Rojas, G. Claudio y Catrileo, S. Adrián.
Centro Regional de Investigación Carillanca (INIA), Casilla 58 D. Termuco,
Chile.
Fecha de recepción de los originales 30 de marzo de 1998.
White lupin lupinus albus and australian lupin l.
angustifolius grain fed whole or ground
for finishing steers.
Key words : Whole lupin, ground lupin, steers, liveweight.
During 126 days on the autum-winter season of 1994, twenty eight penned Hereford
steers of 9-10 months of age and 208 kg liveweight were utilized in order to
compare L. albus (white lupin) and L. angustifolius (australian
lupin) grain as a finishing suplementary feed . Treatments studied were T1 :
ground white lupin; T2 : whole white lupin; T3 : ground australian lupin and
T4 : whole australian lupin. Both types of grain had alkaloids concentrations
lower than 0,05%. The concentrates of each treatment contained also ground barley
and minerals. Maize silage as conserved forage, was fed ad libitum. All treatments
were isoproteic.
Individual animal liveweight were recorded every 14 days. Animal intake was
detemimed individually and the results were statistically analyzed under a completely
random design with 7 replications in a factorial structure with two lupins species
and two fonns of grain presentation.
Lupin grain presentation (ground vs whole) did not present significant differences
(P³0,05)
on daily liveweight gain (1,004a vs 0,988a kg/an), daily intake (5,99 a vs 5,98a
kg/an) and the feed conversion efficiency (5,99a vs 6,05a dry matter consumed
per kg liveweight gain). The use of the two species of lupins produced differences
that were statistically significant (P £
0,05) on daily liveweight gain (0,941b and 1,052a kg/an) and daily intake (5,74b
and 6,23a kg/an) . No differences were found on feed conversion efficiency (6,11a
and 5,95a) (P³0,05).
The interaction between feed presentation of the grain in the concentrate and
lupin species was not significant (P³0,05).
It was concluded that grain processing in lupin does not implie a productive
advantage and that animals fed with australian lupin grain present higher dry
matter intake and higher daily liveweight gains.
Durante 126 días de la temporada otoño- invierno de 1994, se
utilizaron 28 novillos Hereford de 9 a 10 meses de edad y 208 kg de peso vivo,
con el objetivo de comparar las especies de L. albus (lupino blanco)
y L. angustifolius (lupino australiano), entero y chancado en raciones
de engorda de novillos estabulados. Ambos tipos de lupinos tenían niveles
de alcaloides inferiores a 0,05 %. Los animales se mantuvieron a galpón
en cubículos individuales, con cama fría y amarrados del cuello
a los comederos.
Los tratamientos estuvieron constituidos por T1: lupino blanco chancado; T2:
lupino blanco entero; T3: lupino australiano chancado y T4: lupino australiano
entero. Las raciones constituidas, además, por grano de cebada, sales
minerales y ensilaje de maíz, se formularon isoproteicas. El diseño
experimental utilizado fue completamente al azar con 7 repeticiones, con estructura
factorial de 2 especies de lupino y 2 formas de preparación del grano.
El procesamiento del grano de lupino (chancado vs entero) no provocó
diferencias significativas (P³0.05)
en los incrementos diarios de peso vivo (1,004 vs 0,988 kg/an), en los consumos
diarios de materia seca (5,99 vs 5,98 kg/an) y eficiencias de conversión
del alimento (5,99 vs 6,05 kg de M.S./kg de incremento de peso vivo). Las especies
de lupinos provocaron diferencia estadísticas significativas (P£0.05)
en los incrementos diarios de peso vivo (0,941 y 1,052 kg/an) y consumo diario
de M.S. (5,74 y 6,23 kg/an). En la eficiencia de conversión no se tuvieron
diferencias estadísticas significativas (P³0.05)
por efectos de las especies (6,11 y 5,95). La interacción del procesamiento
del grano y especies de lupino no fue significativa (P³0.05).
Se concluye que la molienda de los granos de lupino no se traducen en ventajas
productivas y que raciones con lupino australiano permiten un mayor consumo
animal e incremento de peso.
En el sur de Chile el afrecho de raps ha sido el suplemento proteico más usado y estudiado en la formulación de concentrados de engorda de novillos, pero la sostenida disminución del cultivo de raps en la zona y el incremento del cultivo de lupino, ha provocado un normal reemplazo de estas fuentes proteicas en las raciones de engorda.
En la actualidad, la superficie cultivada con lupino en el país, supera las 11.000 ha, de las cuales el 95% se encuentra en la IX Región, (INE-CHILE, 1997).
Las especies utilizadas, corresponden básicamente al lupino blanco (Lupinus albus) y al lupino australiano (Lupinus angustifolius), cuyos granos se caracterizan por presentar altos niveles de proteína cruda y de energía metabolizable, que los hacen altamente atractivos para integrar raciones concentradas para bovinos. Sin embargo, el grano de lupino blanco a usar en las raciones debe ser dulce, debido a que esta especie tiende naturalmente a acumular un mayor contenido de alcaloides en el grano, que lo hacen amargo y ser rechazado por el ganado. El grano dulce posee un contenido inferior a 0,05% de alcaloides (Baer y otros, 1992) y proviene de cultivos cuya semilla genética se ha renovado cada dos años. El lupino australiano no tiene este problema y se mantiene siempre dulce.
La investigación en bovinos, realizada en el país ha demostrado que el grano de lupino blanco molido puede reemplazar al afrecho de raps, sin lesionar los incrementos de peso y eficiencias de conversión del alimento (Granzotto, 1980 ; Rojas y Catrileo, 1992) y que el nivel de inclusión en la ración puede alcanzar hasta 40%, sin provocar trastornos digestivos en los animales que lo consumen (Rojas y Carrasco, 1987). También, Catrileo y Rojas (1994) indican la factibilidad y ventajas económicas de incorporar grano entero versus molido y aplastado, en raciones de engorda de novillos. Sin embargo, investigaciones australianas realizadas en bovinos de carne, con grano entero de lupino australiano, no se han traducido en ventajas productivas, en relación a entregarlos molidos (Hawthorne y Fromm, 1977 ; Axelsen et al. 1979 ; May y Barker, 1984). La utilización de lupino blanco entero, en bovinos no ha sido reportado. En Chile la suplementación estival de ovejas, con grano de lupino blanco entero, permitió disminuir las pérdidas de peso vivo, cuando pastoreaban rastrojos de trigo (Crempien, 1993) y en borregas que pastoreaban praderas de falaris senescente, permitió incrementar sus pesos vivos (Crempien, 1994). Con grano de lupino australiano entero los resultados, también, señalan mejoramientos importantes en las variables productivas de los ovinos. (Kenney,1986 ; Kenney y Roberts, 1984; Rowe y Ferguson, 1986 ; Morcombe y Allen, 1993).
Con estas consideraciones los objetivos del presente trabajo fueron evaluar raciones de engorda de novillos formuladas con grano entero y molido, con lupino blanco y australiano, sobre el consumo, incremento de peso, conversión del alimento y digestibilidad de la materia seca.
El trabajo fue realizado en el Centro Regional de Investigación Carillanca (INIA), Temuco, durante la temporada otoño - invierno de 1994.
Se utilizaron 28 novillos Hereford de 9 a 10 meses de edad, de 208 kg de peso vivo inicial, nacidos en primavera. Se probaron cuatro tratamientos que correspondieron a grano de lupino molido versus entero en las especies blanco y australiano.
El grano de lupino blanco, correspondió al cultivar Victoria Baer y el lupino australiano a un cultivar corriente. Ambos granos tenían concentraciones menores de 0,05% de alcaloides, determinados por los métodos de fluorescencia a la luz ultravioleta y volumétrico, en lupino blanco y australiano, respectivamente (Baer y otros, 1992).
Los tratamientos se complementaron con grano de cebada molida, sales minerales y ensilaje de maíz, de forma que fueran isoproteicos, en niveles de 13%, base materia seca, para cumplir con los requerimientos de la ARC (1980). Para esto, se asumió un consumo total de materia seca equivalente al 2,5 % del peso vivo de los animales. Los alimentos concentrados se entregaron en cantidades fijas diarias, base materia seca, equivalentes al 0,75% y 0,86% del peso vivo de los animales, para los de lupino blanco y australiano, respectivamente. El mayor nivel de alimentos con lupino australiano se debió al menor contenido proteico de este grano, en relación al lupino blanco. El ensilaje de maíz se entregó a discreción, dos veces al día.
Las sales minerales correspondieron a una mezcla mineral comercial, que fue complementada con azufre elemental, en la relación de 75:25, para corregir las deficiencias de este elemento en las raciones. Los animales fueron pesados individualmente cada 14 días, sin destare.
El consumo de alimentos fue determinado en forma individual, diariamente, por diferencia entre la cantidad de alimento ofrecido y rechazado. Los animales fueron desparasitados contra parásitos hepáticos, gastrointestinales y pulmonares y no recibieron anabólicos. Se determinó la digestibilidad in vivo de las raciones, en la variable de m.s., usando la lignina como indicador y de acuerdo a la metodología descrita por Bateman (1970), para lo cual se usaron todos los animales del experimento, durante dos semanas.
El período pre-experimental de acostumbramiento se inició el 11 de mayo y tuvo una duración de 14 días. El período experimental se inició el 25 de mayo y tuvo una duración de 126 días. En ambos períodos, se utilizó un galpón de albañilería de 240 m2 de superficie, con radier de cemento y techo de zinc. Cada animal permaneció en un cubículo de 2 por 1,1 m, amarrado por el cuello, con comedero y bebedero individual. La cama estuvo constituida por paja de trigo, la que se cambió diariamente.
Se determinó la composición química del ensilaje, cada 20 días, en las variables de materia seca (M.S.), proteína cruda (P.C.), fibra cruda (F.C.) y nitrógeno amoniacal (N-NH3), según los métodos de la AOAC (1970) y energía metabolizable (E.M.), de acuerdo a Givens (1986). En los granos de lupino y cebada, se determinaron M.S.; P.C. ; F.C. y extracto etéreo (E.E.), según los métodos de la A.O.A.C., (1970) y E.M., se estimó de acuerdo a la fibra detergente ácido (Goering y Van Soest, 1972).
Se usó un diseño experimental completamente al azar, con 7 repeticiones, con estructura factorial para 2 especies de lupino y 2 formas de preparación del grano. La diferencia entre las medias, se estudió mediante la prueba de comparación múltiple de Duncan (Cochran y Cox, 1974).
Composición química de los alimentos
La composición química del ensilaje y granos usados en las raciones de engorda de los novillos (cuadro 1), reflejan valores normales. En los granos de lupinos destacan los altos niveles de proteína y fibra, y en el lupino blanco, el mayor nivel de extracto etéreo y energía metabolizable, que son inherentes a estos granos.
Cuadro 1. | Composición química de los alimentos usados
en la engorda de novillos. Laboratorio de Nutrición Animal CRI Carillanca. Chemical composition of feed used for finishing Hereford steer. Carillanca Animal Nutrition Laboratory. |
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Laboratorio de Nutrición Animal CRI Carillanca. |
Consumo de alimentos
El consumo diario de alimentos, base materia seca y de nutrientes diarios por animal se entrega en el cuadro 2. Se observan un mayor consumo de materia seca, fibra cruda y de energía metabolizable, y consumos similares de proteína total en los tratamientos con grano de lupino australiano, como consecuencia del mayor consumo de ensilaje de maíz, entregado a discreción y al mayor aporte fijo de alimentos concentrados. El consumo promedio de materia seca de los novillos, que consumieron las raciones con L. australiano, fue estadísticamente superior (P£0.05), respecto al de L. blanco, (cuadro 3).
Cuadro 2. | Consumo de alimentos, base materia seca y de nutrientes
diarios por animal. Daily dry matter intake of feeds and nutrients per animal, in finishing steer. |
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Cuadro 3. | Promedios de consumo de m.s. en novillos con dos especies
de lupino y dos formas de procesamiento del grano (kg/an/día). Average dry matter intake of steers fed with two lupin species and two forms of processings the grain (kg/an/day). |
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Diferentes letras indican diferencias estadísticas (P£ 0,05), según Duncan. |
El consumo total de M.S. relacionado con el peso vivo de los animales, fue de 2,14 y 2,16 %, para los tratamientos de L. blanco chancado y entero , y de 2,28 y 2,27 % para L. australiano chancado y entero, que fueron más bajos, en relación a lo presupuestado de 2,5%. En este aspecto, se estima que hubo una regulación del consumo de M.S., derivado del nivel de energía de las raciones que fueron mayores a 2,6 Mcal/ kg de E.M. Esto es consecuente con los postulados de Dinius y Baumgardt (1970), que señalan que el consumo voluntario de los rumiantes disminuye en la medida que las raciones presentan concentraciones energéticas superiores a 2,5 mcal/kg de energía digestible. También, con Montgomery y Baumgardt (1965), que señalan que el consumo es mínimo con digestibilidades de 69% de las raciones, debido a la regulación química del consumo voluntario, derivado del aumento de los ácidos grasos volátiles a nivel ruminal, especialmente propionato, que se generaría por la mayor concentración energética de la ración.
La forma de procesamiento no influenció el consumo promedio de materia seca de los novillos (cuadro 3) y la interacción de los factores especies de lupino y formas de procesamiento no fue significativa (P³0,05), para esta variable.
Incrementos diarios de peso vivo
Los incrementos de peso vivo de los animales, no fueron influenciados por efectos del procesamiento de los granos de lupinos (cuadro 4). Sólo, se observa una tendencia a mayor incremento de peso con grano entero, cuando se usó lupino blanco y al revés cuando se usó lupino australiano.
Estos resultados concuerdan con los obtenidos por Hawthorne and Fromm (1977), Axelsen et al. (1979) y May and Barker (1984), que no obtuvieron diferencias por el procesamiento del lupino australiano. Por el contrario, Catrileo y Rojas (1994) indican ventajas productivas significativas (P£0.05) en los incrementos de peso de novillos estabulados, al emplear el grano entero de L. blanco y australiano, en relación al molido.
Los animales que consumieron lupino australiano tuvieron incrementos de peso mayores (P£0,05), lo cual se podría explicar debido a diferencias en el consumo de alimentos, que exhibieron los animales y que les permitió una mayor ingesta de energía metabolizable.
La interacción de los factores especies de lupino y formas de procesamiento, para incremento de peso, no fue significativa (P ³0,05).
Cuadro 4. | Promedio de incrementos de peso de novillos con dos especies
de lupino y dos formas de procesamiento del grano (kg/an/día). Average daily liveweight gain of steers fed with two species and two forms of proccesing the grain (kg/an/day). |
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Diferentes letras indican diferencias estadísticas (P£0,05), según Duncan. |
Conversión de alimentos
La conversión del alimento (cuadro 5), no fue afectada
por el procesamiento (P³0,05),
lo cual concuerda con la mayoría de los trabajos realizados (Hawthorne
y Fromm 1977 ; Axelsen et al. 1979 y May
y Barquer, 1984), ni por la especie de lupino.
La interacción de los factores especies de lupino y formas de procesamiento,
para la eficiencia de conversión, no fue significativa (P³0,05).
Cuadro 5. | Promedios de eficiencia de conversión de novillos
con dos especies de lupino y dos formas de procesamiento del grano (kg/
de M.S. de incremento de peso). Average conversion eficiencies of steers fed with two species and two forms of proccesing the grain. |
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Diferentes letras indican diferencias estadísticas (P£0,05), según Duncan. |
Digestibilidad de las raciones
En los coeficientes de digestibilidad de la materia seca de las raciones (cuadro 6), se observan sin diferencias estadísticas significativas, al comparar las especies de lupino (P³0,05), pero sí por el procesamiento (P£0.05), siendo mayores, en aproximadamente 6%, cuando el grano se entregó entero. Esto se contrapone con los resultados de Valentine y Bartsch (1986), que obtuvieron diminuciones mayores a 11% en la digestibilidad de las raciones de vacas lecheras, cuando se usó lupino australiano entero y que se explicaron por la excreción de granos en las fecas, en cantidades superiores a 24%, de lo ofrecido. También, Toland (1976) asoció la menor digestibilidad de raciones de novillos, basadas en granos de cereales enteros y heno, al grado de las pérdidas de grano en las fecas de los novillos. Sin embargo, Orskov et al (1974) no obtuvieron diferencias en la digestibilidad de la materia seca de las raciones de corderos, cuando los cereales se entregaron enteros, pero sí un aumento del tiempo de rumia de 45%, respecto a entregarlos molidos. En el presente experimento, la excreción de granos no fue medida, pero de la observación visual diaria y de algunas mediciones puntuales realizadas en las fecas, se estima que no superó el 3%, en ambas especies de lupino. Esto es consistente con lo obtenido por Lim (1973), citado por Valentine y Bartsch (1986), que determinó excreciones de 1% de grano, en novillos alimentados con heno y 30% de lupino australiano. Las variaciones en la excreción de granos en las fecas se explicarían, según Morgan y Campling (1978), por la edad y tamaño de los animales, nivel de la suplementación y naturaleza del forraje. En este experimento, la baja excreción de los granos de lupino podría sustentar la hipótesis de una mayor digestibilidad de esas raciones, debido a una menor velocidad de paso de los granos. Esto supone un mayor tiempo de rumia de los animales que recibieron grano entero, en comparación a los que recibieron el grano chancado y con ello un mayor gasto energético, que habría impedido que la mayor digestibilidad de esas raciones se tradujera en incrementos de peso.
Cuadro 6. | Porcentajes promedios de coeficientes de digestibilidad
de la materia seca, en raciones de novillo, con dos especies de lupino y
dos formas de procesamiento del grano. Average percentages of dry matter digestibility, of steers fed with two species and two forms of proccesing the grain. |
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Diferentes letras indican diferencias estadísticas (P£0,05), según Duncan. |
De acuerdo a los resultados se puede concluir que la molienda de los granos de lupino blanco y australiano no se traduce en ventajas productivas en la engorda estabulada de novillos.
Raciones con grano de lupino australiano permiten un mayor consumo animal, que se traduce en mayor incremento de peso, pero con iguales eficiencias de conversión del alimento, comparado con raciones con lupino blanco.
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