*Madrigal, A., M. A.*; Caballero, C.,
J.G., **Colín, N., J.; García, C., J.; Villarreal, A. J. F.; Olivares,
S., E.
* Instituto Tecnológico de Linares, Dirección General de Institutos
Tecnológicos, S.E.P.
Carretera Victoria-Monterrey Km 157, Linares, Nuevo León, México.
Fax (821) 2 67 05
**Subdirección de Estudios de Postgrado, Facultad de Agronomía,
U.A.N.L.
Carretera Zuazua-Marín Km 17.5, Marín, Nuevo León, México.
Fax (824) 8 01 01
Hallford, D. H., Fndocrinology Laboratory, New Mexico State University, Las
Cruces, NM, USA
88003. Fax (505) 646 5441
Fecha de entrega de originales:24 de Marzo del
2000
*Trabajo de tesis doctoral financiado por el Programa de Apoyo a 1a Investigación
Científica y Tecnológica (PAICYT).
México.
EFFECT OF BODY CONDITION, BIOSTIMUIATION AND TEMPORAL WEANING ON THE ANESTROUS POSTPARTUM INTERVAL AND THE RATE OF PREGNANCY INOSIMMENTAL BEEF COWS.
Key Words: beef cows, anestrous postpartum interval. body condition.
biostimulation, temporal weaning.
Seventy three Simmental beef cows were used to evaluate the effect of body condition
al parturition, high (HBC) or low (LBC) and biostimulation with bull (B) or
without bull (O) over anestrous postpartum interval. Besides these, temporal
weaning (W) or without it (o) were included to evaluate also the effect on rate
of pregnancy due to fírst service of artificial insemination (AI), under
synchronized estrous. Cows were assigned to treatments completely random. in
2 x 2 factorial arrangement with covariate, utilizing X2 test for
analysis of rate of pregnancy at first AI service. Considering progesterone
(P4) concentration and first corpus luteum (CL.) detection, ovarian
cyclical activity started on 6,8,11, and 15 weeks postpartum (P< 0,01). for
cows HBC-B. HBC-O, LBC-B and LBC-0, respetively. Rate of pregnancy at first
Al service were 70, 56, 30, 30, 33, 22, 25, and 13%,for cows HBC-B-W, HBC-B-o,
HBC-O-W. HBC-O-o, LBC-B-W, LBC-B-o, LBC-O-W, and LBC-O-o, respectively. Conclusion:
anestrous postpartum interval could be reduced in cows with moderate body condition
(BC> 5,5) and biostimulated with bull soon after parturition, and the rate
of pregnancy improved due to both factors together.
Palabras clave: vacas de carne, anestro postparto, condición
corporal. bioestimulación.
Se utilizaron 73 vacas Simmental para evaluar el efecto de la condición
corporal al parto, alta (CCA) o baja (CCB) y la bioestimulación con toros
(CT) o sin toros (ST) sobre la duración del anestro postparto, y además
con destete temporal (CD) o sin destete temporal (SD) para evaluar la tasa de
preñez al primer servicio con sincronización de estros. Los tratamientos
fueron asignados empleando un diseño completamente al azar, con arreglo
factorial de 2 x 2, con covarianza para analizar la duración del período
de anestro postparto, y completamente al azar, con arreglo factorial de 2 x
2 x 2 para analizar la tasa de preñez al primer servicio mediante una
prueba de Chi cuadrado. Considerando la concentración de progesterona
(P4) y la detección del primer cuerpo lúteo (CL), la
actividad cíclica se inició la semana 6, 8, 11 y 15 postparto
(P < 0,01}, respectivamente, para las vacas con CCA-CT, CCA-ST, CCB-CT y
CCB-ST. La tasa de preñez al primer servicio fue de 70, 56, 30, 30, 33,
22, 25 y 13% (P < 0,01), respectivamente, para las vacas con CCA-CT-CD, CCA-CT-SD,
CCA-ST-CD, CCA-ST-SD, CCB-CT-CD, CCB-CT-SD, CCB-ST-CD y CCB-ST-SD. En conclusión,
el anestro postparto puede ser reducido en vacas con moderada condición
corporal (CC 5,5) y bioestimuladas por la presencia de toros inmediatamente
después del parto, y la tasa de preñez puede ser mejorada por
el efecto de estos dos factores, más un destete temporal, al momento
de sincronizar estros en un programa de inseminación artificial.
Uno de los factores principales que determinan el éxito económico
en una explotación de ganado de carne es la eficiencia reproductiva (Dziuk
y Bellows, 1983), siendo lo ideal obtener una cría al año
de cada vaca reproductora (Osoro y Wright, 1992). El estado
nutricional influye sobre la duración del período de anestro postvcrto
y sobre la probabilidad de que la vaca se preñe en la época de
encaste (Laframe y Connor, 1992). El grado de condición
corporal (GCC) de las vacas al parto es el factor más importante que
afecta el intervalo del parto al estro y la tasa de preñez en vacas de
carne multíparas (Morrison et al, 1999). Por cada unidad de incremento
en el GCC al parto (en escala de 1 a 9), la duración del período
de anestro postparto se reduce en 22 días (Wright et al,
1992). Vacas expuestas a toros inician los ciclos estrales más temprano
que las que no son bioestimuladas (Hornbuckle et al, 1995).
Et efecto de la bioestimulación con toros en el postparto es más
marcado relativamente en vacas con menor condición corporal que en vacas
con mayor condición corporal. Esto no indica que vacas con GCC £
5,0 presenten estro postparto en menos tiempo que vacas con GCC = 6,0, sino
que la diferencia en la duración del anestro postparto es mayor entre
vacas con GCC £ 5,0 bioestimuladas y no bioestimuladas que en vacas con
GCC = 6,0, aunque éstas últimas, bioestimuladas o no, tienen un
período de anestro postparto más corto (Stumpf et
al 1992). El destete temporal por 48 h y el uso de implantes de norgestomet
en vacas con 90 d postparto han incrementado al doble la frecuencia de los pulsos
de LH, entre las 24 a 48 h del destete (Williams et al, 1993).
El objetivo del presente estudio fue evaluar el efecto de los factores condición
corporal al parto y bioestimulación con toros sobre la duración
del período de anestro postparto, y de estos dos factores más
el destete temporal sobre la tasa de gestación al primer servicio, en
un encaste de 60 días.
El trabajo de campo se estableció en el rancho «El Mirador»
localizado al sureste de Linares, N.L. México, km 8, carretera Linares
- Lucio Blanco, 24°50' latitud norte y 99°30' longitud oeste, a 480
m.s.n.m., con una temperatura media anual de 21 °C y una precipitación
media anual de 748 mm (DETENAL, 1990). El experimento se inició
a partir del mes de febrero de 1996 y se concluyó el mes de agosto de
1997. Se utilizaron 73 vacas Simmental de 3 a 7 años de edad (de un parto
ó más), de las cuales 39 fueron de condición corporal alta
(CCA), entre 5,5 y 7 (`X= 6,4 ± 0,5), y 34 de condición corporal
baja (CCB), de 3 a 4,5 (`X= 4,1 ± 0,4), en escala de 1= emaciadas a 9
extremadamente obesas (Richards el al, 1986). Como bioestimuladores
del estro se utilizaron 3 toros Simmental con pene bloqueado, de 18 meses de
edad, con una condición corporal de 7,0. El destete temporal se realizó
confinando los becerros en un corral distante de sus madres por 72 horas, antes
del inicio de la inseminación artificial con estros sincronizados. Para
los análisis de P4 se consideraron solo dos factores, la condición
corporal al parto y la bioestimulación con toros, asignándose
los tratamientos (t) en un diseño completamente al azar con arreglo factorial
de 2*2, corrigiendo por edad de la vaca (años) como covariable. El destete
temporal no fue considerado en la duración del período de anestro,
porque éste se realizó después de la aplicación
de los implantes para la sincronización de estros. Se seleccionaron al
azar 6 vacas para cada tratamiento. Los tratamientos fueron: t1, CCA-con toros
(CT) (n = 6); t2, CCA, sin toros (ST) (n = 6); t3, CCB-CT (n = 6); y t4, CCB-ST
(n - 6). Para evaluar la tasa de preñez se consideraron los tres factores,
asignando los tratamientos con el mismo diseño, con arreglo factorial
de 2*2*2, corrigiendo por edad de la vaca (años) como covariable. Los
tratamientos fueron: t1, CCA- CT-con destete (CD) (n - 10) ; t2, CCA-CT-sin
destete (SD) (n = 9); t3, CCA- ST-CD (n = 10); t4, CCA-ST-SD (n = 10); t5, CCB-CT-CD
(n = 9); t6, CCB-CT-SD (n = 9); t7, CCB-ST-CD (n = 8); y t8, CCB-ST-SD (n =
8). La condición corporal (CC) de las vacas se registró al parto,
al presentar el primer cuerpo lúteo (CL) postparto, al estro y al inicio
del encaste. Los toros fueron bloqueados del pene (Técnica inédita,
Madrigal y Colín), equipados con un dispositivo en el prepucio y con
un arnés con marcador de quijada1 para marcar vacas en estro, como un
medio auxiliara la observación visual. La detección de estros
se realizó dos veces al día durante 1 hora (0600 a 0700 y 1800
a 1900 h) , desde los 15 días postparto hasta el inicio del encaste.
A partir de los 15 días postparto, se colocó un parche de grupa2
en todas las vacas, para hacer más eficiente la detección de estros.
Los ovarios se palparon por vía rectal cada semana, desde los 15 días
postparto, para detectar el desarrollo del primer CL, considerado como indicativo
del inicio de la actividad ovárica postparto. La detección de
estros se realizó dos veces al día durante 1 hora (0600 a 0700
y 1800 a 1900 h), desde los 15 días postparto hasta el inicio del encaste.
Se eligieron al azar 6 vacas de cada tratamiento (factorial 2*2) para obtener
muestras de sangre para determinar la concentración de progesterona (P4)
en el suero y correlacionarla con el desarrollo del primer CL y la manifestación
del primer estro postparto. La primera muestra en la tercera semana postparto,
unas horas antes de introducir las vacas al grupo correspondiente, CT o ST y
posteriormente se tomó cada semana. La sangre se colectó de la
vena yugular en tubos con vacío (vacutainer) y se centrifugó a
250 x g a 4°C por 20 minutos. El suero se depositó en tubos de polipropileno
con capacidad de 1,5 ml, con tapa de cierre hermético integrada , manteniéndose
-20° C hasta su análisis. La concentración de P4
se determinó por de la Técnica de Radioinmunoensayo (RIA) (Hoefler
y Hallford, 1987). Se programó sincronización de estros en
todas las vacas para iniciar el encaste con un servicio de inseminación
artificial (IA). La sincronización se realizó con un implante
con 6 mg de norgestomet e inyección con 3 mg de norgestomet y 5 mg de
valerato de estradiol (Syncromate-B)3. a los 67 días de haber
terminado la época de partos. El implante se mantuvo en el pabellón
de la oreja por 9 días. Los becerros fueron separados de sus madres 24
h antes de retirar los implantes y se reincorporaron con estas inmediatamente
después de la IA. Todas las vacas se inseminaron entre las 48 y 54 h
de retirado el implante, sin considerar la manifestación de estros. Cuatro
toros sementales fueron introducidos con las vacas 15 días después
de la IA, para cubrir vacas repetidoras durante 45 días. Las vacas que
no recibieron monta fueron palpadas por vía rectal a los 45 días
de la IA, confirmándose el diagnóstico por ultrasonografía.
A los 45 días de retirados los sementales, se realizó un diagnóstico
de gestación con el mismo procedimiento. Las vacas fueron palpadas nuevamente
a los 90 días del último servicio para reconfirmar la preñez.
Los análisis de datos registrados fueron realizados por medio del paquete
estadístico de SPSS versión 7,5 (1996). Las
medias fueron comparadas con la prueba de DMS (Olivares, 1994).
Las 2 gestaciones fueron analizadas con la prueba de Chi cuadrado (Olivares,
1994).
La condición corporal a la formación del primer CL postparto
fue de 5,4 ± 0,4 (n = 39) y 4,3 ± 0,3 (n = 34) (P < 0,01),
respectivamente, en vacas con CCA y CCB. En el Cuadro 1 se
muestra la evolución de las concentraciones de P4 entre la
semana 6 a la 16 postparto. Se consideró como inicio de la actividad
cíclica cuando la concentración de P4 en el suero fue
> 1,0 ng/mL, observándose que vacas con CCA (n = 12) iniciaron su
actividad cíclica 7 semanas antes que vacas con CCB (n = 12). Estas observaciones
concuerdan con las realizadas por Hougton et al. (1990), quienes
encontraron que vacas con CC < 3,0 (en escala de 1 a 5) presentaron un período
de anestro postparto de 28 a 58 días más largo que el de vacas
con CC = 3,0. Por otro lado, Entwistle (1983) menciona que
mecanismos nutricionales controlan la actividad ovárica, ejerciendo su
efecto sobre el hipotálamo, la glándula pituitaria o el ovario,
por lo que las vacas subalimentadas permanecen acíclicas. Por lo tanto,
el efecto negativo de una inadecuada nutrición sobre la liberación
de LH, parece ser expresado a nivel de sistema nervioso central y probablemente
implica una reducida liberación de LHRH por el hipotálamo (Schillo,
1992). La LH es la principal hormona que regula el CL, estimulando la producción
de P4 (Wiltbank, 1994). Los porcentajes acumulados
de vacas con CCA(n = 12) con concentración de P4> 1,0 ng/mL
fueron de 25, 42, 67, 92 y 100%, en las semanas 6, 7, 8, 9 y 10 postparto. Las
vacas con CCB (n = 12) mantuvieron niveles basales (P4< 1,0 ng/mL
de suero) hasta la semana 10 postparto, y en las semanas 11 y 12, el 17 y 33%
de las vacas, respectivamente, presentaron niveles de P4 > 1,0
ng/mL. Sin embargo, el promedio mínimo cuadrático de P4
> 1,0 ng/mL en las vacas con CCB se presentó en la semana 14.
La condición corporal al parto fue de 5,3 ±1,2 y 5,4 ±1,3
(P> 0,05) y, de 4,8 ± 0,8 y 4,7 ± 0,7 (P > 0,05), a la formación
del primer CL, respectivamente, en vacas con CT (n = 37) y ST (n - 36). De acuerdo
a la concentración de P4, el efecto de la bioestimulación
(CT, n = 12 y ST, n = 12) no fue tan marcado como el de la condición
corporal (Cuadro 1). Las vacas con toro tuvieron un período de anestro
3 semanas más corto que las vacas sin toro. El 100% de las vacas con
CCA estaba ciclando a las 10 semanas postparto, mientras que en ese período
solo cicló el 50% de las vacas con toro, ciclando el 83% a las 12 semanas.
Estos resultados son muy similares a los reportados por Hornbuckle
et al (1995), quienes también evaluaron el efecto de la presencia
de toros en el período postparto sobre la actividad cíclica, concluyendo
que el 91% de las vacas estaban ciclando a las 11 semanas postparto y 83% en
las vacas mantenidas sin toros, aunque no mencionan el grado de condición
corporal. El contacto de las vacas con los toros en el postparto estimula la
actividad ovárica produciendo mayor incidencia de estros (Alberio
et al, 1987).
En el Cuadro 2 se muestran los promedios mínimos cuadráticos de los niveles de P4, de la semana 6 a la 16. Al analizar el efecto de la interacción condición corporal-bioestimulación con toros (CC-T), sobre los niveles de P4, la presencia del primer CL postparto y la manifestación del primer estro postparto, se observó que las vacas con CCA-CT (n = 6) empezaron a ciclar en la semana 6, 2 semanas antes que las vacas con CCA-ST (n = 6), 6 semanas antes que las vacas con CCB-CT (n = 6) y 9 semanas antes que las vacas con CCB-ST (n = 6) (P< 0,01). Igualmente, Stumpf et al (1992) encontraron una interacción significativa (P< 0,05) entre condición corporal al parto (CCP) y bioestimulacíón con toros, sobre la duración del anestro, observando mayor efecto de la presencia de toros en vacas con CCB al parto (CCP = 4,9) que en vacas con CCA al parto (CCP = 5,9). Los porcentajes acumulados de vacas que presentaron concentraciones de P4> 1,0 ng/mL se muestran en la Figura 1, observándose que para la semana 8, el 100% de las vacas con CCA-CT (n = 6) alcanzaron o superaron ese nivel, mientras que el 100% de las vacas con CCA-ST (n = 6) lo superaron hasta la semana 10. En la semanal 2, el 67% de las vacas con CCB-CT (n = 6) presentaron una concentración de P4> 1,0 ng/mL, pero ninguna de las vacas con CCB-ST rebasó ese nivel. El 33% de las vacas con CCB-ST presentaron niveles de P4> 1,0 ng/ml en la semana 15 postparto. El tiempo transcurrido entre el parto y la formación del primer CL fue menor en las vacas con CCA (n= 39), que en las vacas con CCB (n- 34) (52 vs. 97 días; P< 0,01).
Cuadro 2. Concentración de P4
(ng/mL) por efecto de la interacción condición corporal (CC)
alta (A) o baja (B) y bioestimulación con toros (CT) o sin toros
(ST). P4 (ng/mL) concentration affected by interaction between body condition (BC) high (H) or low (L) and bioestimulation with bull (B) or without bull (O). |
||||||||||||||||||||||||
|
||||||||||||||||||||||||
** P < 0,01 en renglón. * P < 0,05 en renglón. P.M.C. Promedios mínimos cuadráticos |
Figura 1. Efecto de dos factores. principales CC y T en los cuatro
grupos de vacas, en la concentración P4 > 1.0 ng/mL
en suero sanguíneo. Effect of main factors BC and bull in groups of cows on the P4 > 1.0 ng/mL blood serum concentration |
Las vacas CT desarrollaron el primer CL postparto 14 días más
temprano que las vacas ST (66 vs. 80 días; P< 0,05). Las vacas del
grupo CCA-CT desarrollaron el primer CL postparto a los 47 ± 4 días,
en tanto que las vacas del grupo CCB-ST lo presentaron hasta los 109 ±
12 días (P< .01; Cuadro 3). Independientemente de
los tratamientos, se agruparon las vacas en rangos de media de CC para estimar
el período transcurrido entre el parto y el desarrollo del primer CL,
el cual fue de 113, 106, 90, 54, 55, 50 y 63 días, respectivamente, para
las vacas con CC de 3,5, 4,0, 4,5, 6,0, 6,5, 7,0 y 7,5 (P< 0,01; R2
= 0,76). El período de anestro postparto fue de 66 + 10 y 109 ±
15 días (P< 0,01), respectivamente, para vacas con CCA y CCB. Las
vacas CT tuvieron un período de anestro de 77+ 22 días y las vacas
ST, de 91+28 días (P< 0,01). El período entre el parto y el
estro fue menor en las vacas con CCA-CT y más largo en las vacas con
CCB-ST (P< 0,01), como se muestra en el Cuadro 3. Al analizar el número
de gestaciones a la inseminación artificial (IA) y al final del encaste
de 60 días mediante una prueba de Chi cuadrado no se observó diferencia
significativa entre tratamientos (P> 0,05), pero se detectó una diferencia
altamente significativa (P< 0,01) cuando fueron analizados los porcentajes
de gestación, tanto a la lA como al final del encaste. Las vacas del
t1 (CCA-CT-CD) tuvieron los porcentajes de gestación más altos
al primer servicio y en el encaste de 60 días, mientras que las vacas
del t8 (CCB-ST-SD) tuvieron los porcentajes más bajos (70 y 90 vs. 13
y 38%, respectivamente). La tasa de gestación a la IA fue de 70, 55,
43, 43, 33, 22, 25 y 13%, para las vacas en t1 hasta aquellas en t8, respectivamente.
La bioestimulación con toros puede producir beneficios económicos
al acortar el período de anestro postparto en vacas con moderada condición
corporal (³ 5,5), y responder mejor a los sincronizadores de estro cuando
se realiza el destete temporal al momento de la sincronización. La vaca
tiene más oportunidades de quedar gestante al concluir la época
de encaste al haber iniciado su actividad cíclica más temprano,
presentando más estros en los primeros 80 días postparto, y por
lo tanto al tener más oportunidades de ser servida por IA o por monta
natural, acortando el período interpartos y aumentando el porcentaje
de pariciones.
Cuadro 3. Intervalo parto-primer CL postparto,
parto- primer estro postparto y tasa de preñez por efecto de la interacción
CC-T. Parturition-first CL post-partum interval, parturition-first oestrus postpartum interval, and the rate of pregnancy as a result of the interaction BC-B |
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**P< 0,01 en columna. * P <
0,05 en columna. Letras diferentes como superíndice indican diferencia significativa en misma columna. DPCL días del parto a la formación del primer CL. DPE días del parto a la manifestación del primer estro. IA inseminación artificial |
La condición corporal al parto es el principal factor que afecta la
actividad reproductiva de la vaca, presentándose un anestro más
corto en vacas que paren en buena condición corporal. La concentración
de progesterona mayor a 1,0 ng/ mL es una señal del inicio de la actividad
cíclica de la vaca, concordando con el primer cuerpo lúteo detectado
en el postparto. El efecto de la bioestimulación con toros sobre el inicio
de la actividad cíclica en el postparto no fue tan manifiesto como el
de la condición corporal al parto, pero las vacas que recibieron bioestimulación
tuvieron un anestro más corto. El destete temporal, aunado a los dos
factores anteriores, mejora la respuesta de la vaca a los sincronizadores de
estro y mejora la tasa de preñez al primer servicio.
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