ESTUDIOS FILOLÓGICOS, N° 36, 2001, pp. 189-190
DOI: 10.4067/S0071-17132001003600014

RESEÑAS

 

CARRASCO, IVÁN. Para leer a Nicanor Parra. Santiago: Ediciones Universidad Andrés Bello. Editorial Cuarto Propio. 1999. 233 p.

 

Mauricio Pilleux


 

No obstante que la fama de Nicanor Parra traspasa nuestras fronteras, poco se sabe acerca de su poesía y de los estudios y análisis sobre su obra. De aquí el valor del libro Para leer a Nicanor Parra de Iván Carrasco, profesor titular del Instituto de Lingüística y Literatura de la Universidad Austral de Chile, quien vuelca en esta obra sus estudios y reflexiones de muchos años sobre nuestro poeta-antipoeta.

El propósito del autor es el de dar una visión de la antipoesía, en general, y de la antipoesía de Nicanor Parra en particular, propósitos que consigue ampliamente. El libro tiene la virtud, primero, de ser sólido, por haberse fraguado lentamente a través del tiempo y, segundo, de abrir el horizonte al que no ha leído a Parra, ayudar a complementar la visión de los estudiosos de la literatura, y, al mismo tiempo, darle profundidad a los que ya han leído al poeta y deseen consolidar sus conocimientos.

Para leer a Nicanor Parra es un trabajo estructurador sobre el poeta. Es claro en su presentación y organización y en la exposición de ideas y argumentos. Se aprecia un buen ensamblaje entre el humor, lo contestatario y el rigor académico del análisis.

El libro se compone de una introducción, dos capítulos, las conclusiones y una valiosa bibliografía que el autor ha dividido en fuentes primarias, que incluyen textos poéticos, ensayísticos y antológicos, y fuentes secundarias donde se mencionan libros, artículos y capítulos de volúmenes, de teoría literaria y la literatura citada en el libro.

Pero ¿quién es Nicanor Parra? Una brevísima reseña. Nace en Chillán en 1914 en el seno de una familia campesina; estudia Ciencias Físicas y Matemáticas en la Universidad de Chile y se gradúa en 1938. Su primer libro de versos, Cancionero sin nombre (1937), deja entrever huellas de la poesía de García Lorca, aunque ya por entonces ensayaba su teoría de la antipoesía. Prosigue estudios científicos en los Estados Unidos (1943), los que amplía a partir de 1949 en Inglaterra. Regresa a Chile en 1952, publicando dos años más tarde su más característico libro de poemas, Poemas y antipoemas. La cueca larga (1958) revela otra de las fuentes de inspiración de Parra: los festivos ritmos populares chilenos, que parodia con destreza. Versos de salón (1962) amplía su crítica irónica en una formulación más depurada, menos exultante. También en 1962 firma con Pablo Neruda el libro Discursos. Canciones rusas (1967) se centra en el tema de la soledad. En años posteriores se inicia una nueva etapa de sus obras con los artefactos, poemas brevísimos, casi epígrafes o graffiti. Con Obra gruesa (1969) obtiene el Premio Nacional de Literatura de Chile, publicando sus Antipoemas en 1972.

En un libro anterior de Iván Carrasco (Nicanor Parra: La escritura antipoética, 1990, que se ha transformado en una obra necesaria para entender la poesía del "antipoeta") encontramos la "Autobiografía" de Parra, de su puño y letra, y que le enviara de manera personal al autor: Nací el 12 de marzo de 1905/ o tal vez/ el 17 de febrero de 1899/ está por averiguarse/ estudié Pornografía en Italia/ donde me gradué de maestro gásfiter/ o quizá de sacerdote católico/ no sé/ esta x averiguarse/ en la actualidad estoy preocupadísimo/ porque sé que me tengo que morir/ continuará (p. 11)

Los versos de Parra, normalmente cargados de ironía, utilizan un lenguaje trivial, directo, con un ritmo que se adapta a las circunstancias. Gran parte de su poesía se inscribe en lo que él mismo ha denominado anti-poesía, ya que una de sus virtudes es la de sacarse la camisa de fuerza de la métrica. Esta antipoesía supone una apertura hacia zonas cotidianas pobladas por el malestar de la modernidad y caricaturizadas en su misma agonía. La aventura del hombre contemporáneo es vista con un sentido vital y un incisivo humor, habitualmente desde un prisma pesimista.

Para entender la antipoesía de Parra es necesario ubicarla en el contexto global de la cultura contemporánea, vinculándola con la crisis de "crecimiento" del siglo XX, dentro de la cual asume las formas periclitadas de la literatura y del discurso natural para mostrar su insuficiencia y, por ende, se manifiesta como un aspecto de la contracultura. "La antipoesía, dice el autor, se presenta como un testimonio artístico de la sensibilidad que ya no puede satisfacer las necesidades estéticas de un tipo de hombre que quiere vivir de acuerdo a otros valores".

Es precisamente dentro de esta área de influencias valóricas donde se ubica la antipoesía de Parra, obviamente no la única, ya que como lo menciona el autor (p. 98), también se incluyen aquí las filosofías existencialistas, las literaturas del absurdo y de la angustia, la literatura de ciencia-ficción, la subliteratura en algunas de sus manifestaciones, entre otras. La antipoesía hace uso de la sátira, la negación o el nihilismo.

¿Definición de antipoesía? Tarea nada fácil que Iván Carrasco se propone lograr entre las pp. 107 y 213 de Para leer..., la que empieza con el desafío que el poeta-antipoeta mismo le impone (pp. 109-110) desde la partida.

El lector encontrará diversos antipoemas analizados y comentados por el autor. Podrá sacar sus propias conclusiones, instruirse, aprender o desaprender, aprovechar o desaprovechar el análisis presentado. Este es bastante explícito, pero no por ello su lectura deja de ser una empresa lenta y compleja en ocasiones. La materia se va digiriendo lentamente a medida que el autor va poniendo el cubierto y los platillos sobre la mesa. No es una lectura que se pueda hacer de "una sentada".

Para concluir, se trata de un libro que constituye una contribución a la comprensión global de la poesía de Parra. Está bien escrito y con claridad. Recomendable para todo aquel que desee disfrutar de los antipoemas de Parra. Me he impuesto la tarea de releerlo de tiempo en tiempo para internalizar más la desafiante y apasionante antipoesía de Parra.

Iván Carrasco merece un reconocimiento no sólo por esta obra interpretativa en sí, sino también por haber tenido la valentía de aventurarse y abrir camino en esta larga y angosta faja del antipoema.

 

Universidad Austral de Chile
Facultad de Filosofía y Humanidades
Instituto de Lingüística y Literatura
Casilla 567, Valdivia, Chile