Cuad. Cir. 2006; 20: 48-51
DOI: 10.4206/cuad.cir.2006.v20n1-08

CASO CLÍNICO

 

Tricobezoar Gástrico. Caso clínico y revisión de la literatura

 

Gonzalo Sánchez C 1, John Bohle O 1, Carlos Cárcamo I 2, Daniela Massri E. 3

1 Residente de Cirugía.
2 Profesor auxiliar de Cirugía. Instituto de Cirugía. Facultad de Medicina. Universidad Austral de Chile Servicio Cirugía. Hospital Clínico Regional Valdivia.
3 Médico General. Hospital de Lanco Correspondencia a: Dr. Carlos Cárcamo I. E-mail: ccarcamo@uach.cl.


RESUMEN

Los Bezoares del tracto digestivo representan una patología poco frecuente y con presentaciones clínicas que dependen del tipo de bezoar. Esta patología ocurre en estómagos normales a causa de ingestión de sustancias u objetos que no atraviesan el píloro y como complicación secundaria a cirugía gástrica. El tricobezoar corresponde a un bezoar constituido por pelo, la sospecha clínica de esta entidad se establece en pacientes jóvenes habitualmente de sexo femenino que tienen masa epigástrica palpable y en algunas ocasiones baja de peso negando la ingestión de cabello. El diagnóstico se puede realizar con exámenes contrastados del tracto digestivo y mediante endoscopía, siendo este último método de elección. El tratamiento puede ser endoscópico o quirúrgico y depende de las características del bezoar. Se presenta un caso clínico y se revisa la literatura en relación a esta patología.

Palabras claves: Bezoares; Enfermedades gastrointestinales.

Key words: Bezoars; Gastrointestinal diseases.


CASO CLÍNICO

Paciente de 20 años de edad, sexo femenino, sin antecedentes mórbidos; con historia de tres meses de evolución de dolor abdominal epigástrico inespecífico, sensación de plenitud y baja de peso no cuantificada. Consulta en atención primaria donde se palpa masa epigástrica pétrea y se deriva a cirugía por sospecha de tumor gástrico. Fue vista en el policlínico de cirugía donde se objetivó masa abdominal epigástrica 6 cm. bajo el reborde costal, de consistencia firme y fija, sin dolor a la palpación. Se realizó ecotomografía abdominal que describe masa inespecífica en relación a estómago y luego endoscopía digestiva alta que fue diagnóstica de tricobezoar gástrico. (Figura 1)

Se intentó resolución endoscópica bajo anestesia general, siendo imposible por el gran tamaño y la consistencia del tricobezoar, por lo que se practicó en el mismo acto cirugía clásica, realizando gastrotomía longitudinal amplia y extracción de molde de pelos con forma de estómago que midió 28.5 cm. de diámetro mayor. (Figuras 2 a 5).

La paciente evolucionó favorablemente siendo dada de alta el quinto día postoperatorio con controles en cirugía y psiquiatría.

DISCUSIÓN

Bezoar corresponde a una acumulación de material no digerido en el tracto gastrointestinal formando una masa. El término deriva de las palabras badzahr del árabe, pahnzahr del persa y beluzaar del hebreo que significan antídoto, eran obtenidos de animales y se pensaba que tenían poderes curativos siendo valiosos en la antigüedad1.

Los bezoares son frecuentemente encontrados en el estómago pero pueden estar a lo largo de todo el tracto gastrointestinal2. Los nombres de los distintos tipos de bezoar están en relación al tipo de sustancia que lo compone, pudiendo dividirlos en 5 grupos: fitobezoares, farmacobezoares, tricobezoares, lactobezoares, bezoares a cuerpo extraño3.

 

 
FIGURA 1. Visión endoscópica de Tricobezoar.

 

 
FIGURA 2. Inicio de extracción a través de gastrotomía.

 

 
FIGURA 3. Progresión de extracción quirúrgica.

 

 
FIGURA 4. Extracción completa de Tricobezoar.

 

 
FIGURA 5. Pieza quirúrgica.

 

Se asocian a cirugía gástrica y a trastornos motores gástricos, pero pueden presentarse también en estómagos normales. Los más frecuentes son los fitobezoares compuestos por fibras de frutas y vegetales como celulosa y taninos. Los lactobezoares se presentan exclusivamente en niños4. Los tricobezoares están compuestos por pelos y se observan en mujeres en el 90% de los casos y en menores de 30 años en el 80%. La causa de éstos es la tricofagía y tricotilomanía pero esto es objetivado en menos del 50% de los casos5.

Además de la ingesta de pelo se asocian otros factores en la génesis de la entidad, entre éstos están: la longitud del cabello, cantidad de cabello ingerido, disminución del peristaltismo, alteración de la mucosa, secreción ácida y contenido de grasa en la dieta. Se sugiere que el cabello es atrapado en los pliegues gástricos y retenido debido a una insuficiente superficie de fricción la cual es necesaria para la propulsión. El cabello ingerido siempre se vuelve de color negro independientemente de su color debido a la desnaturalización de las proteínas por el ácido del jugo gástrico3.

Presentación clínica

No existe una forma de presentación específica para esta patología, permaneciendo asintomática por un largo período antes de la consulta. Existe sensación de saciedad precoz, náusea, constipación, halitosis, molestias abdominales inespecíficas y síntomas obstructivos. La presencia de los síntomas depende de la elasticidad del estómago, el tamaño del bezoar y de la aparición o no de complicaciones.

La forma de presentación más severa de un tricobezoar, siendo potencialmente fatal es el Síndrome de Rapunzel. Este síndrome está dado por la presencia de cabello en el intestino delgado con una gran bola de cabello fija en el estómago como un ancla. La diferencia de presiones entre el borde mesentérico del intestino relativamente fijo comparado con el de el borde antimesentérico móvil, sumado a la tensión por el peristaltismo, produce un efecto de acordeón que lleva a necrosis isquémica y perforación del intestino delgado. El nombre evoca el cuento de los hermanos Grimm que en 1812 escribieron la historia sobre Rapunzel; una joven que lanzaba su larga cabellera para que su enamorado el príncipe subiera a la torre donde se encontraba prisionera y fue descrito por Vaughan et al. en 19683,5-8.

Aunque algunos autores refieren que si los pacientes se evalúan adecuadamente, todos presentan algún tipo de alteración psiquiátrica que puede variar desde la ansiedad crónica hasta el retardo mental; otros hablan de que sólo 10% de los casos presenta una alteración psicológica9.

El diagnóstico diferencial de la masa en el epigastrio es con el pseudoquiste pancreático, el neuroblastoma, el riñón en herradura, los tumores gástricos, la hepatomegalia y la esplenomegalia.

En el estudio radiológico se visualiza el bario rodeando una masa que generalmente flota en suspensión, lo cual además lo diferencia de un tumor maligno. También se visualiza cómo el bario queda atrapado en el intersticio del bezoar, dando una imagen de «superficie en panal de abejas». La ecografía lo describe con un signo específico que es una banda ancha de ecos de gran amplitud con sombra acústica posterior. La tomografía axial computada de abdomen con medio de contraste oral, es mucho más sensible que la radiología tradicional3,7.

La endoscopía digestiva es el método diagnóstico de elección, ya que se ha demostrado que con la radiografía de las vías digestivas sólo se diagnostica una cuarta parte de los casos identificados endoscópicamente y además permite la visión directa del bezoar, siendo en algunos casos terapéutico.

Otras complicaciones inusuales son, ictericia obstructiva que es debida a la extensión del bezoar hacia el duodeno10; enteropatía perdedora de proteínas y anemia megaloblástica, asociadas a sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado.

TRATAMIENTO

El tratamiento de los bezoares no está estandarizado, existiendo tres formas principales: la disolución química, la remoción quirúrgica y la remoción endoscópica. La elección de la forma de tratamiento se basa en el tamaño y la composición del bezoar. El objetivo del tratamiento es su remoción y prevención de la recurrencia que se presenta en 20% de los casos5,11.

Disolución química

Es el método de elección en los fitobezoares, ésta puede conseguirse con agentes químicos o enzimáticos. Ha sido reportado el uso del lavado gástrico con bicarbonato de sodio, clorhidrato de sodio al 0.9%, ácido clorhídrico (0.1M), jugo de piña, luego del uso de estos agentes el bezoar se fragmenta y puede ser removido con una sonda naso u orogástrica. La celulasa es usada para fragmentar las fibras vegetales y tiene indicación en los fitobezoares. Aceticisteina actúa como mucolítico y también ayuda a la fragmentación de los bezoares al ejercer su acción sobre el moco proteico del bezoar3. El tratamiento con el ablandador de carne Adolph (Adolph´s meat tenderizer), que contiene papaina ha sido utilizado para el tratamiento de fitobezoares con éxito en 65 a 87% de los casos12.

Remoción endoscópica

Mientras que los fitobezoares pueden ser manejos con métodos químicos o enzimáticos lo tricobezoares generalmente requieren manejo endoscópico o quirúrgico.

Se han descrito múltiples técnicas para el manejo endoscópico de esta patología con resultados diversos. En la literatura se ha descrito fragmentación y remoción con forceps, asa de polipectomía (polipectomy snare), water Jet (hidroclisis), láser Nd YAG, litotripsia mecánica, litotripsia electrohidráulica o litotripsia extracorpórea con onda de choque, pero la eliminación endoscópica es tediosa y es necesario contar con endoscopios de canal de trabajo amplio.3,7,13-15

Remoción quirúrgica

La resolución quirúrgica es la elección cuando el bezoar es grande y compacto no permitiendo su extracción por otros medios. Esta puede ser laparoscópica o clásica debiendo tener especial consideración con el síndrome de Rapunzel, en el que son necesarias múltiples enterotomías para la completa remoción del bezoar. Cuando existen complicaciones como perforación o hemorragia, es la vía clásica la vía de elección. Cuando se encuentra asociado a una úlcera no es necesario hacer tratamiento quirúrgico de ésta, ya que al retirar el bezoar mejora la lesión.

La recurrencia ocurre hasta en un 14%9, especialmente en pacientes con alteraciones psiquiátricas y con cirugía gástrica previa y la necesidad de reoperación es rara. Se recomienda seguimiento psiquiátrico para disminuir la frecuencia de recurrencias.

En resumen, los bezoares gástricos constituyen una patología poco frecuente para la que es necesario un índice de sospecha alto cuando se trata de pacientes sin antecedentes mórbidos, debe tenerse en cuenta dentro de los pacientes con cirugía gástrica previa (postgastrectomía). El método diagnóstico de elección es la endoscopía digestiva alta, que permite la visualización del bezoar, determinar cuál es la composición y plantear la forma de tratamiento. El tratamiento estará determinado por el tipo de bezoar, tamaño y consistencia. El seguimiento de estos pacientes y el tratamiento de las patologías de base junto con la dieta, permitirán disminuir la recurrencia de éstos.

REFERENCIAS

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2. Gupta R, Share M, Pineau BC. Dissolution of an esophageal bezoar with pancreatic enzyme extract. Gastrointest Endosc 2001 Jul;54(1):96-9.

3. Hall JD, Shami VM. Rapunzel’s syndrome: gastric bezoars and endoscopic management. Gastrointest Endosc Clin N Am. 2006 Jan; 16(1): 111-9.

4. DuBose TM, 5th Southgate WM, Hill JG. Lactobezoars: a patient series and literature review. Clin Pediatr (Phila). 2001 Nov;40(11):603-6.

5. Lee J. Bezoars and foreign bodies of the stomach. Gastrointest Endosc Clin N Am. 1996 Jul; 6(3): 605-19.

6. Phillips MR, Zaheer S, Drugas GT. Gastric trichobezoar: case report and literature review. Mayo Clin Proc. 1998 Jul;73(7):653-6.

7. O’Sullivan MJ, McGreal G, Walsh JG, Redmond HP. Trichobezoar. J R Soc Med. 2001 Feb; 94(2): 68-70.

8. Vaughan ED Jr, Sawyers JL, Scott HW Jr. The Rapunzel syndrome. An unusual complication of intestinal bezoar. Surgery. 1968 Feb;63(2):339-43.

9. Robles R, Parrilla P, Escamilla C, Lujan JA, Torralba JA, Liron R, Moreno A. Gastrointestinal bezoars. Br J Surg. 1994 Jul; 81(7): 1000-1.

10. Yin WY, Lin PW, Huang SM, Lee PC, Lee CC, Chang TW, Yang YJ. Bezoar manifested with digestive and biliary obstruction. Hepatogastroenterology. 1997 Jul-Aug; 44(16): 1037-45.

11. Andrus CH, Ponsky JL. Bezoars: classification, pathophysiology, and treatment. Am J Gastroenterol. 1988 May; 83(5):476-8.

12. Dwivedi AJ, Chahin F, Agrawal S, Patel J, Khalid M, Lakra Y. Gastric phytobezoar: treatment using meat tenderizer. Dig Dis Sci. 2001 May;46(5):1013-5.

13. Muguruma N, Okamura S, Okahisa T, Yasuda M, Hayashi S, Shibata H, Ito S. Electrohydraulic lithotripsy treatment for persimmon bezoars. Endoscopy. 1998 Jun; 30(5):S60.

14. Wang YG, Seitz U, Li ZL, Soehendra N, Qiao XA. Endoscopic management of huge bezoars. Endoscopy. 1998 May;30(4):371-4.

15. Kuo JY, Mo LR, Tsai CC, Chou CY, Lin RC, Chang KK. Nonoperative treatment of gastric bezoars using electrohydraulic lithotripsy. Endoscopy. 1999 Jun;31(5):386-8.