UNA ARQUITECTURA PARA EL DESIERTO
Contenido principal del artículo
Resumen
Habitar el desierto, como una experiencia de vivir la exterioridad.
La arquitectura del desierto ha sido definida como una "arquitectura de extremos". Etzion, hace esta afirmación para referirse a la intensidad de calor y frío extremo, como una característica propia de los ambientes áridos a la cual la arquitectura debe responder. Pero más allá, de esta percepción de ambiente hostil, la arquitectura del desierto encuentra en este contraste ambiental su mejor fuente de inspiración. Los climas desérticos tienen un potencial arquitectónico determinando, el edificio no solamente se usa como un implemento para moderar el clima, sino que como un componente con cualidades para reforzar y desplegar los sentidos al disfrute de lo térmico y visual que ofrece el paisaje de estos cálidos ambientes [HYDE, 2000].
La relación que se establece con el exterior, en la arquitectura del desierto busca ser abierta y flexible, demandando la posibilidad de crecer y usar los ámbitos al aire libre; de esta manera los espacios intermedios, como pérgolas, parrones, patios, terrazas son elementos singulares que tienen una doble función de control climático y de habitabilidad. Los parámetros pragmáticos y físicos, asociados con estos aspectos del diseño arquitectónico, regulados por las leyes físicas y en particular por las leyes de la termodinámica, son constantes y transcienden en el tiempo. Al contrario de los climas fríos y lluviosos, donde el sentido de cerramiento demanda una estrategia principalmente defensiva. En un ambiente desértico la actuación de los edificios es ...