ESTUDIOS FILOLÓGICOS, N° 33, 1998,
pp. 185-186
DOI: 10.4067/S0071-17131998003300021
RESEÑAS
MAXIMIANO TRAPERO: El libro de la décima. La poesía improvisada en el mundo hispánico. Universidad de las Palmas de Gran Canaria, Cabildo Insular de Gran Canaria, Unelco, Las Palmas de Gran Canaria, 1996, 350 págs.
Juan Bahamonde Cantín
Parte importante de la comunidad cultural de España e Hispanoamérica dispone, en estos instantes, de una obra altamente representativa del verso improvisado. El aporte lo ha hecho, una vez más, Maximiano Trapero, profesor de la Universidad de las Palmas de Gran Canarias; se trata de un interesante volumen titulado El libro de la décima. La poesía improvisada en el mundo hispánico. Más de trescientas cuarenta páginas, complementadas con fotografías, forman esta obra; además de un CD (cuya selección y coordinación de las diez versiones cantadas pertenecen, también, al autor de este volumen). El libro y el CD reflejan el valioso aporte y apoyo cultural de tres entidades importantes de las Canarias: la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, el Cabildo Insular de Gran Canaria y Unelco.
El propósito de este libro es la divulgación de las Actas del "Festival de Decimistas", que tuvo lugar en Las Palmas de Gran Canaria en diciembre de 1992 y que congregó a más de 40 poetas, procedentes de Cuba, Puerto Rico, Venezuela, México y Luisiana (Estados Unidos), además de otros de Canarias: de las islas de La Palma (2 grupos), de Fuerteventura y Gran Canaria. De manera paralela, durante esos mismos días se celebró el "Simposio Internacional de Estudiosos de la Décima", que reunió a profesores e investigadores de Cuba, Puerto Rico, México, Estados Unidos, Almería y Canarias, cuyas Actas ya fueron publicadas en 1994, con el nombre: La décima popular en la tradición hispánica. En consecuencia, estas Actas vienen a complementar las relacionadas con el Simposio.
El libro consta de tres partes: un prólogo enaltecedor, hecho con claridad y erudición, a cargo del estudioso de los relatos orales Samuel G. Armistead. Le sigue un interesante y sólido capítulo alusivo a la teoría poética de la décima y, finalmente, aparecen transcritas, en forma íntegra, todas los versiones (459 décimas improvisadas) presentadas por los poetas populares asistentes al Festival.
Sin lugar a dudas, en las páginas de este interesante volumen el lector encontrará una panorámica completa de la realidad en la que vive actualmente, en el mundo hispánico, la poesía tradicional, improvisada en décimas; como así mismo, podrá informarse de manera sistemática y detallada cómo este género, musical y poético, se produce artísticamente, gracias a la creación de individuos dotados para concebir un discurso perfectamente armonizado, como sucede en toda obra literaria, con un comienzo, un desarrollo y un desenlace, en otras palabras, una unidad poético-discursiva perfecta.
En el prólogo, titulado "Los estudios sobre la poesía improvisada antes de la décima" (l5-34), Armistead hace un estudio panorámico de la poesía improvisada antes de la décima. Es el primero que relata, ordena y valora, en español, la historia de los descubrimientos de Parry y Lord y su repercusión en la historia de la poesía oral improvisada. Armistead actualiza la temática, la enaltece, colocándola a la par de los cantos griegos: la Ilíada y la Odisea. El mérito de las indagaciones de Parry, continuadas por Lord, comprobaron y demostraron que el funcionamiento de los recursos "formulísticos" de la poesía popular eslava se basaban en mecanismos similares a los de la poesía homérica.
La segunda parte del libro, titulado "Para una poética de la décima" (35-137), constituye la base teórica del volumen, en donde Trapero analiza y define desde una perspectiva histórica y discursiva este género poético o tipo de poesía improvisada y su divulgación en el mundo hispánico. El estudioso lo hace en forma extensa, partiendo desde su uso en la literatura universal, en donde alcanzó renombre en la forma de "duelos poéticos", lo que en el mundo hispánico se conoció como el "verso amebeo". Testimonios de esta modalidad quedan en obras de la cultura grecolatina (la Ilíada y la Odisea de Homero, y las Bucólicas de Virgilio). En la literatura española, la décima (que debe su nombre a su creador, Vicente Espinel) alcanzó renombre al ser utilizada con propiedad por los principales poetas del Siglo de Oro, pero con posterioridad prácticamente desapareció de la península, para establecerse en América como una modalidad de poesía popular (cómo llegó a ser una de las estrofas preferidas de América es un fenómeno oscuro que no ha sido estudiado). La décima se adscribe a dos géneros, y Trapero los distingue y define con precisión: la décima improvisada, que se inscribe en la modalidad hispana de la poesía improvisada, y la décima tradicional, que se suma a los otros tipos de "poesía memorial". La décima, como género literario, recobra ciertas ventajas discursivas en los lugares donde triunfa, que sobrepasan a las otras modalidades tradicionales (es el caso de la copla), puesto que manteniendo su estructura métrica y estrófica tradicional (en diez versos), y cambiando su sistema de rima, recobra vitalidad en su contenido, por cuanto se transforma en una "unidad" poética que permite presentar un pensamiento, desarrollarlo y concluir en sentencia.
En la actualidad, Canarias es sin lugar a dudas la región de España más conservadora de tradiciones. De esta manera la décima popular vive en estas latitudes en todas sus modalidades, razón por la que los estudiosos de la literatura oral, como Maximiano Trapero, han tenido la visión de reunir, en un mismo sitio, a intérpretes o poetas populares y estudiosos de este género. En el Festival participaron tres tipos de decimistas: a) el creador, improvisador de décimas, b) el "poeta" o versificador de décimas (creador que compone sus décimas en la soledad) y c) el simple "transmisor" o recitador de décimas allegadas a la tradición oral.
La tercera parte del libro, que constituye un real aporte a la literatura oral, se titula "Festival de decimistas" (pp. 139-342). Allí se transcriben los testimonios directos de las intervenciones de los decimistas, en verso y en décimas, presentadas en el certamen literario. Esta información filológica cobra una enorme importancia, por cuanto se recogen textos originales que, a su vez, pueden producir nuevos estudios ya que se trata del primer antecedente escrito de encuentro de decimistas. El valor trascendente que cobran estas Actas es, precisamente, fijar para siempre las 459 décimas, cantadas y recitadas, que en el transcurso del Festival fueron momentáneas y evanescentes, pero que gracias a la escritura pueden llegar a convertirse en referente histórico.
Del estudio se rescata que, según los propios decimistas, el trovar, es decir, el improvisar es un arte (al que se llega después de un aprendizaje) y un don (porque se nace con él). Existe , además, un modo de cantar este género musical y poético, que no se da en ningún otro, y que se produce de una manera común en todos los cantantes de todos los países. Se trata del alargamiento de la última sílaba de un verso cuando aquélla es aguda, alargamiento que se hace más duradero cuando le sigue una pausa musical (modalidad muy acentuada en los cantores palmeros y mexicanos).
De este último capítulo son dignas de mencionar las nueve agrupaciones participantes en el Festival: a) Grupo de Mazo (La Palma, Canarias), b) Grupo de Puerto Rico, c) Grupo de Gran Canaria, d) Grupo de México, e) Grupo de Fuerteventura, f) Grupo de Venezuela, g) Grupo de Tijarafe (La Palma, Canarias), h) Irvan Pérez (Luisiana, Estados Unidos), i) Grupo de Cuba.
Se dice que pocas manifestaciones culturales –aparte de la lengua– identifican tan profundamente a los países de América hispana, como el cultivo de la décima popular, que nació siendo cortesana en España para resolverse en América como una expresión más colectiva y popular. En este sentido, el valor etnocultural de este libro adquiere mayor vitalidad como testimonio. Además, el estudio es pionero en esta temática, por cuanto, como manifiesta el propio autor, nunca se habían publicado los textos íntegros de un encuentro de decimistas, tal cual se produjeron de manera espontánea en su celebración.
Como aporte, la publicación tiene un gran valor, por cuanto el mundo de la décima ha sido apenas transitado por la investigación. Si ya los géneros poéticos populares –el romancero, el cancionero, el adivinancero, etc.– están muy al margen de las preocupaciones de la filología "académica", el género "decimal" está, a su vez, marginado entre los estudiosos españoles de la tradición oral; en otras palabras, la poesía improvisada ha sido la cenicienta de la literatura oral, pero en el quehacer académico de Maximiano Trapero recobra una preocupación especial, según lo demuestra este importante volumen.
Finalmente, el estudio deja clara evidencia de que Canarias sigue siendo el puente que une las dos orillas del Atlántico, y que tanto en Canarias como en América la décima es la manifestación predilecta de la musa popular, a veces festiva, a veces amorosa, a veces sentenciosa y siempre original, síntesis del alma del pueblo.