Agro Sur Vol.25 (2) 227-234 1997
DOI: 10.4206/agrosur.1997.v25n2-11

 

ENSILAJE DE CEBADA EN LA ENGORDA INVERNAL DE NOVILLOS HEREFORD

 

Claudio Rojas G., Adrián Catrileo S. y Oriella Romero Y.
Centro Regional de Investigación Carillanca
Instituto de Investigaciones Agropecuarias

Casilla 58 D. Temuco. Chile.

Recepción de originales: Abril 7, de 1997

ABSTRACT

Whole crop barley silage in winter fattering hereford steers

Key words: Barley silage, maize silage, steers, liveweight.

During the winter season of 1995 and over a period of 64 days, 24 Hereford steers of 11 to 12 months of age and 280 kg. liveweight were fattened in order to evaluate animal response to feeding of whole barley silage in comparison to maize silage. Treatments were TI: maize silage; T2: whole barley silage 1 at milky state and T3: whole barley silage 2, at starchy state. The silages were offered ad libitum and daily supplemented with concentrates equivalent to 0,9% of the animal liveweight on a dry matter basis. The concentrates were formulated with oats and white lupin grains in order to obtain isoproteic rations with 13% P.C. A total dry matter intake was assumed to be equivalent to 2,5% of the live weight of the animals. The experimental design considered completely randomnized blocks, with 8 duplicates. Daily liveweight gains were 1,223a; 1,299a and 1,252a kg/day (P>0.05) for treatments 1,2, and 3 respectively. Daily dry matter intakes were 6,9b; 7,5a and 7,2ab kg/animal (P<0.05); feed conversion efficiency was was 5,6a; 5,8a and 5,7a kg of dry matter/kg of liveweight gain (P0.05), for the same treatmentsm respectively. Carcass quality was not statistically different (P>0.05). It was concluded that whole barley silage can replace maize silage on rations for fattening steers and that the effect was similar for both phenological stages of silage studied.

RESUMEN

Durante 64 días de la temporada invernal de 1995, se utilizaron 24 novillos Hereford de 11 a 12 meses de edad y 280 kg. de peso vivo, con el objetivo de evaluar el ensilaje de cebada, en comparación al de maíz, en raciones de engorda, sobre algunas variables productivas.
Los tratamientos estuvieron constituidos por TI: ensilaje de maíz; T2: ensilaje de cebada 1, con grano lechoso y T3: ensilaje de cebada 2, con grano harinoso. Los ensilajes se entregaron a discreción, complementándolos con cantidades diarias fijas de concentrados, equivalentes al 0,9% del peso vivo de los animales, base materia seca. Los concentrados se formularon, para cada ensilaje, con grano de avena y de lupino blanco, de forma tal que la oferta de alimentos fuera isoproteica al 13%, asumiéndose un consumo total de materia seca equivalente al 2,5% del peso vivo de los animales. El diseño experimental fue de bloques completos al azar, con 8 repeticiones.
Los incrementos de peso vivo fueron de 1,223a; 1,299a y 1,252a kg/día (P > 0.05), para los tratamientos 1, 2 y 3, respectivamente. Los consumos diarios de materia seca correspondieron a 6,9b; 7,5a y 7,2ab kg/animal (P < 0.05); la eficiencia de conversión fue de 5,6a; 5,8a y 5,7a kg de m.s./kg de incremento de peso vivo (P > 0.05), para los mismos tratamientos, respectivamente. El rendimiento centesimal y el ojo del lomo no presentaron diferencias significativas (P > 0.05). Se concluye que el ensilaje de cebada puede reemplazar al ensilaje de maíz, en raciones de engorda de novillos, sin lesionar la respuesta productiva y que ambos estados fenológicos de los ensilajes de cebada permiten respuestas productivas similares.

 

INTRODUCCIÓN

La cebada (Hordeum vulgare) es un cereal que se cultiva preferentemente en la zona centro sur y sur de Chile, estando la IX Región representada con aproximadamente un 53% de la superficie (INE, 1996). El destino de la producción de cebada ha estado orientada, mayoritariamente a malta y en menor grado a consumo animal, especialmente como grano para concentrados. Sin embargo, su utilización como forrage conservado ha sido reportado como una posibilidad para bovinos, lo cual permite ampliar el uso de la cebada en la producción animal, a sectores donde el cultivo de maíz para ensilaje tiene limitaciones de clima, de riego y maquinaria, para alcanzar altas producciones y de calidad.

Los ensilajes de cebada y de maíz han sido ampliamente usados como forrajes base de raciones, para la producción de leche y carne, con variados resultados (Polan et al , 1968; Mowat y Slumskie, 1971;Oltjen y Bolsen, 1980Hargreaves y Leaver, 1994), quedando de manifiesto la importancia del estado de madurez del cultivo, al momento del corte, en la producción y calidad del ensilaje (Baron y Kibite, 1987; Tetlow, 1990; Acosta et al, 1991). También, se sabe que la calidad del ensilaje de cebada aumenta, en la medida que se eleva la altura del corte de cosecha (Burgess et al, 1989; Acosta et al, 1991). Sin embargo, un aspecto fundamental en la confección del ensilaje de cebada, es el uso de aditivos, para disminuir la inestabilidad aeróbica, que es característica de este ensilaje. Entre éstos se tiene la urea, que mejora el contenido de nitrógeno, la digestibilidad de la materia seca y contribuye a disminuir la acidez del ensilaje, lo que permite un mayor consumo animal (Britt y Huber, 1975; Song y Kennelly, 1989; Deschard, Masón y Tetlow, 1988).

Con estas consideraciones, el presente estudio tuvo el objetivo de evaluar el ensilaje de cebada en comparación al de maíz, en raciones de engorda de novillos, sobre algunas variables productivas.

MATERIALES Y MÉTODOS

El trabajo fue realizado en el Centro Regional de Investigación Carillanca (INIA), Temuco, durante la temporada otoño-invierno 1995.

Se utilizaron 24 novillos Hereford de 11 a 12 meses, de 280 kg de peso vivo inicial, nacidos en primavera. Se estudiaron tres tratamientos: ensilaje de maíz versus ensilaje de cebada, este último cosechado en los estados fenológicos de grano lechoso y grano harinoso.

El ensilaje de maíz utilizado correspondió a maíz variedad 3954 de PIONEER, sembrado el 9 de noviembre de 1994, con 95.000 plantas por hectárea. Los fertilizantes usados en la siembra fueron 400 kg de urea; 200 kg de salitre sódico; 400 kg de superfosfato triple y 250 kg de cloruro de potasio por hectárea. La cosecha se realizó entre el 17 y 22 de marzo de 1995, empleando una cosechadora de forraje New Holland con cabezal maicero de una hilera. El maiz, al momento de la cosecha se encontraba al estado dentado con grano en un 90% duro, después de una helada que quemó las primeras hojas aéreas. El material se ensiló en una batería de silo canadiense, con radier y paredes de hormigón.

Los ensilajes de cebada correspondieron a la variedad Granifén INIA, sembrada el 27 de octubre de 1994, con 200 kg/ha de semilla. Las dosis de fertilizantes fueron de 500 kg de carbonato de cal; 360 kg de salitre sódico; 360 kg de superfosfato triple y 80 kg de cloruro de potasio por hectárea. La cosecha para el primer estado de la cebada se realizó el 19 de enero de 1995, con desarrollo de estado lechoso aproximado a 79 de la escala de Zadoks, Chang y Konzak (1974). La cosecha para el segundo estado de la cebada, se realizó el 30 de enero de 1995, con desarrollo de estado harinoso aproximado a 87 de la misma escala. Ambos ensilajes se realizaron con una cortadora de forrajes John Deere convencional, sin repicador y el material se ensiló sobre plástico en un silo parva. En ambos tipos de ensilaje se agregó urea al 1.8 de la materia seca, se tapó con una cubierta de plástico y se cubrió con una gruesa capa de tierra.

El período pre-experimental se inició el 10 de julio de 1995 y tuvo una duración de 9 días. El período experimental se inició el 19 de julio y tuvo una duración de 64 días. En ambos períodos se utilizó un galpón de albañilería de 240 m2 de superficie, con radier de cemento y techo de zinc. Los animales permanecieron en cubículos individuales de 2 por 1,1 m. amarrados por el cuello, con comedero y bebedero individual. La alimentación estuvo constituida por ensilaje a discreción y cantidades restringidas de concentrados, confeccionados para cada uno de los tratamientos, en base a lupino blanco dulce (L albus) variedad Victoria Baer, avena variedad Urano INIA y sales minerales comerciales. La cama estuvo constituida por paja de trigo, la que se renovó diariamente, empleando un régimen de cama caliente.

Se analizó la composición química en los ensilajes, cada 20 días, para las variables de materia seca (m.s.), proteína cruda (P.C.), fibra cruda (F.C.), pH y nitrógeno amoniacal (N-NH3), según los métodos de la A.O.A.C. (1970) y se determinó la energía metabolizable (E.M.) de acuerdo a Givens (1986). En cada partida de los granos usados en los concentrados, se determinó m.s., P.C. y F.C. de acuerdo ala A.O.A.C. (1970). La E.M. se estimó a partir de la fibra detergente ácido (Goering y Van Soest, 1972).

Los concentrados se entregaron en cantidades diarias fijas, base materia seca, equivalente al 0,9% del peso vivo de los animales, que se determinaron con cada pesaje. Los concentrados se calcularon para cada ensilaje, de forma tal, que la raciones fueran isoproteicas, en niveles de 13%, base materia seca, para cumplir con los requerimientos de la ARC (1980), asumiendo el consumo total de materia seca equivalente al 2,5% del peso vivo de los animales. Los animales fueron pesados individualmente cada 16 días en promedio, sin destare. El consumo de alimentos se determinó en forma individual, diariamente, por diferencia entre la cantidad de alimento ofrecido y rechazado. Los animales fueron desparasitados contra parásitos hepáticos, gastrointestinales y pulmonares, y no recibieron anabólicos.

En los animales faenados, previo destare de 20 horas, se midió el rendimiento centesimal de las canales en caliente. Posteriormente, con 24 horas en cámara a 2 °C., se midió el ojo del lomo, a nivel de la décima costilla.

Se usó un diseño experimental de bloques completos al azar, con 8 repeticiones. El factor bloque se usó para peso inicial. Las diferencias entre las medias se establecieron mediante la prueba de Duncan (P < 0.05) Cochran y Cox, 1974).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Composición Química de los Alimentos

La composición química de los ensilajes e ingredientes usados en las raciones de engorda de los novillos, se muestran en el Cuadro 1, destacando los valores normales de los granos usados. En los ensilajes de cebada se observan mayores niveles de materia seca, en comparación al de maíz, consecuencia de los estados de desarrollo de los cultivos al momento del corte. También, en la cebada, de acuerdo al momento del corte, se observan mayores niveles de F.C. y pH., lo cual coincide con otros estudios, que señalan el aumento de estas variables, en la medida que avanza la madurez del cultivo (Tetlow, 1990). Sin embargo, el mayor pH de los ensilajes de cebada, a los cuales se les adicionó urea, se debe, también, a la transformación de este aditivo a amonio (Rea, 1990; Song y Kennelly, 1989). El mayor nivel de nitrógeno amoniacal, de los ensilajes de cebada tendría el mismo origen. También se observa mayor nivel de energía metabolizable y menor de fibra cruda en el ensilaje de cebada grano lechoso, respecto a los otros ensilajes. La menor concentración energética del ensilaje de maíz, se pudo deber a la cosecha anticipada en una semana, que se realizó con este cultivo, debido a una helada extemporánea. Los otros parámetros químicos son normales, para el tipo de material reseñado.

Los concentrados utilizados y su composición química se presentan en el Cuadro 2. En éste se observan las diferencias en las proporciones de los alimentos usados y en el aporte de nutrientes, especialmente proteicos, que fueron necesarios para hacer los tratamientos isoproteicos.

 

Cuadro 1.
Composición química, base materia seca, de los alimentos usados.
 
Chemical composition, dry mater basis of feeds.

Alimentos
Materia
Seca
%
Proteína
Cruda
%
Energía
Metabolizable
Mcal/kg.
Fibra
Cruda
%
Ph
1-14
N-Nh3
%

Ensilaje
30,2
7,7
2,4
30,1
3,8
5,4

Ensilaje cebada
grano lechoso
33,1
13,8
2,6
26,5
4,4
9,1

Ensilaje cebada
grano harinoso
43,3
11,3
2,4
29,1
4,9
11,1

Grano de lupino
87,5
36,5
3,3
16,5

Grano de avena
93,0
9,4
2,6
7,6

                  Laboratorio de Nutrición Animal CRI Carillanca.

 

Cuadro 2.
Formulación y composición química, base materia seca, de los concentrados utilizados por tratamiento.
 
Formulation and chemical composition, dry matter basis, of concentrates used, by treatments.

Alimentos
Ensilaje de maíz
Ensilaje de cebada
grano lechoso
Ensilaje de cebada
grano harinoso

Grano de lupino
%
57
19
35

Grano de avena
%
41
79
63

Sales minerales
%
2
2
2

Total  
100
100
100

Nutrientes        

Materia seca
%
89,8
91,9
91,0

Proteína cruda
%
21,8
13,0
16,7

E. Metabolizable Mcal/kg
2,63
2,45
2,53

Fibra cruda
%
11,12
8,33
9,5

 

Consumo de Alimentos

El consumo diario de alimentos, base fresca y de nutrientes de los novillos, se entrega en el Cuadro 3, observándose un mayor consumo de materia seca en los tratamientos con ensilaje de cebada, en relación al de maíz (P < 0.05) a pesar de los mayores niveles de nitrógeno amoniacal exhibidos. Esta situación, se puede atribuir al mayor contenido de materia seca de los ensilajes de cebada, lo que es concordante con los resultads de Oltjen y Bolsen (1980). Estos autores determinaron aumentos en el consumo de materia seca de novillos en engorda de 0,08 kg/día, por cada aumento porcentual de la materia seca de este tipo de ensilajes, cuando sus registros eran de 30 a 41%. Así, concluyen que el consumo se afecta más por la composición química de estos ensilajes, que por la especie ensilada.

Las diferencias en el consumo de materia seca provocaron mayores consumos de proteína cruda y energía melabolizable, especialmente en el tratamiento de ensilaje de cebada grano lechoso.

El consumo total de m.s. de cada tratamiento relacionado con el peso vivo de los animales, fue de 2,13; 2,33 y 2,23%, para los tratamientos de ensilaje de maíz, cebada grano lechoso y cebada grano harinoso, respectivamente, que fueron mas bajos, en relación a lo presupuestado del 2,5%. En este aspecto, se estima que se tuvo una regulación del consumo de m.s., derivado del nivel de energía de las raciones que fueron mayores a 2,4 mcal/kg de E.M. Esto es consecuente con los postulados de Denius y Baumgardt (1970), que señalan que el consumo voluntario de los rumiantes disminuye en la medida que las raciones presentan concentraciones energéticas superiores a 2,5 mcal/kg de energía digestible.

Incrementos diarios de peso vivo

La respuesta productiva de los animales se muestra en el Cuadro 4. En este, destacan los altos incrementos de peso vivo obtenidos en todos los tratamientos, que son mayores a 1,2 kg/an./día y que no fueron diferentes, entre ellos (P > 0.05), a pesar de la tendencia a un mayor peso promedio final del tratamiento de ensilaje de cebada grano lechoso. El registro de peso durante todo el estudio se muestra en la Figura 1. Los incrementos de peso, que se alcanzaron con estos ensilajes, ha sido señalado en la mayoría de los trabajos realizados (Mowat y Slumskie, 1971; Hironaka y otros, 1984), especialmente en el de Oltjen y Bolsen (1980), quienes compararon la respuesta productiva de ensilajes de maíz y cebeda, en novillos Hereford estabulados, encontrando incrementos de peso vivo superiores a 1 kg/día.

Conversión de alimentos

La conversión del alimento, no se afectó por efecto de los tratamientos (P > 0.05), lo cual concuerda con la mayoría de los trabajos en esta materia (Oltjen y Bolsen, 1980; Mowat y Slumskie, 1971); sin embargo, los valores absolutos obtenidos en esta experiencia son más eficientes que los alcanzados en los trabajos revisados (Cuadro 4).

Características de las canales

En general, todas las canales mostraron adecuadas coberturas de grasa, estimadas en grado 1, de acuerdo a la Norma Chilena de Tipificación y de un color amarillo claro. El área del ojo del lomo no fue diferente (P > 0.05) en los animales, por efectos de los tratamientos, siendo sus valores absolutos estimados como buenos, para el tipo de animal empleado (Cuadro 4). Finalmente, el rendimiento centesimal en frío de las canales, tampoco resultó ser diferente entre los tratamientos (P > 0.05), estimándose sus valores como normales para la raza y tipo de animales.

 

Cuadro 3.
Consumo de alimentos, base fresca y de nutrientes diarios, en la engorda de novillos Hereford estabulados con ensilajes de maíz y cebeda.
 
Daily nutrient intake per animal, as fed, in penned fattering Hereford steers with rations based on maize and whole barley silages.

Alimentos
Ensilaje de maíz
Ensilaje de cebada
grano lechoso
Ensilaje de cebada
grano harinoso

Consumo de alimentos        

Ensilaje
kg
13,1
13,8
9,8

Concentrados
kg
3,2
3,2
3,2

Consumo de nutrientes        

Materia seca kg/animal
6,9b
7,5a
7,2ab

Proteína cruda kg/animal
0,94
1,02
0,97

E. Metabolizable Mcal/animal
17,34
19,17
17,69

Fibra cruda kg/animal
1,51
1,46
1,51

Cifras con igual letra, indican no diferencias estadísticamente significativas, Duncan P > 0.05.

 

CONCLUSIONES

El ensilaje de cebada puede reemplazar al ensilaje de maíz, en raciones de engorda de novillos estabulados, sin lesionar la respuesta productiva.

Los estados fenológicos de los ensilajes de cebada estudiados, permiten respuestas productivas similares.

 

Cuadro 4.
Respuesta productiva de novillos Hereford estabulados con raciones de engorda basadas en ensilaje de maíz y cebeda.
 
Animal performance from penned Hereford steers fattening with maize and whole barley silages.

Alimentos
Ensilaje de maíz
Ensilaje de cebada
grano lechoso
Ensilaje de cebada
grano harinoso

Peso inicial,
kg/animal
283
282
281

Peso final,
kg/animal
361
365
361

Incremento diario,
kg/animal
1,223a
1,299a
1,252a

Consumo diario ms.,
kg/animal
6,9b
7,5a
7,2ab

Efic.Conversión, kgalimento/
kgincremento
5,6a
5,8a
5,7a

Rendimiento
centesimal
%
53,9a
54,2a
52,6a

Ojo del lomo
cm2
56,0a
57,0a
57,0a

Cifras con igual letra, indican no diferencias estadísticamente significativas, Duncan P > 0.05.

 

BIBLIOGRAFÍA

AGOSTA, Y. M., STALLINGS, C. C., POLAN, C. E. and MILLER, C. N. 1991. Evaluation of barley silage hervested at boot and soft dough stages. J. Dairy Sci. 74: 167-176.

AOAC-ASSOCIATION OF OFFICIAL AGRICULTURAL CHEMIST. 1970. Official methods. llth de. William Horwist. Washington, D.C., EUA. 1.015 p.

ARC-AGRICULTURAL RESEARCH COUNCIL. 1980. The nutrient requeriments of ruminants livestock. Commonwealth Agricultura! Bureaux. Farnham Royal, England. 351 p.

BARON, V. S. and KINITES, S. 1987. Relationships of maturity, height and morphological traits with whole-plant yield and digestibility of barley cultivars. Can. J. Plant Sci. 67: 1009-1017.

BRITT, D. G., and HUBER. 1975. Fungal growth during fermentation and refermentation of nonprotein nitrogen treated corn silage. J. Dairy Sci. 58: 1666-1671.

BURGESS, P. L., MISENER, G. C., McQUEEN, R. E., and NICHOLSON, J. W. G. 1989. Evaluation of barley and wheat head-chop silages for dairy cows. Can. J. Anim. Sci. 69: 947-954.

COCHRAN, W. and COX, G. 1974. Diseños experimentales. Editorial Trillas. México. 661 p.

DESCHARD, G., MASON, V. C. and TETLOW, R. M. 1988. Treatment of whole-crop cereals with alkali. 4. Voluntary intake and growth in steers given wheat ensiled with sodium hydroxide, urea or ammonia. Animal Feed Science and Technology, 19: 55-66.

DINIUS, D. A. and BAUMGARDT, B. R. 1970. Regulation of food intake in ruminants. Influence of caloric density of pelleted rations. J. Dairy Sci. 53: 311-316.

GIVENS, D. I. 1986. New methods for predicting the nutritive value of silage. IN: Developments in Silage. Stark, B. A. and Wilkinson, J. M. (E.D). Chalcombe Publications. 66-71 p.

GOERING, H. K y VAN SOEST, P. J. 1972. Forage fiber análisis. ARS-USDA. Agriculture Handbook N° 379 Washington D. C.

HARGREAVES A. y  J. D. LEAVER, 1994. Efecto del tiempo de acceso al ensilaje de planta completa de cebada sobre la producción de leche de vacas en pastoreo. IX Reunión Anual, Sociedad Chilena de Producción Animal (SOCHIPA). P.: 65-66.

HIRONAKA, R., FREEZE, B., KOZUB, G. C. and BEAUCHEMIN, K. A., 1994. Influence of barley silage: concentrate ration on rate and efficiency of liveweigt gain, diet digestibility and carcass characteristics of beef steers. Can. J. Anim. Sci. 74:495-501.

INE-INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICA. 1996. Compendio estadístico. 257 p.

MOWAT, D. N. and SLUMSKIE, R. A., 1971. Barley silage, ground whole plant barley and corn silage for finishing beef catle. Can. J. Anim. Sci. 51: 201 -207.

OLTJEN, J. W. and BOLSEN, K. K. 1980, Wheat, barley, oat and corn silages for growing steers. Anim. Sci. 51: 958-965

POLAN, C. E., STARLINGS, T. M., HÜBER, J. T, MILLER, C.N. and SANDY, R. A. 1968. Yields, composition, and nutritive evaluation of barley silages at three stages of maturity for lactating cows. J. Dairy Sci. 51: 1801-1805.

REA, F. 1990. Recent developments at kites nest farm. N: Whole-crop cereals. Wilkinson, J. M. and Stark, B. A. (E. D.) Chalcombe Publication. 37-46 p.

SONG, M. K. and KENNELLY, J. J. 1989. Effect of ammoniated barley silage on ruminal fermentation, nitrogen supply to the small intestine, ruminal and whole tract digestion, and milk production of Holstein cows. J. Dairy Sci. 72: 2981-2990.

TETLOW, R. M. 1990. A decade of research into whole-crop cereals at Hurley. IN: Whole-crope cereals. Wilkinson, J. M. and Stark, B. A. (E. D.) Chalcombe Publication. 1-19 p.

ZADOKS, J.C., CHANG, T. T. and KONZAK, C. F. 1974. A decimal code for the growth stages of cereals. Weed Research 14: 415-421.