Huellas tónico emocionales desde el paradigma decolonizador
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Resumen
Las infancias se vulneran desde la protoinfancia dependiendo de la epigenética originaria. Allí comienza su posicionamiento en la vida y la inscripción de las huellas tónico-emocionales que se fijan en la sensorialidad y en la propensión a aprender. Su antropológico curso vital involucra a toda la comunidad en una relación intersubjetiva, vincular y significativa con las figuras cercanas; forja la relación consigo mismo y con su entorno, y la incorporación en la sociedad. La escuela puede contribuir a colonizar las mentes infantiles si las escolariza a través de la rutina, estándares homogéneos y repetición de patrones preestablecidos. Al contrario, los procesos educativos, de creación de relaciones promueven las identificaciones personales y colectivas capaces de revertir la matriz de dominación en el pensar, sentir y actuar. Abrir una grieta decolonizadora es una muestra de resistencia cultural y re-humanización que implica desaprender estereotipos introyectados en el sentido común como únicos y verdaderos.