AGRO SUR 33 (2) 13-28 2005

CIENCIA AGRARIA

 

CAMBIOS FLORISTICOS Y VEGETACIONALES CON DIFERENTES MANEJOS PECUARIOS EN UN SUELO ANDEPTIC PALEHUMULTS (LA UNION, X REGION, CHILE)

Floristic and vegetational changes with different cattle managements in an andeptic palehumults soil (La Union, X Region, Chile)

 

Carlos Ramírez G., Cristina San Martín P. y Christian Grüner P.

Universidad Austral de Chile, Facultad de Ciencias, Instituto de Botánica, Casilla 567, Valdivia, Chile. E-mail: cramirez@uach.cl


ABSTRACT

Volcanic soils of the red clay type (andeptic palehumults) are abundant in the dry coastal zone of the Valdivia province (X Region, Chile). To the west of the city of La Union, in the rain shade area, these soils were originally covered with sclerophyllous forests of Boldo (Peumus boldus), with a deciduous canopy of Roble (Nothofagus obliqua) belonging to the plant association Nothofago-Perseetum linguae Boldetosum. After felling or burning the forest, soils were cultivated with cereals or legumes and subjected prairie management for raising either cattle or sheep. An ecological comparison between prairies after 30 years of management for both types of animal was conducted. A total of 34 vegetation censuses (17 for each type of management) were carried out using phyto-sociological methods. The flora of both prairies was found to contain few species; especially those where sheep had been maintained, which also appeared to be more degraded. Prairies managed with bovine developed a plant association Hyperico -Agrostidetum capillariae, which when degraded and abandoned can be invaded by Blackberry (Rubus constrictus). Sheep management conditioned the formation of other plant association, Airo- Agrostidetum capillariae, that can be invaded by Wild rose (Rosa canina) after abandonment Allochtonous flora was predominant in both type of prairies, but in that managed with sheep indigenous species were found, the prairie being floristically more homogeneous with abundance of annual herbs, indicating greater soil drought which is coincident with a greater penetration resistance of the soil.

Key words: Vegetation science, prairie, cattle management, volcanic soil, Chile.

RESUMEN

En el secano costero de la provincia de Valdivia (X Región, Chile) abundan suelos volcánicos del tipo rojo arcillosos (andeptic palehumults). En la sombra de lluvia al poniente de la ciudad de La Unión, esos suelos estaban cubiertos originalmente con un bosques esclerófilo de Boldo (Peumus boldus), con un estrato superior caducifolio de Roble (Nothofagus obliqua) perteneciente a la asociación vegetal Nothofago-Perseetum linguae Boldetosum. Después de la tala o quema de este bosque, los suelos se cultivaron con cereales o leguminosas y también se manejaron con empastadas, para ganado bovino especialmente, ocasionalmente, se encuentra también ganado ovino. Se hace una comparación ecológica entre praderas pastoreadas ininterrumpidamente durante 30 años, con ambos tipos de ganado. Se trabajó con 34 censos de vegetación (17 por cada manejo) levantados con metodología fitosociológica. La flora de ambas praderas es pobre en especies, pero especialmente en las que mantienen ganado ovino, que también se presentan como más degradadas. El manejo con bovinos desarrolló la asociación pratense Hyperico-Agrostidetum capillariae, que al ser degradada y abandona puede ser invadida por Zarzamora (Rubus constrictus). El ganado ovino condicionó la aparición de otra asociación vegetal, el Airo-Agrostidetum capillariae, que puede ser invadido por Rosa mosqueta (Rosa canina). En ambas praderas domina la flora alóctona, pero las segundas presentan algunas especies nativas. Esta ultima pradera se presenta como florísticamente más homogénea y la dominancia de plantas anuales, indica una mayor sequía edáfica, lo que coincide con una mayor resistencia del suelo a la penetración.

Palabras claves: Fitosociología, praderas, manejos pecuarios, suelos volcánicos, Chile.


 

INTRODUCCIÓN

Cualquier manejo que el hombre haga del suelo, provoca una alteración del mismo La magnitud de la alteración depende del tipo, intensidad y duración de la intervención (Ramírez et al., 1997). Así por ejemplo, los manejos pecuarios provocan cambios marcados en los horizontes superficiales, mientras que los agrícolas, en los horizontes profundos, pero con menor intensidad De la misma manera el suelo pratense siempre presenta una mayor consolidación que uno agrícola.

En la depresión intermedia y precordilleras de la Décima Región de Chile se practica una ganadería extensiva, sobre praderas permanentes que se degradan con el tiempo, de acuerdo a la carga animal a que se les somete, ya que el pisoteo animal reduce el espacio poroso del suelo dificultando el arraigamiento (Seguel et al., 2002). Estas praderas naturalizadas, de origen antrópico, están dominadas por malezas herbáceas perennes y anuales, en su mayoría de origen europeo (Ramírez et al., 1995) lo que les otorga un alto grado de antropización (Frey y Loesch, 1998). Su degradación por sobre pastoreo trae como consecuencia una invasión con especies leñosas, principalmente arbustivas, que interrumpen el normal desarrollo de la sucesión secundaria lo que impide la regeneración del bosque original (Ellies, 1995), a la vez que, dificulta el uso del suelo con fines agrícolas. Conocidos ejemplos de estas invasiones biológicas en el centro-sur de Chile son los Matorrales de Espinillo (Rubo-Ulicetum europaei) y los de Zarzamora (Aristotelio-Rubetum constrictae) (Hildebrand, 1983, Ramírez et al., 1988).

La intensidad y forma de degradación de estas praderas antropogénicas dependerá del tipo de ganado que el sobre pastorea. Lo común en la Décima Región estudiada es la introducción de ganado bovino, pero ocasionalmente, y en especial en las serranías de la cordillera costera, se presenta ganadería ovina, que es mas degradadora que el primero. La degradación pratense en suelos volcánicos del centro-sur de Chile más que en una disminución de nutrientes, se expresa en una consolidación de ellos con la consiguiente reducción del espacio poroso, que cambia la relación aire-agua-suelo (Ellies et al., 1993).

Con el presente trabajo se compara la flora y la vegetación de dos tipos de praderas ubicadas vecinas una al lado de la otra, provenientes de la tala del mismo bosque original, pero diferenciadas por 30 años de pastoreo una exclusivamente con ganado vacuno y la otra, con ovejas. Ninguna de las dos ha recibido algún tratamiento especial, ni menos fertilización, pero han sido mantenidas al limite de su capacidad de carga. Como punto cero de inicio de la degradación se consideran rodales del bosque original. Se hace énfasis en los cambios vegetacionales captados con un estudio fitosociológico con la metodología de Mueller-Dombois y Ellenberg (1974).

Se supone que la flora y la vegetación de ambas praderas será muy diferente pudiéndose constatar además, una mayor degradación en la pastoreada por ganado ovino. Por ultimo, se piensa que este proceso de degradación debería seguir cursos diferentes en ambas, para terminar en distintas asociaciones vegetales. En la literatura se han mostrado cambios en periodos de algunos años (Hickman et al., 2004).

MATERIAL Y MÉTODOS

Lugar de trabajo

Los manejos pratenses extensivos investigados se ubican en el sector Chaquián (40° 12' S y 73° 04' W), situado unos 5 km al noroeste de la ciudad de La Unión (X Región, Chile) (Figura 1). Ellos cubren las serranías ubicadas en la base oriental de la cordillera costera, junto al borde de la Depresión Intermedia.

 

 
Figura 1. Provincias de Valdivia y Osorno (X Región, Chile). La flecha señala el lugar de trabajo.
Figure 1. Provinces of Valdivia and Osorno (X Region, Chile). The arrow indicates the study site.

 

El clima del lugar de trabajo es del tipo templado húmedo con una clara tendencia mediterránea, que se manifiesta en uno a dos meses de sequía en verano. Lo anterior debido a que el lugar de trabajo se ubica en la sombra de lluvia de la cordillera costera que aquí alcanza altitudes de 1000 m s.n.m. Para Novoa y Villaseca (1985) correspondería al agroclima mediterráneo frío, denominado «La Unión». Amigo y Ramírez (1998) lo definen como bioclima meso temperado. El diagrama climático de La Unión refleja muy bien estas condiciones de mayor sequía en el verano (Figura 2). Las temperaturas presentan un promedio anual mensual de 16,6°C y la precipitación anual alcanza a 1267 mm.

 

 
Figura 2. Diagrama climático de la ciudad de la Unión.
Figure 2. Climate diagram of the city of La Unión.

 

La vegetación original del lugar de trabajo corresponde al Bosque de Roble-Laurel-Lingue (Nothofago-Peerseetum linguae Oberdorfer, 1960) en su subasociación más seca (Nothofago-Perseetum linguete Boldetosum Tomaselli, 1981) y en cuyos estratos medios domina el árbol esclerófilo Peumus boldus (Boldo). Este bosque, parcialmente caducifolio, es muy rico en especies leñosas y además, se presenta muy estratificado. Sin embargo, la presencia del Boldo inhibe la formación de un estrato herbáceo. Descripciones acabadas de estos sintaxa boscosos se encuentran en Ramírez et al. (1990) y San Martín et al. (1991a).

En lugar del bosque primitivo hoy en día el paisaje vegetal está formado por restos muy intervenidos del bosque original, matorrales de zarzamora, praderas antropogénicas y tierras de cultivo, principalmente de leguminosas y cereales (San Martín et al., 1991a).

El suelo del lugar de trabajo corresponde a la serie Cudico y es del tipo rojo arcilloso (Andeptic Palehumult) de acuerdo a Lucio y Alcayaga (1990). Esta serie de suelos derivan de cenizas volcánicas antiguas (pleistocénicas) o directamente del complejo metamórfico de la cordillera de la Costa. Son suelos de color rojizo, profundos, con textura de franco arcillosa a arcillosa y con una alta densidad aparente, lo que dificulta el arraigamiento (Besoaín, 1985). Estos suelos son susceptibles a la compactación por un uso pecuario (Seguel, 2002).

Métodos

En el verano 1999-2000 se levantaron 34 censos de vegetación (17 en cada manejo pratense) con metodología fitosociológica de la Escuela Zürich-Montpellier del Sur de Europa (Mueller-Dombois y Ellenberg, 1974). En cada una de las parcelas de muestreo de 25 m2 se realizó primero un inventario exhaustivo de todas las especies vegetales presentes y luego se determinó la abundancia de cada una mediante el porcentaje de cobertura de la parcela por todos sus individuos, calculado por simple apreciación visual directa (Dierschcke, 1994). Para coberturas bajo 1% se utilizaron los signos «+» y «r» (cruz y ere), el primero cuando existían varios individuos y el segundo, sólo uno de la especie en cuestión. Los lugares de muestreo fueron seleccionados de acuerdo a su homogeneidad florística, fisonómica y ecológica (Knapp, 1984) tratando de abarcar con ellos toda la variación vegetacional existen en el sector.

Los datos de todas las parcelas se tabularon de acuerdo a las metodologías fitosociológicas tradicionales En las tablas la ausencia de una especie se indica con un «.» (punto). En la tabla ordenada primero por frecuencia y luego por cobertura en orden descendente, se determinaron especies diferenciales que ayudan a distinguir unidades de vegetación (Ramírez y Westermeier, 1976). Este proceso se realizó en la tabla original con todos los censos y en tablas separadas por cada manejo.

Las unidades fitosociológicas diferenciadas fueron determinadas usando la literatura pertinente y los sintaxa, nombrados de acuerdos a las normas del Código Internacional de Nomenclatura Fitosociológica (Izco y Del Arco, 2003). Posteriormente, se realizaron comparaciones florísticas, de origen (nativo o introducido) y de formas biológicas (duración y forma del cuerpo vegetativo adulto). Las especies se determinaron con ayuda de la abundante literatura que caracteriza a las malezas alóctonas (Schauer y Caspari, 1989; Matthei, 1995; Dietl et al., 1998; Dietl y Jorquera, 2003). El origen fitogeográfico se tomó de Marticorena y Quezada (1985) y de Matthei (1995). Las formas de vida se determinaron utilizando la clave de Ellenberg y Mueller-Dombois (1966). Todas las comparaciones se realizaron considerando primero el número absoluto de especies y luego la suma total de la cobertura de los individuos de cada especie en la tabla. Para comparar la similitud florística entre las praderas se utilizó el coeficiente de asociación de Ellenberg (1956). De Ramírez et al. (1991) se tomó el carácter indicador ecológico (Terras, 2001), tanto de las especies dominantes como de las diferenciales de las especies dominantes y diferenciales.

Para confirmar el resultado del ordenamiento tradicional de la tabla inicial se realizó un análisis de conglomerados, usando la distancia euclidiana como medida de similitud y el método del salto mínimo para confeccionar el dendrograma (Kent y Coker, 1995).

Para confirmar el esquema de la dinámica de degradación sucesional secundaria propuesto se realizaron análisis edáficos con las metodologías tradicionales (Sadzawka, 1990). Estos análisis fueron encargados el Instituto de Economía Agraria y Suelos de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Chile. Con el mismo propósito, en terreno se determinó la resistencia a la penetración, usando un penetrómetro de punta cónica (Forsythe, 1980). Este último parámetro es muy útil para estimar cambios en el suelo provocados por el manejo. Los valores de estas mediciones se expresaron en kg/cm2.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Flora

La flora de las praderas estudiadas está formada por 42 especies. La pradera pastoreada por vacunos presentó 32 especies, lo que equivale al 79,06% del total; mientras que aquella pastoreada por ovejas, sólo presentó 27 especies que representan un 62,79% del total. Esta reducción en número de especies acusa ya una mayor degradación en esta última (Ramírez et al., 1992). El mismo fenómeno se presenta al considerar la cobertura de todos los estratos con un promedio de 122,29% por censo en la pradera de vacunos y con sólo un 105,23% por censo, en la de ovejas. Incluso en esta última se presenta suelo desnudo que es colonizado por especies nativas y por musgos. Las coberturas sobre 100% indican por un lado una clara estratificación de la vegetación y, por otro, la sobreestimación de los signos cruz y ere al subirlos a 1% en la tabla.

La pradera pastoreada por vacunos presentó un promedio de 14,76 (± 1,82) especies por censo; mientras que aquella pastoreada por ovejas sólo llegó a 10,94 (± 2,15) especies por censo.

Ordenación fitosociológica

Al ordenar la tabla fitosociológica (Cuadro 1) se lograron determinar 5 especies diferenciales que segregaban claramente la pradera pastoreada por bovinos (Holcus lanatus) de aquella pastoreada por ovinos (Chevreulia sarmentosa, Vulpia bromoides, Lotus subpinnatus y Aira caryophyllea). Además, se utilizaron otras especies que aunque estaban presentes en ambas praderas, su cobertura era claramente superior en una de ellas. Así Dichondra sericea se presentó con mayor cobertura en algunos censos de la pradera pastoreada por ovejas; mientras que Plantago lanceolata, Anthoxanthum odoratum, Rubus constrictus, Leucanthemum vulgare, Prunella vulgaris, Lotus uliginosus y Geranium core-core, eran más abundantes en la pradera pastoreada por vacunos.

 

Cuadro 1. Tabla fitosociológica ordenada de los censos levantados en los manejos pratenses investigados. Los marcos encierran las especies diferenciales del Hyperico-Agrostidetum capillariae (A) y del Airo-Agrostidetum capillariae (B).
Table 1. Ordered plant sociological table of the management of the prairies evaluated. The frames enclose the specific species of the Hyperico-Agrostidetum capillariae (A) or of Airo-Agrostidetum capillariae (B).
 
Clic en imagen para ampliar vista.
 
Los números indican porcentaje de cobertura y los signos "+" y "r" coberturas bajo 1 %.

 

Como especies características de ambos tipos de praderas figuran: Agrostis capillaris, Leontodon saxatile, Hypochaeris radicata y Rumex acetosella, las tres propias del Agrostidion chilensis de Oberdorfer (1960). Las tres primeras son indicadoras de acidez y de pobreza en nutrientes en el suelo y reflejan el estado en que se encuentran las comunidades pratenses investigadas. Estas especies en común indican una probable composición florística original igual para ambas praderas, la que se vio diferenciada sólo por los diferentes manejos a que fueron sometidas.

Pradera de Bovinos

Al ordenar la tabla de los censos levantados en la pradera de bovinos (Cuadro 2) se constata que ella es asimilable a la asociación pratense Hyperico-Agrostidetum capillariae (Pradera de Chépica-Hierba de San Juan) descrita por Oberdorfer (1960). En esta asociación vegetal es posible diferenciar claramente tres variantes dominadas por Leucanthemum vulgare, Leontodon saxatile y Rubus constrictus, respectivamente. Las dos primeras corresponden a variantes degradadas dominadas por hierbas perennes en roseta como lo describen Ramírez et al. (1992) para praderas costeras de la IX Región de Chile y la última, a una variante que inicia la formación de un Matorral secundario de Zarzamora (Rubus constrictus), por ausencia de pastoreo. La presencia de Arhenatherum elatius en esta variante señala una mayor humedad en el suelo (Ramírez et al., 1991). Esta pradera en otros lugares puede cambiar a una asociación distinta por fertilización nitrogenada con purines, la que corresponde al Bromo-Lolietum perennis de Oberdorfer (1960) descrita en detalle por Finot (1993) para la región de Valdivia. En este cambio provocado por eutrofización del suelo proliferan Bromus catharticus y Lolium perenne, especies nitro filas que están presentes con escasa cobertura en la pradera de Chépica-Hierba de San Juan. Al quitar el ganado, la composición florística retorna a la de la asociación pratense original, el Hyperico-Agrostidetum capillariae, como lo comprobaran Ramírez et al. (1997). En consecuencia, el ganado ayuda a mantener los estados más eutroficados de los manejos pecuarios.

 

Cuadro 2. Tabla fitosociológica ordenada del Hyperico-Agrostidetum capillariae. Los marcos encierran las especies diferenciales de las variantes degradadas (A y B) y de aquella que inicia la formación de un Matorral de Zarzamora (C).
Table 2. Ordered phytosociological table of the Hypericum-Agrostidetum capillariae. The frame joins the differential species of the degradation variables (A and B) and of those that begin the formation of Rubus constrictus-Scrub (C).
 
 
Los números indican porcentaje de cobertura y los signos "+" y "r" coberturas bajo 1 %.

 

Praderas de Ovinos

La tabla correspondiente a la pradera de ovinos (Cuadro 3) también corresponde a una asociación vegetal distinta de la anterior, determinada como Airo-Agrostidetum capillariae por Ramírez et al. (1985). Las especies diferenciales Gamochaeta americana, Dichondra sericea y Chevreulia sarmentosa separan una variante muy degradada, con una mayor sequía edáfica y menor cantidad de materia orgánica al aumentar la mineralización por la mayor temperatura del suelo (Ramírez et al., 1992; 1996). En esta pradera la especie nativa Lotus, subpinnatus, aumenta mucho con la compactación (Ellies et al., 1991).

 

Cuadro 3. Tabla fitosociológica ordenada del Airo-Agrostidetum capillariae. Los marcos encierran las especies diferenciales de las variantes degradadas (B) y muy degradada (A).
Table 3. Ordered phytosociological table of the Airo-Agrostidetum capillariae plant-association. The frame joins the differential species of the degraded (B) and very degraded variables (A).
 
 
Los números indican porcentaje de cobertura y los signos "+" y "r" coberturas bajo 1% * = montevidensis

 

Comparación de las praderas

Al comparar ambas asociaciones pratenses se observa que ellas comparten 18 especies, mientras que la pradera de vacunos tiene 15 especies que le son propias y la de ovinos, 9 especies. La mayoría de las especies propias de la pradera de vacunos son hierbas perennes; mientras que en la de ovinos, son anuales, indicadoras de sequía edáfica (Ramírez et al., 1995).

Al aplicar el Coeficiente de similitud de Ellenberg por especies se obtiene una similitud florística muy baja que sólo alcanza al 17%. Sin embargo, al considerar la abundancia (cobertura) de los individuos ella sube a 59%, lo que nuevamente confirmaría el origen común de ambas asociaciones vegetales, cuya diferenciación se debe únicamente al tipo de manejo pecuario.

Origen fitogeográfico

En ambas praderas domina la flora alóctona, confirmando el origen antropogénico de ellas, aunque ella es mayor en la praderas de vacunos, menos degradada (Cuadro 4). Esto se explica porque en un avanzado estadio de degradación comienza a disminuir la cobertura vegetal de la pradera de ovinos, liberándose espacio, lo que permite la colonización de plantas nativas de menor agresividad. Estas diferencias de origen se aprecian claramente en la Figura 3. Esta mayor antropización de la pradera de vacunos fue planteada ya por Hauenstein et al. (1988).

 

Cuadro 4. Origen fitogeográfico de la flora de los dos manejos pratenses.
Table 4. Phytogeographical origin of the flora of the prairies with different management histories.
 

 

 
Figura 3. Número y cobertura de especies nativas e introducidas de las asociaciones pratenses determinadas.
Figure 3. Number and cover of the native and foreign species of the determined prairie associations flora.

 

Espectro biológico

Al comparar los espectros biológicos de ambas praderas se observa una absoluta dominancia de hierbas perennes hemicriptofíticas, tanto por especies como también por cobertura en la pradera pastoreada por vacunos (Cuadro 5). Al considerar la cobertura (abundancia) los fanerófitos leñosos aumentan de 6,45% a 28,73%, por la abundancia de Rubus constrictus, lo que indica una menor intensidad de pastoreo. Los terófitos anuales con varias especies, bajaron a un 2%. Las hierbas hemicriptofíticas dominantes son especies adaptadas a soportar pisoteo y pastoreo, típicos de una fuerte intervención antrópica (Ramírez, 1988), que modifica el microclima lumínico (Deregibus et al., 1985).

 

Cuadro 5. Espectro biológico de la flora de la asociación Hyperico-Agrostidetum capillariae.
Table 5. Biological spectrum of the Hyperico-Agrostidetum capillariae plant association.
 

 

En el espectro biológico de la pradera de ovinos faltan los criptófitos y dominan las hierbas perennes hemicriptofíticas y los terófitos de vida anual, hierbas indicadoras de sequía edáfica (Cuadro 6). En la Figura 4 se aprecian mejor estos espectros biológicos y los cambios producidos en ellos, al considerar la cobertura en lugar del número de especies.

 

Cuadro 6. Espectro biológico de la flora de la asociación Airo-Agrostidetum capillariae.
Table 6. Biological spectrum of the Airo-Agrostidetum capillariae plant association.
 

 

 
Figura 4. Espectros biológicos por especies y cobertura de los dos manejos pratenses estudiados.
Figure 4. Biological spectrum per species and cover of the investigated prairie managements.

 

Las proporciones entre plantas de hoja ancha (Dicotiledóneas) y de hoja angosta (Monocotiledóneas), tanto por especie como por cobertura, se presentan en el Cuadro 7. Por el número absoluto de especies no hay diferencias entre las dos praderas, pero al considerar la abundancia (cobertura) dominan las plantas de hoja ancha en la pradera de vacunos y las de hoja angosta, en la de ovinos. Estas últimas corresponden a pastos anuales, mientras que las de hoja ancha en la pradera de vacuno, a hierbas perennes hemicriptofíticas especialmente en roseta. Las primeras crecen en suelos compactados donde despliegan su raíces superficiales, las segundas, con un sistema radical pivotante pueden alcanzar mayor profundidad, si el suelo lo permite (Berger, 1986). Las Dicotiledóneas de hoja ancha abundan al inicio y al final de la degradación, los estados intermedios en cambio, son dominados por las Monocotiledóneas de hoja angosta (Ramírez et al., 1992). Las leguminosas son más abundantes en las praderas de vacuno, aunque no son frecuentes ni menos abundantes en ninguna de las dos praderas investigadas. No se constató presencia de especies C4, que suelen ser favorecidas por el pastoreo (Núñez et al., 2002).

 

Cuadro 7. Proporción de especies de hoja ancha y angosta por número de especies y cobertura de los manejos pratenses investigados.
Table 7. Proportion of broad-leaved and narrow-leaved species of total number of species present and cover of these species ¡n prairies with different management histories.
 

 

Análisis de conglomerados

En el análisis de conglomerados ambas praderas se separaron con una similitud florística de 70% (Figura 5), aunque sólo los censos de la pradera de ovinos aparecen como una unidad; ya que los censos de la pradera de vacunos se separan en dos grupos muy distanciados: El primero con los 11 primeros censos y el segundo, con los siguientes 6 censos (12a 17). Este último grupo está diferenciado por la presencia y abundancia de Rubus constrictus. Esta segregación indica que los censos donde domina la Zarzamora, están, más cerca de un Matorral de Murra (Aristotelio-Rubetum constrictae) que de la pradera de Chepica-Hierba de San Juan (Hyperico-Agrostidetum capillariae). Sin embargo queda claro que ellos se forman por la invasión con Zarzamora de sectores abandonados por los vacunos.

 

 
Figura 5. Dendrograma de similitud florística entre los 34 censos levantados en las comunidades pratenses. Las letras mayúsculas indican los grupos de censos. A = Hyperico-Agrostidetum capillariae, A' = Hyperico-Agrostidetum capillariae con Rubus constrictus y B = Airo-Agrostidetum capillariae.
Figure 5. Floristic similarity dendrogram among the samples. The capital letters indicate the groups. A = Hyperico-Agrostidetum capillariae, A' = Hyperico-Agrostidetum capillariae with Rubus constrictus and B = Airo-Agrostidetum capillariae.

 

Dinámica vegetacional

Las comunidades descritas, su similitud florística y sus posibles variantes, permiten esbozar un esquema de la probable dinámica vegetacional secundaria del sector estudiado. Dicha dinámica se esquematiza en la Figura 6. Toda la sucesión secundaria se inicia con la tala o quema del Bosque de Roble-Laurel-Lingue, en su subasociación con Boldo, descrito como Nothofago-Perseetum linguete Boldetosum por Oberdorfer (1060). Después de la tala el lugar se maneja como pradera de pastoreo de vacunos transformándose en una asociación pratense de Chepica-Hierba de San Juan (Hyperico-Agrostidetum capillariae). Cuando esta pradera se degrada y pierde su palatabilidad para el ganado bovino, estos abandonarían el lugar y la pradera es invadida por un Matorral de Zarzamora que evolucionaría hacia el Aristotelio-Rubetum constrictae de Oberdorfer (1960). Si por el contrario, en el Hyperico-Agrostidetum capillariae ya degradado se introducen ovejas, éste pastoreo compacta el suelo y degrada la vegetación, formándose una pradera pobre en especies, de bajo valor nutritivo y muy seca por la compactación del suelo, correspondiente a una pradera de Chépica-Aira (Airo-Agrostidetum capillariae). En esta dinámica, el Hyperico-Agrostidetum capillariae puede ser recuperado para el cultivo, no así el Airo-Agrostidetum capillariae, que se presenta como una pradera muy degradada, por compactación del suelo (Ramírez et al, 1996).

 

 
Figure 6. Esquema de la posible dinámica de degradación vegetacional en el lugar estudiado. Las comuni­dades vegetales están enmarcadas. Las flechas señalan agentes y dirección de la degradación.
Figure 6. Proposed schematic representation of the vegetation degradation dynamics at the site studied. The plant communities are framed. The arrow indicates the agents and directions of degradation.

 

Análisis edáficos

El Cuadro 8 muestra el análisis edáfico de estos distintos manejos en una serie que va desde el bosque (situación inicial) hasta la pradera de ovinos que es la más degradada (situación terminal). Todas las variables edáficas disminuyen en esta misma secuencia, con excepción del Al intercambiable y la saturación de Al que aumentan. Se destacan en este proceso la perdida de materia orgánica y de la disponibilidad de nutrientes minerales. En esta secuencia también se acidifica el suelo. Las condiciones físico-químicas del suelo del Matorral de Zarzamora demuestran una incipiente recuperación, debido seguramente, al aporte de materia orgánica por la Zarzamora que es caducifolia. En el centro-sur de Chile, tanto el Maqui (Aristotelia chilensis) como la Zarzamora (Rubus constrictus) actúan como especies recuperadoras de suelo, lo que a largo plazo favorecería la regeneración del bosque original (Ramírez et al., 1984).

 

Cuadro 8. Características edáficas de los distintos manejos pratenses investigados en relación con el bosque nativo original del lugar.
Table 8. Soil characteristics of the different prairie managements in relation to the original native forest.
 

 

Compactación del suelo

En la misma secuencia anterior se midió la compactación del suelo, en forma de resistencia a la penetración (Cuadro 9) Se aprecia claramente un aumento de la resistencia a la penetración del bosque a la pradera de ovinos que según Ellies et al (1993) debería coincidir con cambios en la relación aire-agua-suelo El valor del murral se ubica mas cerca de aquel del bosque lo que también indica cierta recuperación de la estructura Por lo anterior, es posible deducir que efectivamente el Airo-Agrostidetum capillariae es una asociación vegetal pratense indicadora de suelos compactados y de difícil arraigamiento, como lo demuestra la abundancia de terófitos, con raíces superficiales.

 

Cuadro 9. Resistencia a la penetración (kg/cm2) del suelo en los diferentes manejos investigados en relación al bosque nativo original del lugar.
Table 9. Soil penetration resistance (kg/cm2) of the prairies with different management histories and relation to the original native forest.
 

 

CONCLUSIONES

-Ambas praderas presentan bajo numero de especies, pero ello es mas acentuado en aquella pastoreada por ganado ovino.

-El porcentaje de neófitos (malezas alóctonas) en la flora es mayor en la pradera de bovinos, lo que señala un mayor estado de eutrofización del suelo.

-Por el contrario, el porcentaje de especies autóctonas fue mayor en la pradera de ovinos, indicando una baja de la competencia, por la presencia de suelo desnudo.

-Aunque en los espectros biológicos de ambas praderas dominan las hierbas perennes hemicriptofíticas, en la de ovinos, aumenta la cantidad de hierbas anuales terofíticas

-De acuerdo al numero de especies, a la composición del espectro biológico, al suelo y la vegetación de la pradera con pastoreo ovino, esta se presenta como la mas degradada.

-Aunque ambas praderas tienen un origen antropogénico similar por tala del mismo bosque, fitosociológicamente se presentan como dos asociaciones pratenses diferentes.

-La degradación de la pradera de bovinos favorece la formación de un Matorral de Zarzamora, la de ovinos, la invasión del arbusto alóctono Rosa mosqueta.

-De acuerdo al análisis de conglomerados la pradera de bovinos presenta una mayor diferenciación florística, no así la de ovinos, que se presenta florísticamente muy homogénea, dadas sus condiciones mas extremas.

-Con el análisis fitosociológico se reconstruye la dinámica de degradación secundaria de ambas praderas, que a pesar del mismo origen, resulta diferente.

-El suelo de la pradera de ovinos presenta una menor cubierta vegetal, una mayor compactación y mayor sequía edafica, indicando un avanzado estado de degradación.

AGRADECIMIENTOS

Se agradece el apoyo financiero de la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Universidad Austral de Chile, mediante el Proyecto DID-UACh N° S-2000-25.

BIBLIOGRAFÍA

AMIGO, J.; RAMIREZ, C. 1998. A bioclimatic classification of Chile: woodland communities in the temperate zone. Plant Ecology 136: 9-26.

BERGER, E. 1986. Degradación del espectro biológico en comunidades secundarias resultantes de la destrucción del bosque de Coihue-Ulmo, en el secano costero de Valdivia, Chile Tesis, Escuela de Ingeniería Forestal Universidad Austral de Chile, Valdivia 191 pp.

BESOAIN, M. 1985. Los suelos. En: J. Tosso (ed.) Suelos volcánicos de Chile Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Santiago 25-108.

DEREGIBUS, V.A.; SÁNCHEZ, R.A.; CASAL, J.J.; TRLICA, M. 1985. Tillering responses to enrichment of red light beneath the canopy in e humid natural grassland Journal of Applied Ecology 22: 199-206.

DIERSCHKE, H. 1994. Pflanzensoziologie -Grundlagen und Methoden. Eugen Ulmer Verlag, Stuttgart 683 pp.

DIETL, W.; JORQUERA, S. 2003. Wiessen und Alpenflanzen. Agrarverlag, Leopoldsdorf 651 pp.

DIETL, W.; LEHMANN, J.; JORQUERA, M. 1998. Wiessengraeser. AGFF, Zuerich 191 pp.

ELLENBERG, H. 1956. Aufgaben und Methoden der Vegetationskunde. En: H. Walter (ed.) Einfuehrung in die Phytologie 4(1): 1-136.

ELLENBERG, H.; MUELLER-DOMBOIS, D. 1966. A key to Raunkiaer plant life forms with revised subdivisions. Ber. Geobot. Inst. ETH, Stiftung Ruebel, Zuench 37: 56-73.

ELLIES, A. 1995. Efecto del manejo sobre las propiedades físicas de suelos trumaos y rojo arcillosos. Bosque 16(2): 101-110.

ELLIES, A.; MAC DONALD, R.; RAMIREZ, C. 1991. Efecto de las propiedades mecánicas sobre suelos rojo-arcillosos del centro-sur de Chile. Turrialba 41(4): 493-499.

ELLIES, A.; RAMIREZ, C.; MAC DONALD, R. 1993. Cambios en la porosidad de un suelo por efecto de su uso. Turrialba 43(1): 72-76.

FINOT, V. 1993. Flora y fitosociología de las comunidades rurales urbanas de la ciudad de Valdivia (X Región, Chile). Tesis de Magíster en Ciencias, Escuela de Graduados, Universidad Austral de Chile, Valdivia. 236 pp.

FORSYTHE, W. 1980. Física de suelos. Manual de laboratorio. IICA, San José, Costa Rica. 212 pp.

FREY, W.; LOESCHT, R. 1998. Lehrbuch der Geobotanik- Pflanze und Vegetation in Raum und Zeit. Gustav Fischer Verlag, Stuttgart. 436 pp.

IZCO, J.; DEL ARCO, M. 2003. Código internacional de nomenclatura fitosociológica. Materiales Didácticos Universitarios de Tenerife, Serie Botánica 2. 154 pp.

HICKMAN, K.; HARNETT, D.C.; COCHRAN, R.; C.E. OWENSBY, C.E. 2004. Grazing management effects on plant species diversity in tall grass prairie. Rangeland Ecology & Management 57(1): 58-65.

HILDEBRAND R. 1983. Die Vegetation der Tieflandgebuesche des suedchilenischen Loorbeerwaldgebiete unter besonderer Beruecksichtigung der Neophyten Problematik. Phytocoenologia 11(2): 145-223.

KENT, M.; COKER, P. 1992. Vegetation description and analysis - A practical Approach. John Wiley & Sons, Chichester. 363 pp.

KNAPP, R. 1984. Sampling methods and taxon analysis in vegetation science. Dr. W Junk Pub., La Haya. 370 pp.

LUZIO, W.; ALCAYAGA, S. 1990. Mapa de asociaciones de grandes grupos de suelos de Chile. VI Congreso Nacional de las Ciencias del Suelo, Temuco. Resúmenes 1: 285-294.

MARTICORENA, C.; QUEZADA, M. 1985. Catálogo de la flora vascular de Chile. Cayana Botánica 42(1-2): 5-157.

MATTHEI, O. 1995. Manual de las malezas que crecen en Chile. Alfabeta Impresores, Santiago. 545 pp.

MUELLER-DOMBOIS, D.; ELLENBERG, H. 1974. Aims and methods of vegetation ecology. John Wiley & Sons, New York. 547 pp.

NOVOA, R.; VILLASECA, S. (Eds.). 1989. Mapa agro climático de Chile. Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Santiago. 221 pp.

NUÑEZ, C.; CANTERO, J.J.; PETRYNA, M.L.; AMUCHASTEGUI M.A.; RAMÍREZ, C. 2002. Efectos del fuego y pastoreo sobre los tipos funcionales de Poáceas C3 y C4 en pastizales serranos centroargentinos. Agro Sur 30(1): 12-23.

OBERDORFER, E. 1960. Pflanzensoziologische Studien in Chile - Ein Vergleich mit Europa. Verlag von J. Cramer, Weinheim. 208 pp.

RAMIREZ C.; WESTERMEIER, R. 1976. Estudio de la vegetación espontánea del Jardín Botánico de la Universidad Austral de Chile (Valdivia) como ejemplo de tabulación fitosociológica. Agro Sur 4(2): 93-105.

RAMIREZ, C.; MORAGA, M.; FIGUEROA, H. 1984. La similitud florística como medida de degradación antrópica del bosque valdiviano. Agro Sur 12(2): 127-139.

RAMIREZ, C.; SAN MARTIN. C.; KEIM, M.L. 1996. La vegetación espontánea del antiguo basural de Ovejería (Osorno, Chile). Medio Ambiente 13(1): 42-57.

RAMIREZ. C.; BARRERA, J.; CONTRERAS, D.; SAN MARTIN, J. 1988. Estructura y regeneración del matorral de Ulex europaeus en Valdivia, Chile. Medio Ambiente 9(1): 143-149.

RAMIREZ, C.; COLIQUEO, G.; FIGUEROA, H.; CONTRERAS, D. 1985. Estudio fitosociológico estadístico de las praderas antropogénicas de la Cordillera Pelada, Chile. Agro Sur 13(2): 114-130.

RAMIREZ, C.; FINOT, V; SAN MARTIN, C.; ELLIES, A. 1991. El valor indicador ecológico de las malezas del centro-sur de Chile. Agro Sur 19(2): 94-116.

RAMIREZ, C.; LABBE, S.; SAN MARTIN, C.; FIGUEROA, H. 1990. Sinecología de los bosques de boldo (Peumus boldus) en la cuenca del Río Bueno, Chile. Bosque 11(1): 45-56.

RAMÍREZ, C.; SAN MARTÍN, C.; ELLIES, A.; MAC DONALD, R. 1997. Cambios florísticos, fitosociológicos y edáficos provocados por exclusión de pastoreo en una pradera valdivia, Chile. Agro Sur 24(2): 180-195.

RAMÍREZ, C.; SAN MARTÍN, C.; FINOT, V; ELLIES, A. 1995. Diferenciación de manejos agropecuarios en un suelo trumao (andisol) usando indicadores ecológicos   Ciencia e Investigación Agraria 22(1-2)  3-14.

RAMIREZ, C.; SAN MARTIN, C.; RAMIREZ, J C.; SAN MARTIN, J.  1992 Estudio sinecológico de las praderas del valle inferior del río Imperial (Cautín, Chile)  Ciencia e Investigación Agraria 19(3) 97-112.

SADZAWKA, A. 1990. Métodos de análisis de suelos Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Serie La Platina 16: 1-130

SAN MARTIN, C.; RODRIGUEZ, G.; RAMIREZ, C. 1991. Origen de la vegetación actual del sector Rapaco-Pichirropulli (Valdivia, Chile). Actas II Congreso Internacional Gestión en Recursos Naturales, Valdivia 2: 438-455.

SAN MARTIN, C.; RAMIREZ, C.; FIGUEROA, H.; OJEDA, N. 1991. Estudio sinecológico del bosque de roble-laurel-lingue del centro-sur de Chile Bosque 12(2): 11-27.

SCHAUER, T.; CASPARI, C. 1989. Der grosse BLV Pflanzenfuehrer BLV Verlag. Muenchen 463 pp.

SEGUEL, O.; ELLIES, A.;  MAC DONALD, R.; RAMÍREZ, C. 2002. Capacidad de soporte y resistencia al corte en suelos sometidos a distinto uso. Boletín Sociedad Chile Ciencia del Suelo 18: 47-50.

TERRADAS, J. 2001. Ecología de la vegetación - De la ecofisiología de las plantas a la dinámica de comunidades y paisajes. Ediciones Omega S.A., Barcelona 703.

TOMASELLI, R. 1981. The longitudinal zoning of vegetation in the southern sector of the Andes. Studi Trentini di Scienze Naturali, Acta Biologica 58: 471-484.

 

Recepción de originales: 10 de julio de 2005