Jaime Guerrero C. Facultad Cs. Agropecuarias
y Forestales, La Frontera, Temuco,
Mario Mera K., Haroldo Salvo G., Centro Regional de Investigación Carillanca,
INIA,Temuco
y Roberto Carrillo L. Facultad de Cs, Agrarias, Universidad Austral de Chile,
Valdivia.
Recepcion originales 17 de Mayo de 1999
Chilean strains of the enthomopathogenic fungus Metarhizium anisopliae var anisopliae discriminated by RAPD markers.
Key words: Entomopathogenic fungi, Metarhizium anisopliae, Random
amplified polymorphic DNA (RAPD's).
Variability of six strains of entomopathogenic fungus Metarhizium anisopliae
var anisopliae isolated from Hylamorpha elegans, Phytoloema
hermanni, Schizochellus breviventris and Brachysternus prasinus
(Coleoptera: Scarabaeidae), Graphognathus leucoloma and Aeghorhinus
sp (Coleoptera: Curculionidae) larvae found in soils covered by natural grass-land
from three edaphoclimatic areas (the Andes foothills, the central Llano and
the coastal dryland) from the 9th Region was studied. The strains were analyzed
through random amplified polymorphic DNA (RAPD) technique where 27 random 10-mer
primers were found to be able to detect polymorphisms among the strains. The
high degree of polymorphism observed suggested a high degree of genetic variation
among the six evaluated strains and supported previous reports on M. anisopliae
var anisopliae variability.
Complementing the molecular analysis, the strains were also found to differ
in conidia morphology, germination and virulence. The conidia mean size of the
six strains was 6.0 mm
long and 2.2 mm
wide, with range of 5.2-7.1 mm
and 2.0-2.6 mm,
respectively. The strains were also found to differ in colony color and growth
pattern.
Palabras Claves: Hongo entomopatogénico, metarzium anisopliae,
Ramnizado ampiado DNA.(RAsD).
Se evaluó la diversidad de seis cepas del hongo entomopatógeno
Metarhizium anisopliae var anisopliae, obtenidas de larvas de
Hylamorpha elegans, Phytoloema herrmanni, (Coleóptera: Scarabaeidae),
Graphognathus leucoloma y Aeghorhinus sp (Coleóptera: Curculionidae)
provenientes de suelos con pradera natural de tres áreas edafoclimáticas
(pre-cordillera, Llano central y secano costero) de la IX Región. Se
utilizó la técnica de amplificación de segmentos polimórficos
de ADN, usando partidores de diseño aleatorio (Random Amplified Polymorphic
DNA,(RAPD); encontrándose 27 partidores de diez bases capaces de detectar
polimorfismos en las cepas evaluadas. El alto nivel de polimorfismo encontrado
corroboró la gran variabilidad genética reportada para M. anisopliae
var anisopliae.
Los datos moleculares indican que las seis cepas evaluadas fueron diferentes,
confirmándose grupos y sub-grupos con diferente grado de similitud entre
cepas provenientes de una misma especie insectil hospedante, pero independiente
de la localización geográfica. Esta variabilidad quedó
también demostrada por las diferencias que se observaron en otros parámetros
evaluados en este estudio, como germinación y tamaño promedio
de las conidias (6.0 mm
de largo, con rango 5.2-7.1 mm)
y 2.2 mm
ancho, con rango 2.0-2.6 mm),
virulencia, de las cepas y tipo de crecimiento y color de las colonias.
El hongo Metarhizium anisopliae (Metschn.) Sorok. es un patógeno
importante de insectos que se encuentra ampliamente distribuido en el mundo.
Se han descrito dos variedades de la especie sobre la base del tamaño
de las conidias; M. anisopliae var anisopliae, con conidias mas
cortas y M. anisopliae var majus, con conidias mas largas. Las
conidias son ovaladas a cilindricas, truncadas en ambos extremos, con un tamaño
que varía entre 3,5 y 9 mm de largo, predominando 5-8 mm. Las colonias
del hongo exhiben variadas formas y matices de verde (Tulloch,
1976 ; Poinar y Thomas, 1978). Domsch et
al., 1993 indican que M. anisopliae tiene un alto grado de especialización
que ocurre casi enteramente en dos familias de coleópteros, Elateridae
y Curculionidae.
Sin embargo, se ha informado el parasitismo de M. anisopliae var anisopliae
también sobre otras especies, especialmente de los órdenes
ortóptera, hemiptera, coleóptera (Scarabaeidae y Curculionidae)
y dermáptera (Zimmermann, 1993). También ha
sido detectado en especies de coleópteros predatores como escarabeidos
y estafilínidos (Steinmberg et al., 1995).
Debido al potencial uso de este hongo como agente biocontrolador, se han desarrollado
numerosas y variadas investigaciones entre las que destacan aquellas relativas
a la determinación de cepas (Yip et al., 1992).
Muchas especies de hongos entomopatógenos están compuestos de
grupos de cepas genéticamente diversos, pero estas cepas no siempre pueden
ser diferenciadas por criterios morfológicos. Diversas técnicas
y metodologías han sido desarrolladas para caracterizar estos hongos
y su relación con la patogenicidad. Hasta 1980, poca información
sobre la variación en patogenicidad en relación con la genética
de hongos entomopatógenos era conocida, pero con la utilización
de técnicas bioquímicas y moleculares se ha expandido el conocimiento
de la variabilidad intraespecíñca en hongos (Hajek
y St. Leger, 1994). Se ha detectado diversidad genética de M.
anisopliae, a través de técnicas como alozimas (Riba
et al., 1985, Poprawski et al., 1988, St.
Leger et al., 1992a), ELISA (Guy y Rath, 1990),
y utilización diferencial de carbohidratos (Rath et
al., 1995).
Michelmore y Humbert (1987) informan la utilización
de marcadores moleculares como herramientas eficaces para estudiar variaciones
genéticas entre poblaciones de hongos fitopatógenos. Dentro de
éstos, la amplificación de segmentos de ADN usando partidores
de diseño aleatorio(Random Amplified Polimorphic DNA, RAPD) está
siendo utilizada preferentemente para determinar la variabilidad genética
entre aislamientos.de hongos. Fegan et al., (1993), determinaron con RAPD un
alto grado de diversidad genética en M. anisopliae var anisopliae,
señalando que fue posible distinguir hasta sub-especies de este hongo
y que esta gran diversidad genética entre los aislamientos, estaría
relacionada con localización geográfica y grupos de patogenicidad.
La técnica conocida como RAPD se basa en la amplificación de segmentos
aleatorios de ADN, a través de la reacción en cadena de la polimerasa
(PCR), donde ha sido fundamental una polimerasa (Taq polimerasa) termoresisiente
(Seiki et al., 1988). Se utilizan partidores de diez bases de diseño
aleatorio. Los fragmentos generados pueden dar lugar a polimorfismos entre ADN
de diferentes fuentes, que permiten distinguir genotipos y eventualmente estimar
su distancia genética.
Esta técnica ofrece varias ventajas; la cantidad de ADN es reducida (10-25
ng), los partidores son pequeños, no se requiere de un conocimiento previo
de la genética del organismo, y la ejecución es de poca complejidad
y de menor costo que otras técnicas (Welsh y Mc Clelland, 1990 ; Williams
et al, 1990).
En Chile, la información disponible en relación con hongos entomopatógenos
es escasa y recientemente se han estado desarrollando diversas investigaciones
en torno al tema. Este estudio tuvo como objetivo determinar la variabilidad
genética entre cepas de M. anisopliae var anisopliae aisladas
de larvas de especies de escarabeidos y curculiónidos provenientes de
diferentes áreas edafoclimáticas de la IX Región de Chile.
El origen de las cepas, localidades y fecha de muestreo se incluyen en el cuadro
1. En estos lugares se realizaron muestreos sistemáticos de suelo cuya
cubierta vegetal estaba constituida por pradera natural. Las larvas colectadas
se mantuvieron en envases de plástico con suelo del lugar muestreado,
a 18°C y 90% HR, debidamente identificadas e indicando fecha de recolección
y localidad.
Las larvas sanas colectadas se dejaron en envases con suelo proveniente del
mismo lugar de muestreo. Periódicamente fueron examinadas y aquellas
que presentaban aspecto de estar enfermas se colocaron individualmente en frascos
de vidrio de 100x50 mm, en oscuridad, a aproximadamente 18°C, para posteriormente
aislar en medio de cultivo el o los hongos asociados. Las larvas con síntomas
y signos de hongos entomopatógenos se mantuvieron individualmente en
frascos y placas Petri en oscuridad a aproximadamente 18°C, para su esporulación
y posterior aislamiento en medio de cultivo. Los ejemplares fueron debidamente
individualizados, consignando fecha de colecta, localidad, tipo de suelo, especie
de insecto hospedante y características de la larva enferma (aspecto,
color, presencia de micelio). Las cepas se aislaron en medio de cultivo, utilizando
conidias obtenidas directamente del micelio esporulado que crecía en
las larvas muertas y mediante una suspensión de conidias removidas por
inmersión de las larvas en agua destilada estéril a la que se
agregó el adyuvante humectante (Citowet, 0.05%) a fin de bajar la tensión
superficial; alícuotas de la suspensión (0.5 ml) se dispensaron
sobre la superficie del medio selectivo. La purificación de las colonias
se efectuó mediante repiques hasta obtener el cultivo puro.
Cuadro 1: Origen de las cepas de Metarhizium anisopliae var anisopliae
obtenidas de larvas colectadas en diferentes áreas edafoclimáticas
de la IX Región, (Chile). Table 1: Origen of Metarhizium anisopliae var anisopliae strai obtained by larvae from different edafoclimatic areas from IX Región. (Chile). |
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* La denominación de las cepas
considera: Nº de la cepa, primera letra del género del insecto
hospedero, localidad, mes y año
de colecta. ** Coordenadas geográficas son valores estimados. |
Los aislamientos en placas de Petri, se mantuvieron por 15 días en cámara
(incubadora) de cultivo a 25ºC ± 1ºC. Posteriormente fueron
repicados a tubos de ensayos y mantenidos a 4°C. Como medio de cultivo se
usó agar (1,5%), dextrosa (l%), extracto de malta (l%) y peptona (l%)
por cada 1000 ml. Este medio es informado en la literatura como adecuado para
el aislamiento de M. anisopliae (Barnes et al.,
(1975), Garza, 1994). La preparación del medio
de cultivo se realizó según la metodología indicada por
French y Herbert (1980). La esterilización del medio
de cultivo se realizó en autoclave por 20 min a una presión de
15 libras por pulgada cuadrada. Para la obtención del micelio del hongo
se procedió según la metodología utilizada por Pfeifer
y Khechatourios (1993) y Jenkins y Thomas (1996). El medio
líquido consistió en dextrosa (4%) y peptona (1 %) en 1000 cc
agua destilada estéril. Se prepararon frascos Erlenmeyer de 250 cc de
capacidad con 100 cc del medio líquido, fueron autoclavados y posteriormente
se agregó con aguja hipodérmica esterilizada 1 m de conidias (aproximadamente
1x106 conidias/ml) cuantificada en cámara
de Neubahuer. Los cultivos fueron sometidos a agitación en un agitador
orbital a 150 rpm para mantener la oxigenación del sustrato, durante
4-5 días, en condiciones de laboratorio (18 ± 2ºC). Posteriormente,
el micelio fue lavado en agua estéril y separado a través de gasa
fina. Para el secado del micelio se utilizó una bomba de vacío
de 5 HP. Una vez seco, el micelio fue depositado en tubos Eppendorf y mantenido
durante 24 horas a 0°C. A partir de este micelio se procedió con
los análisis RAPD en el Centro Regional de Investigación Carillanca.
Se extrajo ADN genómico de 0,1 g de micelio joven en 0,5 ml de una solución
tampón basada en el detergente catiónico CTAB (bromuro de cetil
trimetil amonio), con un rendimiento de 1 mg / g de tejido. El buffer de extracción
de ADN correspondió a 2X CTAB : 100 mM Tris-HCl pH 8.0, 1.4 M Na Cl,
20 mM EDTA (ácido etilendiamino-tetra-acético), 2% CTAB, 3,8 g/L
bisulfito de sodio e hidróxido de sodio y 0.5% mercaptoetánol.
Se agregó dos gotas de una mezcla de cloroformo (para evitar la precipitación
de proteínas hidrofóbicas) y alcohol isoamílico (para disminuir
la formación de interfases durante la extracción) en proporción
24:1. Se sometió las muestras a 65°C baño María por
30 min, y después de enfriar se agregó nuevamente cloroformo y
alcohol isoamílico 24:1 hasta completar el tubo. Se agitó vigorosamente
por 5 min y luego se centrifugó 5 min a 14.000 rpm y se extrajo el sobrenadante.
Se agregó a esta fase etanol 95% para precipitar el ADN. Después
de secar a temperatura ambiente, se agregó una solución de etanol
75% y acetato de sodio 0,2 M, para lavar el pellet de ADN y se dejó secar.
Se agregó Tris-EDTA 10:1 a un tubo con el pellet, para disolverlo. Luego
se agregó RNAsa y se incubó a 37°C por 1 hora. Se guardó
a -20°C cuando no se utilizó inmediatamente.
Para generar marcadores moleculares se usó la técnica RAPD (Ramdom
Amplified Polymorphic DNA), descrita por Welsh y McClelland (1990)
y Williams et al., (1990).
Se utilizaron 27 partidores de diez bases (Operon Technologies Inc., Alameda,
California), cuyas secuencias se indican en el cuadro 2. La enzima Taq polimerasa
se obtuvo de Promega, Madison, Wisconsin. Las amplificaciones PCR fueron realizadas
en un termociclador Perkin-Elmer de 48 pocillos. Los fragmentos amplificados
se separaron mediante electroforesis horizontal en geles de agarosa (Ultrapure
de Gibco BRL, Gaithersburg, Maryland). Los geles fueron fotografiados sobre
un transiluminador UV Cole Parmer 97500.
Como estándar de peso molecular se utilizó un estándar
de peso molecular de 1 kb DNA (Gibco BRL, Gaithersburg, Maryland), con fragmentos
de 0,4 a 12,2 Kb.
Para la reacción PCR se preparó una solución tampón
basada en Tris pH 8.5, cloruro de potasio, cloruro de magnesio, ficoll, azul
de bromofenol y xileno glicol. Se agregó agua, nucleótidos (dATP,
dCTP, dGTP, dTTP), partidores y finalmente Taq polimerasa. A 4 ml
de ADN templado diluido se adicionaron 11ml
de la solución preparada, para un volumen final de 15 ml
por reacción. La mezcla de reacción, en un tubo Eppendorf de 0.6
ml, se cubrió con aceite mineral para evitar la deshidratación.
También se agregó aceite mineral al pocillo del termociclador
para mejorar el intercambio de temperatura. Se programó el termociclador
para la secuencia térmica: 2 min a 94°C (desnaturalización);
40 ciclos de 25 seg a 94°C, 60 seg a 35°C y 90 seg a 72°C (amplificación);
4 min a 72°C (extensión final); y 4°C indefinidamente (mantención).
Una vez finalizada la reacción PCR, los fragmentos de ADN fueron separados
por electroforesis horizontal en geles de agarosa 1.4%, con adición de
bromuro de etidio para la posterior visualización de las bandas con luz
ultravioleta, en un transiluminador. La solución tampón de carga,
para la electroforesis, estuvo basada en Tris base y EDTA pH 8, con ácido
acético para regular el pH. Para someter el gel al campo eléctrico,
se reguló la fuente de poder a 100 volt, 100 mA, por 2,5 horas. Los geles
fueron fotografiados en el transiluminador, en una cámara oscura, con
película blanco y negro, inmediatamente después de finalizada
la separación de los fragmentos.
La presencia o ausencia de fragmentos de ADN polimórficos entre las diferentes
entradas se denotaron como 1 ó 0 respectivamente, y como 99 los datos
no consignados. Los datos se analizaron con el software NTSYS-pc (Numeral Taxonomy
and Multivariate Analysis System) versión 1.8 (Rohlf, 1993).
Primero se calcularon coeficientes de similitud cualitativa con el programa
SIMQUAL, utilizando la comparación "simple matching" y luego
la matriz de coeficientes de similitud sirvió para crear un dendograma
con el programa SAHN-clustering usando el método UPGMA (Unweighted Pair
Group Method winth Arithmetic Mean), y un gráfico tridimensional de diversidad
en base a un ajuste a escala multidimensional (multidimensional scaling, MDS).
Cuadro 2: Secuencia de partidores utilizados en el análisis
RAPD's de cepas de Metarhizium anisopliae var anisopliae. Table 2: Starters sequence used in RAPD's analysis of Metarhizium anisopliae var anisopliae strains |
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Los resultados obtenidos en esta investigación demuestran que hay una
variación genética natural entre las cepas de M. Anisopliae; Estos
antecedentes se derivan de las observaciones realizadas que determinaron fluctuaciones
de las bandas polimórficas entre 300 y 5000 pares de bases, para lograr
estos resultados se utilizaron 27 partidores (Cuadro 2) los que entregaron bandas
polimórficas para al menos un par de cepas. Este resultado sugiere que
las seis cepas evaluadas fueron todas diferentes (78, 89, 321, 101, 110 y 120),
siendo las cepas 110 y 78 las de mayor similitud, pero no idénticas;
en tanto que las cepas 78 y 120 fueron las de menor similitud genética.(Figura
1). Este resultado es un indicador de la ocurrencia natural de variación
genética de M. anisopliae var anisopliae y posiblemente
de diferencias en virulencia observadas entre las cepas utilizadas en este estudio.
De acuerdo con la información presentada en el dendrograma (figura2a).
las cepas evaluadas se han reunido en dos grupos principales. El primero lo
conforman las cepas 110 y 78, aisladas de G. leucoloma y P. hermanni,
respectivamente, con un índice de similitud de 0,794. El segundo grupo
principal lo conformó el resto de las cepas, con diversos grados de similitud
entre ellas.
En este segundo grupo, la cepa 321 (H. elegans) formó un subgrupo
separado, con una similitud entre estas cepas que fluctuó entre 0,412
y 0,512. Las cepas 89 (H. elegans) y 101 (Aeghorhinus sp), aparecen
formando un subgrupo con un coeficiente de similitud de 0,719. La Figura 2b
representa esta misma información en un graneo de escala multidimensional
(MDS), donde se observa la conformación de dos grupos principales : las
cepas 110 y 78 y las cepas 101, 89 y 120. La cepa 321 aparece en una posición
intermedia entre estos dos grupos. Ambas representaciones son coincidentes.
La variabilidad observada entre las dos cepas aisladas de H. elegans
(89 y 321) y las dos cepas que atacan a G. leucoloma (110 y 120) sugieren
que la variabilidad entre cepas que atacan una misma especie de insecto, pero
provenientes de diferentes lugares geográficos, puede llegar a ser mayor
que la variabilidad entre cepas de hospedantes diferentes.
Los resultados concuerdan con lo señalado por diversos autores, antecedentes
que respaldan la información obtenida . Al respecto; Fegan
et al. (1993) han señalado que el alto grado de diversidad
genética de M. anisopliae var anisopliae determinado por
análisis RAPD estaría relacionado con la localización geográfica
y grupos de patogenicidad. Hajek y St. Leger (1994), señalan
que el aislamiento geográfico y la limitada capacidad de dispersión
de las esporas, especialmente para M. anisopliae, pueden ser importantes
en la evolución de los diferentes genotipos. Sin embargo, consideran
que la variabilidad intraespecffica de los hongos ha sido además caracterizada
por diferencias en patogenicidad, y que los casos documentados de variabilidad
en la susceptibilidad del hospedero al patógeno demuestran la ocurrencia
potencial de coevolución entre el insecto hospedero y el hongo patógeno.
Poprawski et al. (1988), sostienen que la evolución
de los hongos entomopatógenos se incrementa por el polimorfismo de las
poblaciones geográficas, como consecuencia de variaciones generacionales
por mutación, hibridación, parasexualidad. Además, debido
a la presión de selección que ejercen factores bióticos
y abióticos, se afecta su capacidad patogénica. Estudios acerca
de la variabilidad genética entre diferentes cepas de M. anisopliae,
han encontraron que cepas con un mismo nivel electroforético presentan
cepas virulentas y no virulentas (Riba et al., 1985).
Hajek y St. Leger (1994), analizaron diversos aspectos que
explicarían la alta variabilidad genética intraespecífica
que se observa entre aislados de Metarhizium; en este contexto sostienen
que muchas de las cepas de Metarhizium están incluidas en unas
pocas clases de genotipos geográficamente distribuidos y que la persistencia
de estos genotipos en el tiempo y espacio sugiere que en muchas situaciones
estos hongos han tenido una estructura poblacional clonal; indican también
que muchas de estas clases genotípicas contienen sólo cepas aisladas
desde coleópteros y ellos presumiblemente evolucionaron a través
de una especialización patogénica.
Riba et al. (1985), consideran que M. anisopliae
var anisopliae es un grupo muy heterogéneo, con sub-poblaciones
genéticas que pueden ser separadas usando criterios geográficos
y de hospedante. Usando el criterio del hospedante, han logrado separar grupos
de cepas de M. anisopliae con comportamiento diferente y demostrar que
las cepas de curculiónidos forman un grupo discreto. Acotan, citando
a St. Leger et al. (1992) que M. aniopliae var
majus está restringido a especies de Orycetes (Coleoptera: Scarabaeidae).
Figura 1: Bandas generadas por RAPD's entre seis
cepas del hongo Metarhizium anisopliae var anisopliae, obtenidas
por tres partidores diferentes. A la derecha se indica el tamaño
(en pb) de los fragmentos del estándar (DNA Ladder i kb Gibco Bel).
Carriles E=estándar; Carril CN=control negativo con todos los ingredientes
de la reacción, menos el ADN; carriles con partidores: 1-6=AN-14,
7-12=AA-01, 13-18=ba-03. Carriles1,7,13=cepa 110; carriles 5, 11, 17=cepa
101; carriles 6, 12, 18=cepa 321. Figure 1: Bands generated by RAPD's among six strains of Metarhizium anisopliae var anisopliae, fungus obtained with three different starters. On the right are shown the size (in pb) of the fragments of the standard (DNA ladder 1 kb Gibco Bel) E track=standard; CN Tracks=negative control with all the reaction ingredients, excepting ADN; tracks 3, 9, 15=cepa 12j0; tracks 3, 9, 15=strain 89; tracks 5, 11, 17=strain 101, tracks 6, 12, 18=strain 321. |
Figura 2: Dendograma (A) y Gráfico de escala
multidimensional (B) de disimilitud de seis cepas de Metarhizium anisopliae
basado en datos del análisis RAPD's. Figure 2: Dendogram and Multidimensional scale graph of dissimilitude of six Metarhizium anisopliae strains based on data of RAPD's markers analysis. |
Se constató mediante el análisis con marcadores moleculares,
RAPD que las cepas evaluadas presentaban alto nivel de polimorfismo, lo que
sugiere un alto grado de variabilidad molecular intraespecífica entre
las seis cepas evaluadas de M. anisopliae var anisopliae. Esta
variabilidad entre cepas quedó también demostrada por las diferencias
observadas en el tamaño promedio de las conidias, que varió entre
5,2 a 7,1 mm y 2,0 y 2,6 mm, la forma predominante de las conidias, la germinación
y virulencia, y el tipo de crecimiento y color de las colonias.
Basado en el tamaño de conidias, umbral térmico, virulencia y
conformación genética, se determinó que las cepas de M.
anisopliae var anisopliae evaluadas difirieron entre si, confirmándose
la hipótesis planteada. No obstante, fue posible establecer grupos de
similitud en virulencia y constitución genética, conformados predominantemente
por cepas provenientes de una misma especie insectil hospedera.
Proyecto 9603 Dirección de Investigación, Universidad de la Frontera
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