establecer un seguimiento dinámico a casos con el objeto de mejorar la calidad de la información recogida. Toda la información fue validada por un equipo de "informantes claves" (Quijandria et al, 1990).
El enfoque empleado en el proyecto fue el de sistemas de producción. Se considera que esta es una herramienta pertinente para la investigación-desarrollo dirigida a la pequeña agricultura, pues permite a través de un marco conceptual preliminar, traducir la información a modelos para conocer la estructura y función de los sistemas de producción campesinos (sistema objetivo), además del entorno que los rodea (Hart, 1985; Hart, 1990; Berdegué et al, 1988).
Para el análisis de la mano de obra se consideran dos categoría. La primera, es la mano de obra familiar mensualmente disponible. Esta es una estimación teórica obtenida en base a los días sin lluvia sumando el producto entre las jornadas hombre necesarias para atender las labores mínimas de manejo animal y los días llovidos durante el mes en cuestión. Todo lo anterior, multiplicado por el número de jomadas-hombre que trabajan en el predio y en que se consideran todas aquellas personas que trabajan en la explotación entre 14 y 65 años y que no obtienen una remuneración por su trabajo.
La mano de obra utilizada es aquella que informaron los productores
como efectivamente utilizada y en que se considera la mano de obra extra predial
retribuida en dinero y/o especies. Todas estas medidas se estandarizaron en
jornadas-hombre (JH).
Los valores monetarios se presentan en pesos ($)del 31 de marzo de 1995.
Los sistemas de producción campesinos.
En la zona de estudio la pequeña agricultura está constituida por aproximadamente 350 predios campesinos, entre los que no se encuentran grandes diferencias en la estructura o elementos que componen dichos sistemas (Martínez, 1993).
Martínez (1993) y Bravo (1996), señalan que todos los sistemas de producción presentan, en diversos grados y de acuerdo a su capacidad, producciones agrícolas tales como el cultivo de la papa y hortalizas en espacios reducidos; y pecuarias tales como la producción bovina de carne y leche, la producción ovina, porcina y avícola, en un sistema de producción mixto altamente interrelacionado y complementario, donde la produción bovina juega el rol de eje de producción y de integración del sistema al mercado. La producción agrícola, tiene un rol de estabilizador del sistema ya que constituye, en su mayor parte, productos de consumo familiar y de insumos para el subsistema pecuario, o dicho de otra manera, ingreso no monetario del sistema de producción campesino.
Sin embargo, la ubicación geográfica respecto a los mercados existentes, la disponibilidad y calidad de recursos determinan un ordenamiento diferente de los elementos que componen la estructura del sistema de producción.
El seguimiento dinámico realizado durante la temporada 1994-95, a 8 explotaciones prediales campesinas permitió establecer cual es la estructura de ingresos derivados del trabajo de algunas familias campesinas de los tres sistemas predominantes en la península de Lacuy (Cuadro 1).
Cuadro 1. | Estructura del ingreso producto
del trabajo de los sistemas de producción (cifras en porcentajes). |
Structure of the income from labor of the
production systems (figures in porcentage) |
Tipos |
|||
Componente | 1 |
2 |
3 |
Monetarios •Leche1 •Bovinos2 •Porcinos •Papas •Ovinos •Aves •Extra predial No monetario o especies |
80,5 40,8 20,8 3,2 1,4 0,0 0,0 14,3 19,5 |
91,0 29,0 48,3 2,3 3,7 7,6 0,0 0,0 9,0 |
93,3 46,3 30,1 11,8 1,5 1,5 2,1 0,0 6,7 |
Total | 100,0 |
100,0 |
100,0 |
1 Los ingresos obtenidos por
la producción de leche en el Tipo 3, derivan de la transformación
de ésta en Queso; en los Tipo 1 y Tipo 2, la producción
de leche es vendida a la empresa CHILOLAC Ltda. 2 El componente "bovinos" representa, en los Tipos 1 y 3, la venta de crianza y animales de deshecho. El Tipo 2, representa la venta de crianza y engorda. |
Los ingresos de los tipos son, mayoritariamente, producto de las ventas. Los ingresos no monetarios alcanzan un máximo en la familia del tipo 1 (19,5%), que además reporta ingresos producto del trabao extrapredial, por un monto que alcanza el 14,3% de los ingresos producto del trabajo. Por otro lado, tanto la familia del Tipo 2 como la familia del Tipo3, más del 90% de sus ingresos por el trabajo lo reciben de la venta de lo que producen, correspondiendo esto a una gran diversidad que proviene de los distintos componentes de la producción pecuaria, como del componente papas del subsistema agrícola. En cambio en el sistema de producción Tipo l existe una mayor especialización en la producción bovina.
Como se puede observar en el Cuadro 1, el eje productivo de los tres tipos es la producción animal y, específicamente, la producción bovina. De ésta, los tres sistemas de producción, perciben entre el 60 y 80% de los ingresos producto del trabajo.
La producción de leche representa para los sistemas de producción campesinos favorecer el flujo de dinero de los sistemas, factor que limita muchas veces su desarrollo.
Una descripción más detallada de los tres tipos de sistemas de producción presentes en la península de Lacuy es la siguiente:
• El Tipo 1. Este es un sistema que combina la producción de leche durante toda la temporada con la crianza de terneros para la obtención de ingresos monetarios. Además, explota la producción porcina, ovina y el cultivo de la papa como manera de obtener ingresos en especies y eventualmente monetarios. Como se puede ver en el Cuadro 1, el Tipo l obtiene el 60,6% de sus ingresos por la vía de la producción de carne y leche bovina y el 19,5% en especies producidas eb la propia explota-ción. Por las características del proceso de producción de leche, este sistema de producción tiene amplias vinculaciones con el entorno, lo que ha ayudado a resolver gran parte de sus problemas técnicos de la explotación. Un punto altamente favorable es la facilidad relativa con que cuenta para poner sus productos en el mercado ya que se encuentra cerca de los caminos principales que llevan a la ciudad de Ancud, centro de comercialización de los productos campesinos de la zona de estudio. La explotación estudiada tiene ingresos por ventas en la temporada 94/95 de $2.196.913 y representan aproximadamente un 6% de los pequeños productores de la penínsuka (Martínez, 1993; Bravo, 1996).
El tipo 2. Es un sistema de producción en que se combina la producción de carne, en una estructura débil de producción, es decir, con una mínima inversión y aprovechando recursos marginales (crianza y engorda), con la producción de leche en la época de mayor crecimiento de las praderas. La producción de carne es una respuesta a la limitante de productividad del suelo que impide aumentar la producción de leche; sin embargo, ha permitido a los productores capitalizar y mejorar la infraestructura de producción de leche mediante la introducción de la engorda de ganado. En este sistema la producción de bovinos en pie constutuye el eje del sistema, ya que de este componente obtiene el 48,3% de los ingresos de la explotación, sumando en conjunto con la producción de leche el 77,3% de los ingresos de la explotación. Una dificultad que enfrentan es que la producción de leche es susceptible de ser entregada solamente en parte del año, ya que en el invierno los caminos sufren frecuentes inhabilitaciones por las lluvias. En la temporada 94/95, esta explotación tuvo ventas por un valor de $5.287.560; según un estudio de Agraria Ltda., el 10% de los productores analizados tenía este sistema de producción (Bravo, 1996).
El Tipo 3. Este es el sistema de producción predominante en la zona de estudio. Es un sistema de producción en que las restricciones típicas de la producción campesina se ven más acentuadas. En él, el eje del sistema es la producción de leche primaveral y debido al no acceso a los caminos de recolección de la leche, ésta es transformada en queso en el predio, siendo este el producto que llega al mercado, directamente o a través de intermediarios (que son la mayoría de los casos); es así como este sistema es el que presenta una "distancia" relativa al mercado mayor. De esta manera, el Tipo 3, obtiene el 46,2% de los ingresos de la explotación por la producción de queso, siendo el segundo en importancia, la venta de terneros y vacas de deshecho, que aporta un 30% y la producción porcina el 11,8%. Por otra parte, se observa (Cuadro 1) que este sistema de producción tiene más diversificadas sus ventas como instrumento de minimización, pero sacrificando el consumo predial de sus productos. Es así como, el ingreso en especies de la familia campesina alcanza un valor de 6,7%. La explotación analizada tuvo ingresos monetarios en la temporada 94/95 por un monto de $4.537.366 y representa un 74% de los productores agropecuarios de la península de Lacuy. En este tipo de sistema de producción, es frecuente que algunas unidades familiares campesina que tiene mayores restricciones, complementen sus ingresos con la extracción de productos del mar ocupando una parte de su fuerza de trabajo, en actividades relacionadas a la recolección de productos del mar (Bravo, 1996).
Una característica muy importante de estos sistemas es que el proceso productivo está fuertemente apoyado en las características agroecológicas de la zona, con un bajo nivel de insumos tecnológicos. Según Díaz (1988), esta es una característica propia que presentaría la producción pecuaria en sistemas de producción campesinos, en que el bajo nivel de artifilización en el desempeño del proceso productivo lo hacen altamente dependiente de los fenómenos climáticos.
La mano de obra en los sistemas de producción campesinos.
La mano de obra constituye el principal factor variable de los sistemas de producción campesinos y ésta va a ser destinada mayoritariamente a aquellos rubros que reporten una mayor "utilidad" al sistema, según los objetivos de producción y consumo de la familia campesina (Schejtman, 1980 y Durston, 1982).
En el Cuadro 2 se observa que los sistemas de producción no utilizan toda la mano de obra disponible, siendo el sistema de producción de mayor holgura el Tipo 2 que utiliza solamente el 65,3% de la mano de obra familiar disponible; en forma intermedia el Tipo 1 que utiliza el 68,5%; y finalmente el sistema de producción Tipo 3 que utiliza el 95,5% de la mano de obra familiar disponible. Es decir, en este último sistema de producción -como se verá más adelante- la competencia de los subsistemas productivos por el recurso mano de obra tensiona periódicamente al sistema.
No obstante, a pesar que los sistemas de producción Tipol y 2 no ocupan toda la disponibilidad de mano de obra familiar se ven obligados a contratar un porcentaje de mano de obra extrapredial, que no supera el 6% del total de mano de obra utilizada en el ciclo productivo, en contraste con el sistema de producción Tipo 3 que, a pesar de la gran presión sobre la fuerza de trabajo familiar, sólo recurre en un 4% de mano de obra extra predial en relación a la total utilizada (Cuadro 2). Lo anterior se debe a que en el Tipo 3, la mano de obra extrapredial corresponde a la colaboración mutua entre vecinos a través de "los día cambiados" y es de suponer que los vecinos colaboradores presentan similares presiones sobre la mano de obra en sus propias explotaciones. En los sistemas 1 y 2, este problema es superado con la contratación en dinero de trabajadores temporales. Según Segarra y Rayo (1990), los "días cambiados" han ido perdiendo relevancia a medida que se han ido monetarizando las relaciones de intercambio; sin embargo, esta institución es de vital importancia en sistemas de producción en que la mano de obra es una condicionante periódica del proceso productivo (Bravo, 1996). Junto a lo anterior, Schejtman (1980), señala que al ir debilitándose este tipo de relaciones comunitarias y territoriales, la reproducción de los sistemas de producción, se da sobre bases crecientemente individuales que serían más precarias.
Cuadro 2. | Disponibilidad y uso de la mano
de obra en los sistemas de producción (jornadas -hombre/temporada). |
Availability and use of labor in the production
systems (labor unit/season). |
Tipos | |||
1 |
2 |
3 |
|
Disponibilidad de |
551,3 377,6 17,0 394,6 |
612,8 400,3 22,7 423,0 |
|
El uso que las familias campesinas dan a la mano de obra por cada subsistema productivo, está en función de cuales son los ejes productivos del sistema (Cuadro 3). Es así como, casi el 82% de la mano de obra total utilizada en el sistema de producción Tipo 1 y 2 es ocupada en el subsistema pecuario y, de la misma forma, estos sistemas de producción no ocupan más del 10%, en labores generales o en el subsistema agrícola. En cambio, en el Tipo 2 la proporción de la mano de obra utilizada en el subsistema pecuario es sólo el 63,3%, aumentando la participación de la mano de obra en las labores generales del predio, donde se incluye la comercialización y el control del proceso productivo, que llega a una proporción del 22,1%.
Cuadro 3. | Uso de la mano de obra por subsistemas
productivos (cifras en porcentaje respecto al total utilizado). |
Use of labory by productive subsystem (fígured
in percentage respect to the totals). |
Tipos |
|||
Subsistema | 1 |
2 |
3 |
Pecuaria (%) |
81,5 9,3 9,2 |
63,3 12,6 22,1 |
81,3 8,0 10,7 |
El aumento de "labores generales" en el Tipo 2, se debe a que muchas de las gestiones en la comercialización de animales las realiza directamente el jefe de hogar en la Feria de Puerto Montt, además, de llevar registros productivos y contables, situación que no se presenta en los otros dos tipos. Por otra parte, la disminución en el uso de la mano de obra en el subsistema pecuario (respecto a los otros tipos) se debe a que el Tipo 2 no realiza casi ningún manejo técnico a los compo-nentes de producción bovina de carne, ovina y porcina, centrándose en la producción de leche y en la producción de papas con el uso de la mano de obra.
Es así como la intensidad del trabajo en los casos analizados de los tres tipos de sistemas de producción es diferente. En el caso del Tipo 1 que cuenta con 65,7 ha productivas, la intensidad de uso de la mano de obra por hectárea es de 6 JH/ha; en el Tipo 2 es de 6,2 JH/ha y cuenta con 68 ha productivas, similar a la anterior; y finalmente, en el Tipo 3 la intensidad del trabajo se eleva a 15,1 JH/ha, que cuenta con 33,5 hectáreas productivas. En el sistema de producción Tipo 3, se debe destacar el papel que juega la mujer en el sostenimiento del proceso productivo. Como ya se indicó, este sistema de producción transforma su producción de leche en queso y en este proceso el aporte de la mujer campesina es de gran importancia, ya que como lo señalan Cárcamo (1994) y Bravo (1996), ésta es una labor considerada como típicamente femenina por los hombres que habitan el predio. De esta manera, con esta "consuetudinaria división del trabao" (Schetman, 1983), la mujer campesina debe repartir su tiempo en atender tanto las labores doméstica como la transformación de leche en queso.
Distribución temporal de la mano de obra.
Un acercamiento mayor al uso que se le da a la mano de obra se puede apreciar en las Figuras 1, 2 y 3, que representan los flujos de mano de obra diponible y total utilizada en la temporada 94/95 por los sistemas de producción Tipo 1, 2 y 3, respectivamente.
Comparando los tres flujos de mano de obra presentados se puede señalar que tanto el sistema de producción Tipo 1 como el Tipo 2 no tienen problemas de proveer mano de obra a los requerimientos productivos, presentándose un déficit sólo en el mes de marzo, que es superado con la contratación de mano de obra extrapredial. De esta manera, el Tipo 1 llega a ocupar cerca del 80% de la disponibilidad teórica de mano de obra sólo en los meses de octubre y enero en que la premura para realizar las labores de siembra de papa y cosecha de pasto, respectivamente, eleva la demanda por trabajo en el sistema de producción. Sin embargo, salvo los máximos señalados en el resto del ciclo productivo, el uso de la mano de obra es parejo, no superando el 70% de la disponibilidad de la misma.
Igual que el Tipo 1, el caso del sistema de producción Tipo 2, no presenta déficit de mano de obra excepto en el mes de marzo, y el mes de mayor holgura es abril en que ocupa el 43% de la mano de obra disponible, cuando ya ha cesado la entrega de leche y se prepara la venta de la crianza de terneros. Esta situación le ha permitido modificar y mejorar el manejo del ganado lechero. Sin embargo, no ha realizado lo mismo con el ganado de carne, ya que sus principales habilidades, como productor, están en la producción de leche, utilizando de esta manera, el componente de producción de carne como un componente de ahorro y capitalización del sistema (Figura 2).
En el Tipo 3 la situación es radicalmente distinta (Figura 3). En este sistema, la utilización de la mano de obra es menor que la disponibilidad de la misma solamente en cuatro meses del año (mayo, junio, julio y frebrero) siendo en los demás ocho meses deficitaria, o sea, que la relación porcentual entre la mano de obra utilizada sobre la mano de obra disponible supera el 100%. Como se dijo anteriormente, la presión del sistema de producción sobre el trabajo familiar lleva al sistema a buscar la solución de dos maneras. La primera es la sobre explotación de la mano de obra familiar que, según Durston (1982), corresponde a un comportamiento racional en un contexto de relaciones de intercambio desfavorables; y el segundo camino, es recurrir al círculo más cercano de cooperación comunitaria que son "los días cambiados" con los predios vecinos.
Finalmente, es necesario señalar que de los tres casos analizados, solamente el Tipo 2 ha logrado la reproducción ampliada de su sistema, incorporando más herramientas de trabajo que le han permitido mejorar el manejo técnico del rubro lechero. Sin embargo, la productividad del suelo sigue siendo una limitante que debe corregir para el desarrollo a escalas más amplias de producción.
En cambio, tanto el Tipo 1 como el Tipo 3 sólo logran niveles de reproducción simple de sus sistemas de producción y esto a través de la sobre explotación del recurso suelo, en el caso Tipo 1 y, en el caso Tipo 3, con la sobre explotación de la mano de obra disponible. Es decir, el aumento de la productividad de las praderas del Tipo 1 ayudaría a que este sistema retornara con toda su fuerza de trabajo al predio para incrementar sus ingresos, En le Tipo 3, el vencimiento de las "distancias" al mercado de productos y su especialización en un rubro podrían ayudar a bajar los niveles de trabajo que hoy tiene que invertir para lograr la reproducción del sistema.
ALMEYDA, E. y S. SAEZ. 1958. Recolección de datos climatológicos de Chile y mapas sinópticos respectivos. Ed. Omega, Santiago, Chile. 195 p.
BERDEGUE, J., M. DIAZ, R. GARCIA, I. NAZIF y X. QUEZADA. 1988. Marco conceptual para el análisis de sistemas de producción campesinos. In: Sistemas de producciones campesinos. J. Berdegué y I. Nazif (Eds.). Serie GIA. Grupo de Investigaciones Agrarias. Santiago, Chile.
BRAVO, R. 1996. Caracterización dinámica de sistemas de producción campesinos en la península de Lacuy, comuna de Ancud. Estudio de casos. Tesis Lic. Agr. Universidad Austral de Chile. Facultad de Ciencias Agrarias. Valdivia, Chile. 204 pp.
CARCAMO, I. 1994. Caracterización de la mujer campesina en la península de Lacuy. Tesis Lic . Agr. Universidad Austral de Chile. Facultad de Ciencias Agrarias. Valdivia, Chile. 140pp.
DIAZ, M. 1988. La producción ganadera en las unidades de producción campesinas (discusión teórica y metodológica). Grupo de Investigaciones Agrarias. Agricultura y Sociedad n° 6. pp 25-47.
DONOSO, R. y F. VELASCO. 1970. La propiedad austral. ICIRA. Santiago, Chile. 288 p.
DURSTON, J. 1982. Clase y cultura en la transformación del campesinado. Revista de la CEPAL n° ll.pp 155-177.
ECHEÑIQUE, J. y S. ROLANDO. 1990. La pequeña agricultura. Agraria Ltda. Santiago, Chile. 193 p.
HART, R. 1985. Conceptos básicos de agroecología. CATIE. Turrialba, Costa Rica.
HART, R. 1990. Componentes, subsistemas y propiedades del sistema finca como base para un modelo de clasificación. In: Escobar, G. y Berdegué,. Eds. Tipificación de sistemas de producción agrícola. Red Internacional de Metodologías de Investigaciones de Sistemas de Producción (RIMISP). 492 p. Santiago, Chile, pp 45-62.
HEYNING, K. 1982. Principales enfoques sobre la economía campesina. Revista de la CEPAL. N° 165. pp 115-142
KOEPPEN, W. 1948. Climatología. Con un estudio de los climas de la tierra. Fondo de Cultura Económica, México-Buenos Aires. 478 p.
MARTINEZ, L. 1993. Situación de la pequeña agricultura en la península de Lacuy, comuna de Ancud Tesis Lic. Agr. Universidad Austral de Chile, Facultad de Ciencias Agrarias. Valdivia, Chile. 124 p.
MURMIS, M. 1980. Tipología de pequeños productores campesinos. IICA/PROTAL. Documento de trabajo N° 4. pp 121 -140.
OSORES, M. 1990. Fertilidad de los suelos de la isla grande de Chiloé. Tesis Lic. Agr. Pontificia Universidad Católica de Chile. Facultad de Agronomía. Santiago, Chile. 63 p.
QUIJANDRIA, B., V. AGREDA, J. ESCOBAL y W. TWANAMA. 1990. Análisis dinámico de pequeñas fincas en cuatro regiones de Perú: aspectos metodológicos. In: Serie de Materiales Docentes. Red Internacional de Metodologías de Inves-tigación de Sistemas de Producción (RIMISP). Santiago, Chile. N° 1. 82 p.
SEGARRA, A. y F. RAYO. 1990. Situación actual y perspectivas del sector campesino en Chiloé. Santiago, Chile. Agraria Ltda. 99 p.
SCHEJTMAN, A. 1980. Economía campesina: lógica interna, articulación y persistencia. Revista de la CEPAL. N° 11. pp 121-140.
SCHETMAN, A. 1983. Campesinado y desarrollo rural: lineamientos de una estrategia alternativa. Investigación Económica. N° 164. ppl 15-183.
VIAL, C. y M. HUARACAN. 1993. Pobreza y ruralidad en 286 comunas comprendidas entre la IV y X Región de Chile. Ed. MINAGRI-FAO, Santiago, Chile, 45 p.