COMUNICACIONES

 

Efectos de la extrusión o peletización de la dieta de engorda sobre la respuesta productiva de la trucha arcoiris (Oncorhynchus mykiss) tamaño plato*

Effects of pelletization or extrusion of the fattening diet on production performance of pan size rainbow trout (Oncorhynchus mykiss)

 

J. POKNIAK, M.V., M.S.; S. CORNEJO, M.V., M.S.; C. GALLEGUILLOS, M.V.; C. LARRAÍN, M.V.;
J. BATTAGLIA, M.V.

Departamento de Fomento de la Producción Animal, Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias, Universidad de Chile, Casilla 2, Correo15, Santiago, Chile.

SUMMARY

The effect of pelletization or extrusion of a fattening diet fed to rainbow trout (Oncorhynchus mykiss) from 60 ± 5 g up to 270 ± 10 g live weight on productive performance, carcass yield, hepatosomatic index, chemical composition of edible part (fillet ) and economic advantage of both diets was studied.

The productive performance was evaluated by the live weight, feed consumption (FC), feed efficiency (FE), specific growth rate and total mortality. The fish fed the extruded diet presented lower FC and a better FE than those fed the pelleted diet (p<0.05), the others parameters were rather similar between the treatments assayed. The carcass yield, hepatosomatic index and chemical composition were not affected (p>0.05) by feeding extruded or pelleted diet.

The extruded diet presented a lower cost for each kg of live weight or net kg (live weight corrected by carcass yield ) of rainbow trout produced when the FE and the cost of diet were included, with no consideration of the cost of the processes .

Feeding an extruded diet to pan size rainbow trout could have some productive advantages expressed by a better FE and a relative lesser cost per total or net kg of trout gained compare to a pelleted diet. Finally as the feed consumption of extruded diet was lower than the pelleted one a lesser amount of residues can be expected with a lower negative environmental impact as well.

Palabras claves: Trucha arco iris, dieta engorda, extrusión, peletización.

Key words: Rainbow trout, fattening diet, extrusion, pelletization.

INTRODUCCION

La actividad acuícola en Chile ha presentado un elevado crecimiento durante los últimos años, siendo la salmonicultura el rubro con mayor expansión en el sector.

La fabricación local de dietas para peces ha tenido una marcada influencia sobre el éxito de los cultivos, debido a los continuos progresos que ha presentado con los años, así el piscicultor ha podido optar por alternativas de mayor calidad, obteniendo mejores respuestas productivas y rentabilidad. Además, la gran oferta de alimentos existente, que excedería la demanda (Hardy,1992), hace muy competitivo el mercado por la disponibilidad de diferentes productos de excelente calidad.

Por otra parte, la evolución del tipo de dietas empleadas en la alimentación de peces de cultivo ha sido muy importante habiendo comenzado con dietas húmedas hasta la aparición de la presentación extruida con marcadas ventajas (Hardy, 1992), y considerando, además, como lo señala Tacon (1988) que bajo condiciones de un cultivo intensivo, se deben proveer los nutrientes a través de la entrega de dietas artificiales "completas".

La extrusión de las mezclas de alimentos puede definirse como el proceso por medio del cual los ingredientes, previamente humedecidos, son sometidos a cocción por aplicación de alta temperatura (hasta 250° ), por un breve período de tiempo (1 a 1.5 minutos ) o bien, bajo la acción de intensa fricción y contacto de la mezcla con camisas térmicas (Harper, 1981; Cheftel, 1986; Botting, 1991). Además, las mezclas están sometidas a elevada presión (Cheftel, 1986), para luego sufrir una repentina descompresión, lo que permite la expansión del vapor de agua, originándose un pelet liviano y expandido (NRC, 1981).

Uno de los resultados de este proceso es la gelatinización del almidón, que significa importantes cambios fisicoquímicos en su estructura, los que se traducen en una mayor solubilidad en agua (Cheftel,1986), por lo cual, se afirma que los tratamientos hidrotérmicos sobre el almidón pueden causar importantes incrementos en los rendimientos de la trucha arco iris (TAI) (Oncorhynchus mykiss) (Hilton y col., 1981; Kaushik y De Oliva Teles, 1985), como consecuencia de esto, una gran variedad de cereales extruídos son ofrecidos para ser incluidos en la dieta de TAI (Pfeffer y col., 1991).

El proceso de extrusión, también, permite elaborar dietas hiperenergéticas con altos porcentajes de lípidos en su composición (Kaushik, 1993 ; Pokniak y col., 1996). El mayor contenido de lípidos en la dieta es posible de lograr en pelets extruídos (Hardy, 1992), incorporando después del proceso, altos niveles de aceite de pescado (Guillaume, 1991), los cuales no pueden ser adicionados en dietas producidas mediante el peletizado de los alimentos (Kaushik, 1993), ya que el pelet así obtenido no presenta una buena consistencia (Pike,1990). Con la extrusión, los niveles de inclusión de aceite de pescado pueden ser muy superiores a 8-10% de la dieta, siendo estos porcentajes los límites de incorporación de aceite de pescado en el caso del pelet tradicional (Pike,1990; Kaushik, 1993). Así, las dietas extruídas para salmones y truchas, al tener esta ventaja con respecto al pelet tradicional (Hardy, 1992), pueden presentar actualmente contenidos de lípidos que fluctúan entre 25 y 30% de la dieta (Pike, 1990, Kaushik, 1993).

Gabaudan y col. (1986), en ensayos con TAI, informan de una mayor digestibilidad de la energía obtenida en dietas extruídas en comparación con las peletizadas; además Hilton y col., 1981, concluyen que TAI alimentadas con pelets extruídos presentan un vaciamiento gástrico mas lento comparado con aquéllas que recibieron pelets tradicionales, lo que explicaría su menor consumo de alimento, lo cual significó un menor crecimiento pero una mejor eficiencia de conversión alimenticia (ECA) para las truchas alimentadas con pelets extruídos (Hilton y col., 1981; Pfeffer y col., 1991). La mejor eficiencia de conversión puede alcanzar valores que son 0.2 - 0.3 unidades inferiores a favor de las dietas extruídas (Kearns, 1990).

La menor desintegración, junto a su gran capacidad de absorción de agua y especialmente, su mayor flotabilidad (Hilton y col., 1981; Guillaume, 1991), por el efecto de expansión dado en el proceso mismo de extrusión (NRC, 1981), son características físicas determinantes para que el pez tenga mas tiempo para consumir dietas extruídas y evitar pérdidas. La mayor flotabilidad, además, permite una mejor apreciación visual de como es ingerido el alimento por los peces y así evitar excesos de entrega de dieta, todo lo cual favorece una mejor ECA y disminuye el riesgo de contaminación del medio acuático (Castro, 1991).

Como otros efectos positivos del proceso de extrusión, se describen la inactivación de enzimas (Harper, 1981), la destrucción de factores tóxicos en el producto final (Harper, 1981; Cheftel, 1986), la eliminación de factores antitripsina (Smith, 1977; citado por Gomes y col., 1993 y Kaushik, 1989) y la disminución de la carga bacteriana del producto final elaborado (Harper, 1981; Kearns, 1990).

El beneficio económico del empleo de estas dietas extruídas en Chile aún se discute, por lo que no han sido totalmente incorporadas a los cultivos nacionales, por consiguiente, el propósito de este trabajo es comparar la respuesta productiva de trucha arco iris, alimentadas con una dieta de engorda sometida a procesos de extrusión o peletizado.

MATERIAL Y METODOS

El presente ensayo se realizó en una piscicultura comercial. Se utilizaron 600 TAI contemporáneas, con un peso inicial de 60 ± 5 g y una longitud de 15 cm. Los peces fueron distribuidos al azar en 2 tratamientos, dieta extruida (T1) y dieta peletizada (T2) con 3 repeticiones de 100 truchas cada una. La dieta se calculó para que aportara 35% de proteína total, 15% extracto etéreo y 3.6 Mcal de ED/kg. (cuadro 1). La mezcla de alimentos fue sometida a un proceso de extrusión (extrusor de un tornillo, sin cocedor) o de peletizado (peletizadora sin inyección de vapor), configurándose de esta manera las dos presentaciones que se evaluaron en este trabajo. Se consideró como control a la dieta peletizada por ser esta presentación la mas empleada localmente, en la alimentación de TAI tamaño plato (pan size).

Cuadro 1

Composición, aporte nutritivo y costo de las dietas
empleadas en el ensayo.

Composition, nutritive content and price of the
diets used in the trial.

Composición % Dietas
Extruída Peletizada
Trigo, harinilla 46.69 46.43
Pescado, harina 41.66 41.72
Pescado, aceite 8.75 8.75
Trigo, harina flor 2.00 2.00
Vit-Min premix (1) 0.66 0.66
Vitamina C 0.23 0.23
Antimicótico 0.01 0.01
Aglomerante 0.00 0.20
Total 100.00 100.00

Aporte nutritivo % (2)

 

Humedad 13.00 12.80
Materia Seca 87.00 87.20
Proteína total (nx6,25) 32.70 34.20
E. etéreo 13.70 13.60
Extracto N.N 29.70 27.80
Cenizas 8.30 7.90
E. Digestible    
calculada (Mcal/kg)(3) 3.60 3.60
Costo $US/kg    
(sólo materias primas) 0.34 0.35
(1)Aporte por kilo de dieta: Vitaminas: A: 3900 ui; D: 1950 ui; E: 163 ui; K: 9,75 mg; C(polifosfato): 250 mg; B1 : 13 mg; B2 : 19.5 mg; B6 : 9,7 mg; Ac. Pantoténico: 38,9 mg; Ac. Fólico: 6.5 mg; Biotina: 0,84 mg; Inositol: 97 mg; Ac.Nicotínico: 131 mg; B12 : 0.013 mg; Colina: 87 mg. Minerales (mg): Fe: 32.5; Zn: 20.3; Mn: 9,75; Cu: 3.3; I: 0.39; Se: 0.26.
(2) Por análisis químico proximal. (3) Estimada (J. Pokniak. Datos no publicados).

Las dietas, tanto la extruída como la peletizada, se presentaron en pelets de un diámetro de 4.0 mm y fueron ofrecidas (en forma manual), 4 veces al día, de lunes a sábado. La alimentación se suspendió al observarse pérdida de interés por parte de las TAI de seguir consumiendo. El alimentar a las TAI 6 días a la semana, no afecta el consumo de alimento semanal ni el crecimiento, pues existe un consumo extra al día siguiente del ayuno (Cho, 1992).

Las truchas fueron mantenidas durante todo el ensayo en 6 jaulas de 1m3 cada una. Estas fueron ubicadas en 3 piscinas de crianza y engorda a 1,5 m de la primera caída de agua. Para anular los posibles efectos atribuibles a las piscinas, las jaulas fueron dispuestas de manera que existió una repetición en cada piscina. El agua que abastecía a la piscicultura, provenía de dos vertientes, cuya temperatura promedio anual alcanzaba a 16 Cº, con 6.5 a 7.5 ppm de oxígeno disuelto y un pH de 7.8. Se llevaron registros diarios de mortalidad y semanales de consumo de alimento (CA), temperatura, concentración de oxígeno del agua y flujo del agua.

El peso vivo (PV) se controló al día 1, 28, 56 y 77 del ensayo. Las TAI se pesaron individualmente al momento de la selección. Durante los controles pre-establecidos, se pesaron en grupos de 10 peces hasta completar la repetición, obteniéndose 10 valores parciales, el peso promedio de la repetición, se obtuvo dividiendo el peso total registrado entre el número de individuos presentes en el momento del control.

Se determinó la eficiencia de conversión alimenticia (ECA: consumo/ganancia de peso) y la tasa de crecimiento específico (TCE). Para la determinación de la TCE se empleó la siguiente fórmula: TCE (%) = (PPF/PPI - 1 )1/ n x 100. (PPF = peso promedio final. PPI = peso promedio inicial. n = número de días).

Al final del estudio, correspondiente al día de la cosecha ( 270 ± 10g de PV ), se faenaron y pesaron individualmente todas las TAI de cada tratamiento, para determinar el rendimiento (%) en fresco de la canal. (peso canalx100/peso total; peso total = peso previo faenamiento; peso canal = peso total menos vísceras y branquias). Posteriormente, se seleccionaron 4 TAI por repetición con un peso cercano al promedio del tratamiento respectivo y se determinaron en ellas, los contenidos de materia seca (MS), proteína total (PT) y extracto etéreo (EE) de la porción comestible de las canales (filetes), haciendo uso de los procedimientos descrito por A.O.A.C. (1995), para evaluar el efecto de los tratamientos ensayados.

Además, se calculó el índice hepatosomático (IHS % = peso hígado X 100/peso cuerpo total) de acuerdo a lo descrito por Takeuchi y Watanave (1979), para evaluar el posible aumento del tamaño del hígado con relación al peso corporal. La conveniencia económica de las dietas se evaluó por medio de la ECA, costo de las dietas y rendimiento de las canales, expresado como costo del kg de trucha producida, total y neto, por kg de alimento utilizado.

Para cada variable, el efecto de los tratamientos ensayados se evaluó por medio del ANDEVA, haciendo uso del paquete estadístico S.A.S (1982); los valores porcentuales fueron previamente transformados a la raíz cuadrada del arcoseno.

RESULTADOS

La respuesta productiva de los peces se presenta en el cuadro 2. Se puede observar que el PV promedio de los tratamientos fue extraordinariamente semejante, siendo las diferencias absolutamente marginales e irrelevantes a lo largo del ensayo.

Cuadro 2

Resultado productivos de las truchas arcoiris (O.mykiss).
(Promedios, desviaciones estándar (±) y coeficientes de variación («)).

Productive performance of rainbow trout  (O. mykiss).
(Average, standard deviation (±) and variation coefficient («)).

  DIAS DE ENSAYO
28 56 77 TOTAL
TRATAMIENTOS
Variables
1
2
1
2
1
2
1
2
Peso vivo
g
119
± 5.3
(4.5)
«
119
± 7.0
(5.9)
220
± 12.5
(5.7)
219
± 7,6
(3.5)
294
± 16.1
(5.5)
294
± 15.6
(5.3)
 
Consumo de
alimento
g
60a
± 2.4
(3.9)
74b
± 4.4
(5.9)
98a
± 3.9
(3.9)
117b
± 1.8
(1.6)
95a
± 2.0
(2.2)
106a
± 1.6
(1.5)
253a
± 8.1
(3.2)
297b
± 7.3
(2.5)
Eficiencia
Conversión
(consumo/
ganancia)
1.13a
±0.03
(2.2)
1.39b
± 0.09
(6.5)
1.04a
± 0.03
(2.9)
1.26b
± 0.04
(3.2)
1.36
± 0.12
(9.0)
1.46
± 0.10
(6.7)
1.16a
± 0.03
(2.2)
1.37b
± 0.02
(1.1)
Tasa de
Crecimiento
Específico
%
2.16
±0.06
(2.9)
2.18
± 0.07
(3.2)
2.12
± 0.04
(1.6)
2.11
± 0.03
(1.6)
1,37
± 0.15
(10.6)
1.43
± 0.12
(8.3)
1,93
± 0.04
(2.2)
1.95
± 0.02
(0.8)
Mortalidad
%
0.66
1.33 
1.34
1.69
1.69
1.02
3.69
4.04
Medias con distinta letra (a-b) en una fila, dentro de cada fecha, difieren p< 0.05.

El CA promedio por período fue corregido por la mortalidad de cada uno de los tratamientos. El CA siguió una clara tendencia ascendente durante la experiencia, haciéndose evidente diferencias significativas (p<0.05) entre ambos tratamientos, en todos los controles realizados, manteniendo T1 un menor consumo que T2, que recibía la dieta peletizada. Esto se puede afirmar, aún cuando los valores para ambos tratamientos para el control del día 77 son menores que los correspondientes al día 56 (cuadro 2). Esta situación se explica por el hecho de que el último período de la experiencia fue de sólo 21 días y no de 28 días, efectuándose el respectivo control una semana antes de lo previsto inicialmente, por razones operacionales de la piscicultura donde se efectuó la experiencia.

La ECA no presentó una tendencia muy clara, durante la experiencia, ya que se esperaba una pérdida de eficiencia a medida que transcurría el ensayo. Sin embargo, se observaron los mejores valores de ECA para ambos tratamientos en el segundo control. Luego la eficiencia decayó en el último período, siendo los valores mas próximos entre ambos tratamientos. Para el total del ensayo, la dieta extruida alcanzó un mejor valor promedio de ECA (p<0.05 ), diferencia que también fue observada entre los tratamientos para los controles de los días 28 y 56.

La TCE fue semejante (p>0.05) entre los tratamientos durante el ensayo, incluso cuando se considera todo el período experimental. La TCE tendió a disminuir en el transcurso de la experiencia, siendo esta baja importante en el tercer control (día 77) en que como promedio entre ambos tratamientos es de 1,40%, habiendo sido como promedio 2.17% y de 2.11% en el primer y segundo control, respectivamente.

Los porcentajes de mortalidad, excluyen muertes accidentales, atribuibles a depredadores como pájaros o al escape de peces de la jaula. Esta mortalidad no se reflejaba en los controles semanales de la variable, pero se hacían evidentes al efectuar el control de peso respectivo. Al analizar los porcentajes de mortalidad durante la experiencia, se puede apreciar una mayor proporción de muertes en las TAI, alimentadas con dietas peletizadas, lo que se refleja en el primer y segundo período. Sólo en el tercer período del ensayo se observa una mayor mortalidad en T1 (1.69%), siendo éste el mas alto valor alcanzado en los tres períodos por T1. La mortalidad total acumulada, que en definitiva es lo mas relevante a considerar, para T2 llegó a un 4.04%, superando el 3.69% observado en T1; sin embargo, esta diferencia entre ambos grupos, no tuvo significancia estadística (p>0.05).

Los resultados del IHS, del rendimiento de la canal y composición química de la porción comestible, se entregan en el cuadro 3. El IHS del T1 (2.17) fue levemente mayor (p>0.05) que el promedio alcanzado por T2 (2.09). Los promedios de rendimiento de canal, obtenidos con la totalidad de las TAI, fueron muy coincidentes (p>0.05), sin reflejar una diferencia que permita inferir algún efecto asociado a los tratamientos ensayados. La composición corporal expresa los porcentajes promedios de materia seca, proteína cruda y extracto etéreo, obtenidos mediante el análisis químico proximal realizado a la porción comestible de los filetes de 12 TAI, por cada tratamiento. Los valores promedios obtenidos, presentan una gran similitud para cada una de las variables controlada (p >0.05), entre ambos tratamientos. El T1 presenta un leve mayor valor promedio para la proteína (63.36), respecto del T2 (62.18 ) y consecuentemente, un menor valor promedio para el contenido de extracto etéreo (35.67) contra (36.74 ) del T2.

Cuadro 3

Indice hepatosomático, rendimiento de la canal y composición química porción comestible (filete) base seca
de las truchas arcoires (O. mykiss) al término del ensayo.
(Promedios, desviaciones estándar (±) y coeficientes de variación («)).

Hepatosomatic index, carcass yield and chemical composition of the edible part (fillet) dry matter basis of the rainbow
 trout. (O. mykiss) at the end of the trial.
(Averages, standard deviation (±) and variation coefficient («)).

 
TRATAMIENTOS
VARIABLES %
Indice hepatosomático
2.17 ± 0.38 (17,5) «
2.17 ± 0.38 (17.5) « 
Rendimiento canal
86.29 ± 2.32 (3.05)
86.70 ± 1.83 (2.93) 
Materia seca
29.91 ± 1.60 (5.34)
30.1 ± 2.19 (7.30) 
Proteína (N x 6.25)
63.36 ± 3.06 (4.83)
62.18± 3.68 (5.92) 
Extracto etéreo
35.67 ± 3.03 (8.5) 
36.74 ± 3.97 (10.8)

La evaluación económica, por concepto de alimentación, sin incorporar el costo de los procesos de ambos tratamientos, se realizó mediante la comparación del costo bruto y neto del kg de TAI producido (cuadro 4). El costo bruto del kg de TAI, se obtuvo mediante el producto entre el costo del kg de la dieta (cuadro 1) y la ECA correspondiente (cuadro 2). Se observan diferencias notorias, entre ambos tratamientos, tanto a lo largo del ensayo como para el total de la experiencia, con una tendencia a un menor gasto al alimentar peces con la dieta sometida a proceso de extrusión (T1). El costo neto del kg de trucha, resulta de ponderar el costo bruto de un tratamiento por su respectivo rendimiento de canal (cuadro 3). Al ser esta última variable similar entre ambos tratamientos, se mantiene un menor gasto por concepto de alimentación en T1.

Cuadro 4

Indicadores económicos  (Promedios en dólares americanos).

Economics indexes (Average in american dollars).

COSTO BRUTO MENSUAL DEL kg DE TRUCHA
 
DIAS DEL ENSAYO
28 
56 
77 
TOTAL
TRATAMIENTOS
1
US $
0.38
0.49 
0.35 
0.44 
0.46 
0.51 
0.40 
0.48 
COSTO NETO DEL kg DE TRUCHA 
TRATAMIENTOS
Costo Bruto Total US $
Rendimiento %
Costo Neto Total US$
1
0.40
86.30
0.46
2
0.48
86.70
0.55

La temperatura se mantuvo constante durante el ensayo con un promedio final para ambos tratamientos de 14.43 Cº . La concentración de oxígeno disuelto fue similar entre ambos tratamientos, siendo el valor promedio de 7.57 ppm (cuadro 5).

Cuadro 5
Promedios de temperatura y concentración de
oxígeno del agua.
Averages of temperature and oxigen concentration of water.

  TRATAMIENTOS 
INDICADORES
PROMEDIO 
Temperatura ºC 14.42 
14.44 
14.43
Oxígeno ppm  7.59 
7.55 
7.57 

DISCUSION

Los resultados de peso vivo obtenidos en este ensayo (cuadro 2), coinciden con los informados por Pfeffer y col.,(1991), en el sentido que los pesos vivos finales no son mejorados con las dietas extruídas respecto a dietas elaboradas con un proceso alternativo. Incluso, Hilton y col., (1981), informan una menor ganancia total de peso en las TAI alimentadas con pelets extruídos. Un mayor peso vivo final se espera cuando la dieta extruida presenta niveles de lípidos del 25-30%, expresado como extracto etéreo, en comparación a dietas con 10-12% de lípidos (Hardy, 1992), esto último es coincidente con lo entregado en las dietas utilizadas en este ensayo. Cuando el porcentaje de lípidos se incrementa en la dieta, se podría lograr un ahorro de aminoácidos como fuente energética, destinándose éstos, por lo tanto, a una mayor síntesis de tejido muscular (Smith, 1989).

Los resultados de consumo de alimento registrados (cuadro 2), coinciden plenamente con las informaciones entregadas por Hilton y col., (1981) y Pfeffer y col., (1991), en cuanto a existir un menor consumo para TAI alimentadas con dietas extruídas. Este menor consumo de alimento estaría asociado en parte, a un más lento vaciamiento gástrico (Hilton y col., 1981) junto a la gelatinización que presenta el almidón cuando está sometido a extrusión, siendo más digestible (Hilton. y col., 1981; Takeuchi y col., 1990), lo que permitiría lograr en la TAI, un efecto en alguna medida similar al que ocurre con la mayor incorporación de aceite de pescado, que eleva el aporte energético de las dietas, lo que conllevaría una disminución del consumo de alimento (Johnsen y Wandsvik, 1991; Kaushik, 1993). También, durante el ensayo, se pudo constatar una menor pérdida de alimento para la dieta extruida relacionada a su mayor flotabilidad en el agua (Castro, 1991), lo que daba mayor tiempo a las truchas del tratamiento con dieta extruida para atrapar los pelets, lo que da cuenta, en alguna medida, del menor consumo de alimento logrado por este tratamiento.

La ECA (cuadro 2) tuvo un mejor resultado para la dieta extruida, tal como lo informan diversos autores (Hilton y col., 1981; Gabaudan y col., 1986; Kearns, 1990; Pfeffer y col., 1991; Hardy, 1992). La diferencia de ECA entre ambos tratamientos, para el control del día 77, no fue significativa, aún siendo más eficiente para el tratamiento extruído. Con la excepción de este control, los demás coinciden con los antecedentes que explican los mejores valores de ECA, para dieta extruida, como producto de un menor consumo de alimento (Hilton y col., 1981; Pfeffer y col., 1991) y mejor digestibilidad (Hilton y col., 1981) más que por una mayor ganancia de peso (Hardy, 1992). Observando la ECA total de la experiencia, los resultados concuerdan con la reducción en 0.2-0.3 unidades que según Kearns (1990) debería presentar una dieta extruida en comparación a una peletizada.

La TCE se comportó según lo esperado (cuadro 2), es decir, disminuyó a medida que aumentaba la edad y la talla de los peces (Guillaume, 1991; Talbot, 1993). Las TCE fueron muy semejantes entre ambos tratamientos, llamando la atención la semejanza entre los valores correspondientes a los controles primero y segundo, y la marcada disminución en su expresión, entre el segundo y tercer control, puesto que la TCE es un indicador cuya magnitud decrece gradualmente a medida que el pez incrementa su tamaño (Guillaume, 1991). Considerando que las condiciones ambientales del ensayo (régimen alimentario, estado sanitario, temperatura del agua y tensión de O2) fueron semejantes a lo largo de su desarrollo, no se dispone de una apropiada explicación que de cuenta del comportamiento diferente a lo esperado que presentó la TCE en este período del ensayo.

Habiendo existido ventajas productivas en algunos de los indicadores analizados con el empleo de la dieta extruida, éstas no se manifestaron para el rendimiento de la canal (cuadro 3), siendo los resultados similares entre ambos tratamientos. Tomando en cuenta la similitud en los pesos vivos al momento de la cosecha, esta situación se reflejó en los pesos de las canales, sin existir algún efecto atribuible a los tratamientos evaluados. Este resultado adquiere una gran representatividad puesto que fue logrado después del faenamiento de la totalidad de los peces de la experiencia. Por otra parte, se puede plantear que si la dieta extruida hubiese tenido una mayor incorporación de lípidos, por sobre el 8% de aceite de pescado (cuadro 1), seguramente habría aumentado el contenido de grasa visceral (Higgs, 1992; citado por Hardy, 1992) dando lugar a peces con un menor rendimiento de la canal (Kim y col., 1989; Pokniak y col., 1996).

Los valores obtenidos para el IHS (cuadro 3) no fueron afectados por los tratamientos evaluados, concordando con lo informado por Gomes y col., (1993). Sin embargo, otros autores comunican que TAI alimentadas con dietas extruídas presentaron un valor significativamente mayor del peso del hígado respecto a su peso vivo, lo que origina mayores IHS en comparación con truchas criadas con dietas peletizadas (Hilton y col., 1981). Este IHS mas alto es producto de una gran depósito de glicógeno en hígado, asociado a la ingesta de carbohidratos altamente digestibles que no son adecuadamente catabolizados (Brauge y col., 1994). Lo que se corrobora con los ensayos de Pfeffer y col., (1991), quienes encontraron que el IHS se duplicó cuando alimentaron truchas con dietas que contenían almidón extruído.

Los componentes determinados en los filetes fueron MS, PT y EE, los cuales no presentaron diferencias (p>0.05) entre los tratamientos (cuadro 3). A pesar que los dos tipos de dieta tenían igual composición nutritiva, podría haberse esperado un mayor contenido lipídico en los filetes de las TAI del T1, por aumento de los carbohidratos digestibles producto de la extrusión de la dieta y por consecuencia, mas retención de los lípidos consumidos y mayor presencia de éstos en la composición corporal (Brauge y col., 1994), sin embargo, esto no ocurrió en este ensayo.

Si bien, se reconoce que el proceso de extrusión es más caro que el peletizado (Guillaume, 1991), el costo del kilo de dieta, excluyendo el costo de los procesos, fue similar, debido al empleo de los mismos insumos y presentar la misma formulación con igual composición nutricional para ambos tratamientos (cuadro 1). Considerando que el valor final de la ECA (consumo/ganancia de peso, cuadro 2) fue inferior para la dieta extruida y que los rendimientos de canal fueron semejantes entre los tratamientos, los costos bruto y neto registrados por kilo de trucha producido, fueron inferiores para la dieta sometida a proceso de extrusión (cuadro 4). Considerando a la alimentación, como el principal costo de producción en el cultivo intensivo de peces (Cho, 1992), el uso de dietas extruídas en TAI se justificaría debido al ahorro, producto de su mejor eficiencia de conversión alimenticia (Kearns, 1990). No obstante, la decisión final, para el empleo de una u otra presentación, debe tomar en cuenta el costo del proceso que podría anular la ventaja descrita para la dieta extruída.

Teniendo presente las ventajas, anteriormente evaluadas y comentadas, se justificaría el uso de dietas extruídas en el cultivo intensivo de la TAI y de las otras especies salmonídeas presentes en el país, siempre y cuando el mayor costo del proceso de extrusión no invalide su mejor eficiencia al compararla con la dieta peletizada. No obstante lo anterior, se debe mencionar que la dieta extruida presentó una menor pérdida asociada a su mayor flotabilidad, con lo cual resulta ser menos contaminante para el medio acuático, lo que representa un valor agregado, difícil de evaluar en términos económicos, pero muy positivo en términos ambientales.

Dada la relevancia asociada a la alimentación sobre los costos totales en el cultivo de peces y la limitada información local en el tema del presente trabajo, se justifica seguir evaluando, bajo otras condiciones experimentales, las ventajas comparativas que pueda tener la presentación de dietas extruídas frente a las peletizadas.
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Aceptado: 27.04.99

* Financiado por Piscicultura Relmu, V Región, Chile.
Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias. U. de
Chile.

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