ESTUDIOS FILOLÓGICOS 41: 293-295, 2006
DOI: 10.4067/S0071-17132006004100019

RESEÑAS

 

J.R. MARTIN y D. ROSE. 2003. Working with Discourse. Meaning beyond the clause. London, New York: Continuum. 293 p.

 

Teresa Oteíza


 

Este libro ha sido pensado para investigadores y estudiantes interesados en el análisis de cómo hablantes y autores construyen significados en el discurso. Los autores ofrecen herramientas teórico-metodológicas que son accesibles para investigadores de una amplia gama de disciplinas sin que sea necesario que estén familiarizados con teorías lingüísticas o específicamente con la teoría de la lingüística sistémica funcional, perspectiva en la que se inserta la propuesta de Martin y Rose.

La lingüística sistémica funcional (LSF) ha venido preocupándose activamente de la semántica del discurso y en consonancia con esta postura teórica, la orientación analítica de Martin y Rose es la interpretación de textos que son concebidos como parte de un contexto social. El análisis del discurso basado en SFL permite, de acuerdo con los autores, que las voces emerjan clara y explícitamente de los patrones de significado en las que están codificadas.

Con el objetivo de entregar un conjunto de herramientas metalingüísticas, Martin y Rose ejemplifican el uso de cada recurso lingüístico en textos sobre un tema considerado relevante y de conocimiento general, esto es, la realidad del post-apartheid en Sudáfrica y la lucha en ese país por la recuperación de la justicia social. Los autores exploran fundamentalmente géneros escritos, deteniéndose específicamente en tres familias de géneros: historia (como narrativa), argumento y legislación. Cada capítulo comienza con ejemplos de textos que se enmarcan en este tema para facilitar el seguimiento del lector, continúa una sección en la que se discuten los recursos apropiados para cada tipo de significado analizado, y finaliza con la presentación de tablas y diagramas que sintetizan de una manera clara y de fácil acceso los recursos propuestos y cómo se organizan en el sistema global.

Siguiendo los postulados socio semánticos de la lingüística sistémica funcional, Martin y Rose organizan sus capítulos en torno a las tres funciones generales del lenguaje en un contexto social, también denominadas metafunciones (Halliday, 1994): metafunción interpersonal (cómo establecemos relaciones), metafunción ideacional (cómo representamos nuestra experiencia) y metafunción textual (cómo organizamos la experiencia en textos significativos). El libro está estructurado, entonces, de manera que cada capítulo trata un conjunto de recursos que están al servicio de una u otra metafunción o macrosignificado del lenguaje.

El primer recurso presentado es el sistema de evaluación (appraisal) o de negociación de actitudes que se inserta en la metafunción interpersonal del lenguaje. En este capítulo los autores analizan los tipos de actitudes, sentimientos y valores que son negociables en un texto, la fuerza de los sentimientos involucrados en ellas y las fuentes de evaluación. Este tipo de análisis ofrece valiosos recursos para el analista del discurso ya que tiene que ver con la evaluación de cosas, eventos y gente. Este sistema que Martin introduce el año 1994, no sólo aparece perfeccionado en esta publicación, sino que a la vez, formulado de una manera bastante más accesible para alguien que no sea especialista en el área. De acuerdo con los autores, el sistema de evaluación se compone de tres opciones básicas: las actitudes (afecto, juicio y apreciación), la amplificación y la fuente de dónde provienen estas evaluaciones (quién evalúa). Especialmente útil para el analista es la idea de que las actitudes son "graduables", es decir, que pueden ser expresadas con más o menos fuerza en el discurso y con diferentes focos. Por otro lado, el análisis de las fuentes de las actitudes es de gran utilidad para, por ejemplo, los analistas interesados en la ideología de los textos. Este tipo de análisis se basa en la distinción hecha por Bakhtin (1981) sobre la naturaleza dialógica del discurso, noción que recoge Kristeva al introducir las ideas de heteroglosia (varias voces) y monoglosia (una voz) en el análisis del discurso. Martin y Rose proveen al analista con recursos lingüísticos específicos, tales como las proyecciones verbales y mentales, la modalidad y la concesión, que pueden ser utilizados para dar cuenta de los posibles espacios de negociación que un determinado discurso ofrece a sus lectores.

Continúa el tercer capítulo con la presentación de herramientas para un análisis de la representación de la experiencia o ideación de los discursos. En este capítulo los autores se centran en el contenido de los textos, es decir, en el tipo de actividades y cómo los participantes involucrados son clasificados y descritos. Lo que interesa es desde qué perspectiva es presentada una experiencia y para ello es particularmente útil analizar las secuencias de significado de un texto. Los elementos dentro de las cláusulas que nos ayudan a determinar desde qué perspectiva es presentada una experiencia (material o simbólica) son los procesos, los participantes y las circunstancias que a ellos están asociadas. Los autores proponen una clasificación de procesos que agrupan a grandes rasgos en procesos del hacer, significar (decir y sentir) y ser (cualidad, clase, parte, identidad, existencia). Valioso para el análisis del discurso son las posibilidades de clasificación de procesos que permiten construir una taxonomía de relaciones entre diferentes participantes de un texto.

La conjunción, que es parte de la metafunción textual será el tema del capítulo cuarto, sección destinada a explorar los recursos que colaboran en la conexión de eventos en el discurso. Este análisis viene a enriquecer el presentado en el capítulo previo ya que nos permite analizar cómo las actividades presentadas en el discurso son formuladas, reformuladas, agregadas, explicadas, o si son organizadas desde un punto de vista temporal, causal, etc.; es decir, se trata de un tipo de significado de carácter "lógico" que organiza los textos y que no se realiza únicamente a través de conjunciones en el discurso, ya que por ejemplo, los procesos y circunstancias también pueden funcionar de manera conjuntiva en el discurso.

El capítulo quinto trata del recurso de "identificación" (tracking) de personas y cosas en el discurso. Se trata de explorar cómo son introducidas las personas, cosas y lugares en el discurso y así poder hacer un seguimiento de ellos a lo largo del texto. Estos son recursos textuales que tienen que ver con cómo, para que un discurso tenga sentido, necesitamos poder seguir e identificar de quién o qué se está hablando en un momento determinado. Los autores analizan los mecanismos de recuperación que pueden encontrarse en un discurso, dónde buscarlos y ofrecen ejemplos en los textos analizados.

El tema de la periodicidad es abordado en el capítulo sexto, otro aspecto de la metafunción textual que guarda relación con el ritmo del discurso, con los niveles de predicción y de consolidación que acumulan el significado en un texto. Este es otro recurso de construcción de la textura de un discurso ya que se refiere a la organización del discurso como pulsos de información o la manera en que los significados son organizados de modo que los lectores puedan procesar fases de significado. El término "periodicidad" (periodicity) es usado por los autores para capturar la idea de regularidad del flujo de información, es decir, las jerarquías, patrones y ritmos predecibles. Parte crucial de este análisis es la consideración de los elementos tema y nuevo que pueden conformar hipertemas, hipernuevos, macrotemas, macronuevos, y colaborar con la textura de un texto.

El séptimo capítulo del libro es dedicado a presentar más en detalle un ejemplo de análisis de un texto significativo (el último capítulo de la autobiografía de Nelson Mandela: "Long Walk to Freedom" de 1995) tomando como orientación del análisis los aspectos de registro y género. Finalmente, los autores dedican el último capítulo para explorar las conexiones que existen entre el análisis previamente planteado con el análisis multimodal del discurso (MDA) y el análisis crítico del discurso (CDA).

Martin y Rose están conscientes del desafío que representa un micro análisis dada la inmensa complejidad de los discursos, por naturaleza fenómenos densos ya que derivan de sistemas semióticos sociales; sin embargo, también están convencidos de la necesidad de hacer análisis del discurso con una base teórica y metodológica rigurosa.

Para terminar, considero relevante destacar la invitación que los autores hacen al lector de ampliar el accionar del análisis del discurso. Martin y Rose sostienen que si deseamos ser serios en nuestro propósito de producir un cambio social, debemos incluir discursos que nos inspiren, que nos alienten y que nos gusten. En otras palabras, necesitamos hacer un análisis del discurso positivo (PDA), área muy poco explorada en el campo del análisis del discurso.

 

Universidad Austral de Chile
Instituto de Lingüística y Literatura
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