EVALUACION DE UN HIDROLIZADO PROTEICO
DE PESCADO EN SUSTITUTOS LACTEOS

Luis Latrille L., Augusto Abarzúa R., Ljubo Goic A., y Claudia Mella F.
Facultad de Ciencias Agrarias ,Instituto de Producción Animal,
Universidad Austral de Chile,
Casilla 567, Valdivia, Chile ,
 *E-mail : llatrill@uach.cl

Recepcion originales 13 de Marzo del 2000

ABSTRACT

Evaluation of a hydrolysed fish protein concentrate in milk replacers

Key words : hydrolysed fish protein concentrate, milk replacers, calves.

Twenty one friesian calves (12 females and 9 males) in a first trial and 24 (males) in a second, randomly were assigned to three treatments (milk substitutes). The substitutes, prepared at the Centro Tecnológico de la Leche, had 20-21 % protein and 20 % fat (dm basis) and were offered at a concentration of 12,5 % total solids together with a pelleted starter. The milk substitutes had a) 100 % milk protein, or b) 25 or c) 50 % of the protein replaced with a chilean hydrolysed fish protein concentrate (with 85 % CP and 7,4 % fat).
The substitutes were fed diluted at 12,5 % total solids: 4 L per day from 1-28 days and 2 L from 29 to 42 days on trial. Starter and water were offered ad libitum from day 8 (trial 1) or day 1 (trial 2). Average daily gains during the fírst 14 days fluctuated between 0,36 and 0,45 kg (trial 1) and 0,18 and 0,25 kg (trial 2) (P>0.05). Performance improved considerably from the third week onwards. Total intake of substitutes was about 17 kg (dm). Intake of starter till weaning fluctuated around 25 and 30 kg on trials 1 and 2, respectively. Average live weight at weaning varied between 62 and 65 kg (trial 1) and 62 and 66 (trial 2). It was concluded that the hydrolysed fish protein concentrate studied is a promising source of protein for milk substitutes for replacement calves.

RESUMEN

Palabras Claves: Proteína liidrolizada de pescado concentrado, sustituto de leche, terneros.

Veintiún terneros Frisón Negro (12 hembras y 9 machos) en el experimento 1 (E1) y 24 terneros machos en el experimento 2 (E2), fueron asignados al azar (dentro de sexos en E1) a tres sustitutos fabricados en el Centro Tecnológico de la Leche (20-21 % de proteína y 20 % de grasa, bms) , aportados a una concentración de 12,5 % de sólidos totales junto a un concentrado de iniciación, peletizado. Los sustitutos contenían: a) 100 % de proteína láctea; o b) 25 % o c) 50 % de la proteína reemplazada por un hidrolizado de pescado nacional (H-75) con 85 % de proteína cruda y 7,4 % de materia grasa. Se aportó 4 lt diarios de sustituto entre 1-28 días y 2 It entre 29 y 42 días de ensayo; el concentrado y agua se ofrecieron desde el octavo (E1) o primer día (E2). El crecimiento en los primeros 14 días de ensayo fue de 0,36, 0,45 y 0,37 kg. en El y de 0,25, 0,19 y 0,18 en E2 para los sustitutos a, b y c, respectivamente (P>0.05). El crecimiento mejoró notablemente desde la tercera semana. El consumo de sustitutos (kg bms) fue de alrededor de 17 kg. en ambos experimentos y el de concentrado hasta el destete (42 ds) fluctuó entre 25 y 30 kg. en E1 y E2, respectivamente. El peso promedio al destete fluctuó entre 62 y 65 kg. y entre 62 y 66 kg. en los experimentos E1 y E2, respectivamente. Se concluyó que el hidrolizado de pescado estudiado es una fuente promisoria de proteína en sustitutos lácteos para terneros de reemplazo.

INTRODUCCION

La leche descremada, el suero y la caseína se han utilizado mayoritariamente como fuente proteica en la fabricación de sustitutos lácteos para terneros. Sin embargo, en los últimos años, estos recursos han aumentado su costo, lo que ha motivado la búsqueda de otras fuentes potenciales de proteína, factibles de ser utilizadas en este tipo de producto y de un menor costo.

Entre éstas, se encuentran recursos derivados de la soya y de pescados, los cuales han sido ampliamente estudiados por los promisorios resultados obtenidos con su utilización (Latrille y Diaz-Castañeda, 1984, Latrille, 1988).

Muchas investigaciones sugieren que entre las fuentes proteicas de origen animal, los hidrolizados proteicos de pescado (HPP) son ingredientes atractivos para la fabricación de sustitutos lácteos, ya que presentan interesantes propiedades, tales como: pequeño tamaño de partículas, adecuada solubilidad, patrón aminoacídico y digestibilidad, siempre y cuando el proceso de fabricación sea correcto (Slade y Huber, 1965; Petchey et al. 1979; Gorrill et al. 1975 ; Dodsworth et al. 1977; Ritchie y Mackie, 1982; Latrille y Diaz-Castañeda, 1984).

Los HPP se obtienen por la acción de enzimas proteolíticas bajo condiciones aceleradas de digestión y contienen entre un 80 y 90% de proteína en la materia seca (Mackie, 1982; Ritchie y Mackie, 1982; Toullec y Patureau - Mirand , 1979). El proceso de fabricación de los HPP ha sido descrito por diversos aurores (e.g. Ritchie y Mackie, 1982; Opstvedt et al., 1987). Entre los numerosos estudios que han utilizado este tipo de producto, se encuentra el de Jenkins et al. (1982), que ocuparon CPSP-90 (un HPP producido en Francia) en la formulación de un sustituto de prueba. Los autores concluyeron que era factible reemplazar satisfactoriamente hasta un 50% de la proteína del sustituto por este producto en dietas para terneros pre-rumiantes, ya que en todos los parámetros medidos (ganancia de peso, consumo de MS hasta el destete, digestibilidad de la MS, de las grasas y del nitrógeno) no se observaron diferencias significativas en relación al testigo, en el que se usó leche descremada. Guilloteau et al. (1986), lograron buenos aumentos de peso al incluir este HPP en sustitutos lácteos, reemplazando hasta un 76% de la proteína, obteniendo 800 g/día de ganancia de peso al alimentar terneros "veals" desde los 21 días. De acuerdo a una revisión realizada por Latrille (1988), el CPSP - 90 ha aportado desde 31 hasta 80% de la proteína total del sustituto. Este autor señala, además, que con esos niveles de inclusión se han obtenido ganancias de peso hasta de 900 g/día, en el primer mes de vida.

Considerando que a nivel nacional se dispuso de un HPP, denominado H-75, fabricado por Pesquera Guanaye, cuya composición es comparable a la del CPSP - 90, el objetivo de este trabajo fue evaluar, en dos experimentos, la factibilidad de incluir el hidrolizado de pescado H-75 en reemplazo de la proteína láctea en la fabricación de sustitutos para terneros de lechería.

MATERIAL Y METODO

Los ensayos se realizaron en el predio experimental Vista Alegre de la Universidad Austral de Chile, ubicado a 5 km al norte de la ciudad de Valdivia, teniendo cada experimento una duración de 60 días. El Ensayo 1 (El) se efectuó entre agosto y noviembre de 1991 y el Ensayo 2 (E2) entre abril y junio de 1992. En ambos se utilizaron terneros de la raza Frisón Negro; 21 (12 hembras y 9 machos) en el ensayo El y 24 (sólo machos) en el ensayo E2.

Al iniciarse los ensayos los terneros tenían entre 4 y 6 días de edad y habían completado su período de alimentación con calostro. Los terneros del primer ensayo provenían del predio experimental Vista Alegre, por lo que fueron asignados a cada tratamiento al cumplir 5 días de vida. Los animales del segundo experimento luego de llegar al predio experimental recibieron, durante los dos primeros días, un sustituto comercial (Fokkamel) antes de dar inicio al ensayo, para minimizar problemas de aclimatación ya que estos animales fueron adquiridos en una lechería comercial. Durante todo el período experimental los terneros de ambos experimentos permanecieron en confinamiento en corrales individuales de 0,9 * 1,2 m, con piso de tierra y cama de paja.

Los animales fueron asignados al azar a cada uno de los tres tratamientos, dentro de sexos en el experimento 1; de este modo hubo 7 y 8 terneros por tratamiento en los experimentos El y E2, respectivamente. Para la preparación del sustituto, se procedió a mezclar el polvo con agua a una temperatura entre 47°C y 48°C. Los sustitutos se preparaban como solución con 12,5% de sólidos totales y se suministraban a 39°C.

El programa de alimentación para ambos ensayos se presenta en el Cuadro 1. La alimentación láctea (4 lt de alimento líquido, equivalente a 500 g de sustituto en polvo) se suministró a las 8: 00 y a las 16:00 hrs durante los primeros 28 días y a razón de sólo 2 lt diarios, en la mañana, durante los 14 días siguientes, suspendiéndose bruscamente la alimentación líquida luego de 43 días de experimento. El consumo de sustituto se midió diariamente por diferencia entre lo ofrecido y lo rechazado.

Los sustitutos lácteos utilizados fueron elaborados en la Planta Piloto del Centro Tecnológico de la Leche de la Universidad Austral de Chile; las fórmulas y sus ingredientes se presentan en el Cuadro 2.

Los ingredientes se mezclaron en seco empleando una batidora de crema de 300 litros. El hidrolizado proteico de pescado utilizado (H - 75) fue elaborado por Pesquera Guanaye, Talcahuano, Chile, presentándose su composición en el Cuadro 3.

Además de los sustitutos lácteos los terneros recibieron un concentrado de iniciación comercial, peletizado. En el primer experimento (El) este starter se les ofreció a los terneros desde el octavo día en ensayo hasta un máximo de 2,5 kg. diarios. En E2, desde el primer día del ensayo se ofreció concentrado de iniciación en cantidades limitadas (máximo 1,5 kg/día), esta cantidad fue aumentada a 2,5 kg/día a partir de la quinta semana de ensayo, manteniéndose así hasta el final de la experiencia. El agua de bebida se suministró en ambos casos ad libitum. El consumo de alimento sólido de cada animal se obtuvo diariamente por diferencia entre lo ofrecido y lo rechazado. La composición química de los alimentos empleados en los ensayos se presenta en el Cuadro 4.

Además del consumo de alimento se midió semanalmente el peso vivo y el perímetro torácico. También se observó diariamente a los animales por la posible aparición de trastornos digestivos.

En cada ensayo se establecieron tres tratamientos, con siete repeticiones en E1 y ocho en E2. Los tratamientos se describen a continuación:
Tratamiento 1 (Testigo): terneros alimentados con sustituto lácteo, cuya proteína es 100% de origen lácteo.
Tratamiento 2 (25 - H75): terneros alimentados con sustituto en el que se reemplazó un 25% de la proteína láctea por proteína proveniente del hidrolizado de pescado H- 75.
Tratamiento 3 (50 - H75) : terneros alimentados con sustituto en el que se reemplazó un 50% de la proteína láctea por proteína proveniente del hidrolizado de pescado H - 75.
Los datos obtenidos fueron sometidos a análisis de varianza para detectar efectos de los tratamientos y en el caso de existir diferencias significativas entre éstos, se realizó el test de comparaciones múltiples de Tukey.

RESULTADOS Y DISCUSION

Sustitutos lácteos
La composición porcentual de los sustitutos se presenta en el Cuadro 2. Es posible apreciar que ésta fue muy similar en ambos ensayos. El producto en estudio (hidrolizado H-75) se incorporó en un tratamiento intermedio al 6,23 y 6,50 % de la materia seca, aportando aproximadamente el 25 % de la proteína total en el primer y segundo ensayo, respectivamente. El nivel más alto de incorporación de este producto fue de 12,80 y 12,00 % respectivamente, aportando aproximadamente el 50 % de la proteína total en los ensayos E1 y E2. El resto de la proteína fue aportada por leche descremada en polvo y por suero de queso. La composición química de los sustitutos se presenta en el Cuadro 4. Los sustitutos en promedio contenían alrededor del 20 % de proteína total y una concentración similar de materia grasa, lo que los hace comparables en este aspecto a los mejores sustitutos comerciales disponibles (Latrille, 1988). La composición química y el patrón de aminoácidos del hidrolizado en estudio (H-75) se presenta en el Cuadro 3. Es posible observar que este producto contiene alrededor de 85 % de proteína, base seca y que esta proteína tiene un buen patrón de amino ácidos, que es similar ala del producto CPSP-90, fabricado en Francia y muy empleado en la formulación de sustitutos lácteos para terneros (Mackie, 1982; Diaz-Castañeda y Brisson, 1987; Latrille, 1988 ).

Crecimiento pre-destete
Las ganancias de peso en los primeros 42 días de experimento se presentan en el Cuadro 5. Es interesante notar que el crecimiento durante las dos primeras semanas de experimento fue relativamente bajo, sobre todo en el experimento 2. Es sabido que en este primer período, en el cual los terneros tienen aún un escaso desarrollo ruminal, es más difícil reemplazar a la proteína láctea (Jenkins et al., 1982). Sin embargo, el buen crecimiento observado en ambos ensayos al considerar las primeras 4 semanas, sobre todo en E1, indica que al aumentar la edad de los terneros mejora su capacidad para digerir las proteínas no lácteas (Paruelle et al., 1974; Latrille, 1988).

El menor crecimiento observado en E2, particularmente en las primeras dos semanas, es atribuible al hecho de que en este ensayo se emplearon terneros adquiridos de un predio comercial, de modo que, por una parte no existe la segundad de que hubieran consumido calostro en la cantidad y oportunidad necesarias y por otra tuvieron que soportar el estrés del viaje y a la aclimatación a un medio ambiente diferente.
En ambos ensayos no se detectaron diferencias estadísticas en la medida que se reemplazaron cantidades crecientes de proteína láctea pero es claro que numéricamente los promedios tendieron a disminuir al aumentar la incorporación del hidrolizado H-75. Esto es atribuible, al menos en parte, al hecho que al reemplazar el 50 % de la proteína láctea, la proteína remanente, fue principalmente proteína de suero, lo que probablemente disminuyó en forma significativa la formación de un coágulo en el abomasum, ya que éste se forma por acción de la renina sobre la caseína láctea ( Garnot et al., 1977; Roy et al., 1977).

El Cuadro 5 muestra también que, en ambos ensayos, el crecimiento mejoró dentro del período comprendido entre el día 29 y el destete, aumentando las ganancias diarias en todos los casos. La principal razón que explica este mayor crecimiento es el mayor consumo de concentrado, que como se observa en el Cuadro 6, aumentó de un promedio diario de alrededor de 300 gramos en el primer período de 28 días (ensayo 1) y de alrededor de 400 gramos (ensayo 2) a sobre un kilogramo en el segundo período de 28 días. Esto está relacionado con el hecho que desde el día 29 en ensayo la cantidad de sustituto lácteo (en polvo) se redujo de 500 a 250 gramos diarios, hecho que es bien sabido que estimula el apetito por alimento seco en los terneros (Latrille y Diaz-Castañeda, 1984 ).

Consumo de alimentos
Como se observa en el Cuadro 7 las cantidades de sustitutos lácteos siempre fueron consumidas totalmente. De esta manera, en el primer ensayo los terneros consumieron alrededor de 17 kg. de sustituto en polvo, aunque en el experimento 2 esta cifra fue ligeramente inferior en el tratamiento en el que se reemplazó el 25 % de la proteína láctea por proteína proveniente del hidrolizado de pescado. El consumo total corresponde a alrededor de 140 litros de sustituto diluido, cifra que es menor que la empleada en la mayoría de los experimentos nacionales (Abarzúa, 1992; Goic, 1994).

El consumo de concentrados (base materia seca) antes del destete fluctuó entre 22 y 24,6 kg. en el primer ensayo y entre 28,6 y 31,5 kg. en el segundo ensayo (Cuadro 6) . Las cifras equivalentes luego del destete se indican en el Cuadro 9.

Crecimiento post destete
En el Cuadro 8 se observa el crecimiento promedio en cada tratamiento en ambos ensayos. En primer lugar se constata que el peso al destete (luego de 42 días de ensayo) fue muy apropiado para terneros de reemplazo de lechería de esta raza en ambos experimentos. En segundo lugar se observa que en las 2 semanas luego de la suspensión de la alimentación liquida, las ganancias fueron buenas con la posible excepción de los terneros que recibieron el nivel más alto de hidrolizado de pescado en el ensayo 1, que ganaron en promedio 587 gramos diarios en este período, cifra que en todo caso es adecuada y no significativamente diferente de los otros dos tratamientos. Este buen crecimiento, fue obtenido con una alimentación exclusivamente de concentrado de iniciación. Los consumos promedios diarios de concentrado, observados tanto en E1 como en E2, se presentan en el Cuadro 9.

En ambos ensayos se midió periódicamente el crecimiento de los terneros en términos de perímetro torácico. En el primer ensayo, al destete, esta cifra fue de 94,4, 93,7 y 93 cm para el testigo y los tratamientos en que se reemplazó el 25 y el 50 % de la proteína por el hidrolizado H-75, respectivamente. Las cifras equivalentes en el segundo ensayo fueron 98,1, 95,3 y 94,9 cm, respectivamente. En ninguno de los experimentos las cifras fueron significativamente diferentes e indican un crecimiento normal de los terneros ya que los valores son comparables (Abarzúa, 1992; Goic, 1994) o superiores (Abarzúa, 1992 ) a los observadas en otros ensayos similares efectuados en Chile.

Trastornos digestivos
En el primer ensayo no se presentaron alteraciones de ningún tipo durante todo el transcurso del trabajo. En el segundo ensayo se detectó un número muy limitado de trastornos digestivos, lo que se explica probablemente en gran parte, por el hecho de que en este experimento los terneros fueron adquiridos en un predio comercial, por lo que no existió seguridad sobre la oportunidad ni las cantidades de calostro consumido, factor que fue totalmente controlado en el primer experimento. Hasta el destete se observó un promedio de 0,38, 1,13 y 0,63 días con diarrea por ternero, cifras que son muy bajas y sin diferencia significativa entre ellas. En estos casos se reemplazó el sustituto lácteo por una solución de electrolitos.

CONCLUSIONES

En vista del buen comportamiento productivo manifestado por los terneros en ambos ensayos, el hidrolizado proteico de pescado estudiado (H-75) se presenta como un ingrediente promisorio para ser empleado en la fabricación de sustitutos lácteos para terneras de reemplazo de la lechería o para la crianza artificial de terneros machos de este origen. Parece posible mejorar el comportamiento productivo de los terneros, sobre todo durante las primeras 2 semanas de alimentación, empleando cantidades algo mayores de leche descremada en polvo, especialmente cuando más del 25 % de la proteína total proviene de pescado.

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