HOLISTICA: UNA LUZ VERTEBRADORA PARA EL CAMBIO
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Resumen
La modernidad muestra signos de una sociedad “ansiógena”; al ser humano le resulta difícil adherirse al cambio, a un progreso permanente y vertiginoso, cuya rapidez lo perturba y desestabiliza. Emerge el desencanto, la abulia o el desenfreno; la exaltación de los derechos y, a la vez, una ingenua justificación que soslaya deberes inseparables a éstos. Opciones de vida que trasuntan, por una parte, una búsqueda de felicidad individual, con una valoración del placer, en un intento de ser más que nada “él mismo”, o bien el escape, la autocomplacencia, la enajenación, verse a sí mismo como ajeno al mundo, incapaz de integrarse a él, desagregado.
Una mirada retrospectiva de la humanidad permite constatar, por un lado, que esta situación de crisis no es nueva; pero, por otro, rastrear y rescatar los planteamientos, ideas y propuestas de filósofos, científicos y educadores frente a ello. Se observa, en este proceso, un conjunto de ideas vertebradoras, axiales y fundantes, que convergen en un paradigma global, totalizante, holístico. Una respuesta amplia, integral y unificadora, para fenómenos de iguales características. La educación debe atender y acoger estas ideas, capitalizando la oportunidad que le ofrece la reforma educacional en marcha.