En un bosque de Eucaliptus
Contenido principal del artículo
Resumen
La noción de paisaje se ha considerado una constante móvil, una dimensión imaginada desde una visión global que se articula a través de diversas miradas, ejes territoriales y perspectivas locales. Sin embargo, cuando los ciudadanos de a pie nos referimos al paisaje, nos deja la idea de un telón de fondo o pintura, o de aquel fantasma que nos acompaña en su presencia, pero que pareciera inmutable. Las imágenesque asociamos a esta dimensión de paisaje construyen un discurso sobre el lugar -asociado a un régimen visual- que deja fuera nuestra presencia, nuestra experiencia sensorial.
El paisaje, por tanto, puede considerarse como el resultado de las relaciones que se tejen entre sus agentes y sus representaciones simbólicas. Jean Marc Besse propone cinco dimensiones del paisaje, considerándolo una representación cultural; un territorio producido por los grupos humanos; un sistema que articula naturaleza y cultura; un espacio de experiencias sensibles y como contexto (en Marchán Fiz y Maderuelo, 2006). Es decir, no algo cerrado, ni fijo, ni inmóvil, sino que el resultado ...
Detalles del artículo

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 4.0.