Rol de los murciélagos insectívoros en la transmisión de la rabia en Chile
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Resumo
La importancia de los animales silvestres en la trasmisión de la rabia en Chile no fue reconocida hasta 1985. A partir de entonces el patrón epidemiológico de la rabia se ha caracterizado por una endemia en quirópteros.
En el año 1996, después de 24 años sin registrarse casos de rabia en humanos, se reporta un caso en un niño infectado con la variante antigénica 4 (VAg4), cuyo reservorio es el murciélago no hematófago Tadarida brasiliensis. Esta situación determinó la necesidad de identificar con mayor precisión los ciclos silvestres del virus rábico, su dispersión territorial y los factores de riesgo que condicionan su trasmisión en el país.
De un total de 250 cepas aisladas entre los años 1977 y 1997 se reactivaron 119. Estas fueron analizadas por la técnica de inmunofluorescencia indirecta con un panel de ocho anticuerpos monoclonales producido por el Centers for Disease Control and Prevention en Atlanta, Georgia, Estados Unidos.
El análisis determinó que todos los virus de murciélagos pertenecen a la variante antigénica 4 (VAg4). De los 10 aislamientos caninos, siete corresponden a la VAg4 y tres a la VAg1, cuyo reservorio es el perro. De los aislamientos de bovinos uno fue VAg1 y dos VAg4 y aquellos de tres felinos y un porcino también fueron VAg4. Se determinó que un caso bovino reportado en 1977 y los virus aislados de animales domésticos desde 1990 corresponden a la Variante 4.
Estos resultados permiten concluir que, en Chile los murciélagos no hematófagos han actuado como reservorio de la rabia silvestre con anterioridad a 1985 y que posteriormente a este año son los únicos reservorios, conocidos hasta el momento, que han originado casos esporádicos de rabia en el hombre y los animales domésticos.