COMUNICACIONES

 

Estudio anatomohistológico de la irrigación perifoveolar de la cabeza del fémur de un cerdo (Sus scrofa)

 

M. del Sol, T.M. M. Sc. Ph. D.; C. Veuthey, M.V.; A. Vasconcellos, M.D.
 Depto. de Ciencias Básicas, Facultad de Medicina, Universidad de La Frontera. Casilla 54-D Temuco, Chile.

SUMMARY

Anatomo-histological study on the perifoveolar irrigation of the femur head in pigs (Sus scrofa)

The irrigation of the perifoveolar region in the femoral head, has been the aim of some anatomo-clinic studies in the belief that it would suffer aseptic necrosis by the section of the ligament from the femoral head and from its relating vessels.

In order to clarify the above hypothesis an anatomo-histological study was performed on a 3 months old, 30 kg pig specimen (Sus scrofa). This consisted in a surgical sectioning of the femur head ligament and its enclosing arteries, which were also ligated in order to observe nutrition at the perifoveolar head level. After 92 days, with the specimen weigthing 83 kg, it was sacrificed and samples from the ligament and femur head closer to the fovea were taken.

It was not possible to observe histopatological alterations or necrosis in the insert area of the ligament of the femoral head and adjacent areas, in the compact bone or in the spongy substances. Histological alterations in the articular cartilage were not observed either. Instead, a moderate fibrosis at the distal extremity of the ligament in the femoral head was noticed. Signs of active mineralization were shown in the bony counterfoil. The side control did not present histopatologic alterations.

Through this study the irrigation of the femoral head in a pig specimen was proved to be minimal and perhaps non existent.

Palabras claves: fémur; irrigación, cerdo.

Key words: femur, irrigation, pig.

INTRODUCCION

En ciertos trabajos clínicos y experimentales se ha estudiado y discutido la importancia de la irrigación de la cabeza femoral (Wertheimer y Fernandes, 1971). Se sabe de las numerosas lesiones que sufre la cabeza femoral y la necrosis avascular o aséptica posterior a esas injurias. Un aspecto destacable para la solución del problema lo constituye el conocimiento de la anatomía de la irrigación perifoveolar de la cabeza femoral. Se mencionan a las ramas ascendentes de las arterias circunflejas femorales medial y lateral contribuyendo a dicha irrigación (Claffey, 1960; Sevitt y Thompson, 1965). Además, se ha indicado a la arteria que acompaña al ligamento de la cabeza del fémur como un vaso importante en la irrigación de la región adyacente a la fóvea femoral.

Actualmente, se utilizan modernos métodos para detectar necrosis vascular de la cabeza femoral, causada por fracturas, microinfartos y otras patologías (Bearcroft y col., 1996). Así, frecuentemente, se realizan estudios a través de la resonancia nuclear magnética in vivo (Lang y col., 1993; Asnis y col., 1994), estudios histológicos (HE, safranina-O, van Gieson) e inmunohistoquímicos (Starklint y col., 1995), para visualizar daño del endotelio de los vasos sanguíneos in vitro, y de este modo determinar las alteraciones vasculares y óseas producidas en la cabeza femoral.

Con el propósito de verificar la contribución sanguínea por parte de la arteria que acompaña al ligamento de la cabeza del fémur hasta la fóvea y su distribución en la zona adyacente, se efectuó un estudio experimental seccionando el ligamento y sus vasos, pensando que esta sección podría afectar la nutrición de la cabeza femoral provocando necrosis parcial o total de ella.

MATERIAL Y METODOS

Se utilizó un cerdo (Sus scrofa ), macho, de 3 meses de edad y 30 kg de peso. Se procedió a la premedicación por vía intramuscular con acepromacina y se atropinizó con la finalidad de evitar afectos adversos. Una vez sedado el paciente se le aplicó, vía endovenosa, tiopental sódico en dosis de 25-30 mg/kg hasta lograr una anestesia profunda. Posteriormente, se depiló y desinfectó la región glútea izquierda. A continuación se practicó una incisión de, aproximadamente, 20 cm de longitud a través de la piel y fascia superficial. Luego se desbridaron los músculos de la región hasta alcanzar la articulación coxofemoral. Se efectuó una incisión a la cápsula articular y se localizó el ligamento de la cabeza del fémur, el cual junto a sus vasos fueron ligados con catgut cromado 2-0 en sus extremos proximal y distal y, posteriormente, seccionados entre ambos cabos. Finalmente, se suturaron separadamente la cápsula articular, los músculos desbridados con catgut simple y la fascia superficial y piel con Vicryl 1.

Transcurridos 92 días del posoperatorio, y con un peso de 83 kg, el cerdo fue sacrificado e inmediatamente fueron separadas las articulaciones coxofemorales. Luego se seccionó el cuello del fémur de ambos miembros, sirviendo la articulación coxofemoral derecha como control. Se tomaron muestras de ambos extremos del ligamento de la cabeza del fémur y de las cabezas femorales, operada y control, las cuales fueron utilizadas para microscopia óptica. Se realizaron tinciones con HE y van Gieson para visualizar los vasos sanguíneos, como también el cartílago articular y el tejido óseo.

RESULTADOS Y DISCUSION

El ligamento de la cabeza del fémur es una cinta más o menos aplanada, insertada en la fóvea de la cabeza del fémur, localizada superior, medial y posteriormente en la fosa acetabular. Durante su trayecto cruza superiormente al ligamento transverso del acetábulo, el cual cubre la incisura acetabular (entre el isquion y pubis). Se encuentra acompañado por las ramas acetabulares provenientes de las arterias circunfleja femoral medial y obturatriz (figs. 1a y 1b).

Al extraer la muestra se observó que la irrigación de la región perifoveolar de la cabeza del fémur, se realiza a través de las ramas arteriales que acompañan al ligamento de la cabeza del fémur y, además, por las ramas del anillo arterial pericapitular procedente de las arterias circunflejas femorales.

Autores como Walmsley (1915) y Lang (1916) no le dieron importancia a las arterias que acompañan al ligamento de la cabeza del fémur, negando la eventual participación en la irrigación de la misma. Por otra parte, Cella (1937), Wolcott (1943) y Schink y Parhofer (1962) indicaron que dichos vasos tienen alguna participación, pero que ésta es insignificante, en comparación al aporte de las ramas de las arterias circunflejas originadas del anillo arterial pericapital, situación observada en el cerdo estudiado, donde la sección del ligamento de la cabeza junto a sus arterias acompañantes no provocó alteración en la irrigación de la región adyacente a la fóvea manteniéndose, por el contrario, un aspecto histológico muy similar al presentado por el lado control.

Por otra parte, autores como Chandler y Kreuscher (1932) y Catto (1965) han atribuido importancia a las arterias que acompañan al ligamento de la cabeza del fémur, incluso recientemente Moore (1996) ha descrito que en algunos casos la sangre que llega a través de este vaso puede ser el único aporte sanguíneo que recibe el fragmento proximal de la cabeza. Si el ligamento se rompe o está ausente, puede no llegar sangre a esta parte del hueso y, como resultado, se observa una necrosis aséptica.


Figura 1a. Vista anterolateral de la articulación coxofemoral del cerdo. 1. Cabeza femoral; 2. Ligamento de la cabeza del fémur; 3. Acetábulo; 4. Cápsula articular (reclinada); 5. Trocánter mayor.
Anterolateral part of the hip joint of pig. 1. Femoral head; 2. Ligament of femur head; 3. Acetabulum; 4. Articular capsule (has been reclined); 5. Greater trochanter.
Figura 1b. Vista posteromedial de la articulación coxofemoral del cerdo. 1. Cabeza femoral; 2. Ligamento de la cabeza del fémur; 3. Músculo obturador interno; 4. Cápsula articular (reclinada); 5. Trocánter mayor; 6. Trocánter menor.
Posteromedial part of the hip joint of pig. 1. Femoral head; 2. Ligament of femur head; 3. Obturator internus muscle; 4. Articular capsule (has been reclined); 5. Greater trochanter; 6. Lesser trochanter.

Aunque el estudio fue realizado en un animal, se ha podido comprobar la poca o nula participación de las arterias acompañantes del ligamento de la cabeza del fémur en la irrigación de la región perifoveolar. Sin embargo, no se puede descartar completamente que la cabeza del fémur reciba parte de su irrigación a través de esta vía, como ha sido señalado por los autores previos y Trueta y Harrison (1953) y Merkle (1964).
Son interesantes las acotaciones de Logròscino (1937) y Nordenson (1938), quienes señalaron que los vasos acompañantes del ligamento de la cabeza del fémur son importantes sólo durante los primeros años de vida o de la infancia en el hombre. Esta situación podría ser homologada a esta experiencia, pero no es compartida, ya que se pudo observar en el cerdo que a pesar de encontrarse en pleno crecimiento óseo la cabeza femoral no se vio afectada por la sección del ligamento y sus vasos que lo acompañaban hasta su inserción en la fóvea de la cabeza femoral. En oposición a lo anterior, Granel (1949) y Etienne y Granel (1949) señalan que los vasos acompañantes son importantes sólo después de la pubertad en el hombre, es decir, una vez comenzada la sinostosis diafisoepifisaria.

En el análisis de los cortes 1 y 2 que comprendían la inserción del ligamento de la cabeza del fémur en la fóvea de la cabeza femoral, se observó que los haces ligamentosos se encontraban orientados, no visualizándose alteración histológica, en el ligamento ni en la zona periférica de inserción perifoveolar y cartílago hialino vecino, aunque se observó moderada fibrosis difusa del extremo distal del ligamento de la cabeza del fémur. El cartílago hialino vecino presentaba signos de madurez con grupos isógenos coronarios aislados y buen desarrollo de la matriz (fig. 2).

Figura 2. Región perifoveolar. Cartílago hialino maduro: grupos isógenos y buen desarrollo de la matriz.Perifoveolar region. Nature hyaline cartilage: Isogenic groups and good matrix development.

Los cortes 3 y 4 correspondían a sustancias óseas compacta y esponjosa más periférica, ambas maduras. Los cortes más profundos y secuenciales (5, 6 y 7) comprendían la superficie articular (periferia), cartílago articular más delgado, sustancia ósea compacta y sustancia esponjosa más central, en cuyo espesor se observaba un pequeño foco de osificación. En este último se observaban trabéculas de tamaño irregular, con abundantes osteocitos y osteoblastos en su mayor parte muy activos. La matriz ósea mostraba signos de mineralización activa (fig. 3).

Figura 3. Centro de osificación endocondral del hueso vecino: 1. Restos de cartílago calcificado. 2. Trabéculas óseas con osteoblastos activos. 3. Osteocitos con matriz con signos de mineralización.Center of endocondral bone formation: 1. Rest of mineralise cartilage. 2. Trabeculaes bone with actives osteoblast. 3. Osteocytes in bone matrix with mineralization signs.

En los cortes obtenidos de la muestra control no se observaron alteraciones histológicas tanto en el ligamento de la cabeza del fémur como en las sustancias óseas esponjosa y compacta. La diferencia entre los lados control y operado está dada por una fibrosis moderada del ligamento de la cabeza del fémur y su centro de osificación mayor que en el lado control.

Las observaciones histológicas realizadas en este estudio experimental, permiten hacer una correlación con trabajos anatómicos efectuados en el hombre, en los cuales se señala que la nutrición de la cabeza femoral proviene principalmente de las ramas epifisarias de las arterias circunflejas (Claffey, 1960; Crock, 1965; Sevitt y Thompson, 1965; Wertheimer y Fernandes Lopes, 1971), aunque sería de importancia realizar estudios específicos de los patrones vasculares de la región, para poder afirmar más exactamente tal situación en el cerdo.

Como se puede apreciar en este estudio anatomohistológico, no se evidenciaron muestras de necrosis de la cabeza femoral adyacente a la fóvea possección del ligamento de la cabeza femoral y de sus vasos acompañantes, lo que indica que su irrigación no depende sólo de las arterias que acompañan al ligamento de la cabeza femoral, a diferencia de lo que se ha observado en el hombre cuando hay fracturas del cuello de fémur próximo a la cabeza en que a menudo se altera la irrigación de ella (Moore, 1996).

Derivado de este estudio, se puede decir que la irrigación aportada por las ramas arteriales procedentes del anillo arterial pericapital, el cual es formado por las arterias circunflejas, es suficiente para la nutrición de la cabeza femoral y que la sección de las ramas acetabulares de las arterias circunfleja medial y obturatriz, acompañantes del ligamento de la cabeza del fémur, no provoca alteraciones de la región perifoveolar de la cabeza femoral, aunque debería ser confirmado en un mayor número de casos.

RESUMEN

La irrigación de la cabeza del fémur ha sido motivo de algunos estudios anatomoclínicos, al mencionarse que ella sufriría necrosis aséptica, por la sección del ligamento de la cabeza del fémur y de sus vasos acompañantes (Moore, 1996).

De acuerdo a la hipótesis en que la sección del ligamento de la cabeza del fémur junto a sus vasos podría afectar la nutrición perifoveolar de la cabeza, se efectuó un estudio anatomohistológico en un cerdo (Sus scrofa), de 3 meses de edad y 30 kg de peso, al que se seccionó quirúrgicamente el ligamento mencionado y las arterias que lo acompañan, las cuales también fueron ligadas. Después de 92 días y teniendo el cerdo un peso de 83 kg, fue sacrificado y se obtuvieron muestras para microscopia óptica del ligamento y de la cabeza del fémur, próxima a la fóvea.

No fue posible observar alteraciones histopatológicas o necrosis aséptica en la zona de inserción del ligamento de la cabeza femoral y zonas adyacentes, tanto en la sustancias ósea compacta como esponjosa. Tampoco se observó alteración histopatológica en el cartílago articular. Fue observada sólo una moderada fibrosis en el extremo distal del ligamento de la cabeza femoral. La matriz ósea mostraba signos de mineralización activa. El lado control tampoco presentaba alteraciones histopatológicas.

Este estudio mostró la escasa participación que tienen las arterias acompañantes del ligamento de la cabeza femoral en la irrigación perifoveolar de la cabeza del fémur en el cerdo.
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 Aceptado 28.4.98.

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