Cuad. Cir. 2010; 24: 09-10
DOI: 10.4206/cuad.cir.2010.v24n1-01

EDITORIAL

 

Cirugía laparoscópica... ¿hay más?

 


 

Iniciada anecdóticamente en 1983 en Alemania, fue difundida a partir de 1987 paralelamente en Francia y Estados Unidos y consolidada mundialmente durante los noventa, la colecistectomía laparoscópica ha sido sin lugar a duda, la mayor revolución de la cirugía en el último tiempo.

Como todo procedimiento nuevo, fue muy cuestionada por la mayoría de los cirujanos tradicionales en sus inicios, pero rápida y progresivamente se consolidó como la mejor alternativa de resolución de una de las patologías más prevalentes en nuestro país, la colecistolitiasis.

A partir de ésta se comenzaron a efectuar las diferentes intervenciones abdominales por vía laparoscópica, demostrándose a poco andar que ya no sólo era posible la colecistectomía, sino la gran mayoría de las operaciones que clásicamente se hacían vía laparotómica.

Ya se han recorrido casi 25 años desarrollando la técnica y existen intervenciones en las que no hay discusión en que supera bastamente a vía clásica, como son; la colecistectomia, la cirugía antirreflujo, la esplenectomía, la nefrectomía, la cirugía colónica, la cirugía bariátrica y prácticamente todas las operaciones en pacientes obesos. Hay otras en que se discute su superioridad, pero sin embargo la mayoría de los especialistas muestran mejores resultados que la vía clásica, estas son; la apendicectomía, las hernias incisionales y las pancreatectomías corporocaudales entre otras.

Por otro lado, hay varios centros que están desarrollando las más avanzadas indicaciones, como las gastrectomías y esofagectomías por cáncer, pancreatoduodenectomía, hepatectomías e incluso en programas de transplante de donante vivo, lo que lógicamente favorece la llegada de más donantes, tan escasos en nuestro país.

En fin, en la actualidad, prácticamente todas las intervenciones abdominales son posibles de llevar a cabo por esta vía lo que ha obligado a los diferentes programas de formación a implementarla en sus mallas curriculares.

Otro aporte es que; esta alternativa ha cambiado el manejo perioperatorio de los pacientes, derribando varios dogmas y mitos quirúrgicos. Permitiendo asi, introducir estos adelantos a la cirugía clásica, logrando optimizar el manejo de todo tipo de pacientes operados. Se han logrado desarrollar con éxito variados programas de cirugía mayor ambulatoria, economizando notablemente en gastos hospitalarios.

Surge en este contexto la siguiente pregunta: ¿Podrá ser superada la cirugía laparoscópica?

Es una interrogante que parece fácil de responder, afirmando que sería muy difícil hacerlo. Sin embargo, existen técnicas más modernas aun, que se encuentran en pleno desarrollo, como la cirugía endoscópica, la cirugía por puerto único umbilical y NOTES. Éstas, están en busca de su espacio, con muchos detractores, como fue con la laparoscopía en sus inicios; pero no me cabe duda que encontraran su debido lugar, como por ejemplo lo tienen ya la CPER en la colangitis aguda y el drenaje endoscópico de los pseudoquistes pancreáticos.

Pero por otro lado, también se puede aventurar, que será difícil superar el impacto que logró la cirugía laparoscópica en su momento, debido a que masificar estos adelantos requiere de mucho desarrollo tecnológico y avanzada especialización profesional, lo que hace muy costosa su implementación actual.

No es posible en realidad predecir con certeza el futuro de estas y otras nuevas técnicas quirúrgicas, pero si creo importante tener una posición abierta e innovadora que nos permita analizarlas en forma seria y científica, no con impresiones ni pasiones, y así continuar progresando en el manejo de nuestros pacientes y en la evolución de esta apasionante especialidad.

 

Dr. Carlos Cárcamo Ibaceta
Editor jefe