Revista de Derecho, Vol. XVII, diciembre 2004, pp. 281-283
DOI:
10.4067/S0718-09502004000200013

RECENSIONES

 

José Luis Cea Egaña: Derecho Constitucional Chileno. Tomo II: Derechos, deberes y garantías. Ediciones Universidad Católica de Chile, Santiago, 2004 (733 pp)

 


 

La base material y garantía esencial que legitima a todo Estado que se pretenda “de” Derecho, lo constituye el reconocimiento de los derechos y libertades fundamentales del ser humano, los cuales fundamentan el orden constitucional y se imponen tanto al poder constituyente como a los poderes constituidos, y la consecuencia de ello es la eficacia jurídica de tales derechos constitucionales, su aplicación directa por los jueces y la inaplicación de la ley o del acto de los poderes públicos que los vulneren. Muy importante, también, pueden hacerse efectivos y vinculan inmediatamente a todos los ciudadanos, sin necesidad de una regulación legal posterior.

Razón por la cual, para hablar de una Constitución normativa, que se sustente en un Estado material y democrático de Derecho, los derechos fundamentales deben ser esenciales en su configuración. Como consecuencia de ello toda Carta que se funde en dicho Estado constitucional debe poseer las siguientes características: 1. Eficacia jurídica directa e inmediata de sus normas y, por ende, de los derechos fundamentales contenidos en ella; 2. Vinculación de todos los poderes públicos a la Carta Fundamental, en especial del legislador; 3. Respeto del contenido esencial de los derechos fundamentales, los cuales en ningún caso podrán ser afectados en su esencia, y 4. Tutela judicial efectiva que garantice la aplicación y vigencia de tales derechos.

De lo anterior se deriva, igualmente, que los derechos fundamentales reconocidos poseen una doble naturaleza. Por una parte, poseen una naturaleza objetiva o axiológica, como elemento que define la estructura política y jurídica del Estado, esto es, tienen la finalidad de configurar los elementos esenciales del ordenamiento objetivo de la comunidad nacional, a fin de determinar el marco de una convivencia plasmada en un Estado constitucional y democrático de Derecho. Por otra parte, los derechos fundamentales pueden ser observados desde una segunda perspectiva: desde la dimensión del individuo, esto es, subjetiva o individual; en este contexto, se trata de derechos subjetivos, en cuanto garantizan un status jurídico o la libertad en un ámbito de existencia.

Todas estas cuestiones que se han resumido precedentemente constituyen el sentido medular de este libro. En efecto, se trata del segundo volumen de una obra que ha sido proyectada en cuatro tomos: a) El Tomo I (editado en el año 2002) está dedicado a exponer un esquema histórico y constitucional de índole general, las fuentes y la hermenéutica de nuestro Derecho Constitucional, y, por último, se examinan los dos primeros capítulos de la Carta de 1980; b) Los Tomos III y IV (por editar) proyectan abordar, respectivamente, el Gobierno en su triple dimensión (política, ejecutiva y administrativa) y la restante parte medular de la Estructura Orgánica y de Control Constitucional (Congreso Nacional, Poder Judicial, Ministerio Público, Tribunal Constitucional, Contraloría General de la República, la Fuerzas Armadas, el Consejo de Seguridad Nacional y el Banco Central); y c) El Tomo II está dedicado a los derechos, deberes y garantías fundamentales y se plantea en una línea de continuidad con el volumen primero, especialmente en la parte que hace referencia a los principios y valores constitucionales que fluyen de la primacía de la dignidad de la persona humana.

En esta obra el autor no hace sino suya la convicción que ha llevado al constitucionalismo contemporáneo a trazar como paradigma esencial el reconocimiento, promoción y protección de los derechos y libertades fundamentales que, como ya se ha dicho, constituye la base material más importante del actual Estado constitucional democrático.

En el ámbito de la teoría constitucional se aborda específicamente la llamada parte dogmática de la Carta Política (Capítulo III y su conexión con el art. 5º, inc. 2º, de la misma), partiendo por una introducción a los derechos fundamentales en la Constitución chilena, donde se sistematiza el complejo y trascendental tema de la dignidad y los derechos humanos. Del mismo modo, realiza su autor una precisión conceptual de mucha importancia al distinguir, en la esfera del orden constitucional, entre derechos, deberes y garantías. Términos no sinónimos, en los cuales las garantías permiten que “cobren seguridad y realidad las declaraciones de derechos y deberes fundamentales”.

Más adelante se realiza un estudio particular de “Los Derechos Humanos en la Constitución” (así se titula la Segunda Parte del texto). Análisis que contempla un detallado examen de cada uno de los derechos constitucionales, utilizándose la más actualizada doctrina nacional, el desarrollo normativo infraconstitucional de los mismos y complementada con los más relevantes criterios jurisprudenciales.

Especialmente importante es el análisis de la Acción o Recurso de Protección, a la cual le dedica toda la Tercera Parte de la obra. El orden de su tratamiento es el siguiente: origen e importancia; sentido y alcance; tramitación y jurisprudencia. Finalmente en la Cuarta Parte se analizan los Deberes Constitucionales.

En resumidas cuentas, se trata de una obra muy completa, que logra sintetizar –ahí se encuentra a mi parecer su gran virtud– una sistematicidad transversal en esta importante temática constitucional, con la profundidad necesaria que requiere un análisis serio. Cuestión que la transforma (considerado el volumen en comento y la futura edición en su totalidad) en un gran aporte en el gris panorama de la doctrina constitucional chilena, caracterizada por la falta de investigaciones específicas, sistemáticas y con cierta profundidad en los temas fundamentales en materia constitucional. Por ello se aplaude con toda sinceridad esta trascendental contribución del profesor Cea Egaña, la que viene a significar, igualmente, una síntesis de magnitud en la destacada y distinguida trayectoria de este importante constitucionalista chileno.

 

Kamel Cazor Aliste