Erupción del complejo Puyehue-Cordón Caulle en 2011: caída de tefra y respuestas forestales iniciales en Los Andes chilenos
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Resumen
La erupción en el año 2011 del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle depositó hasta 50 cm de tefra en la pluma que interceptó las altas cumbres de Los Andes sobre la ruta 215, ofreciendo una excelente oportunidad para el estudio de los efectos del disturbio sobre los bosques nativos a lo largo de un gradiente de profundidad de tefra. Las observaciones se enfocaron en el corto plazo, a nivel de especies, respecto de la mortalidad arbórea y aparición de rebrotes. Más del 80 % de los depósitos más gruesos estuvieron compuestos de un estrato basal de pumicita y recubierta por varios centímetros de tefra arenosa. En un muestreo de cuatro parcelas con un espesor de tefra que varió de 10 a 50 cm, se observó un amplio rango de mortalidad arbórea: alrededor del 8 % y 54 % de los árboles vivos al momento de la erupción murieron, con 10 cm y 50 cm de profundidad de tefra, respectivamente. Sin embargo, ciertos atributos de los bosques afectados, tales como la composición de especies, capacidad de rebrote del follaje, capacidad de retención de tefra (perennes vs deciduos) y tamaño/edad de los árboles, influenciaron fuertemente la sobrevivencia. Los sitios con un espesor de depósitos de 35 y 50 cm fueron dominados por la especie decidua Nothofagus pumilio, la cual se encontraba sin follaje en el invierno del hemisferio austral durante la fase inicial de la erupción. La mayor parte de estos árboles sobrevivieron y produjeron follaje vigoroso al año siguiente (2012). La especie arbórea siempreverde N. dombeyi presentó una mayor mortalidad. En síntesis, la respuesta arbórea inicial estuvo determinada tanto por las características de las especies como por el espesor de la tefra.