Estudios Pedagógicos XXXVI, Nº 2: 271-287, 2010

INVESTIGACIONES

 

EQUIDAD, INEQUIDAD Y EDUCACION SUPERIOR: APRENDIZAJES DE UN PREUNIVERSITARIO PARA JOVENES DE LA EDUCACION DE ADULTOS

Equity, inequity and higher education: learnings at a precollege institute for young people of adults' education

Equidade, inequidade e educaçao superior: aprendizagens de um preuniversitario para jovens da educaçao de adultos

 

Guillermo Williamson C. *1, Claudia Rodríguez Frigolett **2

* 56-45-325366 gwilliam@ufro.cl.
** 56-45-325419 cafrigolett@gmail.com.


RESUMEN

El artículo presenta y reflexiona sobre un conjunto de aprendizajes generados desde una experiencia inédita en Chile: la organización (2009) del primer Preuniversitario dirigido solamente a estudiantes de educación de adultos. Los preuniversitarios son expresiones de cómo el sistema educacional regular y el de educación superior reproduce la desigualdad en el acceso a la Universidad. La experiencia fue estudiada sistemáticamente: observada, registrada, acompañada y evaluada, por un equipo académico de la Universidad de La Frontera, responsable de la experiencia. Los resultados y aprendizajes de este estudio analizan la inequidad de la relación entre la invisible educación de adultos de enseñanza media y la educación superior, desde una acción que busca alterar, en parte, esta situación reconociendo el cambio generacional que se está produciendo en la educación de adultos.

Palabras clave: eqüidad, preuniversitario, juventud, educación de adultos, educación superior.


ABSTRACT

The article presents and reflects about a set of learnings generated by an unprecedented experience in Chile: the organization of the first (2009) precollege institute implemented only to students of adults' education. The preco-llege institutes are an expression of how the regular educational system and that of the higher education reproduce the inequity regarding the college or university access. The experience was systematically studied: observed, registered, accompanied and evaluated by an academic team from the University de La Frontera that was in charge of the experience. The results and learnings of this study analyze the inequity of the relation between the invisible education of adults attending secondary and higher education, starting from an action that partly sought to alter this situation recognizing the generational change taking place in the adults' education.

Key words: equity, precollege, youth, adults', education, higher education.


RESUMO

O artigo apresenta e reflete sobre um conjunto de aprendizados gerados a partir de uma experiência inédita no Chile: a organização (2009) do primeiro Pré-universitário orientado somente a jovens estudantes da educação de adultos. Os pré-universitários são expressões de como o sistema educacional regular e o da educação superior reproduzem a desigualdade no acesso à universidade. A experiência foi estudada sistematicamente: observada, registrada, acompanhada e avaliada por uma equipe acadêmaica da Universidade de la Frontera, responsável da experiência. Os resultados e aprendizados desse estudo analisam a iniqüidade da relação entre a educação de adultos invisível de ensino médio e da educação superior, desde uma ação que procura modificar, em parte, essa situação reconhecendo a mudança de geração que se esta produzindo na educação de adultos.

Palavras-chave: eqüidade, pré-universitário, juventud, educação de adultos, educação superior.


 

INTRODUCCION

Las políticas educacionales chilenas desde el año 2004 están desarrollando una Reforma Educacional prácticamente invisibilizada en el sistema educacional chileno y en general en la sociedad, salvo en grupos de jóvenes que masivamente abandonan el sistema escolar regular para sumarse a ella: la Reforma de la Educación de Adultos (EDA). Se ha desarrollado e implementado un nuevo Marco Curricular (Decreto 239, 2004; recientemente reemplazado por el Decreto 1000, 2009) y planes y programas de estudio para la educación de jóvenes y adultos que progresivamente se extenderá desde la educación básica hasta llegar al último año de educación media. En él se reconoce que este tipo de educación ya no es exclusiva de adultos, sino que también contempla que gran parte de la población estudiantil es relativamente joven. Incorpora el nuevo marco curricular la formación en oficios en el nivel básico y técnico-profesional en el de media, además un Sector denominado “instrumentales” con cuatro asignaturas orientadas a la formación ciudadana, económica, inserción social y productiva. Además impulsa cambios normativos, institucionales, de mejoramiento de equipamiento e infraestructura, perfeccionamiento docente, redes pedagógicas de directivos, programas de alfabetización. Es un cambio estructural en el nivel de educación de adultos el que se está produciendo en el país. Y ello está respondiendo a cambios sociales y educacionales mayores y generando transformaciones internas al sistema de EDA como nunca se habían visto, de modo que, probablemente en algunos años más, estas modificaciones en la modalidad EDA impacten de modos aún poco previsibles el sistema educacional regular de jóvenes y la sociedad en su conjunto o al menos en parte de ella.

Ya desde el año 2002, el Programa Chilecalifica3 ha considerado nuevas perspectivas con respecto a la educación de jóvenes y adultos, insertando innovadoras estrategias en la construcción de un Sistema de Formación Permanente, de manera que las personas jóvenes y adultas puedan en el futuro seguir aprendiendo toda la vida. Este año se decretó la educación obligatoria de 12 años de escolaridad, al IV año de Enseñanza Media (hasta ese momento era hasta 8º año básico); en el mismo acto y momento algo más de 4 millones de chilenos que no alcanzaban esta exigencia quedaron bajo el derecho a una educación obligatoria. Los criterios considerados y señalados en la definición de la estructura curricular del Marco Curricular Nº 239 en la modalidad de la Educación de Adultos se basan en proporcionar una experiencia formativa relevante tanto para la formación de la persona y del ciudadano como para la prosecución de estudios superiores y el desempeño en el ámbito laboral.

Por otra parte, desde el sistema de educación superior se plantea una serie de políticas y programas de apoyo estudiantil o de acción afirmativa para enfrentar la desigualdad en el acceso, como en la permanencia y egreso al mercado laboral de los estudiantes. Son múltiples las iniciativas y movilizaciones por la inclusión en educación superior (Claro 2005), pero también hay claridad que específicamente el problema de acceso no se resuelve sólo por iniciativa de las universidades sino desde acciones decididas e innovadoras en la educación media y en un sentido societal, de justicia social. Sin embargo y como hemos señalado, ante las iniciativas para atacar la inequidad se reconstruyen modos de selectividad, a otra escala, de otras modalidades, en parámetros superiores de exigencia y es aquí donde surgen los preuniversitarios como un factor de negocio y selectividad y también de esfuerzo social (muchos con voluntariado de estudiantes universitarios) por ofrecer condiciones en la transición liceo-universidad a los jóvenes excluidos. Por ello la importancia de comenzar a reflexionar sobre esta modalidad –los preuniversitarios– tan particular de preparación de los jóvenes para rendir las pruebas que exige como condición su ingreso al sistema universitario, principalmente a través de un factor asociado a los resultados obtenidos: el financiamiento de los estudios a través de becas o ayudas estudiantiles que exigen determinados puntajes como requisitos.

Finalmente una revisión exhaustiva de los estudios y trabajos sobre Educación Superior muestra que los estudiantes de EDA son absolutamente invisibles, no existen, no se estudian, no son considerados y por ello es importante comenzar a colocar en la discusión a este grupo de jóvenes y adultos que tienen expectativas de continuar estudios, que son excluidos más que otros jóvenes de sus posibilidades de acceso a la educación superior.

Considerando uno de los principios fundamentales de la Ley General de Educación (LEGE, 2009), el de la universalidad y educación permanente, la educación debe estar al alcance de todas las personas a lo largo de toda su vida, como lo contempla el Marco Curricular (Decreto 239) que, en relación a la continuidad de estudios de los jóvenes que asisten al nivel, señala que la EDA se guía por principios de igualdad y de oportunidades, con el fin de habilitar a los alumnos para continuar estudios superiores y por otra parte existe cada vez más una presencia significativa de jóvenes en el nivel, alcanzando, según el Decreto 6 (2007) desde los 14 años como edad mínima en determinadas situaciones y condiciones, cabe preguntarse ¿cómo los cambios educacionales y sociales en la EDA, a raíz del ingreso masivo de personas cada vez de menor edad, está permitiendo que jóvenes sin expectativas de continuar estudios en el sistema regular, por múltiples razones, retomen este interés? Se podría pensar que el ingreso masivo de estos estudiantes, se está llevando a cabo porque la modalidad de educación de adultos es mucho más flexible que la tradicional, sean éstos en los horarios, asignaturas (menos asignaturas) y mayores probabilidades de alcanzar mejores calificaciones, lo que a la larga supone un mejor promedio en el indicador de promedio de notas de enseñanza media (NEM) y eso les sirve para dar mayor puntaje en sus postulaciones hacia el ingreso a la educación superior. El problema es que pueden salir con buenas notas pero escasos conocimientos y por tanto menor preparación para la PSU y con menores competencias para enfrentar la vida universitaria, pero ello no se produce sólo en la EDA, es un problema general de la educación media chilena para las mayorías. Además el interés se retoma porque el mercado académico superior está abriendo alternativas no sólo para una clase proveniente del sistema tradicional, sino que abre expectativas para distintos tipos de alumnos. El problema es que no todos ingresan con la misma base conceptual (inequidad) y eso se ve reflejado en los primeros semestres universitarios.

Este artículo reflexiona sobre estas cuestiones a partir de una experiencia inédita en el país: la organización el año 2009 del primer Preuniversitario dirigido solamente a estudiantes de educación de adultos (PreuEDA) y en el que se matricularon 67 jóvenes. Esta experiencia fue estudiada sistemáticamente: observada, registrada, acompañada y evaluada, cuali y cuantitativamente, por un equipo de académicos de la Universidad de La Frontera (UFRO) responsable por la experiencia4. Los primeros resultados y aprendizajes de este estudio y experiencia los presentamos en este trabajo que contribuye a hacer visible a la educación de adultos en la discusión educacional de nivel medio y superior del país.

I. JOVENES EN EDUCACION DE ADULTOS

Los jóvenes ingresan a la EDA en forma creciente según testimonian los Directivos de Centros Integrados de Educación de Adultos (CEIAs)5, principalmente en la modalidad regular y en muy menor medida en la flexible6. El Ministerio de Educación en el Informe del Gobierno de Chile a la CONFINTEA indica que en “el año 2007, participaron aproximadamente 135.000 personas en la modalidad regular, estudiando en Centros de Educación Integrada de Adultos o Terceras Jornadas. La matrícula se divide proporcionalmente entre estos dos tipos de instituciones, predominando todavía la matrícula de las jornadas vespertinas o Terceras Jornadas. La población que asiste a estas instituciones es una población joven desertora reciente del sistema escolar. El promedio de edad en Educación Básica es 28 años y en Educación Media, 25. El 43% de los alumnos tiene menos de 20 años en Educación Básica y el 31% en Educación Media”. (Gobierno de Chile/Ministerio de Educación & Programa Chilecalifica 2008:14)

La EDA está cambiando poco a poco, de modo creciente y sistemático, tanto por las dinámicas de mejoramiento institucional efectivo que se transmiten a grupos específicos de la sociedad, particularmente jóvenes que empiezan a ver a la modalidad como una opción, no sólo institucional sino pedagógica, en que sus posibilidades de aprender se potencializan al nivel de sus exigencias e intereses, por la demanda (y presión) de jóvenes que abandonan el sistema escolar por baja autoestima y sensación de desesperanza aprendida o son expulsados de él por rebeldía, cansancio del orden y disciplina, bajos rendimientos, problemas conductuales, paternidad o maternidad o porque son derivados de la Red de instituciones del Servicio Nacional del Menor (SENAME); y también porque ambas razones conllevan la diversidad que se expresa en salas de clases donde, hasta ahora, la juventud era la excepción… hoy los adultos mayores de 25 años lo son.

La creciente presencia de jóvenes en las salas de clases y su amplia diversidad han hecho que, al menos porcentualmente, disminuya la presencia adulta en los CEIAs, al generar un espacio y ambiente educativo nuevo, diferente al que estaban acostumbrados, con incertezas y a veces sentido incluso como agresivo; los propios docentes se enfrentan a una realidad más parecida cada día al liceo regular –con toda su cultura que se extiende– que a un centro de formación de adultos, que pierde, al menos en las explicitaciones de sentidos de profesores y directivos entrevistados, su propia identidad y cultura que era justamente opuesta y alternativa a la regular.

Ello va generando una serie de cambios internos a las dinámicas pedagógicas, como fue observado por Ojeda (2008) al analizar las dinámicas sociogeneracionales e intrageneracionales al interior de una sala de clases de esta modalidad, mostrando cómo se reproducen grupos marcados por género y generación, pero también que se alcanzan posibilidades de aprender cooperativamente entre la mayoría –no todos– de los estudiantes. Aparece en un pequeño grupo el interés por continuar estudios en la Universidad.

Por su parte, Durán & Torres (2008), acompañando una innovación metodológica de enseñanza por proyectos de investigación en un CEIA Intercultural, muestran que efectivamente hay mayor presencia juvenil creciente, con diversidad generacional, de género y étnica, que ello coloca problemas pedagógicos específicos y nuevos a los profesores y al Centro, pero que pueden ser resueltos y encaminados hacia el logro de aprendizajes de calidad a través de estrategias metodológicas integradoras, significativas y participativas, como fue el Proyecto NEPSO que estudiaron durante un año de desarrollo7. Estudiantes provenientes de este CEIA y participantes del NEPSO asistieron al PreuEDA y rindieron la PSU.

Contreras & Jaramillo (2009), por su parte, estudiando la situación social y laboral actual (2009) de la cohorte de egreso 2006 de 6 CEIAs de Temuco8 muestran que la población entrevistada de este último año, entre 21 y 30 años, alcanza al 42% y el segundo en importancia es el de 15 a 20 años (22%), lo cual evidencia la tendencia de una mayor demanda de población joven por este tipo de educación: entre ambos está el 64% de los egresados …del total de entrevistados el 41% indicó que entró a la EDA para seguir estudios superiores. Hay que considerar que estos estudiantes han desertado del sistema formal por cuestiones laborales, o porque han sido discriminados por pertenecer a las llamadas tribus urbanas, problemas con la justicia, embarazos, repitencia escolar, entre otras causales, y al verse desamparados por los sistemas educativos tradicionales optan por estos centros de estudios, pero hay también jóvenes de clase media que optan por razones de notas o de “última opción” a esta modalidad.

La EDA se convierte progresivamente en una estrategia para un segmento de jóvenes que por diversas razones emigran del liceo al CEIA, pero no cejan en su interés por seguir estudios superiores.

De acuerdo a lo anterior, hoy en día, jóvenes y adultos (pertenecientes a la modalidad de nivelación de estudios de enseñanza media) no sólo aspiran a nivelar estudios, sino también desean optar a la educación superior para que a futuro puedan lograr mejores oportunidades laborales e ingresos, cuestión ampliamente demostrada por los estudios de capital humano que indican que sólo la educación superior universitaria implica un salto sustantivo de ingresos autónomos (Brunner & Elacqua 2003).

Esta modalidad de educación de adultos, perteneciente a lo que también algunos denominan Andragogía (educación de adultos) diferenciándola de la Pedagogía (de Paidos, niño) (De Natale 2003; Iturralde 2006) ha tenido que renovarse forzosamente tanto desde los planteamientos políticos como desde quienes realizan su quehacer educativo en aula por la cantidad de jóvenes que luego de nivelados sus estudios secundarios pretenden continuar estudios superiores, siempre y cuando logren ser seleccionados a través de la prueba de selección universitaria, PSU, que –por el carácter complementario de los preuniversitarios, hoy una condición necesaria de egreso de enseñanza media para quien tiene interés en continuar estudios superiores– cada vez más pasa a ser factor estructural determinante de la inequidad en el acceso a oportunidades educacionales universitarias. “Los preuniversitarios constituyen hoy un factor más de discriminación entre establecimientos y grupos sociales determinados. Hay establecimientos que inician los preuniversitarios con horas en el calendario escolar desde primero medio, mientras otros llegan a rendir la prueba con uno o dos ensayos” (Williamson 2006:316).

II. ¿UN PREUNIVERSITARIO PARA ESTUDIANTES DE LA EDA?

1. PREUNIVERSITARIOS: COMPLEMENTOS ANTE LA DESIGUALDAD Y BAJA CALIDAD

Nuestra experiencia en la Universidad con estudiantes de pedagogía de primer año, durante varios años, nos enseña que aproximadamente la mitad hizo algún preuniversitario (pagados, en sus establecimientos los días sábado, en clases desde I Enseñanza media, populares, solidarios, etc.). El diario El Mercurio ha publicado durante varios años un ranking que en sus inicios denominó como los “mejores colegios del país”, la enorme mayoría concentrados en la Región Metropolitana, el sector privado, pagado y algunos subvencionados. Destaca en la mayoría de ellos que los estudiantes hacen preuniversitario: los colegios privados tienen mayor cantidad de horas de preparación (7,1 horas semanales) que los particulares subvencionados (3,4) y que los municipales (4,7) (El Mercurio; 2004), lo que se correlaciona con el mayor puntaje de ingreso a la educación superior universitaria de estudiantes del sector privado (648,394 puntos promedio, 2003) que de las dos modalidades públicas (603,56 en el Particular Subvencionado y 554,308 para el Municipal) (El Mercurio; 2004). Los resultados muestran las diferencias de calidad, los preuniversitarios se constituyen en un factor de selectividad.

En el Municipio de Ercilla de La Araucanía desde el año 2002 y hasta hoy se ha desarrollado, a través del Proyecto Kelluwün9, un Preuniversitario comunitario y solidario con estudiantes voluntarios de la UFRO que ha contribuido en forma sistemática a que estudiantes del Liceo Alonso de Ercilla y Zúñiga rindan la PSU y luego algunos ingresen a la universidad. La historia muestra que hasta hace una década nunca había entrado a la universidad un egresado del liceo (Romero 2000) y gracias al impulso que dio al empoderamiento juvenil la preparación para la PSU (Gómez 2003), algunos lograron ingresar, aunque la mayoría siguió mirando desde afuera el sistema. En la PSU 2009 para ingreso el 2010, cinco estudiantes del preuniversitario del Proyecto Kelluwün ingresaron a educación superior. El sistema –pese a los avances de los últimos años– continúa siendo excluyente para los más pobres, la PSU diferenciadora, las opciones de continuidad mínimas para los y las jóvenes egresados, los que, según los estudios de Romero (2000) y Gómez (2003), en su mayoría retornan como dueñas de casa a sus hogares, a vivir en el desempleo o empleo temporal, a ayudar en las tareas agrícolas de los minifundios familiares10. Por todo lo anterior, un preuniversitario se justificó y justifica como una condición necesaria para un cierto éxito de un grupo de estudiantes jóvenes de la EDA, aunque los Preuniversitarios expresan, por su carácter complementario, la baja calidad de la educación media y sobre todo que el sistema educacional busca todas las fórmulas estructurales posibles para reproducir la desigualdad en parámetros superiores, por tanto igualmente inequitativos… pero es tema de otro trabajo.

Los que actualmente están nivelando estudios están viendo que una de las posibilidades para mejorar su calidad de vida a futuro está directamente relacionada con una formación de tipo superior, por lo cual deben rendir una prueba de selección universitaria (PSU) que no sólo les abre las puertas para las universidades estatales o privadas, sino que también les permite a través del puntaje mínimo obtenido entre Matemáticas y Lenguaje de 475 puntos, puedan optar a las ayudas del Fondo Solidario o al Crédito con Aval del Estado para financiar sus estudios superiores. M. Isabel Infante, coordinadora Nacional de la Educación de Adultos, declaró en uno de los cursos de perfeccionamiento de docentes de EDA que dicta la UFRO, que se necesita que desde los CEIAs egresen personas con las competencias necesarias para insertarse adecuadamente en el campo laboral y que puedan, si así lo quieren, llegar a estudios superiores. Coincide la política con los intereses o las políticas organizan la oferta para responder a las demandas de estos nuevos grupos de estudiantes.

Frente a lo anterior, el currículo en el contexto de la educación de nivelación de estudios, se basa en la igualdad de oportunidades, y los procesos de enseñanza y aprendizaje se orientan a partir de los Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios para la Enseñanza Básica y Media de Adultos, los cuales deben ser consistentes en la doble función que la Ley Nº 18.962 le asigna a estos niveles educativos. Su objetivo “habilitar al alumno tanto para continuar estudios en la Enseñanza Superior como para su incorporación a la vida del trabajo”. Por su parte, el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (DEMRE) responsable de esta prueba, señala: “las pruebas de selección universitaria deben elaborarse en que tanto los contenidos como las habilidades son imprescindibles, ya que ambos elementos son necesarios para que el proceso sea efectivo y se pueda afirmar que los estudiantes, al egresar de la Educación Media, serán capaces de seguir aprendiendo y que se incorporarán a la sociedad siendo poseedores de un conjunto de competencias pertinentes para su desarrollo personal”11. Ahora bien, el director de la Línea EDA de la UFRO, Guillermo Williamson, plantea que la gran cantidad de estudiantes que se prepara bajo esta modalidad requiere que los planes y programas derivados del Ministerio de Educación (objetivos fundamentales y contenidos mínimos) estén de acuerdo a los requisitos mínimos de la Prueba de Selección Universitaria, ya que –señala– los temarios de los Programas no cumplen con los saberes conceptuales mínimos en que se basa la prueba de selección universitaria, por lo cual los estudiantes ven truncadas o limitadas sus posibilidades de rendir una prueba satisfactoria. Esto, indica, obliga a cambios tanto en el currículo de EDA como en la PSU y, más aún, debe revisarse esta prueba como discriminadora y proyectiva de capacidades para un estudio, egreso y desempeño profesional u académico de calidad.

Tras analizar los contenidos mínimos y objetivos fundamentales que se imparten bajo esta modalidad, se denota que si bien apuntan a una educación bajo el paradigma actual constructivista, los saberes conceptuales que considera la PSU se evidencian, pero a modo de pinceladas y superficialmente; los tópicos son abordados casi básicamente, dando a entender que estos temarios se dirigen a un público de mayor edad, por lo que se planifica y se enseña en aula para un público que no corresponde al tipo de alumno que asiste (que es en gran cantidad joven). Por lo tanto, al no manejar los saberes conceptuales mínimos, difícilmente los estudiantes que nivelan sus estudios ven reales posibilidades de rendir una prueba que les permita ingresar a las universidades del Consejo de Rectores o sacar al menos un puntaje que permita acceder a ayudas estatales.

En cuanto a los docentes –y a partir de testimonios recogidos en los Cursos de Perfeccionamiento sobre el nuevo Marco Curricular–, éstos se autoconciben como “facilitadores” de aprendizajes, focalizando sus metodologías en ciertas destrezas que espera lograr en sus estudiantes, esto es, que a través del trabajo colaborativo logren analizar, relacionar, criticar, pero siempre facilitando las tareas y evaluaciones, ya que las modalidades de estos sistemas permiten la flexibilidad según las características y problemáticas de sus alumnos. El estudiante debe ser el constructor de su propio aprendizaje, por lo cual el docente desempeña su quehacer educativo potenciando la participación en aula, responsabilidad frente a ciertas tareas, trabajos colaborativos y participación en clases. Realizando un juicio valorativo positivo de esta modalidad de enseñanza, los docentes valoran y le dan bastante énfasis a ciertas habilidades y destrezas básicas como la reflexión de ciertos temas propios del contexto de sus alumnos, dando una significancia a los conocimientos previos de sus alumnos, permitiendo el análisis, la interpretación, comparación y la crítica, y la aplicación en las asignaturas contempladas en la Formación General. Según el Marco Curricular que regula estas modalidades, la enseñanza se enmarca en el ámbito del desarrollo del pensamiento, que busca estimular la adquisición de competencias referidas con la capacidad de la Investigación, habilidades comunicativas y resolución de problemas. Estas habilidades deben facilitar abordar, de manera reflexiva y metódica y con una disposición crítica y autocrítica, situaciones problemáticas vinculadas con la vida cotidiana a nivel familiar, social y laboral. Según este Marco (2004) se espera desarrollar capacidades de selección, análisis, interpretación, síntesis de información y conocimiento, conducentes a que los alumnos y alumnas sean capaces de comparar similitudes y diferencias; entender el carácter sistémico de procesos y fenómenos; diseñar, planificar y realizar proyectos; pensar, monitorear y evaluar el propio aprendizaje; manejar la incertidumbre y adaptarse a los cambios en el conocimiento. Dado el hecho de que se potencien las habilidades y destrezas a nivel de la analítica, permitiendo la reflexión, la crítica y el aporte de los aprendizajes previos en estos sistemas educativos, se podría inferir que si los contenidos mínimos fueran los mismos que se trabajan en la enseñanza media formal, estos alumnos podrían enfrentar una prueba de selección universitaria satisfactoria, pero la realidad es que estos planes y programas, evidencian precariedad en los contenidos obligatorios que contempla la prueba PSU.

2. PREUNIVERSITARIO PARA LA EDUCACION DE ADULTOS

Otorgar oportunidades de continuidad de estudios e ingreso a la universidad para alumnos insertos en programas de educación de adultos es el principal objetivo que el Departamento de Educación de la Universidad de La Frontera consideró al momento de crear el único preuniversitario en esta área (aunque algunos CEIAs hacen horas de preuniversitario en sus servicios). Mediante esta propuesta, ejecutada por la Línea de Educación de Adultos (Línea-EDA) de la Universidad de La Frontera, en conjunto con el Preuniversitario FEUFRO y seis Centros de Educación de Adultos de La Araucanía, se pretendió mejorar las condiciones de aprendizaje de los estudiantes, otorgándoles la posibilidad de aspirar a estudios superiores. Dice su director y coautor de este texto: “Ofrecer a este grupo de estudiantes una opción para continuar con estudios superiores, desde donde pretendemos mejorar sus condiciones de aprendizaje. Dar un enfoque social a nuestra labor es la misión que mantenemos como Línea de Educación de Adultos”. Por ello se organizó el PreuEDA el año 2009, matriculando 67 estudiantes, de 6 CEIAs de Temuco, autogestionado y autofinanciado, con un aporte mensual de los estudiantes de 6 mil pesos (12 dólares mensuales aprox.), centrado en Lenguaje y Matemática, los días sábados en la mañana, con Ciencias y Estudios Sociales de modo optativo los sábados en la tarde. Esta fórmula se buscó considerando la realidad de estos estudiantes, muchos vespertinos. El PreuEDA y los profesores eran coordinados por la coautora de este texto. Las características fueron las siguientes:

• Clases los días sábados desde las 09:00 a 17:00 horas.

• 40 clases planificadas durante todo el año escolar con entrega de materiales de estudio.

• Profesores con experiencia en la capacitación de la prueba de selección.

• Clases expositivas teóricas 30% - prácticas 70%.

• Orientación personalizada permanente, inscripción de los alumnos para rendir la PSU y postular a las distintas ayudas ofrecidas por el Ministerio.

• Charlas de difusión de carreras de las universidades de Temuco.

Respecto de la responsabilidad y compromiso en la selección de los estudiantes, los CEIAs los inscribieron en el preuniversitario considerando los siguientes criterios:

• Alumnos y alumnas con motivación real de proseguir estudios superiores.

• Responsabilidad en el cumplimento de los horarios establecidos.

• Cumplimiento en los aranceles establecidos.

• Integración de la familia en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

• CEIAs se informan de los aprendizajes y métodos de trabajo.

III. RESULTADOS

Como se indicó, el curso fue acompañado sistemáticamente y durante su desarrollo y al finalizar se recogió y organizó información generada por datos cuali y cuantitativos: información de fichas personales de inscripción de los estudiantes, observación de aulas de clases, conversaciones formales e informales con estudiantes, entrevistas en profundidad a actores significativos (Académicos, Directivos, Estudiantes, Profesores), revisión documental del proceso pedagógico desde la matrícula hasta la inscripción y resultados de la PSU. Los resultados de este proceso se señalan a continuación.

1. EXPERIENCIA DOCENTE

Respecto de los docentes, sus testimonios indican que fue una oportunidad gratificante para los docentes del preuniversitario EDA que por primera vez educaron a un grupo de estudiantes que requerían una preparación adecuada para rendir la prueba de selección universitaria.

Plantean también que hubo intereses compartidos entre los alumnos y el equipo docente, con el fin de demostrar que todos los estudiantes independiente del tipo de enseñanza a la que han optado, pueden ingresar a la educación superior. Hubo también aprendizajes nuevos para los docentes en la enseñanza impartida: alumnos y docentes aprendieron juntos.

2. FORTALEZAS Y DEBILIDADES DURANTE EL PROCESO.

La información recogida de docentes, estudiantes, académicos y de la observación en aula muestra que las principales fortalezas y debilidades del curso del programa fueron las siguientes:

2.1. Fortalezas

• Programa adecuado a los intereses específicos de estudiantes interesados en seguir estudios universitarios dictado por y en una universidad de prestigio, lo que implica que asistir al PreuEDA es un “primer pie” puesto en el sueño de llegar a la universidad.

• Gestión del curso eficiente, organizada, personalizada y con apoyo de redes12.

• Estudiantes entusiastas ante un tipo de educación nueva para ellos, debido a la pedagogía innovadora y significativa aplicada, así como a la realidad de una relación dialógica entre profesores y alumnos/as.

• Profesores del PreuEDA en un ambiente universitario diferente al tradicional de los estudiantes de enseñanza media regular escolar o de la universidad.

• Oportunidad real de continuar estudios -como fuente de motivación- dada la oferta de educación superior cada vez más amplia y variada y de mayores apoyos estudiantiles.

• Intereses de estudio y expectativas compartidos entre los estudiantes, lo que fortalece la cooperación estudiantil y el compromiso colectivo con el aprendizaje.

• Sensación de acogida personal de parte de los estudiantes ante docentes comprometidos con su formación.

• Estructura de las clases y el currículo adecuados a estudiantes de EDA.

En las fortalezas se visualizan fundamentalmente tres: a) el que el curso responde efectivamente a una demanda subjetiva real y a los intereses de los estudiantes, lo que permite su motivación, estudio, aprendizaje significativo y persistencia de estudio con orientación al logro en sus condiciones de vida y estudio; b) la organización y práctica curricular y pedagógica que responde a la realidad y cultura de relaciones sociales de aprendizaje de estudiantes de EDA, diurna y vespertina, así como a su lenguaje, diversidad etaria y social, condiciones económicas para contar con material; c) la gestión institucional y curricular en términos de que el sistema de administración, financiamiento, orientación vocacional, asesoría a los estudiantes en su formación e inscripción, relaciones con los CEIAs fue adecuada y de calidad.

2.2. Debilidades

• Asistencia irregular. Se inscriben 67 alumnos divididos en dos cursos, de los cuales durante el año asisten regularmente 45 alumnos. Los motivos atribuidos por los entrevistados se pueden organizar en los siguientes:

- Desconocimiento ante la metodología de trabajo (ejercicios tipo PSU).

- Escaso conocimiento teórico, en especial en la asignatura de matemáticas.

- Temor al fracaso.

- Trabajo individualizado sin apoyo extra de compañeros de curso.

- Falta de constancia en la ejercitación y el estudio.

• Apoyo limitado a los estudiantes por desconocimiento de los CEIAs de los procesos de orientación e inscripción en la PSU, sin embargo, aparece también carencia de apoyo emocional y afectivo como incentivo al aprendizaje y a la persistencia en el estudio.

Entre las debilidades se presentan principalmente dos: a) la regular asistencia general de un grupo de estudiantes provocada por una serie de situaciones referidas a los propios estudiantes, entre ellas, la baja autoestima que genera poca confianza en sus capacidades y carencias de contenidos y métodos de estudio de base; b) problemas de apoyo personal a los estudiantes por parte de sus centros de estudios debido a desconocimientos o prácticas no institucionalizadas.

3. RESULTADOS OBTENIDOS

A partir del análisis documental, de recopilación directa de información con los estudiantes y de la página Web del DEMRE, se pueden señalar los siguientes resultados:

3.1.  DEL PROCESO

De los 67 alumnos matriculados los resultados son los siguientes:

• 45 alumnos se inscribieron y rindieron el año 2009 la prueba PSU-2010 (67,16%).

• 22 estudiantes no finalizaron el proceso de inscripción y/o no rindieron la PSU, (32,84%).

3.2.   DE LOS RESULTADOS

• 13 estudiantes superan el puntaje mínimo entre las pruebas de matemáticas y lenguaje (475 puntos): 28,9% de los 45 alumnos que se inscriben en el proceso y rinden la PSU (aunque deben ponderar con el puntaje NEM). Estos alumnos se encontrarían en condiciones de optar a créditos y ayuda estatal para ingresar y estudiar en las universidades, principalmente del Consejo de Rectores.

• 32 de los 45 estudiantes (71,1%) que rindieron la PSU no superan el puntaje mínimo para postular a crédito pero que, por dar la PSU, se encuentran en condiciones de ingresar a universidades privadas que sólo exigen esta prueba rendida.

3.3. LOS MATRICULADOS EN LAS UNIVERSIDADES

De los 45 estudiantes que rindieron la PSU -y de los 13 de ellos (28,88%) que alcanzaron el puntaje en la PSU suficiente para postular a ayudas- se ha obtenido la siguiente información parcial: el puntaje máximo obtenido en la PSU fue de 604,30 puntos y el menor de 486,15; de ellos, 5 ingresaron a la Universidad Católica de Temuco y 1 a la Universidad de La Frontera (ésta exige puntaje mínimo de 500 puntos), 2 estaban en lista de espera al momento de cerrar este artículo, uno obtuvo puntaje pero al ponderar con el puntaje NEM no alcanzó el necesario para obtener ayudas y 4, teniendo puntajes, finalmente no postularon. Es decir, de los 45 que rindieron la PSU, finalmente 6 (13,33%) se matricularon en una universidad pudiendo llegar a 8 (17,77%). Del resto que rindió la PSU pero que no alcanzó puntajes para obtener ayudas estatales no se dispone de información.

V. ANALISIS

En general el PreuEDA contribuyó a que casi un tercio de los que finalizaron el curso cuenten con puntaje mínimo para acceder a las diversas ayudas que ofrece el Estado para estudiar en un sistema de educación superior, que en Chile no es gratuito ni en el sector estatal ni en el privado. Sin embargo –y como muestran los resultados– tener puntaje suficiente no es garantía para acceder a oportunidades: deben ponderar con el NEM, competir con los puntajes de estudiantes de colegios privados, de Santiago y de los sectores con mayores recursos, deben también considerar sus condiciones para estudiar en ciudades distintas a sus pueblos o comunidades. El acceso desigual a oportunidades es un proceso social, político y educativo muy complejo. Por ello la respuesta final es política: un cambio sustancial en el sistema de selección y en la calidad y equidad general de la educación, mientras hay que buscar paralelamente opciones de superar, al menos para algunos, estas limitaciones estructurales. Tratándose de jóvenes con grados de vulnerabilidad social que estudian en la EDA –a veces en horario vespertino, con carencias significativas en competencias de estudio y base de contenidos débil (principalmente en lenguaje y matemática, ejes de los contenidos medidos de la PSU), el objetivo principal no es obtener altos puntajes– se requeriría una estrategia en el sistema regular y no una acción complementaria, sino el de lograr un puntaje mínimo que les permita obtener ayudas (diversas becas, crédito solidario, crédito bancario con aval estatal y otras). En el caso de los preuniversitarios como el de EDA (y por extensión a los denominados populares, solidarios, comunitarios) este es un objetivo realista y posible de alcanzar.

Sin duda que no se puede atribuir sólo al preuniversitario estos resultados, hay factores personales, hay también aprendizajes previos de los estudiantes, hay condiciones sociales y contextuales, pero este curso –de alguna manera de carácter piloto– contribuyó al proceso y producto formativo de los jóvenes y les abre posibilidades a realizar sus intereses. No obstante, por otra parte, se contribuye en alguna medida a la equidad en el ingreso a la educación superior, pero, dialécticamente en ese mismo momento, se expresa la inequidad a nivel de enseñanza media, en la medida en que ella es incapaz de asegurar igualdad de egreso del sistema y de oportunidades para el ingreso a la educación superior, como lo demuestran varios estudios (Díaz-Romero 2006).

De acuerdo a lo planteado por el Ministerio de Educación en el marco de los contenidos mínimos que se imparten en la educación de adultos, se evidencia en el proceso escasez de conocimientos básicos, principalmente en matemática. El PreuEDA demuestra la baja calidad de la educación asociada a la inequidad, ya que la PSU mide principalmente lenguaje y matemática y como pruebas específicas, ciencias y estudios sociales. En el curso se verifican las carencias de base y en ese sentido el PreuEDA debe contribuir a cubrir aprendizajes no logrados en la enseñanza regular o, más bien, se ve limitada en sus posibilidades de alcanzar logros y cumplir expectativas de los estudiantes por esa precaria base disciplinaria y en métodos y disciplinas de estudio.

La concepción del preuniversitario es que éste no es un refuerzo a lo que no se aprendió en el liceo, sino que se orienta a su objetivo principal que es el de preparar a los jóvenes para rendir la PSU y en ese sentido la organización curricular de sus contenidos se centra en los sectores principales, lenguaje y matemática, pero organizados no en relación al currículo formal sino a las exigencias de contenidos que la PSU coloca en su prueba; estos contenidos no son necesariamente coincidentes, ya que la PSU mide determinados contenidos que son más restringidos que todo el currículo de la enseñanza media.

Se verificó otra carencia de los estudiantes y es su dificultad para mantener un trabajo permanente y regular, sustentado en hábitos de estudios que permitan acumular y relacionar contenidos, así como desarrollar las pocas actividades complementarias en los hogares que se les entrega como ejercicios prácticos. Dentro del programa, los directores y profesores, consideraron que los grupos de estudiantes que provengan de la modalidad de adultos deberían estar separados en grupos en sus colegios de procedencia, ya que no todos aspiran a seguir estudios superiores y por tanto sus comprensiones sobre la disciplina, sentidos o estilos de estudio son diferentes. Este es un requerimiento para el éxito universitario, no sólo para ingresar sino para permanecer y egresar de él; sin embargo, se verifica que, a diferencia de otros establecimientos y de otros grupos familiares, no se dispone de la disciplina de estudio requerida producto de factores tan variados –indicaron los estudiantes y se observó– como la falta de condiciones en los hogares para estudiar y la metodología de enseñanza de los centros planteadas –por las características de la EDA– en torno a la presencia en sala de clases y menos en “tareas para la casa”.

Pero ello lleva también a otro problema que deben enfrentar estos estudiantes: el desconocimiento ante una prueba analítica y selectiva. La experiencia de pruebas de medición de los estudiantes se refiere a las denominadas “pruebas objetivas” (con respuestas de selección múltiple, verdadero o falso u otras) respecto de contenidos, muchas veces memorizados, que culminan en una calificación (que afecta su promedio de notas) y no a pruebas que, siendo aparentemente objetivas, requieren análisis y selección antes de la decisión a tomar, por tanto, que no responden conceptualmente a las mismas características de las pruebas escolares. Esto expresa una razón más de probable fracaso de muchos jóvenes en la universidad y es la diferencia de estilos de enseñanza y de aprendizaje entre el liceo y la universidad lo que fundamenta los programas de acción afirmativa o de apoyo estudiantil que incluyen nivelaciones de competencias al inicio de las carreras, las que para ser eficientes no sólo deben centrarse en contenidos sino también en dimensiones metodológicas de estudio y de aprendizaje. El preuniversitario potencia habilidades de análisis en los diferentes razonamientos que en la prueba operan, por lo cual los alumnos podrían tener mejores resultados si en la educación que reciben se trabajara con ejercicios tipo PSU y mayor trabajo individualizado, de modo de ajustar con continuidad los estilos de enseñanza y aprendizaje entre el liceo y la universidad.

Finalmente cabe preguntarse sobre las posibilidades de los 13 que alcanzaron el puntaje mínimo, condición de acceder a ayudas estatales, lo que a su vez es condición para poder acceder a estudios universitarios y permanecer en ellos, si es que no hubiesen realizado el PreuEDA y también por la situación de los otros 32 que rindieron y no alcanzaron ese puntaje y por los 22 que ni siquiera llegaron al final. No se puede predecir nada, pero sin duda la participación en el curso permitió no sólo rendir la prueba (probablemente muchos sin el PreuEDA ni siquiera hubiesen pensado en seguir estudios superiores) que es condición de acceso a varias universidades privadas y públicas, sino que un grupo ingresara efectivamente.

VI. CONCLUSIONES

De esta experiencia y del estudio de sistematización se afirma que hay una cantidad significativa de jóvenes que estudian en educación de adultos y que tienen altas y conscientes expectativas de seguir en Educación Superior universitaria y que si se le ofrecen opciones de apoyo podrán, al menos en un porcentaje, hacerlo. La universidad debe mirar a este nivel educacional, no sólo al liceo tradicional, ya que hay una cantidad importante de jóvenes interesados en acceder a la educación superior ejerciendo así su derecho a la formación permanente desde una modalidad educacional legalmente tan válida cuanto la escolar tradicional y que ha sido el referente principal de observación y preocupación del sistema universitario. Muchos jóvenes y adultos-jóvenes, hombres y mujeres, indígenas y no indígenas, principalmente de las mayorías: trabajadores, campesinos, indígenas, profesionales, pobladores, a lo largo de todo el territorio nacional, son invisibles para la educación superior.

Los preuniversitarios son necesarios para estudiantes que pretenden continuar estudios superiores y especialmente para los que estudian en la modalidad de adultos que tienen programas más acotados en términos de contenidos y una cantidad de horas menor por contar con experiencias laborales o de vida que son recogidos por los programas o las aulas. Hoy en día el sistema de ingreso a la educación superior exige puntajes de ingreso, por lo cual los estudiantes requieren alcanzar los puntajes mínimos (475) para optar a créditos y becas que permitan estudiar en instituciones universitarias y/o técnicas. Ello se logra con formación complementaria: ni el liceo ni la EDA aseguran igualdad de oportunidades en la competencia por un cupo en las universidades. El tema no es sólo el ingreso, hoy se puede acceder a algunos centros de estudios con bajos puntajes, pero no a la gratuidad o a la facilitación de la enseñanza que es lo que permite el logro de los puntajes mínimos exigidos.

Por lo anterior, se destaca la importancia de un Preuniversitario para estudiantes de la EDA, como el que implementó la UFRO, contando con una buena red de apoyo del Ministerio de Educación, de los directivos de centros de EDA, de la universidad. Por ello es que se considera necesario se extienda esta experiencia mientras se construyen, política y socialmente, condiciones de mejoramiento de la calidad y equidad de la educación escolar y de la educación superior universitaria.

Cabe destacar que una experiencia pedagógica de preuniversitario para alumnos de educación de adultos que se ejecute con lineamientos claros sean éstos que los alumnos alcancen el puntaje mínimo de postulación para las becas y créditos y/o además alcanzar puntajes significativos para optar hacia carreras del Consejo de Rectores y de instituciones privadas, es un desafío no menor.

La experiencia llevada a cabo evidencia que aunque los alumnos carecen de ciertos contenidos mínimos durante su formación de enseñanza media, ello no involucra necesariamente que no estén aptos para rendir la Prueba de Selección Universitaria, siempre y cuando logren la capacidad analítica que ella, en sus razonamientos lógicos, exige.

Ahora bien, muchos de ellos ven una oportunidad en que se involucran como principales agentes educativos, porque la PSU, más que medir sus conocimientos, mide sus habilidades básicas como la comprensión lectora y la resolución de problemas, sin embargo, al no tener un entrenamiento permanente, muchas veces se convierte en frustración y luego en abandono. He ahí que el docente del preuniversitario debe realizar tareas permanentes para orientarlo, acompañarlo, entenderlo y luego capacitarlo.

Si bien los resultados cuantificables (puntajes) son esenciales para la selección de alumnos, la calidad humana tanto del alumnado como de los docentes, juega un rol importante en este tipo de preparación. Cabe recordar que en el caso de los estudiantes que participaron en este primer curso de preuniversitario, muchos de ellos eran jóvenes (80%) que accedieron a este programa con mucho entusiasmo. Entusiasmo compartido por los docentes y los profesores y directores de sus CEIAs, lo que permitió mantener una asistencia más o menos estable, disminuyendo durante el segundo semestre, debido a sus dificultades en la preparación más intensiva en las asignaturas de Lenguaje y Comunicación y Matemáticas.

Mantener el entusiasmo, y por tanto la motivación, involucra que el entorno familiar de este alumnado (relativamente joven) también se haga partícipe de algún modo, lo cual no se evidenció en el programa realizado, sólo se acercaron aquellos apoderados que desconfiaban de sus hijos: hacían presencia para confirmar si realmente sus hijos venían a clases.

Por lo demás, por las características de estos estudiantes, algunos de ellos padres y madres en lo familiar, otros en lo laboral, trabajadores formales o informales y domésticos (dueñas de casa), les cuesta compatibilizar el estudio formal y el preuniversitario. Deben decidir qué es más primordial y por lo general asumen que sus roles sociales y su establecimiento son lo más importante.

Otro factor importante a considerar es que en la Región de La Araucanía, específicamente en la ciudad de Temuco, existen a lo menos dos universidades públicas (una estatal) altamente apetecidas por el alumnado que egresa de cuarto año medio y otras entidades privadas que se muestran como opciones alternativas, ya que en las primeras están las principales metas de muchos alumnos. De ahí que ante sus bajos resultados obtenidos, las entidades privadas ofrecen una oportunidad tanto para educarse como para financiar sus carreras, ya que los créditos de educación superior les permiten acceder a ellas con un bajo puntaje.

Idealmente la integración en los centros de educación de adultos, como parte de sus expectativas una formación de preuniversitario, no sólo por superar los cortes de puntaje, sino para concientizar desde la enseñanza media las exigencias del mundo universitario, permitiría a corto plazo integrar a este tipo de alumnado que merece las mismas oportunidades que el resto de los estudiantes del sistema tradicional. Así se escribe y construye un poco más la equidad en educación superior.

NOTAS

1 Doctor en Educación por la Universidad Estadual de Campinas-SP, Brasil. Profesor Asociado del Departamento de Educación y Director del Magíster en Desarrollo Humano Local y Regional, Director de la Línea de Educación de Adultos del Departamento de Educación de la Universidad de La Frontera.

2 Profesora de Lenguaje y Comunicación de la Universidad de La Frontera y Magíster © en Ciencias de la Educación Mención Currículum y Evaluación en la Universidad Mayor. Directora del Preuniversitario de la Línea de Educación de Adultos de la Universidad de La Frontera.

3 Programa que integra a los Ministerios del Trabajo y Previsión Social, de Educación y de Economía orientado a mejorar la capacidad productiva del país a través de la instalación de un Sistema de Formación Permanente.

4 En el Departamento de Educación de la Universidad de La Frontera, Temuco, Chile, se desarrolla una Línea de Educación de Adultos, que dirige el Dr. Guillermo Williamson, quien junto a la Mg. (c) Claudia Rodríguez Frigolett, Directora del Preuniversitario de la Federación de Estudiantes de la UFRO y el Profesor Victoriano Seguel, Coordinador de la Comunidad Autogestionada de Aprendizaje Paulo Freire, de directivos de EDA de la Región de La Araucanía, organizaron el PreuEDA que se implementó en la Sede de la Federación en Temuco.

5 Opiniones manifestadas en entrevistas y talleres colectivos en Curso de Redes Pedagógicas para Gestión Directiva de Calidad. Registro en Informe Final Curso Redes Pedagógicas de La Araucanía y Los Lagos.

6 La modalidad flexible corresponde a la educación formal y presencial de adultos, puede ser diurna o vespertina y requiere asistencia a clases y el cumplimiento de las normas propias del sistema; la flexible es una modalidad de autoaprendizaje individual a partir de materiales especiales y con asesoría en periodos determinados y, según interés del estudiante, tiene sus propios sistemas de evaluación.

7 Se refiere al Proyecto Nuestra Escuela Pregunta Su Opinión-NEPSO aplicado en el CEIA Lefxaru e impulsado por la Universidad de La Frontera-Departamento de Educación en escuelas básicas, Liceos y CEIAs de EDA.

8 El universo del que se extrajo la muestra representativa lo constituyeron 848 egresados el 2006 de 6 CEIAs de la ciudad de Temuco, La Araucanía.

9 Proyecto de Extensión Universidad de La Frontera: “Kelluwün: 1999-2009 una década apoyando la educación, interculturalidad y comunidad local de Ercilla”. (Permanente 031/2009).

10 En la PSU-2003 (para ingreso 2004) los promedios generales de Ercilla fueron de 362,81 puntos en los varones y 374,58 puntos en las mujeres, mientras el promedio nacional de matemática, por ejemplo, fue de 499,94 puntos y la exigencia de puntaje mínimo de ingreso a las universidades públicas fue 450 puntos. En el Preuniversitario del Proyecto Kelluwün en Ercilla, tarea supletoria ante la baja calidad de la enseñanza general del sistema educacional a los estudiantes no mapuche y principalmente mapuche, que se expresa con mayor visibilidad e impacto personal y social en las comunas más pobres, el año 2001 ingresaron 5 alumnos de un total de 18 que rindieron la PAA y un alumno mapuche fue becado para estudiar Medicina en Cuba; en el 2002 la rindieron 13 alumnos, de los cuales 5 obtuvieron puntaje para postular a distintas carreras (Williamson & Gómez 2004:266). Posteriormente y según informa el Director de Educación Municipal, todos los años ha ingresado a lo menos un alumno a la Universidad; para el 2010 han sido cinco. Pero las distancias son enormes: el año 2009 para la PSU 2010, de los 100 colegios de Chile que obtuvieron más altos puntajes 94 eran privados pagados, 2 municipales y 2 particulares subvencionados, con un puntaje promedio máximo de 722,69 puntos y el mínimo fue de 443,96 (Diario La Tercera 25.02.10).

11 http://www.demre.cl/psu.htm acceso 10.06.2009.

12 Se contó con el apoyo de la coordinación de la CAA Paulo Freire, de directivos de EDA, de la Línea de Educación de Adultos de la UFRO y del Programa de Redes Pedagógicas del Programa Chilecalifica/Ministerio de Educación el que donó un set de útiles a cada estudiante (cuaderno, lápices y gomas).

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